martes, 30 de julio de 2019

PASEO POR LA RIBERA

San Pedro, Santa Gema, San Lorenzo, Santiago, San...

Esta mañana empezando a tratar de coger el ritmo habitual, y haciendo caso a las prescripciones facultativas de no hacer esfuerzos considerables en unos días, por los posibles problemas después de una prueba médica específica, he dado un paseo de unos ocho kilómetros por lo llano. Empecé por el Jardín de la Memoria de Fidiana, me encontré a la presidenta de mi bloque paseando a sus perros, que me llamó la atención porque no la había visto, luego me paré y fotografié el monumental eucaliptus de la Avenida del Zafiro, similar al que teníamos en la Avenida de Libia y una mañana nos encontramos que ya no estaba. 

Dos vistas del eucaliptus

Una vista de la copa de Google

Ha estado desde el vuelo de 1956 en ambos sitios, en la Carretera Madrid (Avenida de Libia) lo talaron, y aquí afortunadamente se mantiene. Tiene una altura considerable, y una copa de notable magnitud, se localiza en todos los vuelos y se ha alimentado mucho tiempo de las aguas del Pedroches, antes de que empezaran a molestar a nuestro río serrano. Entré por el interior de los bloques de la Fuensanta, huyendo de los grados que al sol empezaban a molestar por Virgen del Mar. Un precioso paseo, el del Poeta Antonio Gala, me hizo recordar el esfuerzo de las AA.VV. en su momento con la complicidad eso sí, de un ayuntamiento de izquierdas para embellecer a su barriada tal y como está ahora. Aunque no se traduzca la memoria en votos como hemos visto en las última elecciones, ahora que podemos ver los resultados por calles.

Vuelo de 1977

Vuelo de 1997

De ahí por la nueva barriada del Arenal o Moreal, buscando el cruce del Río por el puente junto a los restos de muro de San Julián, que la movilidad del meandro ha trasladado al margen derecho cuando se construyó el muro en el izquierdo. Luego acordándome del óleo de Romero Barros traté de conseguir la perspectiva del horizonte que él tan formidablemente plasmó, pero es imposible, la caótica vegetación de las orillas, y los cambios del cauce del Meandro de Martos, impiden encontrar el sitio exacto, disparé la cámara (se vaya a pensar otra cosa) desde el puente del Arenal, pero no es posible coincidir.

Desde el puente del Arenal

San Pedro y San Andrés

Restos del ferial y escuchimizados árboles que hubieran tenido mejor crecimiento si se les hubiera hecho un agujero y rellenado este con tierra noble, en lugar de crecer con restos de cal y cemento, fruto del relleno del recinto ferial. Ya lo dijo en su día el biólogo amigo Sebastián, funcionario policial, y así ha sido. Mi árbol, el que yo sembré se secó, por lo tanto me queda escribir un libro, cosa imposible y sembrar otro, que creo que no. C3 y es inevitable pensar en el dineral que costó, pero también en el Palacio del Sur, por el que no ha respondido nadie, respondido del gasto quiero decir, que el arquitecto ya cobró y dos veces. Megalomanías de dirigentes iluminados con el resplandor de la maldita burbuja.

Santa Gema

Convento de Madre de Dios

Luego me sentí satisfecho de la obra del Rey Heredia, desde su promotor, su escudo republicano guardado donde sea, sacarlo ahora puede peligrar su integridad, tal y como está el patio.  Y me encontré en la esquina de la Calahorra a un buen amigo, integro, cabal. De esta última palabra dice la RAE en su 3ª y 4ª acepción:   “3. adj. Excelente en su clase. 4. adj. Completo, exacto, perfecto.” Pues eso cabal, con el que intercambié opiniones sobre lo divino y lo humano, y significó el momento mejor del paseo, al comprobar que no estamos tan solos algunos. De ahí salieron promesas de algún paseo a diversos sitios pendientes.

