jueves, 30 de junio de 2011

EL HOSPITAL DE LA CARIDAD

Fachada actual

No había hecho más que despuntar el s. XV, cuando fue fundado el Hospital de la Caridad, La plaza del Potro disminuyó en su tamaño. La calle Armas era la continuación de uno de sus ángulos, igual que la de San Francisco, la de sillería continuaba hasta Grageda, en cuya esquina había un mesón.

Descubrimiento de la fachada que estaba tapiada, en 1917

Tenemos que hacer un esfuerzo considerable para imaginarnos la Plaza del Potro en ese tiempo, bastante más grande, con la calle Sillería (Romero Barros) prolongarse al frente buscando la de Grageda (Gragea). Y Armas enrasada por su lado este de la Plaza, y San Francisco por el norte. Don Teodomiro Ramírez de Arellano lo dice:

Puerta principal

“Fijamos esta opinión en que en el privilegio real concediendo la fundación de aquella benéfica casa se autoriza a la cofradía para edificarla en terreno de la plaza del Potro, calle Real y Sillería, y en una casa que adquirieron del convento de los Mártires. La Sillería no llega más que a la plazuela, luego para tomar terreno de ella era preciso que continuase en el solar ocupado por el edificio.

Lateral derecho

Existe además en el archivo de la Caridad, que hemos registrado minuciosamente y visto la multitud de documentos curiosos en él guardados, una escritura que se otorgó en 1562 por la cual la cofradía adquirió parte del mesón que había quedado formando rincón en la calle Nueva, hoy de Armas, para labrar en su terreno las enfermerías alta y baja, las cuales son actualmente la Biblioteca provincial y la clase de dibujo natural.”

Detalle

Sobre la Fundación de la Hermandad continúa diciendo:

“Hacia el año de 1400 eran tantos los desvalidos que fallecían en la mayor miseria por falta de medios para su asistencia que algunas personas de alta jerarquía se asociaron con la idea de recogerlos y darles los socorros necesarios, mas sin formar hermandad ni reunirse apenas hasta 1443, que ya se juntaron y erigieron aquélla, concibiendo el pensamiento de establecer la hospitalidad. 

Perspectiva de la puerta 

Entonces redactaron bases para ello, y al fin recurrieron a los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel, quienes, a la sazón en Córdoba, dieron su real cédula, fecha 30 de julio de 1483, mandando a las justicias de todos sus reinos no consintiesen que persona alguna perturbase a aquellos hermanos o cofrades en las mandas y limosnas hechas en favor de los pobres. Esto dio tan buen resultado que en 1493, con licencia del obispo, pudieron hacer iglesia y colocar en ella altar y campana, 

Parte de la Reja

lo cual realizado se consiguió que Alejandro VI expidiese a 28 de junio de 1500 una bula concediendo tener sagrario con el Santísimo Sacramento y la extremaunción para los enfermos, el derecho de nombrar y quitar sus capellanes según conviniese a la cofradía, celebrar misa y demás oficios divinos y dar sepultura a los enfermos que allí muriesen, aunque hubiese entredicho en la ciudad, con tal de que en este caso fuese a puerta cerrada y sin estar presente persona alguna comprendida en aquél, con otras muchas prerrogativas, todas dadas también en 22 de mayo de 1534 por el obispo de Zamora don Francisco de Mendoza, como comisario general apostólico de la Santa Cruzada.

Vista lateral

Con estos y otros privilegios aún más importantes, algunos extendidos a favor de los pobres encarcelados, a quienes también amparó, siguió la hermandad de la Caridad, siendo el pertenecer a ella una de las distinciones más honrosas que buscaban los cordobeses, puesto que para su ingreso habían de hacer pruebas de nobleza, sin excluir de esta obligación a persona alguna, por elevada que su posición fuese.”

Escudo

Sobre construcción de la capilla y los miembros selectos de la nobleza que pertenecieron a la Hermandad dice:

“En 1509 se edificó la capilla mayor, colocando en ella las armas de don Juan II, que reinaba al fundar la cofradía, así como en 1570 se esculpieron también las de don Carlos I y su madre doña Juana, aprobado después por Felipe II. Todos estos reyes y otros muchos personajes honraron y se honraron con pertenecer a esta hermandad, en cuyos libros constan sus nombres como tales cofrades. Esta circunstancia ha enriquecido mucho el archivo de aquel hospital, toda vez que siendo indispensable la prueba de nobleza existen allí multitud de datos interesantes a las familias, y lo que es más aún, de personas cuyos nombres figuran en la historia de Córdoba.”

