lunes, 18 de febrero de 2019

ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO, JOSÉ MANUEL MATENCIO, EDITORIAL SÉNECA

Portada

Haciendo un esfuerzo y pensando que mí recuperación física era un hecho, que no es así, hemos asistido hoy domingo a la presentación del libro de José Manuel Matencio Ojeda, de Posadas, "ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO (1910-2010)", otro romántico reto de la Editorial Séneca, bajo la batuta directiva de Óscar Morales. Son muchos los amigos que tengo oriundos de esa acogedora ciudad de Posadas, algunos la enfermedad los ha sumido en el olvido y de otros sólo nos queda una agradable memoria, afortunadamente los que quedan están en su plenitud intelectual, física y mental, bueno, física según el DNI, deberá suponérsele como el valor en la cartilla militar. De la mental e intelectual doy fe y no hay duda y a las pruebas me remito.

La invitación al acto y programa

Si alguien en el teatro abarrotado, no ha tenido en más de un momento un nudo en la garganta, e incluso ha vertido alguna lágrima, o simplemente se han humedecido más de la cuenta los ojos, es o porque se ha quedado dormido, cosa extraña a las doce de la mañana, o le falla algo. Simplemente por vérsele quebrar la voz a los muchos participantes; a la “cantaora”, o incluso al bordón de la guitarra, habría que revisarse el asunto sentimental. Pero por otro lado hay personas que son más duras de lágrima, como yo que creía serlo, pero mentira, la pena es contagiosa. El llanto solidario, con el sufrimiento silencioso de muchas personas durante muchos años, pensando los años que lo habrán sufrido. A aquellos que les robó el fascismo su juventud, la vida de sus padres, y tantas y tantas cosas, incluidas las haciendas.

Vista previa del salón

Ver estas “armas de destrucción masiva”, como son, para los que le niegan el pan y la sal, de todos aquellos familiares de republicanos torturados y asesinados por el fascismo, recuperando su memoria, con un corazón muy grande y ni un ápice de rencor, haciendo poesía, da una idea de la miseria humana que, heredera de los asesinos ignoran y tratan de vender otra historia distinta de la ocurrida. Esta gente a pesar de no tener perdón, por lo menos se lo ordena genéticamente o bien su sangre o sus intereses, pero lo más sangrante es cuando personas hechas y derechas autotituladas de izquierdas, hablan de pasar página y equiparan los daños de trinchera, a los causados en la población civil en esa larga posguerra española, y en este caso no estamos hablando de desaparecidos tirados en zanjas o cunetas, que habría para muchas páginas.

Otra vista del salón.

Decía un buen amigo al hablar de esto, que no hay arma de destrucción masiva más poderosa que la palabra y que cuando ésta lleva aparejada la verdad y sale del corazón, es más “destructiva” aún. Verdad, palabras, derecho a la memoria, rehabilitación de las injusticias, corazón, es mucha miel para la boca del asno, no podemos cambiar a los asesinos, a sus herederos interesados, o indocumentados portavoces. Cuando compruebas con la documentación pertinente, como quienes redactan las leyes, han tenido una vida feliz, de niños ricos, gracias a los regalos que el franquismo hizo a sus padres, algunos hasta fábricas enteras, puedes comprender que no se tiren piedras a su tejado. El fascismo dominante que no perdió en España, y se aclimató en el poder, tienen el sentir de haberse repartido “su patria”, por eso quieren tanto a “su bandera”, y a “su territorio”. Las instituciones de su patria, y la mayoría de los estratos de éstas los consideran suyos, y por esa razón a costa de lo que haga falta tratan de recuperar las parcelas que estiman pierden. Es el botín de guerra.