Cuatro puentes: Romano, Nuevo, Andalucía e Abbás ibn Firnás

Luego el disfrute del maravilloso puente romano y su restauración, bastante mejor que la del Califa en el siglo X, u otras posteriores, la de mediados de XX, del manual de reparar puentes. Y una curiosidad, desde la mitad, a pesar de la caótica vegetación que impide disfrutar del río, hice una foto en la que se ven cuatro puentes en el horizonte: el romano o califal, porque de romano solo unos sillares; el Nuevo, que no consiguió el sistema que se llamase, por la gente, de San Rafael; el de Andalucía; y el de las Habas, como lo llama un amigo, el de Abbás ibn Firná, dedicado a nuestro primer hombre volador. Desde la Cruz de Rastro son cinco pero se pierde el Nuevo tapado con el Romano. Dos mil años con un solo puente, o dos según historiadores, y en nada de tiempo ocho.

Centro de Visitantes, Santa Teresa, el Coro y espadaña

Nueva calle que da a Vallinas y la espadaña del coro en obras. Luego entré al Molino de Martos, con el ánimo de hacer un reportaje y montar una entrada para el Blog. Una educada funcionaria se ofreció a explicármelo, pero le dije que lo conocía bien de cuando era molino, y lo habitaban molineros. Hablamos de la isleta de Pelambres, de la escalera de bajada a la misma, de cuando después de volar el azud de Martos se modificó el río, surgió la playa y fue edificio de baños. Recordaba muchas barbaridades desde su trampolín o pasando los chavales por los canales inferiores. Incluso el Helicóptero Sikorsky que aterrizó en el llano. Entre charla y charla cuando iba a hacer las fotos me recomendó mirara un cartel que decía que las fotografías que se hicieran o vídeos solo podrán utilizarse con fines domésticos o familiares.

Molino de Martos de Ripoll

Bajada al Molino

Cartel en el museo

La realidad es que este tipo de prohibiciones me rebela, no las entiendo, de ninguna manera, si el museo de Bellas Artes te permite fotografiar sus obras, si incluso el clero te permite hacer fotos en “su Mezquita”, la verdad es que no sé cuál es el motivo de la recomendación. Educadamente a la amable señora, le dije que me marchaba, que ya no me interesaba hacer ningún reportaje del Molino de Martos para el Blog. La funcionaria se sintió mal por el hecho de marcharme pero la tranquilice diciendo que ella no tenía nada que ver, que mi cabreo era con determinadas prohibiciones que no comprendo, y si bien es verdad que a determinadas edades no aguanta uno un puñado de avispas en las zonas nobles, es una forma de protestar. Pero ojo esto no es nuevo de este gobierno municipal, que quede claro.

Algunos artículos publicados de los alrededores:


Fotografías del autor y de autores citados

martes, 23 de julio de 2019

NUEVA VISITA A LOS PUENTES ROMANO DEL GUADANUÑO Y CALIFAL DEL GUADIATO

Recorrido

Hoy el paseo ha sido por los puentes romano del Guadanuño y califal del Guadiato. Aparcamiento del coche en el puente de los Arenales y subida por la carretera hasta el sendero que baja al Guadanuño, pudimos hacer también el sendero por el margen izquierdo del Guadiato pero la otra vez que lo hice me caí, ya que está o estaba, difícil con árboles caídos que te obligaban a hacer unos ejercicios no aptos para determinadas edades, y como quien evita la ocasión evita el peligro, pues eso. 

 Perfil

Puente romano

Tablero puente romano

Varias veces he visitado estos puentes y siempre es llamativa su magnificencia, es verdad que el que catalogamos por su fábrica de romano, habrá tenido reformas a lo largo de su vida, y bastantes, teniendo en cuenta que puede ser de los primeros siglos de nuestra era. La realidad es que la presencia es buena y lo mejor es que sigue dando servicio. Otra cosa es el río Guadanuño que está completamente seco, por el contrario el Guadiato si va en un nivel normal, pero parece que bastante sucio, por lo menos así lo denotan las señales de desembalse que hay en sus orillas. El califal espectacular como siempre. En un corto espacio de terreno de nuestra sierra, entre dos ríos, hay cuatro puentes, uno romano, otro califal y dos contemporáneos (uno derribado), los de los arenales. 

Puente Califal

Tablero puente Califal

Una aclaración, en los diferentes artículos sobre los puentes he reseñado, citando la procedencia, en el libro “Andar por la Sierra de Córdoba” de Bartolomé Olivares, se menciona que esta fue la ruta que siguió Juana de Portugal en 1455 para contraer matrimonio con Enrique IV de Castilla, boda que se celebró en Córdoba en mayo del citado año del siglo XV. Pero otros textos señalan que fue otra la ruta. Un texto publicado en el periódico ABC, dice: “Cuando el rey tuvo noticia de la proximidad de su esposa, sin revelar su identidad, salió a su encuentro hasta un lugar llamado Las Posadas y allí la conoció, compartiendo con ella una alcoba durante varias horas. Enrique IV regresó a Córdoba adonde la nueva reina entraba el 20 de mayo.” 