Escudo

Fue casa de vecinos, estuvo arrendado para otros menesteres y en 1865 se estableció en el edificio  la Biblioteca y el Museo y luego se adicionó la escuela de Bellas Artes. Como curiosidad, que tiene muchas y variadas, solo permitían sus estatutos curar hombres pero no hombres con enfermedades venéreas. Su capacidad era de diez a quince camas.

Escudo

Hoy lo que era el Hospital de la Caridad, está integrado en el Museo de Bellas Artes. Su portada que en 1917 descubrió Enrique Romero de Torres, que año tras años la hemos visto destruirse poco a poco con el mal de la piedra, y otras agresiones, se presenta con su máximo esplendor, su gótico isabelino –creo-, exultante, que, junto con la delicada reparación del pavimento de la Plaza, de la propia Posada del Potro, y algún que otro edificio del conjunto, presenta un marco precioso. 

Escudo

Nos hace olvidar, como estaba la plaza en 1900, como era la casa de entrada al Museo de Bellas Artes y de Julio Romero de Torres, y como estaba de deprimido el entorno, como las mujeres de los alrededores cogían el agua con las cañas de los caños superiores. Era un espectáculo verlo y como el tráfico rodado campaba a sus anchas. Hasta el triunfo de Miguel Verdiguier, trasladado desde San Hipólito encaja allí. Hoy el disfrute es la excelente rehabilitación de la portada del antiguo Hospital de la Caridad. El largo mandato de Enrique Romero de Torres le permite incidir notablemente en el desarrollo del edificio del Museo. Desde el descubrimiento de la fachada del Hospital de la Caridad en 1917, hasta la construcción de la fachada del Museo, en 1926, por Francisco Javier de Luque.

Una panorámica del conjunto de la fachada

Se puede profundizar sobre la Historia de la Hermandad de la Caridad aquí

Rosetón

Fotografías del autor, salvo la antigua de la portada
Bibliografía de Teodomiro Ramírez de Arellano.

miércoles, 29 de junio de 2011

CONSTRUCCIONES HIDRÁULICAS DE LA AVENIDA DE VALLELLANO

Uno de las construcciones recién excavada, al fondo el cementerio

Al cementerio de la Salud se iba desde el paseo de la Victoria, por un camino que cruzaba Vistaalegre dejando a la derecha la carretera de Puesta en Riego. El pilar redondo de los llanos, donde se jugaba a la pelota y a los lados de  la carretera citada, hacia el Bar Piloto, los restos de unos refugios subterráneos de la guerra civil. En ese llano de instaló la feria de mayo en alguna ocasión.

Una panorámica del lugar en los años cincuenta del s. XX

Se construyó una recta carretera desde el cruce con la del aeropuerto, que luego el edifico de la Audiencia Provincial y el Wagon se encargaron de cegar, desde la esquina de lo que llamábamos el solar de la Diputación (con un misterioso crimen en su haber y donde el Sinagogo nos enseño sus descomunales atributos genitales, por lo menos a mi me lo parecieron), luego de Rumasa. Aún está algún eucalipto de ese tiempo en la esquina.

Un arreglo para la visita posterior

Cuando se remodeló la zona, corrían los años 1953 al 1955 y posteriores. Puente Nuevo, Avenida del Corregidor y del Conde de Vallellano -de la que nos sobraban siete de sus ocho carriles-, murallas y muchas obras de embellecimiento de la ciudad. Fue la explosión de las obras monumentales de Córdoba. El parentesco del Alcalde (yerno) con el Ministro franquista de Obras Públicas, dio frutos a la ciudad.

En la actualidad
Por las noches del verano usábamos la Avenida de Vallellano para hacer entrenamientos en bicicleta. Bajar hasta la Puerta Sevilla y luego subir hasta “el Palas”. Jardines que estaban recién plantados con jóvenes árboles, muchos de los cuales con la remodelación han desaparecido. Un enorme espacio de la ciudad, una gran avenida, pero afortunadamente por la que apenas pasaban coches.

