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jueves, 17 de junio de 2010

FOTOS DE CORDOBA (y 3)


Portada noble (foto número uno)

Una tercera entrega en la que se publican dos portadas, una placa en una fachada y un interior. A sabiendas que la fotografía de interior puede ser difícil de precisar, porque la perspectiva no es usual conocerla desde donde está efectuada, pero estimo que por los elementos que la componen puede ser fácil de averiguar.

Portada que lo fue (foto número dos)

De las dos fachadas, una existe aún de entrada a una casa noble, y la otra fue puerta y quedó en ventana. En esa ventana se ponía una señora a vender jardines en el verano de un inmenso jazmín que tenía la casa, cuya entrada la tiene por otra calle.

Placa en la pared (foto número tres)

La placa estuvo puesta algún tiempo en Facebook, no fue descubierta o por lo menos no le interesó mucho al personal. Hay que reconocer que existen en la red, cordobeses y alguna cordobesa, con una capacidad deductiva y de conocimiento de la ciudad fuera de lo común que no están participando.


Foto de interior de edificio (foto número cuatro)

Con esta entrega de cuatro fotografías, que supongo no será difícil, finalizamos de momento este semijuego cultural.

ACLARACIÓN.

Primera fotografía.

Casa de los Argotes en la calle del Lodo

Desde el Realejo hasta el Buen Suceso bajaba la calle del Lodo (actual Isaac Peral), así llamada porque era un verdadero lodazal camino del Arroyo de San Andrés. En ella están dos casas importantes, la primera de ellas es la de la fotografía, en el número cinco, con fachada del 1547, y llamada según D. Teodomiro, de los Argotes, “tradicionalmente se dice que en unión del huerto número 7 constituían las solariegas de los Mecías, a quienes representan aquéllos, las cuales fueron arrasadas también, porque sus dueños eran parciales de don Enrique”.

La otra era de los Negretes en la acera de los pares y en el número seis, de la que formaba parte el Monte de Piedad y ahora la Agrupación de Cofradías además de viviendas. Una enorme propiedad que adquirió un ruso casado con una profesora de baile.

Segunda fotografía.

Fachada del Oratorio del Hospital de San Andrés.

Esta fachada de la calle Alfonso XII, número 23, cuya entrada la tiene ahora por la calle de La Palma, por el antiguo Hospital de San Andrés. Fue en su día Oratorio. Se fundó por escritura de 13 de enero de 1551, con poder y bienes de D. Pedro Gutiérrez de los Ríos.

La portada cegada, convertida en ventana, es manierista adintelada. Los escudos de los Ríos y una hornacina oval la coronan. Un tejaroz protege el vano. Este tipo de iglesias no tiene campanario. Hay otra igual en Córdoba que es la del Caballero de Gracia, en la calle Encarnación y por esa carencia sonora son considerados oratorios.

Estas ventanas, pues son dos las que dan a esta calle, formaban parte de un colegio había en ese edificio. En el verano, una señora se ponía en la ventana de la mencionada portada manierista, y vendía jazmines, que compraba para mi novia, cuando íbamos al cine de verano Andalucía, y que estaba guapísima con los jazmines en el pelo.

Tercera fotografía.

Calle Gragea

La losa está en una casa de la calle Gragea. Yo trabajé en esa calle en los principios de los años sesenta del siglo pasado (esto del siglo pasado suena fatal), unas casas al lado de donde está la losa. De esa calle me gustaba una chica y luego resultó ser su madre prima hermana de mi madre, lo que abortó el posible idilio que, dicho sea de paso no paso de cuatro miradas esquivas.

La calle Gragea es una calleja que tiene la calle Lineros antes de llegar a Candelaria, a la izquierda desde el Potro hacia las Cinco Calles. Hubo un momento que se pretendió darle salida a la calle de Armas, proyecto que no cuajó. Una casa que ahora hace un pequeño rincón en la calle de Armas que antes no existía, era la comunicación con la calle Gragea o Grageda, que parece que tomó el apellido de un jurado que vivió en ese barrio. Tiene una calleja sin salida a la derecha (barrera como las llama D. Teodomiro) y un pequeño rincón con tacón a la izquierda.