Óscar Morales, Editorial Séneca

Son muy pocas las parcelas ganadas al fascismo, por aquello de que otros, los que pueden hacer leyes de verdad, y anular las torticeras, renovar la Justicia e Instituciones, se están mirando siempre el ombligo. Hasta la prensa la controlan con mercenarios, es verdad que siempre ha habido miserables en todos los sitios, pero ahora el nivel está muy subido. Y no es generalizar porque no se puede, pero el altavoz lo tienen controlado ellos. Otros, comiendo las migajas, que les han dejado, no les quepa la menor duda, las migajas, que les han permitido comer y disfrutar, y por eso son unos verdaderos esperpentos políticos. Vivimos en realidad en un enorme cementerio de elefantes. Puede que algún lector piense que nada de esto tiene que ver con el libro, claro que tiene que ver, hay que fomentar la memoria, y evitar el olvido. Hay que obligar a las nuevas generaciones que no compren los falsos relatos. Yo he trabajado 45 años en el Ministerio de Defensa, y en cierta ocasión un militar se quejaba de que se le exigían una serie de requisitos para renovar las armas no reglamentarias, diciendo: -¡Yo no he ganado una guerra para esto! No tenía edad, la habría ganado su padre, pero la frase justifica las herencias malsanas, y sobre todo el derecho a heredar el botín de guerra.

Emilio Martínez, el Alcalde de Posadas

El literario prólogo del libro, firmado por Joaquín Casado Bono, Cronista de la Villa, cita un pasaje de José Saramago, Nobel de Literatura 1998, que dice: “somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir"  y continúa Saramago: “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia”, se empieza por pedir pasar página que es la frontera de la mísera indiferencia. No es ni siquiera la libertad de elegir, no se puede ser libre condenando a los condenados, exigiendo más sufrimiento a los primeros, el que ellos no han tenido, porque ojo, quien pide pasar página, hay que mirar su vida y la de su gente y entonces comprobaremos que este asunto o tienen un interés directo o son tan inhumanos como los primeros. Nadie da puntadas sin hilo.

El Cronista de la Villa, Joaquín Casado Bono

Empezó Óscar Morales, el editor, con la palabra, haciendo glosa de los libros editados de malenos, en una de las colecciones de la Editorial, la de Las Posadas del Rey. Muchos de los autores estaban en la sala y otros había excusado su presencia. Conociendo a Óscar y el medio editorial, y sabiendo que hoy en día es lo comido por lo servido, es romanticismo puro. Pero bendito romanticismo, afortunadamente aún hay muchos lectores del papel y no todo el mundo tiene medios digitales. Incomprensiblemente a Óscar se le pidió por el autor cortar su parlamento y nos quedamos con las ganas de conocer la opinión editorial sobre muchas cosas, opinión que es siempre muy interesante. Estimo habría prisa institucional. 

Agradecimientos del autor

Luego Emilio Martínez, alcalde de Posadas, tomó la palabra y versó sobre la memoria y la necesidad de que nadie olvide, que transmitan a las generaciones futuras para que la verdad sea la que impere y no los falsos relatos. Después el Cronista de la Villa, autor del prólogo, Joaquín Casado Bono, leyó el mismo y a continuación la cantante Lola Hidalgo, acompañada por la guitarra de Manuel Sepúlveda “Máñez” deleito a la concurrencia con poemas del libro que habían musicalizado. María Romero recitó "Romance contra la tortura".

Lola Hidalgo y Manuel Sepúlveda, los artistas

José Manuel Matencio, el autor, recitó bastantes poemas del libro y una serie de amigos y amigas de la juventud -alguno de los cuales había venido hasta desde la “república” de Cataluña-, recitaron entre quebradas de voz, a la vez iban saliendo en la pantalla del escenario del coqueto “Teatro Liceo Manuel Rumi Cortés” de Posadas. Eran escenas más de un acto de homenaje a unas personas desaparecidas y con mucho sufrimiento, que de una simple presentación literaria. No ganábamos para emociones, pero reitero, se puede encontrar más repudio en mis notas de no afectado, que en los afectados directos, en los que ni una sola palabra denota, como dije atrás, el más mínimo rencor. Sólo reivindican el derecho perdido de su juventud sin sus seres queridos, años que no les va a devolver nadie. Ni siquiera el daño físico infringido a estos, con la tortura física de su padre y psíquica de su madre. Los que conocían a Matencio padre decían que nunca dijo una palabra sobre todo el daño que le habían causado. 