Vista por detrás

Por esa tiempo Samuel de los Santos Gener, excavó los restos que nos ocupan hoy, ya que parte de ellos, la conducción hidráulica cruzaba la avenida. En el lado de Vistaalegre existían lo que llamábamos las Tumbas y en de Fleming el final del acueducto, una especie de alcubilla y una construcción como de noria. La carretera al cementerio de la Salud, fue rebajada de la cota de Vistaalegre, al contrario que el Charco de la Pava, al otro lado que fue relleno, por lo que los árboles que quedaron, antes de pasar a mejor vida, tenían una base de tierra, que puede verse en la fotografía panorámica desde altura.

Otra vista

 Dice la Wiki: “es una construcción de planta rectangular de 4,40 x 2,90 m. con muros de 50 cm. de espesor formados por sillares de piedra calcarenita. Su profundidad es de 2 m. y la altura total de la construcción es de 3,40 m. Antiguamente estuvo completamente soterrada y actualmente sólo sobresale la bóveda de medio cañón, formada por trece dovelas del mismo tipo de piedra y con un orificio de unos 20 cm. de diámetro en su centro. 


Apertura lateral

En una de sus esquinas tiene un segundo orificio que debió utilizarse para acceder a su interior, ya que bajo él hay ocho mechinales o huecos rectangulares tallados en las paredes y enfrentados dos a dos que permitían la colocación de los peldaños de una escalera. Por los restos hallados en la excavación de “El Aljibe” de Espejo, similar a este, su construcción puede datarse en la segunda mitad del siglo I a.C.”

Suciedad interior

Sobre la siguiente construcción dice también:

“A escasos metros de la anterior, al borde mismo de la calzada, se encuentra otra construcción descubierta al mismo tiempo. Se trata de un depósito construido en “Opus Caementicium”, de planta rectangular de 4.40 x 2,70 m., cubierto con una bóveda del mismo material y con una torreta cuadrada en su extremo con un orificio de 65 cm de diámetro que, por la existencia de mechinales en su interior hace pensar que fuese un pozo de acceso al interior. Se desconoce su funcionalidad por encontrarse el interior colmatado aunque se supone que se trata de una cisterna relacionada con la anterior y pertenecientes ambas a un ambiente doméstico.


Otra de las construcciones al fondo la primera

También pueden observarse restos de una conducción de agua a ambos lados de la calzada, más visibles en el lado izquierdo, que terminan en una pequeña caseta de piedra, próxima a lo que debió ser un pozo de noria, de planta rectangular con los extremos menores redondeados.”

Vista desde el otro lateral

Diversas fotografías de la época pueden ilustrar mejor como estaba en su tiempo, y no ha cambiado mucho afortunadamente, salvo en la suciedad interior, evidentemente fruto del incivismo de algunos ciudadanos y de los juegos infantiles, ¿por qué, a quién no le ha gustado tirar piedras en un misterioso agujero? Recuerdo que, incluso algunos valientes se atrevían a bajar por la abertura, ante la admiración del resto de pusilánimes. Entonces no tenía reja, aunque la reja nunca ha sido freno para la aventura infantil. 

El orificio superior

No he encontrado documentos al respecto que certifiquen el sentido real de las construcciones, aunque parece que son sin duda, hidráulicas. En algún sitio he encontrado sólo unos párrafos que dicen: “Construcciones hidráulicas romanas de la Avda. Conde de Vallellano. Restos de una construcción hidráulica que, según A. Ventura, pudo ser una piscina limaria, para decantar el agua traída por el acueducto de Valdepuentes, o una cabeza de sifón, desde donde el agua sería conducida al interior de la ciudad.”

Conducción

Y otro lugar: “el acueducto Aqua Vetus se dividía en dos ramales, el del sureste entraba por Vallellano y las estructuras hidráulicas del lugar servían para servir a la zona suroccidental de la ciudad”

Final de la conducción y a la izquierda lo que pudo contener la noria

Otros monumentos, que forman parte del escenario diario de los jardines de Vallellano que, dicho sea de paso, con la remodelación -los jardines- se han quedado, para mi gusto, de maravilla, construcciones que son otras grandes olvidadas de la ciudadanía. Debían tener una placa informativa, que informara a los paseantes que son y que misión tuvieron en su tiempo.

