jueves, 31 de marzo de 2016

EL MIRADOR DEL PARDO

La roca del punto más alto con la especie de asiento

Esta mañana hemos estado el Sr. Serrano y quien suscribe -que no se ría nadie por favor- en el monte del Pardo. Dicho así puede parecer que nos hemos trasladado a ese lugar que fue residencia de un sr. gallego, bajito, de voz atiplada, que nos tuvo en vilo a los españoles, bueno a muchos españoles, porque tenía bastantes adictos, durante toda una vida. Pero no, no era ese lugar, eso es historia, triste pero historia.

Plano del siglo XIX donde pone Lagar de Leopardo

En verde desde el aljibe al cruce en rojo subida al mirador

Hemos estado por un sendero que sube por el Lagar del Aljibe buscando el del Pardo, en algunos mapas, Leopardo o Leonardo, según el escribiente o dibujante del Plano. Pasando Trinidad, San León o Ntra. Sra. de la Fuensanta, en el punto kilométrico 1,500 aproximadamente, a la izquierda está el camino que sube al Lagar del Aljibe, que está cuatrocientos metros más arriba, con un desnivel de más de un 13%.

Foto aérea de Apple donde se señala el lugar del mirador y el roquedal más abajo

La visión del valle desde el Aljibe

Lo primero que nos encontramos es el antiguo Lagar, a la izquierda, en ruinas. Más arriba ya vemos el formidable eucaliptus, que por la parte más corta tiene 60 años porque ya se ve en el vuelo de 1956. Luego a la derecha del camino un profundo pozo de más de quince metros de profundidad, y el gran relleno que significó la plataforma donde está ubicado el enorme chalet abandonado, que dicho sea de paso tuvo que ser precioso. 

El sendero

Una piscina que mira a la ciudad desde su borde este. Podías estar dentro del agua, en el filo y delante solo el horizonte, las Subbéticas, Sierra Nevada y demás en la lejanía. Más arriba el sendero que nos lleva al moderno aljibe de unos cuatro metros de profundidad, que seguro se alimentaba del arroyo o quizás tenga alguna mina que desconocemos, aunque parece que por esa altura no es muy común agua.

El sendero y la cerca

Dejamos el aljibe y caminamos por lo que en invierno es el cauce de un arroyo. Una subida preciosa, aunque ahora el desnivel es de un 17%. A nuestra izquierda la cerca cinegética. Siempre cercados por todos sitios. Un enorme tubo metálico de unos cincuenta centímetros se divisa arriba del arroyo, pero no nos interesa, además que nos obligaría a pasar al otro lado de la cerca, y no entraba en nuestros objetivos. 

La desviación al mirador

Salpicados alcornoques desnudos nos permiten conocer que se ha recolectado el corcho, esa cubierta que los hace bastante inmunes al fuego. Los autóctonos son más fuertes que los pinos de repoblación que no lo son. A la izquierda un cercado que contiene normalmente colmenas, ahora sólo una, y un cartel que dice "Peligro, abejas trabajando". Un sendero parte a la izquierda.

La roca y el "asiento"

Nos llama la atención montones de escombros que, pensando bien ya que no lo consideramos lógico, pudieran ser para rellenar baches del camino. Le otorgamos el beneficio de la duda. Seguimos subiendo para desembocar en una enorme roca en la cota de 525 m.s.n.m., ninguna llega a los seiscientos metros en ese lugar pero casi todas superan los quinientos metros. 

La roca, 525 m.s.n.m.

A la roca parece que le han añadido, o tallado una especie de asiento circular, o a lo mejor es natural, que si la vegetación añadida por el abandono del lugar no estuviera, permitiría ver a través del valle del arroyo que baja del Pardo, el sur de la ciudad. Frente el cerro de la Cárcel, Las Ermitas en su parte norte. Hacia el suroeste todo el escalón de Sierra Morena hasta las Niñas y San Jerónimo.

Una subida a la cima

Hay otra especie de mirador entre el Pardo y Torrebermeja en otra altura similar, que me dijo el amigo ciclista Paco "El Canario", que permite ver desde allí limpio el este del valle del Guadalquivir, por lo que la salida de la Luna llena (este fue el espectáculo que él vio de noche), debió ser maravillosa. 

