martes, 8 de octubre de 2024

DE LO ESPIRITUAL A LO PROFANO: ROMERO DE TORRES Y ZULOAGA

Cartel

Extraordinaria exposición de dos excelentes pintores de los siglos XIX y XX, Julio Romero de Torres e Ignacio Zuloaga en la no menos extraordinaria Sala Vimcorsa quizás el espacio expositivo más importante de Córdoba, o de los que más. Forma parte de los actos conmemorativos del 150 aniversario del nacimiento de Julio Romero de Torres.

La exposición (Cordópolis, foto Madero Cubero)

Dice Cordópolis, uno de mis diarios locales de cabecera: “La Sala de Exposiciones Vimcorsa acoge este lunes (30 sep.) la inauguración de la exposición “De lo espiritual a lo profano: Romero de Torres y Zuloaga”, una muestra inédita que confronta la obra de dos de los grandes maestros del arte español, Julio Romero de Torres e Ignacio Zuloaga. Organizada por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba y Vimcorsa, en colaboración con el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la muestra se enmarca en la programación diseñada con motivo de la celebración del 150 aniversario del nacimiento de Julio Romero de Torres, figura icónica del arte andaluz y español. Comisariada por Óscar Fernández, la exposición estará abierta al público hasta el 1 de diciembre y ofrecerá a los visitantes una oportunidad única para descubrir las afinidades y contrastes entre dos artistas que, aunque a menudo se presentan como opuestos, compartieron una preocupación común por explorar la identidad española desde ángulos espirituales y profanos.”

La dama de la sombrilla (I.Zuloaga)

Horas de angustia (J. Romero)

Retrato de Doña Maria del Carmen Gómez Acebo (I.Zuloaga)

Dice la Web del Museo de Julio Romero de Torres: “De lo espiritual a lo profano. Romero de Torres y Zuloaga" en las Colecciones del Museo de Bellas Artes de Bilbao y del Museo Julio Romero de Torres.  El arte español vivía, en el tránsito al siglo XX, un momento de especial intensidad. En buena medida, era debido a la crisis de identidad de la cultura española tras el colapso de 1898, así como al contacto de la mayoría de los artistas con las nuevas tendencias artísticas que se gestaban en Europa. Sobre todo, en París, que se convirtió en la capital de la modernidad. Cada vez mejor informados por revistas y prensa, y más viajados, los artistas españoles afrontaron la nada sencilla tarea de hallar un lenguaje propio, a la altura del legado de los grandes maestros del pasado y que, a la vez, sintonizara con las corrientes estéticas del momento. Se aspiraba, en la mayoría de los casos, a destilar lo eterno de lo transitorio, lo universal de lo local.

Retrato de la Condesa de Colomera (J.Romero)

Diana (J.Romero)

Retrato de Doña Adela de Quintana Moreno (I.Zuloaga)

Dos figuras singulares, y verdaderamente protagónicas de aquel período, son Ignacio Zuloaga (Éibar, 1870- Madrid, 1945) y Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930). Habitualmente se presentan como figuras antagónicas. Ya sea por motivos geográficos -el primero eibarrés y cordobés el segundo- como por estilo. El primero, se integró en la moderna escena artística parisina y mostraba fascinación por El Greco; el segundo, acuñó una estética a medio camino entre el folclorismo, el clasicismo italiano y los simbolismos de Centroeuropa. Por encima de cualquier otra consideración, ambos artistas difieren en el tono de su pintura. Como decía Antonio Muñoz Molina, la crudeza desnuda y sin maquillaje de la pintura de Zuloaga contrasta con el clima “tiznado y truculento” de la obra de Romero de Torres.

Retrato de Maria Aguilar (J.Romero)

Naranjas y limones (J. Romero)

Desnudo de mujer (I.Zuloaga)

Dando por válidas estas consideraciones, parece que resultan insuficientes para comprender a unos personajes y un período histórico tan complejos, y controvertidos. Se hace necesario explorar la trayectoria de ambos, y confrontar sus itinerarios a través de su obra, en busca de algunas claves más. Entre ellas, sin duda, emergerá alguna que otra inesperada sintonía. Tal es el propósito de esta exposición.”