Fotografías de AMC y del autor
Bibliografía de Wikipedia y otras

martes, 28 de junio de 2011

LAS EXCAVACIONES EN EL SECTOR SEPTENTRIONAL DE CORDOBA, CONFERENCIA DE BELÉN VÁZQUEZ NAVAJAS (23JUN11)

Título de la conferencia

Con un calor ya de pleno verano, y como es lógico una hora poco propicia, no para una conferencia de esta índole, sino para desplazarse por la ciudad del granito calentado, que te hace llegar al Arqueológico como si estuvieras avanzando con una guerrilla urbana, pegado a las paredes, en este caso las de sombra. Luego en un coqueto salón biblioteca, de la planta alta del Museo, con una temperatura ya soportable, nos dispusimos a escuchar a la arqueóloga Belén Vázquez Navajas, en su conferencia  “Diez años haciendo historia: Las excavaciones en el sector septentrional de Córdoba”.

La arqueóloga conferenciante, Belén Vázquez Navajas

Comenzó la conferenciante explicando los pilares del Convenio GMU-UCO: “Formación de investigadores y profesionales de la Arqueología perfectamente cualificados. Inserción laboral de los mismos en el ámbito especialmente de la Arqueología urbana. Difusión y divulgación del patrimonio arqueológico cordobés al conjunto de la sociedad.”

Pilares del Convenio GMU-UCO

Explicó la metodología del trabajo realizado y como las piedras hablan a los investigadores, metafóricamente, para contarles el pasado y que luego después ellos lo cuenten a la sociedad. Aclaró como las zonas de la ciudad son, como un puzle en el que aunque falten algunas piezas, se sabe la pieza que no está aunque no se haya visto.

Comenzando la conferencia

Señaló los tres grandes yacimientos de la zona y aclaró que no se puede hablar  del sector norte en una sola sesión, que se necesitarían muchas sesiones específicas. Expone, ayudada por la proyección, los límites de la Córdoba romana, después de la ampliación augustea, y dice que, fuera de la misma, es decir extramuros, había vida. Había espacios funerarios, lúdicos, agropecuarios e infraestructuras hidráulicas y viarias.

Un momento de reflexión previa.

Se refiere brevemente al sector de Cercadilla en época tardoantigua, y remite al respetable a que lean los números 16 y 18 de la serie Arqueología Cordobesa. Lástima, porque a muchos, por lo menos a mí, me hubiera gustado saber quien fue el causante del increíble daño causado a ese sector por los fastos del 92, por acción o por omisión. Se refiere a la transformación del sector en el 711, conservando infraestructuras antiguas y creando otras. Habla de los hitos de la fundación de Medina Azahara en occidente y Medina Azahira en oriente. Aclara los sectores concretos en los que se va a detener. Sede de EMACSA, Plan Parcial de Renfe, Iglesia de la Consolación, Cortijo del Cura, Naves municipales, sede de Fepamic y Noreña.

Detalle del Ustrinum

Sobre el yacimiento de la antigua sede de Emacsa, señala las fases del estudio, sobre los cuatro sondeos dice que dos fueron negativos y en los otros dos se descubren; una fase romana, tres islámicas y otra bajo medieval. De la romana se estudia un Ustrinum, en el que existen huellas de hasta cinco cremaciones, cimentado con opus signinum, de muros mampuestos y pavimentado de calcarenita picada. Otra estructura importante es la de un horno cerámico, cuya estructura explicó. Salió también algo de la época emiral, un pozo ciego y un muro, y el resto de la califal que fue la más importante. 