Fotos del autor, de Apple y GoolZoom.

domingo, 27 de marzo de 2016

HISTORIAS TABERNARIAS: "TABERNAS DE LOS BOLILLOS"


"EL BOLILLO DE JOSÉ ZORRILLA

Son famosas tabernas de Córdoba de dos hermanos. Hoy vamos a hablar de la situada en la calle José Zorrilla, otro día será la de la Fuenseca, esquina de la calle Imágenes. Punto de reunión de tratantes, labradores, negociantes y corredores de ganados, piensos, fincas rústicas y urbanas. La proximidad de esta taberna al Gran Capitán, donde se ubicaban los casinos Mercantil y Labradores, donde negociaban sus compras y ventas, acudían y hacían el trato en esta taberna por motivos de discreción en el trato, ya que disponían de habitaciones reservadas a propósito. También venían gente picaresca y de gracia natural, betuneros y vendedores ambulantes que situaban su campamento de picardía en esta calle. Entre éstos destacaba el chato Fimpla que era tuerto, hombre de mucha gracia e ingenio. Un día que estaba un poco bebido y el Bolillo quería echarlo del establecimiento, le decía: Que te vayas Chato; que estás loco. El Chato le contestó: No señor, yo no estoy loco, lo que estoy es tuerto.

Calle Jose Zorrilla 

Otro día, limpiándole las botas a un negociante de aquellos, otro betunero, conocido por el Viri le dijo el tratante: ¿Por qué te dicen Viri?. Este 1e contesto: Un mote como otro cualquiera, ¿no le dicen a usted Don Antonio?. Por esta taberna, por la fama de sus vinos, especialmente el de calabaza que se servía en el hueco de media calabaza de donde se echaba en los recipientes. Acudían buenos artistas cordobeses y forasteros sobre todo en las Ferias de Mayo, cantaores, guitarristas y toreros famosos, cómicos y actores de buenas compañías, que actuaban en los teatros por Feria. Yo he oído cantar en una reunión de amigos, siendo muy joven, a don Antonio Chacón, sus malagueñas, y al cojo de Málaga en esta taberna. Como nada es duradero en esta vida el Bolillo murió, una constructora se puso de acuerdo con la viuda, demolieron el viejo caserón de la taberna y construyeron un nuevo edificio y en la planta baja, donde estuvo la taberna, local nuevo, se instaló un bar, que en la actualidad existe con el nombre de La Venencia. Toda la historia de esta taberna se borró con el tiempo, ley natural de las cosas humanas. Le dedico este pequeño recuerdo.

Calle José Zorrilla

EL BOLILLO DE LA FUENSECA



Haciendo esquina con la calle Imágenes, estaba situada la taberna del otro Bolillo, hermano del de la calle José Zorrilla. En esta taberna de la Fuenseca (1), el ambiente y la clientela eran distintos, no era el ambiente de tratantes y pícaros de feria, de la de su hermano José. En ésta era una clientela más distinguida, personal correcto, agradable y educado. Artistas, intelectuales y hombres de valía de la rancia cepa cordobesa. Muchas veces se le vio, en sus frecuentes visitas, acompañado de el Chocolatero con su guitarra, a Julio Romero con su inseparable galgo Pacheco. A los hermanos Onofre con sus inevitables cantes por soleares y alegrías de Córdoba. La taberna, toda en silencio, escuchando aquel cante sentencioso, lleno de la pura filosofía del pueblo. Las serranas, con el toque de guitarra del Chocolatero, en el que se escuchaba el trote y el galope del caballo y el quejido y el lamento del serrano en las breñas de Sierra Morena.

Calles Imágenes y Juan Rufo

Los comentaristas del toreo, tiempo de el Gallo, Machaquito y Juan Belmonte, los primeros triunfos de Joselito y la rivalidad con Belmonte con la retirada del Machaco. Estos muchachos, Joselito y Juan, empujaban mucho, había que rendirse y dejar paso a la juventud. Mientras la calabaza del Bolillo recorría mesa a mesa, vaso a vaso, como el giro de una albolafia; regalando los paladares de los viejos bebedores. Reinado de Alfonso XIII, la política tranquila, liberales, conservadores y republicanos, todos tranquilos. La Cierva, Romanones, la guerra de África, Annual, Nador, los generales Silvestre, Sanjurjo y Primo de Rivera y todo un pueblo tranquilo y resignado.