Doña Juana de Portugal

Lo que denota que la ruta citada lo fue por la vega del Guadalquivir, ya que el campamento donde se vieron fue en Posadas, según ese texto. Otro dice lo mismo o parecido: “Mientras (...), los embajadores enviados a Portugal para traer a la reina Dª Juana venían acompañándola con los mayores honores, y hacían cortas y pausadas jornadas a fin de que llegase en tiempo oportuno. Cuando entraron en Posadas, los Grandes que en Córdoba se hallaban con Don Enrique opinaron que los embajadores trajesen a la reina más cerca de la ciudad, a la torre de Aguilarejo, no muy distante de ella, y que allí se levantasen multitud de tiendas a modo de campamento, emblema de la guerra que al pudor iba a declararse.” 

Artículo sobre el puente de Bartolomé Olivares

Dicho esto cada uno puede estimar lo que quiera, así es la historia, nunca se sabe con certeza quien la cuenta como fue. Al final reseño las entradas del blog relativas a este paraje del Guadiato y Guadanuño, para que se puedan comprobar independientemente y no repetirlas por aquí en esta. Es una época del año complicada por la sequía, en otras entradas se puede comprobar la diferencia de verdor, cuando salimos al campo en primavera. Pero siempre es espectacular lo bien que se encuentra, a pesar de los pesares el puente romano, y el califal sin uso desde 1916 fecha en la que fue destruido por una tormenta eléctrica.

Distintas entradas sobre los puentes:


Fotografías del autor y Wikiloc
Bibliografía la citada

domingo, 21 de julio de 2019

CUADRO ORILLAS DEL GUADALQUIVIR DE ROMERO BARROS

Óleo de Romero Barros, "Orillas del Guadalquivir"

En la ficha inventario del Museo de Bellas Artes de Córdoba, figura con número CE2596P, un óleo de D. Rafael Romero Barros, de dimensiones 34,50 cm. por 60 cm. datado en 1880/1885, titulado “Orillas del Guadalquivir”, y que la señalada ficha describe: “Vista de Córdoba desde la margen izquierda del río Guadalquivir, presentando, como elemento de animación del paisaje, una manada de bueyes pastando junto al río, que es observado por un boyero con garrocha situado a la izquierda, sobre un ribazo próximo.”

Detalle del cuadro de Romero Barros "Orillas del Guadalquivir".

La bibliografía reseñada en la ficha es: “AA. Julio Romero de Torres. Símbolo, materia y obsesión. Catálogo de la exposición. 2003. p. 352; Madrid, 2003. - VV.AA.. Rafael Romero Barros, 1832-95. Catálogo de la exposición. 1995. 176. Córdoba, 1995”. Pero si son importantes los datos y mucho más la obra de este estupendo paisajista romántico, como fue Romero Barros, defensor del patrimonio cordobés, a pesar de ser onubense, de Moguer, paisano de Juan Ramón Jiménez, no lo es menos la máquina del tiempo que nos deja.  “Vista de Córdoba desde la margen izquierda del río Guadalquivir,…” dice la descripción, pero nosotros nos vamos a adentrar más.

Plano de Casañal de 1884, se ve la salida del colector

Plano de los Franceses de 1811, también se ve el colector

Vemos la orilla opuesta, el margen derecho, el Molino de Martos, una espesa arboleda, posiblemente fruto de la fuente que tenía debajo de la Ermita, donde estaban los huertos. En el horizonte, en el fondo, la serranía cordobesa. A la izquierda una torre que posiblemente sea la de San Lorenzo. Luego el lateral sur, ábside y parte de la espadaña de la torre de Santiago. Más definida la Iglesia de Madre de Dios, sus contrafuertes superiores, su lateral sur con el reforzado muro que aún perdura, aunque pinta una puerta lateral junto al muro, a modo de la de la Epístola, que no la tiene ahora. 