Yacimiento y horno

En la sede de CECO excavación de 2006/2007, no salió nada importante, salvo de la época califal en lo que pudo ser un complejo productivo y una especie de calle aunque sin determinar. También que esos lugares estaban muy contaminados con estructuras contemporáneas de la antigua estación de ferrocarril. Sobre la Iglesia de la Consolación, en la parcela NA2, que excavó Maribel Gutiérrez -que se encontraba presente en la conferencia-, y que la segunda fase la llevó el convenio GMU-UCO, lo más importante fue referido a la época califal. Una gran casa, de posible uso agropecuario, y una gran alberca con pavimento de losas y paredes pintadas a la almagra, además de las medias cañas de los vértices de paredes con el suelo para facilitar su limpieza. También otras piezas como un anillo, un candil un clavo entre otras, que facilitan siempre la datación. No sólo son restos de construcciones, añadió, es lo que encontramos.

Parte del público asistente

En el Plan Parcial Cortijo del Cura, se realizaron quince sondeos y nueve fueron absolutamente negativos. En los positivos, al igual que en los anteriores, la época califal se lleva la palma. Posiblemente un espacio alfarero, zonas de producción y dependencias relacionadas, así como una posible espacio que pudiera ser una calle pavimentada de gravilla. También varios hornos de combustión y parrilla, similares a los modelos romanos. El espacio mejor conservado es uno con sillares de calcarenita y patios, alrededor de los cuales están situadas una serie de estancias.

Otra parte del público

En la calle Isla de la Gomera se hicieron diecisiete sondeos, todos negativos salvo uno, en el que apareció un muro insignificante. En la sede de Fepamic pasó lo mismo, no había restos arqueológicos. La de Noreña por el contrario si tuvo una considerable importancia, no por los restos en si sino por la extensión de estos. Aunque con la construcción de la residencia y sus sótanos, fue barrido todo resto arqueológico de los mismos, por lo que la excavación se realizó en los alrededores. El amplio espacio encontrado está dotado de muchas zonas con patios, crujías en torno a estos y zonas de ámbito doméstico. También lo que pudieron ser unos talleres o tiendas.

Excavación de Noreña, sector B, con las tumbas delimitadas por el muro.

En esa misma zona se descubrieron unas doscientas tumbas, de enterramiento de rito cristiano, con ejes este oeste, excavadas directamente sobre el terreno, cubiertas por tejas o losas de pizarra. Las tumbas no sobrepasan un muro que existía, y algunas están cortadas por restos del siglo X, por lo que tendrían que ser anteriores. Para finalizar, volvió a los planos de la ciudad; el de la época romana; el del gran momento de la época islámica, con sus grandes arrabales, estructuras hidráulicas y viarias y dijo que, habíamos visto someramente siete partes de un gran yacimiento que es la ciudad de Córdoba, y emplazó al respetable para después del verano. 

Hubo solo dos preguntas: una relativa a la cronología de las excavaciones, a la que respondió que, la cerámica es el elemento importante de ella. Y una segunda pregunta sobra lo extensa que debía ser la Córdoba califal, a la que contestó  que era mucho mayor que la actual, por el tipo de construcciones bajas, pero no mayor en habitantes. Una hora y diez minutos de una conferencia muy interesante que, s. e. ú o. he tratado modestamente de esquematizar.



Fotos y vídeo del autor.
Bibliografía de la presentación

lunes, 27 de junio de 2011

MEDIO MILLAR DE ENTRADAS EN EL BLOG

Entrada

El 27 de diciembre de 2010, cumplí cuatrocientas entradas en el blog, hoy seis meses después le he sumado cien más, he cumplido quinientas. Si me parecía impensable haber llegado a cuatrocientas, imagínense lo que me parece haber llegado al medio millar. El índice de las mismas está aquí, donde están agrupadas por etiquetas. 

He aprendido mucho, muchísimo, de los comentarios. Lo mejor de las entradas  -siempre lo digo-, son los comentarios, son la verdadera sustancia, creo que son la verdadera razón de ser de las primeras. Lástima que la gente no se prodigue mucho. Sobre los comentarios se puede decir mucho, pero puedo decir que salvo contados, y con una mano puedo hacerlo, no ha habido ninguno ofensivo, si algunos defensivos de instituciones arcaicas que no tienen defensa alguna para mí. Y algún otro que rezumaba vanidad y soberbia por los cuatro costados. Estos casos requirieron el capote antipolémico. Las entradas son también como un barómetro de las relaciones personales, incluso las no entradas vislumbran actitudes.