                        
Una típica taberna

Estos eran los años 20 de esta Córdoba. Todo fue transcurriendo suave, pasajero. Vinieron otras generaciones y la taberna seguía igual, tranquila con su calabaza y su pacifica y artística clientela, después poco a poco, todo fue apagándose, desapareciendo, llegó la guerra civil, después la postguerra con su modernismo y su charranfino. Todo materialismo y vicios desechados de otras ciudades extranjeras, cubatas y whiskys, drogas y exotismos, la calabaza moría avergonzada y asqueada y la taberna, medrosa y acobardada de esta osadía, murió lentamente de pena y asco. Descanse en paz la calabaza."

(1) D. Antonio Estévez Pérez, ver reportaje en La Voz del 16/3/1931, dice llevar al frente de ella más de 40 años y que antes la regentó un tal "Aguilita".

Fuente de la Fuenseca (Boceto del autor)

Hay una anécdota referida al Bolillo de la Fuenseca, que no sé si se queda sólo en leyenda, relativa a los artistas que allí "taberneaban", y en sus discusiones, lo mismo se le ocurría al compositor unos acordes y los escribía en el mármol de la mesa, o al pintor una musa le hacía pintar un boceto, y entonces el tabernero "saborío" (era muy normal que el tabernero fuese agrio normalmente), llegaba con el trapo y borraba el pentagrama o el boceto, abroncando a los parroquianos diciéndoles que las mesas no estaban para pintar en ellas. Uno piensa que si esto era así, la riqueza que hubiera tenido el tabernero si esos bocetos de Julio Romero los hubiera guardado cambiando el mármol de las mesas.

"El Calañez, personaje célebre y polifacético de aquella Córdoba, decía:

"Tenemos un Faustino,
un Bolillo,
y un tal Blancas,
que gloria es beber sus vinos,
hasta los cuescos se mascan"."

Faustino (hoy Taberna de la Fuenseca) en la esquina de Juan Rufo con Conde de Arenales, el Bolillo esquina Imágenes con Juan Rufo y Blancas algo mas separado de las primeras.

Plaza de la Fuenseca desde el aire

"Francisca Pellicer, con su matrimonio, se incorporaba a la numerosa familia de los Romero de Torres, marcada por el fuerte matriarcado ejercido por la viuda de Rafael Romero Barros, doña Rosario de Torres Delgado; pronto adoptaría el papel discreto junto al genial pintor cordobés; en estos primeros años, Julio Romero pasaba una crisis de identidad en cuanto a la dirección y estilo personal en el que pintar; frecuentes eran las ausencias del domicilio, en el que momento que el matrimonio tuvo tres hijos en menos de tres años (Rafael, Amalia y María); entonces, doña Rosario Torres, ejercía su papel matriarcal  y encomendaba a su otro hijo Enrique que fuese a la taberna del Bolillo, en la Fuenseca, a recoger a Julio; por entonces, se dejaba arrastrar por el mundo del flamenco y la vida nocturna, sin apenas pintar." 

De "Las mujeres de Julio Romero" de Mercedes Valverde.



Fotografía del Bolillo de la Fuenseca (La Voz  16-3-1931)

Mi amiga y casí vecina de la infancia, Isabel Burón, Catedrática de Biología Celular dela UCO, siempre tan atenta, me ha facilitado una iformación que se publicó en el Perodico republicano La Voz
del 16-3-1931, firmado por Adolfo Torres, en el que hace una reseña de varias tabernas y que reproduzco entera la dedicada a la del Bolillo.

"La del Bolillo

En la Fuenseca haciendo esquina y con puerta a dos calles está la famosa taberna del "Bolillo" como familiarmente se llama a su simpático propietario Antonio Estévez Pérez, que lleva a la frente de ella cerca de cuarenta años.

Dicha taberna tiene más de un siglo de existencia y antes que el "Bolillo" se hiciera cargo de ella la regentaba un cordobés célebre, apodado "Aguilita".