En múltiples publicaciones citan que Miguel de Cervantes Saavedra vivió un tiempo por esa zona. El cita en sus textos el Caño de Vencesguerra deformación popular de Vicente Guerra –lo escriben de diversa manera-. Pues bien, en una de sus casas entrando desde Lineros en la acera de la derecha, tres o cuatro casas Gragea adentro, está la losa en la fachada. No se garantiza la autenticidad del hecho concreto a que se refiere la placa, es más podemos estar más cerca del no que del sí.

Los bisabuelos Rodrigo y Catalina, del autor del Quijote, eran cordobeses, al igual que su abuelo Juan de Cervantes, Su padre Rodrigo de Cervantes trabajó en el Hospital de la Caridad (actual Museo de Bellas Artes), y vivieron en la actual Romero Barros (antes Sillerías). Cita estos lugares en sus novelas, “Don Quijote de la Mancha” y “Rinconete y Cortadillo”, y frecuentó muchas veces la ciudad.

Cuarta fotografía.

El Picadero de las Caballerizas Reales

Edificio que conozco bien, por haber estado en él bastantes años, primero cuando estaba asignado al Ministerio de Defensa (1996– 2001) y después con el Ayuntamiento (2001– 2006). Tiene adosado el Picadero para cuya edificación que hubo que cortar, en su día la muralla de la ciudad que, describiendo un ángulo recto discurre después paralela a la calle Postrera hasta la barbacana de la Puerta Sevilla. Por lo tanto pasando el Arco de Caballerizas, a la izquierda hay un edificio que es del mismo conjunto, y si se gira a la izquierda hacia la calle Postrera, toda la acera son las paredes del Picadero, que es una nave monumental con grandes ventanales, construida con esa estructura metálica parecida a la que tenía el Mercado antiguo de la Corredera, o las construcciones metálicas de las estaciones de ferrocarril tipo Atocha, Valencia o cualquier otra de ese tiempo en el que, el acero y remaches eran un elemento habitual.

La fotografía está realizada desde una pequeña azotea, que culmina el edificio y da por uno de sus lados a esa plaza una vez pasado el arco, y por el otro cierra la gran cristalera del Picadero por arriba. Cristalera que casi llega hasta el suelo pues existen unas salas semisótano. Antes, desde el callejón de entrada, había una escalera empinada que subía a las salas que dan a la cristalera citada, que se tapió, también había otra que subía a la primera planta se cegó. En el resto de las paredes del Picadero no hay nada más elementos que la pared y los soportes de la cubierta. Hace unos años se construyó una nueva cubierta de material ignifugo, antes estaba construida con tejas planas, que son las que se ven en la fotografía, gran parte de ellas rotas, lo que suponía un problema con la lluvia. Podemos estimar que cada una de las aristas del rectángulo mira a un punto cardinal, luego esa pared sería noroeste.

Vista aérea de Caballerizas. Señalada la muralla de la ciudad.

Como lo que nos ocupa es el Picadero nos quedamos aquí, ya que hablar del Edificio sería mucho más extenso. En realidad tiene una edificación en su lado noreste, que era parte del acuartelamiento, desde la planta baja de esa edificación existe un pasadizo que va en línea recta hasta el Salón de Los Mosaicos del Alcázar; la cuadra principal, que da a la calle Caballerizas, y una primera planta similar en extensión a la cuadra. Antes estaba divida por habitaciones y con falso techo y ahora creo que está diáfana con arcos igual que la cuadra principal; la parte del techo estaba cerrada, siendo toda la techumbre accesible desde la azotea citada a una especie de buhardilla a lo largo de todo el edificio. La otra cuadra del patio de armas, tiene también una techumbre de madera, en la que en una de sus vigas está grabado a fuego, el nombre de un tal Salcedo que fue Comendador de la ciudad. El conjunto del edificio ardió y fue reconstruido después. Parece que la construcción original de edificio lo fue utilizando sillares de Medina Azahara.