Mi nieto Alejandro

En muchas ocasiones me he equivocado, y si me lo han hecho ver, he rectificado y en paz. Si no me he dado cuenta, lo siento, es normal equivocarse y más si uno no es erudito en nada. Casi cien seguidores registrados y muchos más anónimos, como reflejan las estadísticas, me obliga a manifestarles mi agradecimiento a todos por estar ahí, pedirle disculpas por los errores y alabar su paciencia. Mi línea del ánimo es a veces bastante quebrada, como un diente de sierra, paso de la euforia al desaliento con frecuencia, luego la descarga del condensador de turno rellena vanos y vuelta a estabilizar la tensión de trabajo. 

Mi nieta Claudia

Pienso que, lo que más me gustaría es que mis nietos, Claudia y Alejandro, leyeran las “tonterías y pegoletes” de su abuelo, pero para eso aún queda. A mí me hubiera gustado conocer las vivencias de mis abuelos, pude haberlas conocido, pero en su momento no pregunté lo necesario. Quien tenía capacidad de aclararme muchas cosas era mi tío Fernando, el cual atesoraba muchas anécdotas escritas, que me comentó pero yo no vi,  y que se encargó su mujer de destruirlas nada más morir. E incluso tenía un magnetófono de alambre, de esos que, en lugar de cinta, tenían un hilo metálico como soporte magnético. Siempre lamenté después perder toda esa información, no obtenerla cuando pude hacerlo.

Cientos de papeles, versos, historias, un amplio anecdotario y hasta una obra teatral, destruido todo por esa injusta señora. A pesar de eso, admití que los papeles eran suyos, de su marido, y podía hacer lo que hizo. Lo de injusta lo digo con conocimiento de causa, por otra cosa que fue lo que verdaderamente me indignó. Una señora que presumía de cristiana, cuando llegó la hora de renovar la sepultura de su marido se negó a hacerlo, me dijo que le daba igual que lo echaran a la fosa común, que no pagaba el dinero que costaba. era lo último que podía hacer por él. Entonces decidí hacerlo yo pero no tenía el permiso adecuado. Esa era la injusticia.

A partir de aquel momento se acabó mi relación con ella. El publicar esto es una especie de satisfacción personal, por no haberle dicho en su momento, las verdades del barquero, como se merecía. Pero no me imaginé discutiendo con ella, en el asilo, en una sala llena de personas de la misma edad, que me imagino tendrían mejores sentimientos. Nunca podré olvidar esa situación. Estuve tentado también, de decirle lo que dijo mi tío, en un momento de lucidez, poco antes de salir de casa de sus padres para casarse con ella, en el momento de la verdad, del no retorno, para que se enterara de lo que vale un peine. Pude ser muy cruel con su crueldad, pero no merecía la pena.

Mi tío Fernando

Afortunadamente conseguí los permisos reglamentarios, por mediación de un sobrino suyo que amablemente  colaboró y pude gestionar su exhumación e incineración posterior, que la hice a la misma vez que la de mi madre y sus cenizas, guardarlas en el columbario de la familia, junto con las de los abuelos y las de mis padres. Mi hermana vino conmigo a la hora del acto final, ya que el previo lo había efectuado yo solo, primero en San Rafael y luego en la Fuensanta, ella llevó a mi madre y yo a mi tío. Era lo menos que podía hacer por mi él, ya que a su “cristiana” esposa no le importó un pimiento. A mi relación con ella le puse el palote cruzado y hasta que murió, que no tardó mucho. Ese día cumplí con el protocolo y puse el fin al capítulo.

Sin que se confunda esto con una cuestión de índole religiosa, como estamos hablando de memoria, el cielo de los cristianos es, a mi modo de ver, el buen recuerdo de las personas que ya no están. Y por el contrario, el infierno -aún a pesar de que parece que la muerte salda todo, no es así-, los recuerdos negativos, del que ha hecho daño voluntariamente a otro ser humano y así lo recordarás siempre. A estos no desearías "que la tierra les sea leve".