José Manuel Matencio, el autor

El autor:

“JOSÉ MANUEL MATENCIO OJEDA, POSADAS (1948)
En esta localidad del Valle del Guadalquivir pasó toda su infancia y juventud. Se trasladó a Córdoba y desarrolló diversas ocupaciones. Finalmente se convirtió en uno de los pioneros del Turismo rural de Andalucía, siendo el fundador de la empresa "Bética Rural". Cursó estudios de Lengua y literatura en la Universidad de Córdoba. En esta etapa fue el impulsor entre sus compañeros del curso de los "Relatos jóvenes", de los que se hicieron dos ediciones. Así mismo fue uno de los organizadores de las jornadas "Malenos en Mauthaussen" (IES Aljanadic, Posadas, 2003). Ya jubilado, su espíritu inquieto y comprometido lo llevó a ser elegido portavoz de la Plataforma por la Comisión de la Verdad que agrupa a 11 asociaciones memorialistas de Córdoba. También es miembro activo de la Asociación "Entre Quijote y Sancho". Este libro pondrá su grano de arena para que esta historia -esta intrahistoria de Posadas-, nunca caiga en el olvido. Nunca vuelva a repetirse.”

María Romero

“Con este libro, José Manuel, hace justicia a un tiempo y a unas gentes, entre ellas a su padre y a su madre, que sufrieron la amargura de la separación durante más de 19 años. La Guerra Civil y la cárcel metieron a más de media España en un túnel sin salida, que sólo con acabó con la  muerte del dictador. "ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO” es un libro que revindica la memoria para que nunca lo que ocurrió caiga en el olvido. Un olvido impuesto, durante demasiado tiempo, por el Franquisrno.


El autor firmando libros

“El 17 de agosto yo guardaba celosamente aquel telegrama que hoy comparto. La libertad y la vida serían la tregua que más deseábamos. El 8 de agosto habíamos ido en el taxi de Manolito García "El Palmeño", a recibirlo a Córdoba. Sólo conservo la imagen de mi padre cogiéndonos en sus brazos. Por fortuna, esta imagen la he guardado siempre en la memoria. El recibimiento a su llegada fue extraordinario. La gente, que llenaba parte de la calle Gaitán, gritaba: - “Manolo, Manolo" y "Bienvenido. Bienvenido". Aquellas muestras de cariño, respeto y admiración, dirigidas a mi padre, lo pusieron  ante mis ojos en el lugar que tanto deseaba, ese lugar mítico en que los hijos tienen para su padre.  Hoy, todavía, agradezco el valor y el coraje que los vecinos tuvieron haciendo este recibimiento. Y veo a mi padre, subido en la ventana, agradeciendo a todo el mundo su acogida y diciendo que ahora te esperaba su familia. 

El Cronista Joaquín Casado y el Prof. Antonio Manuel Rodríguez

No pasaría mucho tiempo de su vuelta a la cárcel, cuando alguien hizo una pintada en el cine acusando a mi padre de no sé qué historia comunista. A los pocos días de esto, la Guardia Civil se presentó en nuestra casa. Abrieron de par en par las dos hojas de la puerta, esperando al teniente; a la vez, en la calle la gente estaba expectante. Al poco rato se presentó el teniente: vestía botas con espuelas y polainas de cuero negro acharolado; en la mano llevaba una fusta con la que se golpeaba las polainas insistentemente y, mientras entraba, marcaba el paso,  para hacerse notar más. Sus pisadas sonoras y metálicas recorrieron los escasos metros del zaguán y llenaron de terror toda la casa. Los muros casi se estremecieron".

VIDEOS DEL ACTO




Fotografías y vídeos del autor
Textos del libro

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