jueves, 17 de mayo de 2018

MUSEO ARQUEOLÓGICO DE CABRA

Sala principal del Museo

Después de visitar el domingo 13, Carcabuey y su Castillo, y ahora sí, pararnos a degustar el lomo con patatas de "Los Pelaos", pusimos rumbo a visitar el Museo Arqueológico de Cabra. He de decir que la impresión que nos llevamos fue superior, un Museo Arqueológico de categoría, en una ubicación inmejorable. Un palacete, en la calle Martín Belda, de Cabra, de los primeros años del siglo XX, concretamente en 1921, fue construido para una familia burguesa, la de Martín Belda, varios años después se convirtió en la sede del Banco de España, que lo fue hasta 1978. En el 1980 se convirtió en la Casa de la Cultura, y en 1984 acogió la sede del Museo.

Pasillo lateral

Ánforas

Suelo del patio

Vitrina Edad de los Metales, La Beleña y Edad del Bronce

La inauguración oficial fue en el año de los fastos de 1992. En la planta baja está el Museo y en las superiores la biblioteca. Un precioso Patio de Columnas, que contiene 10 de mármol rosa veteado, y el nombre en el impluvium, a modo de como figuraba el de los evergetas en las obras civiles en tiempos del Imperio Romano. Una remodelación que sucedió en 2015, le añadió un espacio en el que se recrea un mitreo, dedicado al dios Mitra, muy conseguido en tamaño natural. Y otro que es una representación de una tumba orientalizante.

Restos procedentes de la cueva artifical de La Beleña

Cuchillos de silex

 Vitrina de restos del Cerro de la Merced

Restos romanos de Igabrum

Por otro lado y utilizando las nuevas tecnologías, en la sala de proyecciones podemos ver en tecnología 3D, un documental que hace un recorrido por las cuevas prehistóricas del entorno y sus pinturas rupestres. Hay que utilizar unas gafas que te facilitan en la recepción. Luego pudimos ver también un documental del interesante yacimiento del Cerro de la Merced. Este Museo es uno de los más antiguos de la provincia. Se creó en 1973, el 15 de enero, cuando apareció el Mitra de Cabra, cuyo original está en el Museo de Córdoba. Está dividido en secciones: Paleolítico, Neolítico, Edad de los Metales, cultura íbera, romana, visigoda, musulmana (andalusí), Edad Moderna y contemporánea.

 El Mitra

 Eros dormido

 Dionysos

Niño con liebre

Una exquisita atención, la entrega de unas gafas tridimensionales, para ver primero el documental en 3D, sobre las grutas de las cercanías y la pintura rupestre, y el recorrido circular de izquierda a derecha, empezando por la prehistoria y acabando en la edad moderna. Una bien cuidada planta museística, luego la visita al Mitreo, que te traslada a la época, o después a la tumba orientalizante, de hace 2600 años, la recreación toda en tamaño original. Útiles de trabajo de la edad de los metales, y sucesivamente avanzando en el tiempo.

Tumba orientalizante s.VII a.C.

 Mitreo

 Mitreo

Labrum s. VII d.C.

Por destacar, sin que ello reste importancia a otras piezas que también la tienen, casi todas procedentes de la Villa del Mitra: un Dionysos; un Eros dormido de mármol; el Niño con liebre, que fue propiedad durante un tiempo de aquél ministro franquista, Solís Ruiz, el que negoció la entrega del Sahara. y el "asuntillo" de los fosfatos. La escultura parece fue fuente por el orificio de la boca de la liebre. O la copia del Mitra, cuyo original está en el Museo Arqueológico de Córdoba; sin olvidar el triente, la moneda acuñada en oro, de época del rey Egica, o los hermosos mosaicos romanos incluyendo el monumental que está en el patio exterior, junto con otras piezas, que ocupa toda una fachada de varias plantas en vertical.

 Triente, moneda del rey Egica

Mosaico

 Motivo central mosaico Triunfo del Baco s.III d.C.

