jueves, 21 de febrero de 2019

EL SANSÓN DEL SIGLO XX

En la Plaza de los Tejares 1959 (Foto Ladis)

En 1959 yo había dejado la escuela, pues le había propuesto a mis padres ponerme a trabajar. Decidí ir a hacerlo con un amigo de la familia, que era uno de los mejores orfebres que ha tenido está ciudad, Francisco Díaz Roncero, “Paco el de la Luisa” -se llamaba como un locutor de Radio París de aquel tiempo-. Habíamos vivido juntos en Medina y Corella 4, la calle de la Convalecencia, a la que después y hasta hoy, se le llama con el nombre del fundador del Monte de Impiedad. Me presenté en su casa de Fernández Ruano y le dije que si me podía ir allí de aprendiz. Entonces los contratos eran verbales, bueno vente aquí, me dijo, y ya fui el nene de los mandados, y en el tiempo libre aprendía el cincelado. 

Rotura de la piedra en el pecho

Arrastre de personas con cuerdas

Transcurrió la primera semana y al final me dio una gratificación de seis pesetas, mi primer sueldo, que significaba veinticuatro al mes. Inmediatamente llegué a mi casa y se las di a mi madre, y ella me dijo que me quedara con ellas. Seis pesetas, una fortuna, cuando lo que manejábamos eran perras gordas y chicas, 10 y 5 céntimos respectivamente de peseta. Mil novecientos cincuenta y nueve era un año, como los anteriores y posteriores, de una época que, si no fuera por la nostalgia de la infancia, tenía poco de que acordarse, y menos de lo que reírse. Federico Martín Bahamontes el “Águila de Toledo”, antes el “Lechuga”, había ganado el Tour de Francia y la Montaña. Y en Córdoba en la desaparecida Plaza de los Tejares actuaba el “Sansón del Siglo XX”.

Cuelgue de personas de la boca

Sebastian Llull levantando peso

Pues seis pesetas fue lo que me costó la entrada para ir a ver al forzudo, mi primer sueldo. Sebastian Llull, un mallorquín nacido en 1930 y fallecido 77 años después, en 2007. Tenía en 1959 veintinueve años. Arrastraba un camión con el pelo, Se colgaban unos hombres de una barra que sujetaba con los dientes, también tiraba de una furgoneta con ellos. Doblaba barras de hierro dándose golpes en los bíceps y en los muslos, levantaba 125 kilos con una mano, le rompían a golpes una piedra que se ponía en el pecho… etc. vamos un espectáculo. Invitaba a la gente a que hiciera lo mismo por dinero. Coger una barra de hierro con las dos manos, levantar la pierna y darse con ella en el muslo y doblarla.

Con tres personas encima

Cartel del Price

El chiste era una cola de aspirantes para el premio, y ninguno pudo, sólo quedaba un escuchimizado espectador, y la gente decía déjalo que lo intente. El enclenque con mucha diligencia cogió la barra con ambas manos, levantó la pierna y la dejó caer con toda su fuerza en su pierna, se oyó un chasquido seco y dijo: -¡Ya está! –¿Ya está qué? le preguntaron. –La pierna partida. contestó. Lo cierto es que con y sin chistes, la gente se distraía, con esas diversiones de circo. Que si la barras de hierro estaban recocidas para que fuesen más dúctiles, que si tal que si cual. Siempre tratando de sacarle púa al trompo. Lo cierto es que era un forzudo señor, gordo eso sí, nada de culturista. Creo que había actuado ya el año anterior. 

Arrastrando una furgoneta del pelo

En la última etapa de su vida

Luego surgió en el escenario del espectáculo una amiga a la que promociono, y que llamaban la "Mujer de Hierro", Linda Baker, como nombre artístico, y que la gente llamaba la "Sansona del Siglo XX". No se pueden contar los chistes, ni señalar con lo que los graciosos decían que partía los cocos, después de miccionar. Lo cierto es que era una señora de armas tomar, y hacía similares exhibiciones de fuerza que, si para un señor eran normales, para una señora eran una cosa muy especial. Una Córdoba de hace sesenta años, en los que la entrada a los Tejares costaba seis pesetas, o lo que  es lo mismo, 0,0359 de euro, y que a mí me costó mi primer sueldo semanal.

Fotos de Internet de autores desconocidos y de Ladis
Bibliografía de Internet

2 comentarios :

car res dijo...

Fue tema de conversación en Las Margaritas,en el bar del Pireo,en la peluquería.Tema entre los chicos,admirando la fuerza de aquel hombre.Si dices que fue en el 59,tenía yo 14 años,no se,pero lo recuerdo de más pequeño,lo mismo actuó por primera vez antes.Los recuerdos de fechas ya es un problema,pero no el de las sensaciones y esta fue fuerte,en el barrio.
Disfruto con los recuerdos que nos traes.Nuestra niñez a pesar de todos los pesares fue muy hermosa,con lo poco que teníamos.
Salud

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Carlos, actuó en el 58 también, y la nostalgia es la nostalgia. Un abrazo