Salomé (J.Romero)

Ofrenda al arte del toreo (J.Romero)

Retrato del Conde de Campo Alegre (I.Zuloaga)

Dice arteinformado.com: “Descripción de la Exposición. En el 150 aniversario del nacimiento del pintor Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930), un corpus significativo de las obras de Ignacio Zuloaga (Eibar, Gipuzkoa, 1870-Madrid, 1945) conservadas en la colección del museo de Bilbao viajará a la exposición De lo espiritual a lo profano, que conectará la trayectoria de ambos artistas. Entre las obras de Zuloaga cedidas en préstamo por el Museo de Bellas Artes de Bilbao -nueve lienzos y dos dibujos-, se encuentran pinturas tan representativas como Picador gitano (1903) o El cardenal (1912), que compartirán sala con las de Romero de Torres, pertenecientes al Ayuntamiento de Córdoba, en un diálogo inédito entre estos dos protagonistas de la escena artística española de las primeras décadas del siglo XX. 

Un Bohemio (Retrato de Pablo Uranga) (I.Zuloaga)

Retrato de José Felix Huerta (J.Romero)

El Cardenal (I.Zuloaga)

Ajenos a la vanguardia artística, Romero de Torres y Zuloaga consiguieron concretar sus obsesiones artísticas -el interés por la figura sobre un fondo de paisaje o la reivindicación de la tradición pictórica española- en un estilo propio y reconocible que suscitó tantas críticas como adhesiones. Sin olvidar que Romero de Torres celebró su primera exposición individual en la sala Majestic Hall de Bilbao en 1919, la exposición recupera ahora en Córdoba el vínculo entre estos dos pintores coetáneos que gozaron de numerosos encargos y gran éxito comercial. De lo espiritual a lo profano ofrecerá una visión renovada sobre la obra de Romero de Torres y Zuloaga en clave contemporánea.”

Paisaje de la Rioja (I.Zuloaga)

Nuestra Señora de Andalucía (J.Romero)

Amor místico (J.Romero)

Tres visiones distintas de dos artistas, una de prensa otra especializada y la tercera la web del Museo, pintores distintos a mi modo de ver, influenciados a lo mejor en su obra por las tendencias de su tiempo, ambos prácticamente contemporáneos entre sí. En el ánimo de que se puedan hacer comparaciones de distintas opiniones, Zuloaga nació cuatro años antes que Julio Romero y murió 15 después que el cordobés, Julio dejó este mundo en 1930 y Zuloaga en 1945 en los primeros años de la Dictadura a la que no hizo asco alguno, según autores. Dos grandes de su tiempo sin duda, uno Julio murió joven, 56 años, Ignacio dentro de la estadística 75.

Picador gitano (I.Zuloaga)

Retrato de Pablo Uranga (I.Zuloaga)

El Guerra (J. Romero)

La magnificencia de la Sala Vimcorsa no es necesario detallarla, lo es y ya está. La exposición ocupa cuatro salas, y como siempre está muy bien documentada con paneles explicativos. Las obras de categoría, trece de Julio Romero y once de Ignacio Zuloaga, veinticuatro en total, a cual más significativa. Selección de las distintas obras para delimitar lo espiritual y lo profano, que es el lema de la exposición. Uno dentro de su desconocimiento, por ejemplo a mí, me puede parecer la iluminación baja, pero seguro que los expertos han pensado en el ambiente para disfrutarla mejor y deben tener el beneficio de la duda. Hay que visitarla pues la categoría de las obras lo merece.

Arcángel San Rafael (J.Romero)

Flor de santidad (J.Romero)

Retrato de Doña Rosita Gutierrez (I.Zuloaga)
 
Fotografías del autor y una de Madero Cubero (Cordópolis)
Bibliografía de Cordópolis, Web Museo Julio Romero, y web Arteinformado.com

lunes, 7 de octubre de 2024

JULIO ROMERO DE TORRES. 150 AÑOS DE UN CORDOBÉS ETERNO

Cartel.

Una exposición interactiva con códigos QR para conocer datos con puesto aromático incluido y que se pueden tocar las obras, a visitar en la Fundación Rafael Boti de la calle Manríquez, barrio de la Judería.

Dice la web de la Fundación Rafael Boti:
“Conmemorándose este año el 150 aniversario de su nacimiento, la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, expone en una de sus salas del Centro de Arte, una docena de trabajos adaptados del pintor Julio Romero de Torres, con objetivo de mostrarlos a toda la sociedad sin diferenciación alguna y de forma inclusiva. Descubriremos al artista cordobés con otros ojos, cambiando la forma de ver el arte.