La famosa taberna cordobesa, no es ni mucho menos, como alguien poco conocedor de nuestra ciudad ha querido hacer ver en sus escritos. No son centros de vicio, lugares de pendencia o de escándalo. Nuestra taberna es el lugar típico de reunión, o casinillo, al que concurren con singular democracia, señoritos y gente humilde; obreros, industriales, comerciantes, personas adineradas en fin, para pasar un ameno rato de charla, mientras de trasiegan unas copas de riquísimo Montilla o unos "medios" del Moriles.

La taberna del Bolillo, aún conserva ese sabor típico de las primitivas; su mostrador y estanterías de pino, pintadas toscamente; un patio chiquito, muy limpio, de paredes blancas y con fuertes mesitas de madera rodeadas de sillas de enea y encina.

Contigua al despacho una pequeña salita con varias botas, unas sobre otras, conteniendo los olorosos caldos que dan fama a nuestra tierra en el mundo entero.

Detrás del mostrador las medidas y el servicio de cristal, destacándose de este los clásicos medios, de vidrio grueso y pesado.

Todas las habitaciones de la casa, están habilitadas para las asiduas reuniones que concurren a diario, con su mesa grande en el centro y numerosas sillas bastas de Cabra.

En esta taberna tuvo sus reuniones predilectas el gran pintor de las mujeres, el malogrado Julio Romero de Torres, que por muchos años allí congregó a sus fraternales amigos Félix Martín, Antonio Arévalo, Enrique el Sillero, Hoyo el perfumista, el funcionario provincial apodado Don Meo, su hermano Enrique, su sobrino Eduardo, su hijo Rafaelito y un sin fin de amigos más.

En estas clásicas reuniones sólo se hablaba de arte y a ellas concurrían también cuantas personas de significación pasaban por Córdoba, en el Arte, en la política, en las ciencias... en todos los órdenes.
Como detalle del cariño que el Bolillo sentía por Romero de Torres, nos vamos a permitir una curiosa anécdota, que revela todo el carácter de este tabernero bajito, regordete, chapado a la antigua, de bondadoso carácter y honradez acrisolada, que sólo disfruta cuando toma su "calabaza" y escancia el vino que sus clientes elogian y saborean.

Cierto día varios amigos llevaron a la taberna al gran dibujante Ricardo Marín, que quería conocer aquel templo de Baco. Marín impresionado por la sencillez de aquel ambiente, quiso dejar en la sala una muestra de su arte original y tomando de la pared un cromo anunciador de la Unión <Española de Explosivos, representando una mujer, cuyo original pintara Romero de Torres, dibujo en sus respaldo de manera insuperable una impresión gráfica, que el tituló "El último par del Guerra".

Cuando Marín esperaba el reconocimiento del dueño de la taberna, llegó este con su clásica calabaza para llenar de nuevo los medios y al ver el dibujo no reparó en éste. Sólo vio en aquello una profanación del arte excelso de Julio Romero y sin decir palabra se fue hacia la pared, agarró el cromo, y despreciativamente le dio la vuelta y dijo: 

-¡Esto sí que vale y está bien pintao!

Ricardo Marín, herido en su amor propio, quiso dejar en el cuarto un recuerdo suyo y entonces pidió un pedazo de picón, y con él, aprovechando la ausencia del "Bolillo" dibujo sobre la cal de la pared en gran tamaño una faena de Cañero, rejoneando. Aún no había terminado su obra cuando volvió a entrar el tabernero y dirigiéndose éste al artista  le espetó las siguientes palabras: 

-¡Ahí pué usted pintar lo que quiera, de todas maneras el sábado van a encalar!

No obstante el original tabernero recapacitando, quiso reparar lo que inconscientemente dijera y solo por el cariño que sentía por su amigo el gran pintor de Córdoba; volvió la espalda y a los pocos minutos regresaba con la calabaza llena de un riquísimo y viejo néctar montillano, que era un bálsamo y llenó los vasos de los concurrentes a la reunión, también medidos que no le sobró ni una gota:

-¡Esto es regalo mío -dijo- para que no os enfadéis!"