Es una descripción breve desde luego.





Fotografías del autor

lunes, 14 de junio de 2010

FOTOS DE CÓRDOBA (2)


Calle Una

Mi amigo Eladio, me propuso la publicación de una serie de fotografías que nos hicieran, a la vez que conocer un poco más nuestra ciudad, activar los mecanismos que algunos tenemos ya desgastados del almacén general de los recuerdos, ese que en momentos críticos pasa como una exhalación por nuestros ojos. Ese cuyo contenido está guardado en recónditas arcas, que habitualmente no abrimos, pero que reposa en ellos como buen paño y que se vende siempre como decía José María de Pereda.

Calle Dos

Este "juego" al que podemos llamar "cultural", que no es la primera ni será la última vez que se hace en la red, tiene para mí la dificultad añadida de conocer de primera mano las fotografías que subo, y me impide ejercitar mi ya tocada memoria. No obstante intercalo una que no conozco, es más puede que no sea ni de Córdoba, aunque creo que sí. A la que me refiero es a la Puerta Barroca. Sobre esta si puedo estar a la par con los investigadores, y colaborar.

Puerta Barroca

Con las otras estimo que sería mejor dar un margen a la contestación que aclare la ubicación, en evitación de que el primer comentario la averigüe y reste a los demás la posibilidad de discusión o aportación. Como no es cuestión de ganadores ni de perdedores sino de activar esos mecanismos que, como he dicho antes están ahí pero no utilizamos habitualmente, el que la acierte primero siempre será; por ser más listo o lista; porque ha tenido la suerte de conocerla ya; o haber realizado el esfuerzo de haberla buscado, y su comentario será precedente a los otros.

Dos calles de la ciudad, que llamaremos Calle Una y Calle Dos y Puerta Barroca. Suerte.

Aclaraciones:

Primera fotografía.

Calle de la Judería.

He de decir que efectivamente la calle es la de la Judería. La fotografía está tomada desde una ventana con una pequeña reja –las flores del primer plano son de ella- que había en la primera planta de la casa número 32 de la calle Cardenal Herrero. Digo había porque esa pequeña ventana la han simetrizado ahora con otra grande, y ahora son dos grandes rejas.

Debajo de esa ventana enrejada, existía un despacho de pan del horno de Enrique Fernández –propietario también de la casa- de la calle Madera(Actual Tejón y Marín, el ingeniero que construyó el chalet de Manolete a su primer propietario D. José Ortega Munilla padre del filósofo D. José Ortega y Gasset. El Sr. Tejón y Marín fue Alcalde de Córdoba de 1891 a 1893). La perspectiva es desde la ventana.

El rótulo de la Farmacia correspondía a la del Licenciado Alcalá, que había en la casa número 34 de Cardenal Herrero, antes de entrar en la Judería. Debajo exactamente del rótulo de la Farmacia, se ve un resalte de una persiana metálica exterior, de lo que era un típico comercio de ultramarinos, regentado por D. Juan de Dios, un manchego de Herencia afincado en Córdoba. El olor de esos establecimientos era característico, una mezcla de queso y chacinas, los cubiletes de sardinas arenques, garbanzos, alubias, lentejas, en sacos abiertos. El papel de estraza en el mostrador -que te cobraban a precio de jamón por poner lo más caro-, el artilugio de extraer el aceite a granel con la manivela basculante. El juego de pesas y medidas –a saber…- para líquidos y sólidos.

La fecha de la fotografía es de los años sesenta. Ya no estaba la plaza del mercado en la calle por haberla trasladado al mercado de Fleming. Al fondo se ve la ruina de lo que fue un bar propiedad de la familia Gálvez, que luego montaron la Gestoría Gálvez. En esa puerta que se visualiza a la izquierda de la pared frontal, encerró un tiempo sus trastos el sereno de la zona, el Sr. Centella.

Segunda fotografía.

Callejas del Corpus Christi, del Marqués del Villar, o Cuestezuela de Baena.