Grabado de Wyngaerde 1567, al lado de la torre está el arroyo

Grabado de Baldi, 1668, se ve el muro de Madre de Dios

No refleja el desaparecido Convento de los Mártires, ya estaría derribado en esas fechas,  y tampoco la ermita que lo sustituyó, aunque esta última puede estar tapada por la arboleda. Sí señala una puerta en el talud, que parece un colector o salida de un arroyo, de los muchos que corrían en el S.XIX por medio de la ciudad, y dejaron el toponímico de muchas calles: Arroyo de San Lorenzo, de San Rafael, etc. No permite ver la desembocadura del Arroyo de Santa Matilde, nombre que recibía el de Pedroches en su desembocadura más a la derecha, que si vemos el plano de Casañal de 1884, en este figura además la salida del colector. Al arroyo de Pedroches a la altura del Puente del Camino al Arenal, se le une el arroyo de las Piedras, que luego es de San Juan de Dios, luego de la Fuensanta y después Santa Matilde.

Nicolás Chapuy 1844, esquina Convento de los Mártires

También vemos el colector en el Plano de los Franceses de 1811, aunque este no nos deja ver más al este. Otros grabados nos permiten ver la zona que pintó Romero Barros con otros detalles, como por ejemplo el de Wyngaerde de 1567, o  el de Baldi, de 1668. En este último vemos el muro continuado del convento Madre de Dios, que citábamos arriba, grueso muro a modo de torre, que aún perdura. No solamente tenemos una magnífica obra de arte en el óleo de D. Rafael Romero Barros, sino también muchos trozos de nuestra historia local cercana, a modo de máquina del tiempo.

Fotografía oleo del catálogo del Museo de Bellas Artes de Córdoba, otros grabados los señalados.
Bibliografía ficha cuadro del Museo de Bellas Artes de Córdoba

sábado, 20 de julio de 2019

CINCUENTA AÑOS DE LA SUBIDA DE LOS AMERICANOS A LA LUNA

La primera pisada en la Luna

Hoy hacen cincuenta años de que los americanos pusieron un pie en la Luna. La huella, lo de un pequeño paso y un gran paso, la bandera con palo horizontal, incluso la tecnología que era bastante rudimentaria en 1969, a pesar de que lo vimos en la TV, en blanco y negro, con mucha dificultad. Yo ya llevaba seis años de novio con Conchi, y ni por un asomo podíamos ni siquiera imaginar, lo que iba a ser después nuestra vida. Unos hijos (2), unos nietos (4), y la pérdida paulatina de los mayores, como es natural y lógico en la vida, aunque afortunadamente mí primera gran pérdida, mi madre, sucedió en 1999 y la segunda, mi padre en 2001. Conchi sin embargo fue más temprana en penas, en 1979 su madre y en 1992 su padre. 

Aldrin y en el casco Armstrong

Hace unos diez años, publiqué una entrada en el blog, era la 395 de una serie que va por 1.869 al día de hoy, que trataba sobre el primer gran hito de la carrera espacial, el Sputnik I, en 1957. Luego se sucedieron muchos más hitos, la primera perra, Laika, que murió, subieron además muchos más perros y perras, aunque  las hembras eran preferidas, y la mayoría se recuperaron, también ratas, algún conejo y plantas. Después fue el primer hombre, Yuri Gagarin, y la primera mujer Valentina Teresova, y otros más que quedaron como actores de reparto no protagonistas. Por el lado yanqui también una larga lista, pero la realidad es que aún a pesar de que la Luna la pisaron muchos, sólo se acuerda la gente de Armstrong y Aldrin, y algo menos de Collins. Otros lamentablemente murieron en el intento, y la mayoría es un listado. 

Aldrin bajando del modulo lunar

Hoy lo que tenemos es que a los rusos, bien por economía o por otras cuestiones, no interesó la carrera espacial. Pero es que a los yanquis tampoco, y abandonaron los proyectos, que ahora asumen unos nuevos ricos por negocio privado, por aquello de que hay gente para todo. Hoy además hay otros actores, los más importantes los chinos, que han puesto un robot en la cara oculta de la Luna, esa que desde la Tierra nunca podemos ver por culpa de la mecánica celeste. Se me olvidaba Tony Leblanc también fue un viajero espacial, de una agencia española del espacio que se llamaba la SANA, lo que pasa es que acabó en Almería. Un astronauta con botijo.  