Queda terminantemente prohibido no tocar las doce obras mas carismáticas del maestro andaluz que la componen, realizadas con una técnica novedosa en textura pétrea y acompañadas de QR informativos y descriptivos para invidentes, personas con problemas de audición y adaptadas con textos explicativos en español e inglés.


Mediante el olfato, también podremos descubrir los aromas de Córdoba, ponernos en el lugar de un invidente e intentar adivinar la obra que se esconde en un cajón oscuro. Una adaptación de las obras más representativas de Julio Romero de Torres para poder descubrir con otros ojos.”


“Mira qué bonita era”. Julio Romero de Torres se dio a conocer en la Exposición Nacional de 1895 con esta obra impresionista, obteniendo una Mención Honorífica. Inspirado por un suceso real en el barrio de Santa Marina, donde murió una joven de quince años, el pintor decidió inmortalizar la escena.


"Nuestra Señora de Andalucía". Es el primer cuadro de Julio Romero con una composición en forma de retablo, la "Sacra Conversazione" de la pintura religiosa. Elementos de la obra: Divinización de la mujer andaluza, la copla, el baile, la música, el autorretrato.


"El pecado", es parte de una trilogía junto con "La Gracia" y "Las dos sendas". Representa la dualidad de la vida: buen y mal camino, amor místico y amor profano. Pintado durante la madurez artística del autor. Llevan los símbolos del pecado: manzana y espejo.


"La Alegría", es una famosa obra del pintor español Julio Romero de Torres. En esta pintura, se representa a una mujer joven y hermosa con una expresión alegre y radiante. La modelo está vestida con un traje tradicional andaluz, con colores vibrantes y detalles ornamentales.


"Diana", año 1924. La protagonista es una mujer joven y hermosa con una expresión facial melancólica y enigmática. La expresión ambigua de la mujer invita a diferentes interpretaciones sobre sus pensamientos y emociones. Tiene una conexión con la mitología clásica, simbolizando la caza, la naturaleza y la feminidad.


"San Rafael”, uno de los arcángeles más importantes en la tradición cristiana y patrón de Córdoba. Representado con una  estética modernista y un estilo característico del autor. El arcángel tiene alas, una mirada serena, y está sosteniendo un bastón. San Rafael simboliza su papel como mensajero de Dios.


"Naranjas y limones”, la figura central es una mujer desnuda de medio cuerpo. La joven sostiene naranjas entre sus brazos, sobre su pecho, los limones simbolizan los pechos de la mujer, sugiriendo erotismo de manera insinuante. La obra mezcla el bodegón con la figura humana, dándole a las frutas un valor protagonista. La sensualidad y erotismo del cuadro se destacan, desafiando los círculos más conservadores de la sociedad.


"La Virgen de los Faroles”, es representada como una virgen morena de grandes ojos, rompiendo con los cánones estilísticos de su tiempo. Está vestida con una túnica morada y un gran velo azul que la envuelve. Dos ángeles con rostros femeninos la custodian, mientras que a su alrededor se observan alegorías de la Córdoba mística y profana.


"La Fuensanta", la modelo para esta obra fue María Teresa López, quien también posó para "La chiquita piconera". La pintura muestra a una joven sentada en tres cuartos, con la cabeza girada hacia el espectador. En la parte superior izquierda del cuadro se observa un caño del cual brota agua.


"Cante jondo", el lienzo captura una escena compleja y cargada de simbolismo, destacando por su estilo único y su temática profundamente andaluza. La pintura muestra a una mujer desnuda, cubierta con una mantilla negra, apoyada en una guitarra, rodeada de otros personajes variopintos que representan diversas emociones y situaciones.


"La Chiquita Piconera", fue realizada entre 1929 y 1930, poco antes de la muerte del pintor, y es considerada una de sus obras más emblemáticas. La pintura muestra a una joven, María Teresa López, sentada frente a un brasero de cobre, con una mirada intensa y directa hacia el espectador. La habitación humilde está representada con una técnica detallada y casi fotográfica.


"La Condesa de Colomera", Julio Romero tenía una estrecha amistad con el general Diego Muñoz Cobo, ministro de Guerra y como un gesto personal aceptó pintar el retrato de su nieta, Magdalena Muñoz Cobo, es un ejemplo notable del talento del maestro para realizar retratos, destacando su habilidad para capturar la belleza y la personalidad de sus modelos.