Un tiempo se llamaron de San Benito pues parece ser que hubo una ermita en ellas dedicada al santo. Luego cambió su nombre por las del Corpus Christi. Con motivo de la fundación del convento del Corpus Christi (Hoy Fundación Antonio Gala, las titulares del convento se trasladaron a un hermoso edificio en la zona de los Colegios Mayores del Parque Cruz Conde.), le dio a la gente por llamarlas así.

Luego, después de suceso del 13 de abril de 1717, que le acaeció a Juan Pérez de Saavedra, Marqués del Villar, en las que fue "estoqueado" -era un problema de toros- por unos enemigos, tomaron el nombre del Marqués.

La foto que nos ocupa es la calleja sin salida, escalonada, que se llamó un tiempo la Cuestezuela de Baena, justamente al lado de la puerta barroca, falsa del Museo Arqueológico.

Esta calle tuvo un litigio en la década de los noventa –no sé en qué estado se encontrará el pleito- en la que un propietario de una de las casas que hay en ella le puso una cancela.

Por lo tanto la foto es la Cuestezuela de Baena, o parte de las Callejas del Corpus Christi, ahora del Marqués del Villar, en memoria del cual pusieron un lienzo con un Nazareno, que desapareció en 1841 cuando se quitaron las imágenes que había por la ciudad.

Tercera fotografía.

La Iglesia a cuya fachada pertenece la tercera foto, es la de San Juan y Todos los Santos (Trinidad).

Fue en principio Convento de los Trinitarios, fundado como todos en esta ciudad por Fernando III, en 1236. Fernando se “hinchó” desde luego en sustituir mezquitas por iglesias, en crear conventos y en repartir el patrimonio noble entre sus capitanes conquistadores.

Cuando desaparecen San Juan y Omnium Santorum, ambas se unen en una sola, y viene a llamarse San Juan y Todos los Santos, que es lo mismo.

La portada está fechada en 1703 y dicen que es la primera vez que se usa en esta ciudad la columna salomónica. La iglesia se la atribuyen a Hurtado Izquierdo que era el arquitecto de moda. Barroca de una sola nave, profusamente ornamentada, y rematada por una bóveda de medio cañón. El retablo está atribuido a Fernández del Río y lo consideran de los más importantes del barroco cordobés.

En la hornacina están representados un ángel socorriendo a dos cautivos, simbolizando a los Trinitarios, cuyo emblema con la cruz la corona. La espadaña a la izquierda de la fachada con sus cinco campanas.

Por la fachada de Lope de Hoces, tiene la sacristía la entrada por un estrecho callejón, y que llueva o truene, el sacristán riega todas las mañanas profusamente sin importarle el consumo de agua (a lo mejor piensa que Dios proveerá, pero que no es así), cuando podía barrerlo simplemente. Este pasillo, pues no es más, a uno de sus lados, linda con una tapia que estuvo tapizada con un hermoso jazmín y con la entrada al antiguo Depósito de Intendencia o Panadería Militar hoy desaparecida.

El edificio que cierra su fachada por la izquierda, en calle Sánchez de Feria, primero se llamó Comisaria de Guerra, luego contuvo la IPS (Instrucción Premilitar Superior) y la IMEC (Instrucción Militar de la Escala de Complemento), y posteriormente, la Intervención Militar. Ahora está vacío en su parte superior y en la planta baja está la sede del Comité del Personal Civil Laboral del Ministerio de Defensa, y los distintos sindicatos con representación.


martes, 8 de junio de 2010

FOTOS DE CÓRDOBA



Ha caído en mis manos una fotografía que dicen es de Córdoba, y soy incapaz de situarla. Por las sombras parece efectuada al mediodía. Un comercio a la derecha con el nombre de Vicente en la pared. Por la longitud de las faldas nos podemos situar a finales del S. XIX. Y luego el edificio del fondo. Lo cierto es que no doy con el lugar. Pierde uno facultades día a día. Revisados los planos antiguos de la ciudad no encuentro en ellos lugares con esa anchura. ¿Quizás el Muladar de la Trinidad? No, porque faltarían los edificios militares a la derecha estimando que el edificio del fondo fuera el palacio de los Duques de Hornachuelos. Lo cierto es que estoy verdaderamente perdido. Seguro que a alguien se le enciende la bombilla y la descubre, yo no lo sé.