Folleto de El Astronauta

En el primer párrafo cito los años que hace de esta efeméride, que es referencia de otras cuestiones vividas. Yo estaba en el Regimiento de Infantería Lepanto nº 2, en 1969, pronto a licenciarme. Eso sí, ese día estaba de servicio en el cuartel, porque me parece que he sido record de servicios a pesar de ser pernocta. Dos guardias, una en la puerta principal y otra en la falsa, pero más de cuatrocientos cincuenta Cabo Cuartel, que se las trae. Así que mi referencia de entrada al ejército fue el mayo francés de 1968, y la despedida veinte meses después, pero lo más importante la subida del hombre a la Luna, en el verano de 1969.

Sputnik I

Lo malo y lo bueno de estas cosas es cuando celebramos, o recordamos efemérides que hacen cincuenta años ocurrieron. Malo porque han pasado y llevas esos años en la mochila, y bueno porque lo puedes contar. Pero cincuenta años son cincuenta años, vamos medio siglo, que se dice muy pronto. Aunque cuando miras para atrás no parecen tantos, pero cuando subes las escaleras a un tercero si te lo recuerdan las rodillas. Los lectores de Julio Verne, y admiradores de la literatura de Ciencia Ficción, que no es tanta la ficción, no nos pillaban estas cosas de nuevas, Cincuenta años de lo de la Luna y sesenta y siete de escuchar el “beep, beep” del Sputnik I.


Fotografías de Internet

jueves, 18 de julio de 2019

CALLE PINTOR EMILIO SERRANO

La calle Pintor Emilio Serrano (Foto Casiano)

Ayer paseando por la ciudad, después de haberlo pasado por la calle Carreteras (Pedro López) en obras, Almonas (Gutiérrez de los Ríos) también y luego Regina, pensé, ya en la plaza de Regina, voy a entrar por la Plaza de las Tazas para luego salir por Arenillas. Me acordé de Manolo López -un amigo fallecido que vivía en el primer rincón-, y en la Plaza de las Tazas me llamó la atención la callejita del rincón norte, era una nueva calle, que aprovechando dos que existían sin salida, ha servido para dar fachada a nuevas casas de vecinos. Nunca había pasado por ella.

Emilio Serrano (Foto de Cordobapedia)

La mencionada calle lleva el nombre de un extraordinario pintor, y grabador, que se llamó Emilio Serrano Ortíz, lamentablemente fallecido joven, a los 66 años, que además de pintor fue director de la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, entre otras responsabilidades. La calle tiene su entrada por las Callejas de Santa Inés (parte más cercana al consistorio dice la regla), donde configuran una bonita plazuela, y la salida por la Plaza de las Tazas. “Cordobapedia”, nuestra extraordinaria enciclopedia local, tiene una página dedicada al artista y luego está su web aunque lamentablemente él ya no la podrá mantener y alimentar.

Callejones de Santa Inés (Google)

Plaza de las Tazas (Google)

Cuando uno tenía unos pocos de años, bastantes menos que los que tiene, posiblemente 60 menos, me encargó mi padre el cobro de una rifa que nos había tocado. La dirección de recogida del premio, era precisamente en los callejones de Santa Inés, a la altura de esa plazuela que cito, en un cocherón que no había nada, ni siquiera solar, era una estafa, incluso el número que figuraba en la papeleta no existía. Si cobraba el premio parte de lo económico era para el "mandaero", pero habían estafado a mi padre y este de rebote a mí.

Rincón de Regina

 Antigua fachada posterior de la Veterinaria

Luego al salir a la Magdalena te encuentras una notable exposición de jaramagos, en las ruinas de lo que fue el convento de franciscanas de Santa Inés, que procedían de una escisión del de Santa Clara, primero femenino en Córdoba. Abandono total de los restos. Allí habitó la monja lista de la historia, y donde se le cayó a la niña la imagen de la virgen encima, único herido en cordoba fruto del terremoto de Lisboa de 1755. La niña creyó que al moverse la virgen, ésta la estaba llamando y no la llamaba, fueron los efluvios del sismo.

Fachada del Convento de Santa Inés al que se salvó de la piqueta en su momento

Altar del Convento de Santa Inés en ruinas

D. Teodomiro Ramírez de Arellano nos aclara:

La plazuela de las Tazas
“A un extremo de la calle de las Arenillas, está la plazuela de las Tazas, nombre originado por una alfarería que hubo antiguamente, y según otros por ser donde se labraban las mejores tazas o empuñaduras para las espadas. Se ha llamado de los Toros, apellido de unos de sus moradores.” 