"Calle Manríquez 5, Segunda planta, Del 3 de octubre al 17 de noviembre: M-S: 10.00 -21.00 (Última entrada 20.00h).
D y F: 10.00-14.00. Lunes cerrado. COMISARIADO, Rafael Gálvez"

Fotografías del autor
Bibliografía del folleto de la Exposición

sábado, 5 de octubre de 2024

BRIGADISTAS INTERNACIONALES POR LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA

 

Sobre el libro:
“La reciente aparición del diario original mecanografiado del teniente coronel Aldo Morandi —unos 400 folios— titulado, Guardando il Passato. Un Diario della guerra di Spagna (1936-1939), así como de casi un centenar de nuevas fotografías, impulsa la publicación de este libro, un testimonio hasta ahora inédito de los brigadistas internacionales que participaron en la guerra civil española. Veterano de la I Guerra mundial, exmilitar de Marina, Aldo Morandi, es descrito como un antifascista indómito por sus biógrafos, y se uniría a los voluntarios que acudirían en defensa de la democracia española tras el golpe militar. Después de su llegada a España el 30 de noviembre de 1936, recogería en sus memorias su lucha en los frentes de Andalucía (1936), Las Rozas, El Jarama, Pozoblanco, Norte de Córdoba-Los Blázquez (1937), Villanueva de Córdoba (1937-1938), el Bajo Aragón, así como la despedida (1938), y la salida de España, para caer en el Campo de Saint Cyprién el 7 de febrero de 1939.”

Francisco Moreno el autor

Sobre Francisco Moreno:
“(Villanueva de Córdoba, 1946) es Doctor en Literatura Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid (1984). Discípulo de Manuel Tuñón de Lara y de Paul Preston, formó parte del pequeño grupo de jóvenes historiadores que, a comienzos de los ochenta, se lanzaron a recomponer la historia manipulada por el franquismo. Durante estos años culminó la llamada «Trilogía de Córdoba»: La República y la guerra civil en Córdoba (1982), La guerra civil en Córdoba, 1936-1939 (1985) y Córdoba en la posguerra (1987), además de La masonería en Córdoba (1985). Extendería sus estudios al ámbito nacional con obras como Historia y memoria del maquis (2006) o La resistencia armada contra Franco (2001), además de participar en títulos conjuntos como Víctimas de la guerra civil (1999), y Morir, matar, sobrevivir (2002). Ha realizado estudios definitivos sobre el poeta de la Generación del 27 Pedro Garfias, con una gran biografía (1996) y la edición de sus Poesías Completas (1996), entre otras publicaciones. 

Presentación de Francisco Acosta

Finalmente, sus libros testamentarios conformarían la conocida como «Tetralogía de la Guerra», compuesta por El genocidio franquista en Córdoba (2008), Trincheras de la República (2013), La victoria sangrienta (2014) y Los desaparecidos de Franco (2016). A su gran actividad como conferenciante en ciudades y localidades de toda España y su participación en innumerables Jornadas y Congresos, hay que sumar su colaboración con Foros y Asociaciones memorialistas. Formó parte del comité asesor de la Cátedra «Memoria Histórica del siglo XX» (UCM), fue socio del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME), socio de la Asociación memorialista Archivo, Guerra y Exilio (AGE), y socio cofundador de la Sociedad de Estudios de la Guerra Civil y del Franquismo (SEGUEF). Hoy es presidente de honor de la Asociación «Dejadnos llorar». Su labor en la recuperación de la Memoria Histórica ha sido reconocida con premios como el «Díaz del Moral» (1982), «García Caparrós» (2017), «Memoria histórica» de la Junta de Andalucía (2013), o el «Memoria viva» —ex aequo con Antonio Barragán— (2023) que otorga la Cátedra de Memoria Democrática de la UCO.”

Intervención de Ricardo el Editor

En estos actos, eminentemente de izquierdas, había algunos pseudo, para mi sentir desde luego, teniendo en cuenta que yo hablo siempre desde mi óptica personal. Es curiosa la distinta perspectiva cuando estas en el balcón del crítico. El editor, el camarada Ricardo, de casualidad en una visita al hospital, no recuerdo si era por su problema que fue muy grave o cualquier otra cosa, nos vio allí al pasar por el pasillo, nosotros en la antesala de lo peor si el problema no remitía, pues una pancreatitis aunque sea litiásica, por culpa de un cálculo que tapa el conducto pancreático a lo que este órgano responde con una “itis” (inflamación) es una cuestión muy grave. Luego dependiendo de la rapidez con la que se actúe, y sobre todo la suerte, el pronóstico es o superarlo o quedar el órgano dañado y lo que es peor y está dentro del bombo, la entrega de la cuchara. Afortunadamente el pronóstico fue favorable. Ricardo en otra visita me aportó una inyección de cultura, me regaló libros para pasar mejor la permanencia de dos semanas larguísimas de estancia en el hospital.