Cabecera

Todo esto viene a cuento, porque considero lo importante que es dejar constancia escrita, o en cualquier otro soporte, de las vivencias de las personas, para que no se sientan los que vienen detrás desvalidos cuando quieran investigar sus orígenes. Porque tiene mucho valor cualquier cosa que colabore con nuestra memoria, que deje constancia de hechos que seguro le sirven a los demás o activan mecanismos que son necesarios estimular para no perder los recuerdos. Que no se pierda ni un papel o dato que pueda significar recordar. Si perdemos la memoria ya no somos nosotros.

Gracias a todos los que estáis ahí, activos, pasivos, indiferentes, a los que caigo mejor y a los que caigo peor,  gracias.

domingo, 26 de junio de 2011

GRAN TUMBA DE LA PUERTA SEVILLA

Gran Tumba de la Puerta de Sevilla

D. Enrique Romero de Torres, que se incorporó al Museo de Bellas Artes a la muerte de su padre, D. Rafael Romero Barros, en 1895, fue restaurador del mismo hasta 1917 y director del Museo hasta 1941, y seguro que impregnado del espíritu de su padre, defensor del patrimonio de esta ciudad fue también crítico con quien no hacía las cosas bien.

D. Enrique Romeo de Torres en la exposición sobre Valdesleal 

En 1931, D. Enrique Romero de Torres excavó en la actual esquina de la calle Infanta Doña María con Antonio Maura, o lo que era el camino Viejo de Almodóvar,  o como se llamara la vía en la Córdoba republicana, y no lo digo porque fuese el año 1931, cuando la modernidad volvió a este país, y se mantuvo durante los años que los bárbaros lo permitieron, antes de ensangrentarlo, aunque me refiero concretamente a la Córdoba del siglo I d.C., porque en ese lugar a la orilla de una vía estaba emplazada la tumba, para que el inquilino o inquilinos de la misma se mantuvieran en la memoria de quien la viera.

Tumba vista desde el lateral sur

La tumba, que se consideró monumental, está realizada en sillares de calcarenita local. El dato fue recogido por D. Samuel de los Santos Gener en sus actuaciones en la zona de Ciudad Jardín, denominándola Gran Tumba. Luego el monumento funerario fue desmontado y trasladado al Museo Arqueológico Provincial.

Tumba desde el lateral norte

A principios de los años sesenta, ya se había empezado en los cincuenta las grandes reparaciones de murallas y otros monumentos, se decidió trasladar la Gran Tumba a donde hoy se encuentra, en las inmediaciones de la Puerta de Sevilla, donde recibe la dosis letal de los humos de los coches del aparcamiento que tiene delante.

Vista por detrás lateral sur y este

La tumba parece fue expoliada en la antigüedad. Los restos de ajuar encontrados en su interior, están el  Museo. En los rellenos se encontraron dos urnas con tapas, sin asas y pintadas. Un punzón de hueso y trozos de Terra sigilata, elementos que hicieron deducir a los expertos, en primer lugar su datación por la segunda mitad del siglo I d.C. y que los ritos funerarios que se practicaran en ella serían cremaciones.

Vista por detrás lateral este y norte

Está construida en opus cuadratum de piedra de la zona. Conforma un cuadrado con unas medidas de planta de 3,70 m. de lado y unos 4 m. de altura. La puerta de acceso, que tiene una reja, es un arco de medio punto. La cámara interior es una bóveda de cañón. Parece, según Santos Gener que pudo semejarse a una torre. Posiblemente su apoyo fuese una base de opus caementicium, con una primera hilada se sillares que conformaban una especie de pódium.

Interior, bóveda y reja

Es un monumento funerario que, al igual que en la antigüedad, aún a pesar que el lugar no fue Puerta en la época romana -la que hubiere estaría dentro del barrio-, si representa el lugar de las tumbas en esa época, a la salida de las ciudades, extramuros.

Fotos del autor
Bibliografía de Arqueocórdoba.

sábado, 25 de junio de 2011

CALLE Y TIENDAS ROMANAS DE LA CALLE SANTA VICTORIA

Pórtico y calle

Esta visita se circunscribe, dentro de la ruta Arqueología somos todos, dedicada a Velázquez Bosco. En ella estuvimos adecuadamente dirigidos y asesorados por la arqueóloga Doña Belén Vázquez Navajas. El subtítulo de la ruta es "Calle y Tiendas romanas de Aquazul, el Gimnasio de Santa Victoria".  Y en la declaración resumida del espacio a visitar, se refiere a él con: 

Entrada al Gimnasio Aquazul

“En el interior del Colegio Santa Victoria se conservan los restos de una calle romana con pórticos para proteger a los peatones del sol y lluvia. Pertenece a finales del s. I d.C. Igual que en nuestras calles, bajo el pavimento de losas de piedra había una cloaca a la que vertían los desagües de las casas.”