Ésta otra, es de una céntrica calle de la ciudad. Lo significativo es el tacón de la izquierda que ya no está y lo atractivo de ella el Biscuter aparcado en la acera. Ésta seguro que la situáis sin problema.


Y ésta un poco más abajo de la segunda, con un arco apuntalado y la Zapatería del “muerto” que antes fue piconería, del abuelo de un bloguero ilustre.


ACLARACIÓN

Primera fotografía

Foto en cuestión que equivale a la primera de esta entrada


Reja del Palacio del Marqués de Guadalcázar

Después de varias colaboraciones –todas son interesantes, pero han dado en la clave unas más que otras, yo en principio estaba totalmente despistado-, quien dio en el clavo primeramente fue Eladio Osuna. Luego Francisco y remató posteriormente Saqunda. De los comentarios he recogido parte de este texto ampliación. Que me ha confirmado mi querido y admirado amigo Antonio Salcedo.

Esta mañana día 10 de junio de 2010 he sacado las fotografías que, entre otras, tratando de buscar la misma perspectiva, digo entre otras porque he aprovechado para fotografiar parte de Adarve y Marroquíes. Las calles aún no estaban abiertas del todo, eran las siete.

Teodomiro Ramírez de Arellano en los Paseos dice:

“...por un lado va desde la Plazuela de la Puerta del Rincón o del Marqués de Guadalcázar, por tener allí sus casas principales.”

La pequeña ese que forma la calle -acera de la derecha-, es la actual alineación. La casa del fondo a la izquierda era el actual cine Isabel La Católica, o anterior Rinconcito, o la “Caja de Muertos” como llamábamos al cine de verano, por tener esa configuración el patio. En ese lugar estuvo el hospital que fue del Padre Posadas, que también quiso anexionarlo el Marqués a sus propiedades, lo que conllevaba una modificación de la calle Adarve, pero que no hizo.

En el palacio del Marqués estuvo la sede de Falange, y estuvo en pie hasta los sesenta aproximadamente. Luego, inmediatamente antes de la descomposición de la dictadura, se configuró una especie de fundación, y se edificaron las viviendas actuales. Ignoramos como pasó al Estado la propiedad del palacio. Como curiosidad lo único que se salvó de la piqueta, en una época –todas lo son- similar a esta, en la que cayeron muchos palacios, y ya lo denunció Castilla del Pino, fue la reja, que está ubicada hoy donde está el maravilloso reloj de sol y astronómico de la Diputación, entrando por Reyes Católicos. Las casas del Marqués ocupaban hasta la calle Marroquíes, que era dónde estaba el huerto del palacio, ahí se edificaron una serie de casitas adosadas con la segregación de la parte trasera, y se encontró una galería de agua de la época romana, que se comunicó en su momento –datos facilitados por mi amigo- a Emacsa (¿?).

La perspectiva de la fotografía por tanto es desde la mitad de la calle Puerta del Rincón hacia la Plaza. Efectivamente desde la Plaza del Conde de Priego se ve el cimborrio del palacio, como bien ha detallado Saqunda. Gracias a todos.

Segunda fotografía

Calle Diario de Córdoba

Está es muy significativa para el que tenga unos años. Es la calle Diario de Córdoba desde la esquina de la Cuesta Luján en dirección a Capitulares. El tacón que está, más o menos donde ahora la parada del autobús, ha desaparecido.

Es curiosa la presencia de ese automóvil español el Biscuter que está aparcado al lado.

Tercera fotografía.

El Portillo.

Esta es mucho mas significativa que las anteriores. Es el famoso Portillo, en un estado un poco peor que el que se encuentra en nuestros días. Una pequeña puerta en la muralla de la Medina a la Axerquía.