Otras historias Tabernarias:


Fotos del autor, Bpple y AMC.
Bibliografía de Historias Tabernarias, de Manuel Carreño, recopiladas por J. Montoro y J. Galán, La Voz, 16-3-1931 Adolfo Torres

miércoles, 23 de marzo de 2016

LA FUENTE DEL ARCO CORRE NUEVAMENTE

Estado actual de la Fuente del Arco

Esta entrada del blog hace la número mil trescientas una y la diecinueve de marzo. Gran parte de ellas están dedicadas a nuestro patrimonio local. Son muchas miles de fotografías, vídeos e información sobre cientos de nuestros lugares cercanos y no tanto. Algunos kilómetros, que desde luego no he contabilizado, pero son bastantes también. Y lo importante muchos amigos conocidos y admirados. 

Como estaba la Fuente del Arco hace unos meses

Entrada a la alcubilla

Interior de la alcubilla que también han limpiado

Esta mañana de miércoles, tenía que hacer acto de presencia en la Fuente del Arco, y homenajear silenciosamente (bueno el pastor alemán de la finca de al lado no paraba de ladrar, y por poco me come la"reala" de Los Pistos) al Grupo de Voluntarios de las Siete Fincas que son los verdaderos artífices de que la Fuente del Arco vuelva a correr. Sé de los esfuerzos y las dificultades que han tenido para lograrlo, pero lo han logrado y el premio es que todos los cordobeses podemos presumir que la fuente esté funcionando. 
  
Otra vista de la Fuente del Arco corriendo

Un primer plano de caño con la naturaleza verde esperanza en sus aguas

La sequía es grande y el caudal es poco, pero ya se recuperará. Hay quien ha visto esa fuente con el caudal al límite del diámetro de su caño, pero todo llegará. Lo importante ha sido el tesón de este Grupo de Voluntarios, hasta conseguir superar todas las complicaciones, y demostrar que si se puede. y sin la participación de ninguna administración que debían haber ayudado, a reponer el bien público. Querer es poder y es cierto. Hay que agradecer también, las facilidades de los propietarios de la alcubilla, y el trabajo desinteresado de algunos espontáneos, pero el grueso ha sido, en iniciativa, medios e ilusión, del Grupo de Voluntarios de las Siete Fincas.

 Otra vista de la fuente

Y otra.

Un fuerte aplauso para los compañeros del Gurpo de Voluntarios de las Siete Fincas. 




Fotografías del autor

lunes, 21 de marzo de 2016

ITER AB CORDUBA TOLETUM, EXPOSICIÓN MUSEO ARQUEOLOGICO DE CÓRDOBA


Con un equipo de trabajo tan excelente, como el que participa en la exposición "Iter Ab Cordvba Toletvm", que se expone en el Museo Arqueológico de Córdoba se pueden conseguir grandes cosas. Además de excelentes profesionales, cada uno en su disciplina, son amigos todos, y la amistad desinteresada es un elemento importantísimo en la vida. 



Toca la exposición una parte olvidada de la historia, la visigoda, de la que Jerónimo Sánchez es un experto; Se circunscribe mayoritariamente al valle de Los Pedroches, del que es gran conocedor Juan Bautista Carpio, Director del Museo Prasa; de la coordinadora que decir, María Dolores Baena Alcántara, directora del MACO, siempre dispuesta a difundir la cultura. Y además, por si fuera poco, al elenco de amigos se ha unido otro, un extraordinario escultor, pintor y dibujante, en suma un artista como es, José María Serrano Carriel, de Santa Cruz. Un cuarteto de calidad, sin desmerecer al resto de los colaboradores de la plantilla de créditos como se dice ahora, antes era el reparto. 

Una vista general

Pared izquierda

Para no meter la pata, cosa muy natural en mí persona, incorporo a esta entrada los textos de la exposición, ya que de esta manera es más dificil errar y aconsejo su visita pues en vivo las cosas son mucho mejores que en fotografía.

Textos de la exposición:

"ITER AB CORDUBA TOLETUM
EXPOSICIÓN TEMPORAL 17 de marzo a 15 de mayo de 2016.

Esta exposición está organizada por el Museo Arqueológico de Córdoba, en colaboración con la Fundación Prasa, comisariada por el  Dr. Jerónimo Sánchez Velasco y el Dr. Juan Bautista Carpio Dueñas, con la coordinación de Doña María Dolores Baena Alcántara, directora del Museo.

