lunes, 4 de diciembre de 2023

EL CATAMARÁN DEL PUERTO A CADIZ

 
Carta nautica de la Bahía de Cádiz

Cogimos el bus de Cádiz a Chipiona pata bajarnos en el Puerto de Santa María y volver en el Catamarán, barco que sustituyó al llamado "Vaporcito", cuya historia es inmensa, partiendo se sus capitanes. El vaporcito había sido construido en Galicia en un astillero de allí. Se llamaba Adriano y hubo Adriano I, II y III. Uno, el III se hundió en el puerto de Cádiz un 30 de agosto de 2011, hace trece años.

Por el antiguo puente

Plaza de Toros

Fuente de Galeras
 
Mi singladura marítima ha sido corta, salvo la travesía Algeciras-Ceuta y regreso, que la hice dos veces, una para hacer "contrabando" y otra de ocio en un tour Ceuta-Larache-Tanger-Ceuta, también fui marinero en una “golondrina” en el puerto de Barcelona, en los sesenta, y los cruces en la “barca” del Guadalquivir en Córdoba, a 0,50 de peseta. 

Castillo

Adriano I (Foto Gente del Puerto)

Adriano II y III (Foto Gente del Puerto)

Y ahora los escasos 8 km (debí traducir a millas) del Puerto a Cádiz. Lo que es decir casi nada. Y subir en barco sólo en el ferry Arrecife-Cádiz que nos pareció en su día el mayor de los barcos, hasta que hemos visto los grandiosos cruceros actuales en los puertos de Málaga y Cádiz. 

Hundimiento Adriano III ( foto Wikipedia)

Catamaran actual

Esta visita al ferry de Canarias, fue cortesía de un comerciante contrabandista de equipos de radioafición, que nos invitó a enseñarnos su material. La compra tenía que ser pago al contado y metálico, no permitía cheques de un colega que dijo ser fiable por ser dos veces ilustrísimo.

El puente de mando

Salida de la ría

Vuelvo al noviembre actual, nos bajamos del bus que siguió su recorrido a la patria de la Jurado, en la parada de Plaza de Toros del Puerto, en un bus cuyo conductor supusimos sería ultra, por la escucha de la emisora de los obispos que estaba incitando a la insurrección. Antes habíamos pasado por el primer puente de la Bahía que fue un hito en su momento por el ahorro, a no tener que dar la vuelta por Puerto Real y San Fernando.

Valdelagrana atrás

Cádiz al fondo

Ya habíamos estado antes en el Puerto de Santa María, primero en una convención de radioaficionados en el Hotel Puerto Bahía, el mismo día del accidente de aviación de los Rodeos en Tenerife, cuya noticia escuchamos con horror por la radio, y segundo coincidentes con un partido de fútbol del trofeo Ramón de Carranza, día  en el que dormimos en el coche a la orilla del puente del mismo nombre, por no encontrar alojamiento. 


El Puente de la Constitución

Luego yo estuve en una visita por razones de trabajo, hospedado en el Monasterio de San Miguel, en esa fecha subí a la torre de Telefónica de Cádiz; visité el Ayuntamiento, en el que el despacho del primer edil tenía un balcón a la parroquia de San Juan de Dios, que da nombre a la plaza. Comimos en el Ventorrillo del Chato, en mitad del istmo camino de San Fernando. En el Puerto ese día si visitamos a Romerijo.


El velero nos saludó al pasar

Salto de nuevo al Puerto actual dónde estamos. Habíamos salido de la Plaza de Toros, de la que dicen que “el que no ha visto toros en el Puerto no ha visto toros ni ha visto ná”. Y por un error geográfico nos alejamos del objetivo, en lugar de acercarnos a él. Teníamos previsto ir al Castillo, para después visitar, a la hora de comer Romerijo, y la Fuente de las Galeras, pero acabamos en el Club Náutico.


Cádiz al fondo
 
Vuelta sobre nuestros pasos y subir al terminal marítimo, pasando por el esqueleto de un barco que podía ser los restos de uno de los Adrianos. Habrá que mirar en el blog “Gente del Puerto”, donde está la historia del “Vaporcito”, y sus capitanes, “Pepe el del Vapor” y descendientes. Allí podemos leer las vicisitudes de esa travesía en su larga historia marinera.


En el puerto de Cádiz

Como es lógico hubo de todo en las múltiples singladuras; desde encallamiento en la salida de la ría, a pesar de la pericia medidora del calado de Pepe, hasta pasajeros pasados por agua, pasando cuando Alberti ejerció de capitán en cierta ocasión, con la supervisión del titular o el hundimiento en puerto de uno de los barcos. Merece la pena leer lo relativo a esta travesía a los largo de muchos artículos dedicados al Vaporcito que nunca navegó con vapor. 


