martes, 8 de mayo de 2018

ESTUDIO DEL PINTOR JULIO ROMERO DE TORRES

Una vista actual del estudio del pintor

Desde el 27 de abril y hasta el 13 de mayo de 2018, En horario: laborables 9,00 a 21,00 h. y festivos 9,00 a 15,00 h., estará abierta la casa, el jardín arqueológico o patio, y el estudio que fue en Córdoba del pintor Julio Romero de Torres y hermano Enrique. Esta casa que perteneció al Hospital de la Caridad desde 1493, un año después del descubrimiento de América, hospital o fundación del mismo que estuvo vigente hasta finales del siglo XIX, pasó después a formar parte del patrimonio de la Diputación Provincial.

Entrada antigua al estudio

 El estudio actual

Una puerta de acceso a una habitación anexa

 Listado de obras y su posición en el estudio

Un brasero

Aquí vivió la familia formada por Rafael Romero Barros y Rosario de Torres Delgado, y sus ocho hijos. Y fue casa familiar después, del matrimonio Julio Romero de Torres y Francisca Pellicer López, y sus tres hijos, Rafael, Amalia y María de los Ángeles (Angelita) En el año 1964, entré a esa casa, cuando aún vivián los hijos en ella, porque estaba trabajando en otra de la calle Julio Romero de Torres, concretamente en el número 4, propiedad de los hijos de Julio Romero, a pagar el alquiler  de la vivienda. Nos entrevistamos creo que con Angelita, una señora mayor, exageradamente pintada, muy educada y agradable de trato. A mí me impactó conocer a una hija del Pintor. El hijo, Rafael, era más conocido por el Museo y en otra ocasión particular tuve contacto con él, por un tema relacionado con un concurso de radioaficionados, que conmemoraba el aniversario del nacimiento de Julio Romero.

 1.-Relieve de cortejo de danzarinas de la Villa Burghese. s. XIX
Reproducción yeso patinado en mármol

 2.- Reposatinajas con vertedor. s. XIII, barro cocido

 3.- Fragmento de viga o artesonado de la Mezquita-Catedral 
de Córdoba. s. X          

 4.-Tanagra de Afrodita. s. XIX, reproducción escayola pintada

5.-Maternal técnico de pintura y restauración. s. XIX-XX

En los años 20 y 30 del siglo XX, fue reformado el patio, y se le llamó jardín arqueológico, por la inmensa colección de obras arqueológicas, que había recuperado y atesorado Rafael Romero Barros y sus hijos, estando estas decorando el jardín. Por esas fechas se sembraron naranjos en el patio. Las piezas han estado siempre custodiadas por el Museo de Bellas Artes. El estudio se construyó en los años 30 del siglo XX, que era el almacen de las piezas citadas. Cuando la familia regentaba el Museo, había una habitación en la que se simulaba el estudio y un cuadro inacabado, creo recordar que de una religiosa. Lo cierto es que ver el Museo antes y verlo ahora es desde luego como la noche y el día.

 
 Caballete y útiles de pintura

 6.-Mobiliario de estilo castellano. s. XVIII

 7.-Mendigo. Rafael Romero Barros,1865-70, óleo sobre lienzo

8.-Estudio de Paisaje, Rafael Romero Barros, 1890, óleo sobre lienzo

SOBRE EL ESTUDIO (Texto de la muestra)

"El Estudio de la Casa de la familia Romero de Torres, tiene su; origen en un pequeño habitáculo residual situado al fondo del jardín, que desde fines del siglo XIX vino utilizándose como Taller de Restauración del antiguo Museo Provincial de Bellas Artes de Córdoba, siendo usado primero por Rafael Romero Barros, primer conservador-restaurador del mismo, y luego por todos los miembros de la familia, ya que Julio Romero y también su hijo Rafael, lo ocuparon por cortos periodos de tiempo, cuando la plaza de restaurador estuvo dotada.

9.-Retrato de Julia Romero Alcaide. Rafael Romero de Torres. 1886, óleo sobre lienzo

10.-Capitel emiral. s. IX-X

 11.-Estufa de fundición, s. X, JCE, Salamandra

Fotografía de la estufa

A partir de 1895 y hasta 1905, aunque era Enrique el que se encontraba al frente de los museos, la gente creía que eran ambos, ya que Julio siempre le estaba echando una mano, comenzando ya a utilizar aquí a sus modelos para posar, como dan testimonio algunas fotografías y reportajes de prensa del momento. De esta manera, el espacio se fue llenado de útiles para pintar y restaurar, además de elementos arqueológicos, arquitectónicos y decorativos, convirtiéndose en el sitio ideal para practicar la pintura, lejos del ruido de las demás habitaciones de la poblada vivienda.

 12.-Capitel Califal. s. X, mármol labrado y trenzado


13.-Vasija mudéjar. s. XIII-XIV

 14.-Julio Romero de Torres. Mariano Benlliure y Gil, 1931, yeso patinado en bronce.

15.-Enrique Romero de Torres. Jacinto Higüeros Fuentes, 1933, barro cocido y patinado

Bendición Sánchez, Socorro Miranda, Pilar y María Luisa Zamora, María Luisa Parody, Dolores Obispo, o María Teresa López, fueron algunas de las mujeres que se prestaron solícitas a posar para el artista en un espacio que, hacia mediados de la década de 1920 sufre una importante reforma debida al arquitecto Francisco Javier de Luque (1871-1941), que afectó especialmente a su aspecto exterior, siendo dotando de estilo regional sevillano, con una fachada inspirada en la doble arcada de Hernán Ruiz I del exterior de la iglesia del Hospital de la Caridad por la Plaza del Potro.

Mural de las fotografías de modelos y amigas

Estrellita Castro

Detalle dedicatoria Estrellita Castro

Detalle del mural de fotografías

Detalle del mural de fotografías

Fue este su momento más álgido, en que se incorporan al mismo piezas arqueológicas, cerámicas, muebles y obras de arte pertenecientes a la familia. A partir de mayo de 1930, tras la muerte de julio, le fueron añadidos buena parte de los enseres que estaban en el estudio que el pintor tenía en la calle Pelayo de Madrid, del que procede, por ejemplo, la chimenea. También se le incorporan el yeso que sirvió para vaciar el busto de Julio que en 1931 le hiciera Mariano Benlliure (1862-1947) para presidir el recién creado museo del artista; o el retrato de Enrique que en 1933 modela en barro el escultor jiennense Jacinto Higueras (1877-1954)."

Como decía aquel, apresúrese para verlo porque quedan pocos días.


NOTAS
Tengo un excelente amigo que, a raíz de la publicación de esta entrada, me ha comentado que él frecuentaba mucho esa casa, que conoce el lugar desde pequeño, que ha jugado con Pacheco, el galgo de Julio Romero, y que incluso echa de menos un naranjo del jardín. Iba con su padre que atendía médicamente a la familia. He de decir que mi amigo está muy cercano a los noventa, o quizás los tiene, con una mente y memoria privilegiada.

Fotos del autor y de la exposición
Textos entrecomillados de la exposición.

2 comentarios :

José María Palencia dijo...

Gracias Paco, primero por tu amistad, y luego por tu sabiduría y constante apoyo a la cultura cordobesa. En el Museo de Bellas Artes de Córdoba, agradecido, tendrás tu casa siempre. (José María Palencia)

Paco Muñoz dijo...

Gracias a ti José María, por tus palabras y el ofrecimiento, que sé es de corazón. Ojalá todos los cordobeses sintieran el Museo como lo sentimos algunos, cercano y propio. Muy honrado en aportar lo que se puede, y la amistad es reciproca.
Un abrazo