Mosaico Triunfo del Baco en el patio

Merece la pena visitar este coqueto Museo Arqueológico, con detenimiento, porque debemos dejar tiempo para, después ver otras cosas que esta ciudad permite ver. Nosotros recordamos hace muchos años, como cincuenta, cuando el viaje lo hacíamos en scooter, una Lambretta 125 cc, por esas carretera prefondos Comunidad Económica europea, e íbamos a ver la Fuente del Río o subir a los santuarios marianos del Picacho, o Lucena. No hay que olvidar elementos turísticos y culturales de esta bonita ciudad, que están relacionados en la Web de Turismo de su ayuntamiento. Por citar uno, El Barrio de la Villa.

Fotos y vídeos del autor (Un vídeo del Museo)
Bibliografía de la Web del Ayuntamiento y Wikipedia

4 comentarios :

Pepe Lozano dijo...

Magnifica entrada como siempre amigo Paco. Me alegra mucho comprobar la impresión tan grata que te has llevado del Museo Arqueológico de Cabra, mi pueblo, que hace que se me pongan las orejas colorás, y piense en volver a visitarlo pronto, pues hace años que no entro en él. También me alegra que al final pasaras por Los Pelaos, tras oler los chorizos y morcillas en tu camino hacia Carcabuey. Un día redondo. ¡Un abrazo!

Paco Muñoz dijo...

Grata es un adjetivo que poco puede decir de la sensación sentida, se queda muy por debajo. Es un Museo dentro de su s posibilidades que ya lo quisieran muchas ciudades. Y la ciudada preciosa, nos quedamos con las ganas de ir al Barrio de la Villa, a la casa de Valera, etc.etc. pero ya no nos daba tiempo. Enhorabuena por ser oriundo de esa hermosa ciudad. Está pendiente una próxima visita.
Un abrazo Pepe y muchas gracias por tu presencia.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, yo no tengo palabras para expresar lo magnifico de tu obsequio cultural. Uno se queda abobado delante de tanta belleza y digo lo de embobado por no decir yo que se…
Algunos cuentas que en según qué lugares pierden la noción del tiempo. Yo pensaba no será para tanto. Hemos recorrido gran parte de Europa y sí todo muy bonito pero no es para tanto, hasta que…
En mayo del año pasado estuvimos 9 días en Florencia y la Toscana. Desde los primeros rayos de luz estábamos mochila al hombro y cámara en ristre.
Salíamos a las excursiones por la Toscana y estábamos locos por volver para seguir viendo y paseando por las calles de Florencia, a la que dedicamos en exclusiva los 3 últimos días.
Estábamos en un hotel de la plaza de Santa María Novella, a dos paso del Duomo, todo el centro, y extasiados recorrimos todos los lugares y Museos. Tú dirás, a que viene este relato. Te cuento: al tiempo de haber vuelto estaba ordenando las fotografías y, no me acordaba si y donde habíamos desayunado. Igual no lo hacíamos. Le pregunte a la Jefa y tampoco se acordaba. Tuvimos que mirar los papeles del viaje y vimos que estaba incluido en el hotel. Tuvimos que hacer memoria, y nos costó un rato recordar. Nuestro caso no fue tan grave como lo que le pasó a Stendhal, pero la emoción de ver tanta belleza nos había he olvidar cosas tan cotidianas con el desayuno.
Un fuerte abrazo

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias por tus palabras querido amigo Patxi.

Permíteme que sienta una sana envidia, si ese sentimiento puede ser sano. Según el diccionario, la envidia es el: "Sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee.". En tu caso el pasear por Florencia y la Toscana, aunque sea un "pecado", o el "mal nacional", es para envidiarlo. Y además justifica plenamente el olvido del condumio mañanero.

Por otro lado tenemos en nuestro solar cercano, lugares que harían olvidar si no el desayuno, ya que no era hora, si el lomo, chorizo o morcilla de "Los Pelaos", aunque se encargaría la naturaleza de pedirte sales de fruta después, o te lo recordaría el colesterol de los análisis clínicos periódicos. Eso sí, a mí afortunadamente esto último no me afecta.

Un fuerte abrazo y nuevamente gracias por tu presencia.