Pared frontal


MACO- 1.-Patera con labio octogonal, decorada con cruz latina en la base. Cerámica. Terra sigillata africana. El Germo./ 2.-Jarro globular con boca trilobulada. Carámica,Finca "El Majago Bajo", Obejo./ 3.-Cuenco, Vidrio, Finca "El Majago Bajo", Obejo./ 4.-Cruz-soporte. Hierro. La Losilla, Añora/ MPT-5.-Fíbulas o aplique decorativo con forma de paloma. Bronce./ 6.-Placa de cinturón decorada con cruz y peces. Bronce./ MACO- 7.-Lámpara. Vidrio,Finca "La Indiana", Adamuz.Colección Riesgo./ 8.- Incensario, Bronce. El Germo.     

Frente al gran esplendor de la Córdoba romana y andalusí, la época visigoda queda normalmente en un segundo plano en la investigación arqueológica. A través de las colecciones del Museo Arqueológico de Córdoba -fundamentalmente la Colección Riesgo y las piezas procedentes de la basílica del Germo- y del Museo PRASA Torrecampo contamos con una información de gran interés sobre este período en la zona norte de nuestra provincia. Los recientes trabajos realizados en La Losilla -Añora- por el Instituto Arqueológico Alemán nos han proporcionado no sólo una información histórica de gran interés, sino también una serie de materiales que hasta ahora no se han podido exponer al público.

MACO-1.-Olla. Cerámica. Huerta Barbero, Villanueva de Córdoba. Colección Riesgo/
2.-Jarrita con pie de copa. Vidrio.La Losilla, Añora/ 3.-Cuenco con decoración floral incisa en la base. Vidrio.El Germo./ MPT-4.-Ponderal con caracteres bizantinos. Bronce - incrustaciones de plata./ 5.-Ponderal con caracteres bizantinos. Bronce./ 6.-Ponderal con caracteres bizantinos. Bronce. 7.-Placa de cinturón decorada con grifos afrontados. Bronce./ MACO-8.-Cuenta de collar. Vidrio./ 9.-Botón. Bronce, El Germo/ 10.-Fragmento de placa de cinturón decorada con grifos afrontados-. Bronce/ 11.-Fragmento de placa de cinturón calada decorada con grifos. Bronce.Arroyo Guadamora, entre Pozoblanco y Pedroche/ MPT-12.-Moneda de Sisebuto acuñada en Toledo. Oro./ 13.-Moneda de Suintila acuñada en Toledo. Oro./ 14.-Moneda de Ervigio, acuñada en Córdoba. Oro/ 15.-Moneda de Recesvinto, acuñada en Córdoba. Oro.

MACO- 1.-Ollita. Cerámica,Aguilillas, Villanueva de Córdoba/ 2.-Jarrita. Cerámica, Aguilillas, Villanueva de Córdoba./ 3.-Par de pulseras. Bronce, Navalmoro, Villanueva de Córdoba./ 4.-Par de aretes. Plata, Navalmoro, Villanueva de Córdoba,/ 5.-Plato. Vidrio, Aguilillas, Villanueva de Córdoba./ 6.-Jarro. Cerámica, Aguilillas, Villanueva de Córdoba./ 7.-Plato. Vidrio, Huerta Barbero, Villanueva de Córdoba.

De esta forma, la exposición permite exponer dos interesantes piezas ingresadas recientemente en el Museo Arqueológico procedentes de La Losilla en su contexto cultural y geográfico y  presentar una panorámica general sobre la época visigoda en el área norte de la provincia de Córdoba. Situada entre las importantes ciudades de Córdoba y Toledo y atravesada por los principales caminos que las comunican -de ahí el título de la exposición-, la comarca de Los Pedroches es un territorio generalmente poco conocido. Sin embargo, los materiales conservados en estos dos museos son de indudable interés y su exposición nos permite resaltar la importancia histórica de esta zona geográfica.