Cruceros

Habíamos tomado el aperitivo en un bar con la música a tope, igual que los precios abusivos la cerveza a tres euros. Lo cierto es que estábamos solos en la terminal para el viaje, y como es habitual en nuestra sociedad, en la que todo el mundo llega con el horario pegado, en un momento se llenó el tenderete, llegando incluso a pensar si no íbamos demasiados. Eso sumado al presunto mareo si la bahía se pusiera tonta, nos sumió en la incertidumbre. 


Más cruceros

Llegó de Cádiz uno de los catamaranes de la ruta, no recuerdo si el “Bahía Cádiz Segundo”“Tercero”, hizo su maniobra de aproximación, prepararon las pasarelas y a esperar el desembarco para embarcar nosotros. Una cubierta al aire con asientos, y una cabina interior para temporada invernal, teniendo en cuenta que la gente se acoplaba también en escaleras, proa y popa. Embarque y rumbo al Puerto de Cádiz. Navegación un tiempo por el río Guadalete, abandono del espigón y cruce de la Bahía.


Y más.

Al fondo las torres eléctricas y el Puente de la Constitución como sky line actual al fondo. El saludo de los tripulantes de los veleros con los que nos cruzamos. Ningún barco de categoría en la bahía. En un momento estaba el Puerto de Santa María alejándose y Cádiz cada vez más cerca. Unos ocho kilómetros en media hora, nos dan 16 kmh, era más o menos la velocidad del catamarán de dos quillas.


Y más

Muchas fotografías de los pasajeros, pienso que todos el que tenían teléfono estaba haciendo fotos. Éramos un estorbo unos para otros, no podías fotografiar nada que no te lo tapara un pasajero. Entramos en el puerto y pasamos cerca de los cruceros que estaban amarrados y si desde fuera te parecen enormes, a nivel de agua lo parecen más, En esta ocasión había cuatro, a dos mil pasajeros, ocho mil a un consumo medio de 50 euros por cabeza suponen cuatrocientos mil euros de ingresos.


Terminal Marítima

Aunque dejen dinero agobian más. La masificación turística es como todo lo que se pasa del fiel de la balanza desequilñibra otras cuestiones. Pero en una ciudad cada vez con más índice de desempleo, y desmantelada industrialmente no le queda otra alternativa que soportar al turismo. Desembarco por pasarela salida por el muelle sin control aduanero, a la Plaza de Sevilla. Fin de la singladura marinera del Puerto de Santa María a Cádiz en el catamarán “Bahía de Cádiz tercero”.

Fotografías del autor, Wikipedia, Gente del Puerto e Internet
Bibliografía de Wikipedia y del Blog Gente del Puerto

sábado, 2 de diciembre de 2023

CASA DEL CARNAVAL DE CÁDIZ O MUSEO DEL CARNAVAL

 
Entrada (cuando estaba cerrado)

De camino para comprar micro pestiños en la Pastelería Alameda de la calle Sacramento, 31, que son una delicia, observamos que el palacio del Marqués de Recaño, en la calle Marqués del Real Tesoro, 10, sede del Museo del Carnaval o Casa del Carnaval estaba abierta, con la mayor de las amabilidades nos facilitan la entrada y posiblemente por ver cuestiones de edad que nosotros no vemos, aunque están ahí, nos recomiendan subir por el ascensor, ya que según ellos, los escalones de la escalinata del palacio son demasiado altos.

La puerta abierta


Los conocedores del mundo del Carnaval gaditano seguro tienen más elementos de juicio que nosotros, legos en la materia. Lo cierto es que el palacio es una joya y la documentación en fotografías y otros elementos de la fiesta muy numerosa. Y tenemos la suerte de que estaba expuesta una exposición temporal, de un fotógrafo, Julio González, “Retratos urgentes: la trastienda del COAC”, 25 fotografías de primeros planos de diversos personajes del Carnaval, rostros como; José Luis García Cossío 'Selu', Antonio Pedro Serrano 'El Canijo', Tino Tovar, 'El Love' o Antonio Martínez Ares, entre otros, que son 25 obras de arte. 



Dice el autor en una entrevista de prensa en la Voz de Cádiz: “en mis fotografías no existe producción previa alguna y tampoco idea preconcebida de su realización. De hecho, la mayoría de las veces no tiene información sobre el 'tipo' que van a vestir los componentes de la agrupación retratada, ni siquiera sobre el espacio disponible para ejecutar la foto misma sin molestar o ser molestado”, en una palabra, instantáneas del momento, que no pueden ser más expresivas.