Intervención de Arcángel Bedmar
 
Muchas veces, por una causa u otra no he podido estar en las habituales presentaciones de Utopía Libros, a sabiendas que todas son alimenticias. En ésta ocasión quise hacer todo lo posible y lo conseguí. Mereció la pena. Primero por saludar a gente que admiras, que están ahí en el mismo frente que tú, en la misma trinchera; a familiares encontrados de casualidad como mí primo, historiador también de categoría y autor consagrado. A Antonio Barragán del que no caben medias tintas, siempre en la brecha de la historia. Presentó el acto el hijo de un querido amigo, Pepe Acosta, que ya no está,  Francisco Acosta, de la Cátedra de Memoria Democrática; le siguió Ricardo, el editor ya citado, de Utopía Libros y que a su manera, yo pienso que románticamente, por los digitales tiempos que corren para los libros de papel, sigue luchando mientras que el cuerpo aguante, teniendo en cuenta que su lucha lo es también contra la desmemoria imperante. Luego, Arcángel Bedmar glosó la figura del autor ampliamente, y finalizó Francisco Moreno, al que vi desmejorado físicamente, o mejor dicho algo más delgado y con las líneas del tiempo acusadas. Es un año mayor que yo, pero mucho más lúcido, y con una memoria prodigiosa. 

Disertación de Francisco Moreno el autor

Desgranó pasajes del libro, mencionó la suerte de conocer y obtener una copia del diario del Brigadista italiano Aldo Moranti, que defendió la democracia luchando contra el fascismo en tierras cordobesas, primero en Lopera, Porcuna y luego en Pozoblanco, como Brigadista Internacional. Y eso sí que es romanticismo y verdad, venir a defender a la II República porque hacerlo era luchar contra el fascismo, incluso a riesgo de perder lo más preciado, la vida. Muchos compañeros la perdieron en esa lucha desigual. Las democracias occidentales habían abandonado a la II República Española, y los gendarmes de siempre, los yanquis, preferían que ganaran los golpistas en España a que la II República cayera en la órbita de la URSS. No le importó sacrificar una incipiente democracia, sacrificio que trajo cuarenta años de fascismo puro y duro, y otros cuarenta y más de camaleónicos personajes que pasaron directamente del fascismo a la democracia, como el TOP, o las Fuerzas Armadas, sin depuración alguna, bueno si hubo depuración a los valientes demócratas de la UMD los expulsaron a todos, y con todo y con eso dieron un golpe de Estado


Todo ello significó lo que tenemos ahora el Régimen del 78, una democracia imperfecta, al frente quienes se hicieron ricos en el fascismo, más ricos fruto de las corruptelas, y dejaron muchos más pobres. Pero esto va de Brigadistas Internacionales en la guerra incivil española, que fue una guerra contra el fascismo imperante en Europa, y un ensayo de la II Guerra Mundial que preparaba Alemania. Probó aviación y armamento matando republicanos y población civil. Guerra que se perdió en España y en la que se quedaron los fascistas. Hoy sus herederos siguen en la brecha animados por la moda del facherío en todos los gobiernos europeos y americanos, votados por analfabetos políticos. Se daba la casualidad de que los frentes citados; Lopera, Porcuna, Pozoblanco, eran los mismos de los que me hablaba mi padre en sus recuerdos de la guerra. Un chaval de 18 años llamado a filas por el golpismo, en una unidad de Infantería de Marina, de San Fernando (Cádiz). Por ello yo conocía vicisitudes de los frentes citados, claro desde la óptica de los golpistas. Acabó el acto con unas preguntas de tres o cuatro intervinientes. Para  Utopía Libros decir: “si me quieres escribir, ya sabes mi paradero, en el frente de batalla primera línea de fuego”. 


Fotografías de Internet y malas del autor
Bibliografía de Utopía Libros