MPT-1.-Placa cinturón lisiforme.Bronce./ MACO-2.-Placa cinturón lisiforme.Bronce, Villanueva de Córdoba./ MPT-3.-Broche de cinturón con decoración vegetal.Bronce-dorado./4 y 5.-Dos placas de cinturón tipo latino mediterráneo.Bronce./ 6.-Broche de cinturón tipo "Bienvenida".Bronce./ 7.-Placa de cinturón de estilo bizantino, tipi Hippo.Bronce./ Placa de cinturón deestilo bizantino, tipo Siracusa. Bronce



MPT- 1.-Anillo con cruz copta en el sello. Bronce/ 2.-Anillo con decoración paleocristiana. Plata/ 3.-Anillo con cruz latina en el sello. Bronce/  4.-Anillo con cruz griega en el sello. Bronce/ 5.- Sello de anillo con crismón de tipo bizantino. Bronce/ 5.-MACO, Anillo con cruz entre dos aves afrontadas en el sello. Bronce

Además, se trata de una nueva colaboración del Museo Arqueológico de Córdoba y el Museo PRASA Torrecampo dentro de una continua cooperación que se plasmó en 2013 en una primera exposición temporal conjunta que llevaba por título Mugawwar & Corduba, muestra de lo que puede hacerse entre instituciones de la provincia.

MACO- Inscripción funeraria, piedra. El Germo

"Asper famulus/XPI (Christi) vixit annos /plus minus LXXV /recessit in pace s(u)b d(ie) / V N(o)n(as) Mgs era DCLXX"
 "Asper, siervo de Cristo, vivió 85 años. Descanse en paz. Día 3 de Mayo "año 670 de la era" (año 632 d.C.)"

Esta exposición  gira en torno a la idea de  que el norte de la actual provincia de Córdoba -en especial la comarca de Los Pedroches- no fue en época visigoda un espacio aislado y lejano sino, al contrario, una zona de paso bien conectada con dos de los centros urbanos más destacados: Córdoba y Toledo. La comarca de Los Pedroches ocupa un lugar central en el espacio intermedio entre estas dos grandes sedes regiae de época visigoda. Aunque es un espacio aún hoy mal conocido, los restos materiales que se muestran en esta exposición nos pueden ayudar a comprender cómo era este territorio entre fines de la Antigüedad y comienzos de la Edad Media, marcado por la presencia de las vías de comunicación que ponen en contacto Córdoba y Toledo. Gentes, mercancías, ideas, religiones o recursos transitaron por la comarca y dejaron su huella material en ella.
Para explicarlo, se articula la muestra en cuatro ámbitos temáticos:

Jarrilla con pie de copa. La Losilla

MACO- Lámpara. Vidrio. Finca "La Indiana", Adamuz. Colección Riesgo 

LOS PUEBLOS BÁRBAROS

De los pueblos “bárbaros”, como llamaban los romanos a estos extranjeros, que a inicios del siglo V pasan a Hispania, sólo los visigodos lograron crear un reino sólido y estable, reino  que  mantuvo relaciones culturales, diplomáticas y económicas con todos sus vecinos. De ahí que, junto a una estética propiamente germánica o visigoda, algunos adornos personales reflejen influencias y modas hispanorromanas, bizantinas, centroeuropeas o africanas. Así lo demuestran las piezas expuestas, halladas en esta comarca de Los Pedroches, lugar de tránsito y nudo de comunicaciones de gran importancia. A través de una serie de placas de cinturón cuyas tipologías responden a influencias mediterráneas, latinas, germánicas o bizantinas se transmite la idea de confluencia de distintas culturas en el mundo visigodo.

 MPT- Moneda de Sisebuto acuñada en Toledo. Oro.

MPT- Moneda de Suintila acuñada en Toledo. Oro.

MPT- Moneda de Ervigio, acuñada en Córdoba. Oro    

MPT- Moneda de Recesvinto, acuñada en Córdoba. Oro

ECONOMÍA

El mundo visigodo fue esencialmente rural, pero eso no significa que su economía fuera únicamente agrícola y ganadera. La riqueza minera de Sierra Morena fue bien aprovechada durante este momento, siendo una de las principales razones de la importancia estratégica de la zona en el reino visigodo. Existían talleres de trabajo del metal dispersos por las diferentes poblaciones y, en muchas ocasiones, los artesanos eran los que viajaban ofreciendo sus servicios. Las piezas de bronce atestiguan la existencia de estos talleres, de gran relevancia en la comarca de Los Pedroches, situada en el centro de una de las más importantes rutas comerciales de Hispania. El Estado y la Iglesia se esforzaron por controlar el camino y sus recursos, jalonando la vía de pequeños monasterios y guarniciones que protegían personas y bienes. También la enorme cantidad de piezas de vidrio de calidad halladas en la comarca hacen de Los Pedroches uno de los lugares de la Península Ibérica donde mejor conocemos este tipo de industria y sus usos. Platos, botellas, jarritas, lámparas, etc., adornaron iglesias y sirvieron de ajuar funerario para las tumbas.