Puede parecer, y no sólo parecer, que uno se va siempre por los cerros de Úbeda, en las entradas. Lo que es cierto es que, a medida que uno investiga las cosas, no puede soslayar, lo que parece accesorio y no lo es, y muchas veces lo accesorio es más principal. Cuando te dicen que la sede del Museo del Carnaval fue el Palacio del Marqués de Recaño, lo primero que se te viene a la mente es saber quién es el Marqués. Entonces buscas en los lugares idóneos y menos idóneos, buscas por todos lados y te impregnas de la historia local de las cosas.



Dice la Wikipedia, que es como la “Enciclopedia de Grado Medio” -Dalmau Carles Plá, actual, un compendio de saber popular, con sus errores pero, ¿Qué historia no los tiene? Dice: Bernardo Recaño o Recagno (s. XVII, Voltri, República de Génova - s. XVIII, Cádiz, Reino de España), I marqués de Casa Recaño, fue un aristócrata, cargador y político hispano-genovés del reinado de Felipe V, reconocido como uno de los miembros más destacados del Real Consulado de Indias del siglo XVIII, así como por su promoción y mecenazgo de la escuela gaditano-genovesa. Mandó construir el Palacio de Recaño, así como la capilla del Sagrario del Oratorio de San Felipe Neri a los hermanos Schiaffino.



Y sobre el palacio sigue diciendo la sabia enciclopedia: “El palacio forma parte de una manzana de mayor extensión, organizándose en torno al inmueble el viario y creándose frente a su fachada principal un espacio urbano de mayor amplitud a modo de reducida plaza, que contribuye a resaltar la nobleza del edificio. El inmueble tiene planta rectangular y presenta el esquema tipológico propio de las casas-palacio gaditanas. 



Su interior se estructura alrededor de un patio central con galerías en torno a las cuales se desarrollan las dependencias. Se compone de cinco plantas dispuestas con la organización funcional característica de la casa comercial de la burguesía gaditana: planta baja, entresuelo como oficinas, planta noble de residencia del propietario y una última, de menores proporciones, que usualmente habitaba la servidumbre. En este caso se ha añadido otra planta más que no se refleja en la fachada.”


El Teatro Falla

Y además de la casa del Marqués italiano nacionalizado español, construida en 1731, ha sido el Palacio: “El 30 de agosto de 1787 se trasladó al edificio la Escuela Gratuita de Dibujo, Aritmética y Geometría, realizándose las reformas necesarias. Allí permaneció la Escuela de Nobles Artes de Cádiz hasta 1838. En 1857 se inaugura en la casa la Escuela Normal de Magisterio y posteriormente es adquirido el edificio por las Hermanas de la Caridad para el Colegio de Jesús, María y José. En este palacio tuvo su primera sede el Tribunal Supremo de España en 1812, de donde se trasladó a Madrid.” Ah, y Conservatorio Manuel de Falla.



Y actualmente la CASA DEL CARNAVAL O MUSEO DEL CARNAVAL. Pero como todo tiene sus pros y contras, hay gente que se queja de que no recoge todo el mundo del Carnaval que es muy grande. Recibimos una queja espontánea de una carnavalera, que decía no recogía ese fleco importantísimo de la confección de disfraces, el “gremio” de costureras/os, sin el cual las máscaras no sería máscaras. Estamos hablando del Carnaval serio dentro de su broma. Ponerte una falda de tu tía Antonia, y pintarte los labios y una peluca, te convierte en máscara, pero pobre. Los disfraces es otra cosa, son ensoñación, arte… pero es que en ese orden de cosas ¿dónde dejas a las maquilladoras? 


Fotografías de Julio González

Me imagino que con el tiempo se irán solucionado todas esas quejas. Pero si el continente del Palacio del Marqués de Recaño ya es un lujo, el contenido lo viste de Carnaval y son motivos sobrados para visitarlo adecuadamente. Ah, y no se olviden que si pintan canas y la columna no la tienen suficientemente ergida, la amabilidad de los cuidadores les aconsejaran subir por el ascensor ya que la escalera dice la Wiki: “…se compone de tres tramos delimitado el último con antepecho de balaustres de mármol. El primer tramo está cubierto con dos bóvedas de crucería decoradas con yeserías. 


Fotografías de Julio González

Muestran en la clave un florón y en los plementos motivos de flores circundados con roleos, hojarascas y frutos, todos de gran carnosidad. Asimismo, la cubierta de la caja de escalera se cubre con bóveda de arista. Su decoración se organiza en torno a una gran macolla central dispuesta en la clave, hacia donde converge la decoración que cubre los plementos, compuesta de una láurea central con motivos frutales, rodeados de profusa decoración de volutas, acantos y racimos de frutos que alternan con cabezas de angelotes dispuestos en los cuatro arranques de la bóveda.” Vamos que los escalones son altos.

Fotografías del Autor, Julio González y La Voz.
Bibliografía de Wikipedia