Las Callejas de Santa Inés
“Dálas nombre un convento de monjas franciscanas con aquella advocación, fundado por dos hermanas Leonor y Beatriz Gutiérrez de la Membrilla, religiosas en Santa Clara, de cuya comunidad se separaron en 1475 para llevar a cabo esta fundación que tuvo principio por un beaterio, como otros muchos que hubo en Córdoba.”

Fotos del autor, de Casiano, Google e Internet.
Bibliografía de Cordobapedia, Paseos por Córdoba y web del pintor

miércoles, 17 de julio de 2019

MONTE DE SAN JERÓNIMO

Planimetría Raster del ING

La montaña de San Jerónimo por el noreste la limita el Arroyo de la Gitana, por el oeste el Arroyo de Mesoneros, por el norte la urbanización el Hornillo y por el sur el yacimiento de Medina Azahara. Tres cotas al norte de la montaña de 502, 465, y 465  m.s.n.m. configuran el triángulo del valle donde está ubicado el Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, que presenta la fachada principal en dirección sureste. Todas las laderas son de acusada pendiente y notable espesura vegetal, predominan el encinar, alcornocal y acebuches de notable porte, madroños, retama, aulaga y coscojas, entre otras especies. Hasta hay un lugar se llama en el plano Laderas Altas, y justifica el nombre su altura y desnivel. Es un bosque de matorral espeso.


Plano a mano alzada de los caminos del monte

El monte de San Jerónimo está surcado por una serie de pistas forestales, posiblemente de seguridad para los incendios y poder llegar a todas los lugares fácilmente. He tomado como punto de partida el Vértice Geodésico, que está cercano a las pistas y es la entrada natural. Un plano orientativo a mano alzada nos señala las tres cotas principales, destacando la de 502 m. y vértice geodésico y las otras dos de 465 m. cada una. Para que podamos localizar las anchas pistas y su longitud, les he puesto un nombre geográfico eventual y numerado las intersecciones, para citarlas.

Sendero de entrada

Llano explotación ganadera

Camino del Vértice geodésico

Como decía el acceso natural es desde el vértice geodésico. Aclarar, en primer lugar, que se está en una propiedad privada, que puede que haya permisividad, pero que se tenga en cuenta que no hay nada público, por mucho que lo diga el monolito respecto a lo público, de los caminos de esa zona. Son caminos o pistas de seguridad, a modo de cortafuegos que permiten con los vehículos de emergencia acudir a los lugares de potenciales problemas, generalmente de fuego. Y no dejar de recomendar evitar en todo lo posible salirse de las pistas, por lo intrincado del bosque que las limita, ojo al que se quiera atrever a pasar por ellas, con las cautelas señaladas, no hay ni un metro de terreno en el campo que no tenga dueño.  



Vistas del Vértice Geodésico de San Jerónimo

Partimos del Vértice geodésico, salimos de la finca el Horrillo y entramos en la de San Jerónimo, por un estrecho camino llegamos al cruce señalado con el número uno, desde este lugar podemos dirigirnos hacia el este o el oeste. Lo hacemos hacia el este, a 278 m. (todas las distancias son aproximadas) nos encontramos la intersección número dos, a la derecha está el camino principal que baja hasta enlazar con el de entrada al Monasterio, que nos lleva al cruce número tres después de andar unos 876 m., unos cien metros más nos bajan directamente a la carretera de acceso al Monasterio, al Paseo de los Cipreses. Este camino es precioso, en ocasiones deja entrever la inmensa mole de la construcción jerónima, y en otros claros nos permite ver el valle. 

Dirección este

Cerca del segundo Vértice

A la derecha al Monasterio al frente hacia el este

Seguimos desde el cruce número dos, por lo que he venido en llamar pista Este/Sur, porque empieza en esa dirección y luego gira hacia abajo, como no podía ser de otra manera porque hemos comenzado desde el punto más alto. A pocos metros pasamos por una de las cotas de 465 m. un poco más adelante, a la izquierda, están las abejas trabajando, por lo que se recomienda, dejar a los laboriosos y necesarios insectos trabajar tranquilos y no pasar por las colmenas, para ello hay un camino inferior. Unos metros más de una pista que mide 1,51 km. hasta la carretera CO-3314, nos permite ver un paisaje maravilloso de la serranía, destacando a la izquierda la torre vigía de las Siete Esquinas. 