MACO-Maqueta del Batisterio de Ntra. Sra. de las Cruces, El Guijo

Los Yacimientos

CREENCIAS Y MUNDO FUNERARIO

La paulatina cristianización de esta área rural está presente tanto en una serie de piezas relacionadas directamente con el culto y en la generalización de unos ritos funerarios característicos. Entre los siglos V y VIII el cristianismo se expande desde las ciudades al mundo rural y los símbolos de la nueva fe son cada vez más frecuentes en objetos de adorno personal como los que se exponen. En el norte de Córdoba conocemos varias iglesias, en El Germo -Espiel- o La Losilla -Añora-, además de un baptisterio en la ermita de Las Cruces -El Guijo-, en el que el bautismo se realizaba según el antiguo rito de la inmersión. Además, en Los Pedroches conocemos un gran número de pequeñas necrópolis en las que, a pesar del interés de las autoridades religiosas por acabar con estas antiguas costumbres, suelen aparecer ajuares funerarios formados por cerámica, vidrio y en ocasiones objetos metálicos de adorno personal.

Visigodo

 Broche del sacerdote

LA INVESTIGACIÓN

En contraste con la gran atención recibida por Al-Andalus y por la rica provincia Bética romana, la época visigoda ha sido hasta hace poco tiempo una gran olvidada. Y ante la gran relevancia histórica de Córdoba o de Toledo, las áreas rurales situadas al norte de la actual provincia cordobesa apenas han sido objeto de investigaciones arqueológicas. La basílica paleocristiana del cerro de El Germo -entre Alcaracejos y Espiel-, el yacimiento de Majadaiglesia, que se identifica con la antigua ciudad de Solia -ermita de las Cruces, en El Guijo- y una tumba aislada excavada en el cortijo Majago Bajo -al sur del término de Pozoblanco- eran los únicos yacimientos excavados hasta que en estos últimos años se pusieron en marcha las intervenciones en La Losilla. Aunque  se conocen yacimientos, a veces desde antiguo, que esperan ser investigados.

Enterramiento

Detalle de monedas en los ojos del difunto

La Colección Riesgo

Es un elemento fundamental para conocer  el mundo visigodo en los Pedroches, tanto por las piezas que la forman como por el documento excepcional de los cuadernos de trabajo de campo que conserva. La Colección Riesgo del Museo Arqueológico de Córdoba procede de excavaciones realizadas en la zona oriental de la comarca de Los Pedroches -Villanueva de Córdoba, Cardeña, Conquista, Torrecampo, El Guijo, Adamuz y Montoro- por el Ayudante de Montes Ángel Riesgo entre 1921 y 1933, en los que descubrió 29 dólmenes y 293 tumbas de época visigoda. Aunque sus trabajos se realizaron sin lo que hoy consideramos metodología científica adecuada, sus cuadernos de campo, 

Detalle del anillo del guerrero

Detalle de la hebilla del guerrero

conservados también en el Museo Arqueológico de Córdoba, y los restos materiales recopilados por Riesgo, nos ofrecen una información de gran valor para el conocimiento de la comarca de Los Pedroches en época visigoda. Parte de la colección original pasó a propiedad del ingeniero Manuel Aulló, y hoy se conserva en el Museo Arqueológico Nacional. En esta colección destacan los elementos de cerámica y vidrio y sus cuadernos de campo con gran información. Fue adquirida en 1971 por la Dirección General de Bellas Artes para este museo a la heredera de Ángel Riesgo, su hija."

Y la firma del autor, JM Serrano Carriel

Fotos del autor y de la cartelería de la exposición.
Bibliografía y textos del comisariado de la exposición.