Bajada a la sala Arqueológica.

Hace unos años esta parcela se utilizaba como pistas deportivas y graderío del Colegio Santa Victoria, podemos recordar una enorme puerta metálica de acceso al patio. La intervención Arqueológica de Urgencia se realizó entre el 3 de julio y el 30 de septiembre de 2001, por los arqueólogos Doña Elena Castro del Río y Don José Ramón Carrillo. Este trabajo se puede consultar aquí.

Una vista frontal del pórtico, escalón y pavimento

Si utilizamos Google Earth, programa que nos permite mirar en el pasado, no podemos bajar del 2004, por lo que no llegamos a las fechas adecuadas para visualizar el entorno cuando era patio. El vuelo de los americanos del 1956, si permite vislumbrar algo, aunque haciendo un notable esfuerzo de voluntad por la carencia de definición, sólo veríamos el patio.

El muro perfectamente integrado

Todo parte del proyecto de la Congregación de Madres Escolapias de construir en la zona un Gimnasio con piscina cubierta. Se excavan aproximadamente unos 470 m2, que supone el 50 % del total. En el trabajo citado anteriormente se detallan todos los extremos de la excavación. Se data en la segunda mitad del s.II a.C., en cuanto a la zona más antigua  de la excavación, sin alcanzarse el estrato geológico final. 

Grandes losas del pavimento

Las primeras construcciones halladas se datan en el s I a.C. determinadas por los característicos cimientos de canto rodado, soportes del tapial. También se determina el urbanismo republicano, que continua hasta bien entrado el s. VI d. C. Fue el sector una zona de transición entre la muralla republicana y su desmonte para prolongar la ciudad hasta el rió y zona complicada por el gran desnivel que tiene, teniendo en cuenta la cercana Cuesta de Peramato (actual) en su lado sur que estaría ocupada por el graderío del Teatro.

Muro esquinado

Parece ser que era un sector de viviendas. Encima de los estratos republicanos se situó un pavimento de caliza, que lo delimitaba un escalón lateral de sillares y muro. El pavimento, citan los arqueólogos, puede ser de época augustea. Parece que esta calzada sigue la fosilizada muralla republicana.

Pavimento

La visita se realiza sin problema, evidentemente con un permiso previo que no altere el desarrollo de las actividades que se realicen en la estancia donde están los restos que, se denomina Aula Arqueológica, a la que se accede por una escalera, y la que da un cierto empaque al gimnasio por poder estar realizando ejercicios en la presencia de los restos de más de veintidós siglos, del pórtico y calle romanos.

Lateral del pórtico

La integración es muy adecuada, delimitando los restos con unas cuerdas en la zona del pavimento y pórtico y sin nada en los muros. Lo cierto es que el pavimento de madera y los ocres de las paredes hacen del lugar un espacio muy singular.

Vista del pavimento y pórtico al fondo

Otro lugar más para visitar en el centro de la ciudad, que antaño se dice era un lugar donde pudo estar situado el foro provincial. De todas formas debajo, en dirección al río estaba el teatro del que seguro se verían la summa caveas. Un terremoto arruinó la zona después perdiendo todo su esplendor. 

Muro en un lateral de la sala

Por otro lado, si allí se edificó Santa Victoria, seguro que, siguiendo la teoría de la superposición de los lugares sagrados podría existir un templo en la época romana. En el Museo Arqueológico existen unos escalones que, en la maqueta del teatro, llevan hacia ese sector elevado de la ciudad donde algunos autores ubican un templo dedicado a Diana.

Fotografía del trabajo citado de la excavación
se puede ver el trozo de pavimento que se expone y el pórtico

Fotografía aérea del yacimiento cuando se estaba excavando

Fotografías del autor y dos del trabajo citado
Bibliografía de trabajo de la excavación citado.