Seguimos al este

El colmenar

Llegando al filo

Esta pista Este/Sur, en planos antiguos bajaba hasta la construcción más al este del Monasterio. Pero el desnivel es brutal girando al sur, por lo que si se baja hay que adoptar todas las precauciones posibles. Esta pista nos baja hasta la carretera. Volvemos al punto número uno, a unos 195 m. nos encontramos el cruce señalado con el número ocho, desde allí baja la pista Norte/sur de 625 m. de longitud que nos lleva a enlazar con la Oeste/Sur en el cruce número siete, pasando por el tercer vértice de 465 m.. 

Espectacular paisaje y bajada

Bajada pendiente

Más panorámica este

Nosotros seguimos al frente, ahora la dirección es oeste, la pista la llamo Oeste/Sur, al igual que la Este/Sur cambia de sentido a mitad de su longitud bajando bruscamente para luego moverse por un pasillo en la misma cota, a modo de balcón sobre el valle y el yacimiento arqueológico de Medina Azahara, y nos lleva al cruce número siete, despues de recorrer los 1.200 m. de longitud que tiene, donde nos bajó la pista Norte/Sur. 

El valle

Sendero al Vértice Geodésico

Estamos en el cruce número siete, desde allí casi verticalmente baja una pista que llamo Sur/Este que tiene 475 m. hasta el punto número cinco, curva de la carretera del Monasterio, por el contrario podemos girar al oeste si buscamos el acueducto de Valdepuentes sobre el Arroyo de Mesoneros. Si continuamos desde el punto número siete hacia el este, en 480 m. llegaremos al punto número tres que baja a la carretera principal en el Paseo de los Cipreses. La carretera principal tiene una longitud de 1.010 m. y acaba en un paso canadiense que evita que el ganado de pezuña se salgo del recinto. Enlaza con la carretera del yacimiento en el punto número seis.

A la izquierda el Norte/Sur a la derecha el Oeste/Sur

Tramo de la pista Norte/Sur

6758 m. aproximadamente metro arriba metro abajo, tiene la red señalada. Recorre el monte de San Jerónimo en todas direcciones cómodamente en la mayoría de su trazado salvo en contadas bajadas muy pronunciadas porque el terreno así lo requiere. Preciosas panorámicas desde las alturas, o desde los que llamo abalconamiento de la pista, que andamos en uno de los paseos que organizó Medina Azahara, que creo recordar se llamó "Medina Azahara desde el norte", y que nos permiten la delicia de ver la ciudad palatina abajo. Por arriba tenemos espacios que nos enseñan por un lado el valle del arroyo del llano de Mesoneros, y por el otro el del camino de Trassierra.

Camino de la Fuente de los Frailes

Notas: Hay un camino que parte de la Casa del Guarda, cuya puerta una cancela es el punto de partida del antiguo Camino a la Fuente de los Frailes en el Valle del Arroyo de la Gitana donde esta la mina y alcubilla que surte de agua al Monasterio por una conducción que desde allí viene, que lo cruza la pista este-sur del plano a mano alzada. Su longitud es de un kilómetro aproximadamente y acaba en la CO-3314 en el paso subterráneo de acceso a la Alcubilla.

Más vistas desde el Norte/Sur

Panorámica del Monasterio (Foto de JCMont)

Y este es el modesto aporte al conocimiento del monte de San Jerónimo, dejando sus valores ecológicos, geológicos y arquitectónicos, para que ilustrados en cada materia, que los hay y muy buenos, nos adentren en ellos. Es un lugar de la historia de Córdoba desde el tiempo de los romanos, con el acueducto Aqua Vetus, utilizado muchos años después por los árabes, la ciudad palatina y el Monte de la Novia como parece le llamaban  a este de San  Jerónimo. Declive del califato, fanáticos del norte de África, destrucción de la cultura y nuevamente aprovechamiento de sus piedras para que los jerónimos -orden muy apoyada por las distintas monarquías- edificara su monasterio. Para que después los residuos de esas familias poderosas se hicieran con su propiedad.


Fotografías del autor y autor citado, y ING.