viernes, 29 de marzo de 2019

EL CORNEZUELO DE CENTENO

El hongo "clavicep purpurea", cornezuelo de centeno

Esto no es nuevo, posiblemente muchos iluminados, muchos religiosos, yo pienso incluso que el Padre Roelas, buena persona, el punto de partida del "milagro" San Rafael en Córdoba, estaban bajo la influencia de los alcaloides del cornezuelo. Por pobre no comía pan de harina de trigo sino de centeno, su categoría social no se lo permitía. Las alucinaciones eran seguro como consecuencia de los alcaloides del cornezuelo. También estimo que algunas levitaciones de esa época, éxtasis (aunque creo que esto último lo producía el “divino” amor), etc. eran causa de la alimentación de esa época, mientras los dirigentes, que utilizaban otra materia prima, la harina de trigo, estaban despejados de mente. No quiero ni pensar que hubiera pasado si en un incensario hubiesen echado algunos "claviceps purpurea". Estamos por los siglos XV y XVI, y vamos a salto de mata de cientos de años.

Las tentaciones de San Antonio

Luego hay datos de que más contemporáneamente, se comercializó el tráfico, sobre todo en Galicia -de los pobres desde luego-, del cornezuelo, cuyo nombre variaba en función de la región. Pero en todos los lugares era el hongo Claviceps Purpúrea, el conocido cornezuelo de centeno. Sabían de sus efectos alucinógenos y que podía provocar abortos y aliviar partos. Se llamó dentón, cornello, cornecho, caruncho, etc. en nuestro tiempo llegó a significar un elemento importante en la farmacología, se fabricaron unos inyectables que protegían las hemorragias de las parturientas. Ese era el problema cuando en la antigüedad daba lugar a los afectados la aparición de gangrena por actuar en la coagulación de la sangre y claro se curaban en los monasterios, que almacenaban harina blanca de trigo.

El cornezuelo en el propio cereal

Y no hablemos de sus “virtudes” cuando en los alegres años cincuenta, se descubrió el LSD, que procede del versátil cornezuelo. Su existencia está ligada a los cultivos de cereal, si no se quitaba de él el pan salía oscuro. Su ingesta excesiva lo convertía en “el fuego de San Antonio”, o el “mal del pan maldito”, llamado ergotismo o generando hasta gangrena en las piernas. Albert Hoffman lo estudio durante muchos años y en 1943 descubrió el LSD y sus efectos. Una curiosidad más, el pan de centeno era muy consumido en Europa, en la edad media, los frailes de San Antonio se dedicaron a cuidar de este tipo de enfermos, y entonces se descubrió que haciendo el camino de Santiago se curaban del ergotismo los enfermos durante el viaje. ¿Santiago? que ni siquiera vino a España. No. El cereal de Castilla que era trigo, al dejar de comer el centeno contaminado sanaban, así de simple.

En mano del campesino recolector

Más adelante cuando la molécula se sintetizó en laboratorio, la recolección del cornezuelo cayó en Galicia, y la economía que era parecida, aunque en mucha menor medida, a la de la coca en las regiones americanas, cayó porque ya no era necesaria la recolección en planta, por lo que los más de dos mil años de conocimiento de sus propiedades lo controló desde entonces la industria farmacéutica y las débiles economías familiares tuvieron que dedicarse a otra cosa. Y claro, paralelo a todo ello, las sanadoras, llamadas brujas por parte del poder, o meigas "que haberlas haylas", ya que estamos en Galicia, tanto con el cornezuelo o Camino de Santiago, ya no curaban normalmente, y la rueda de la vida daba y daba otra vez vueltas para volver a empezar con otra cuestión. 

Para saber más del cornezuelo:

Fotografías de Internet
Bibliografía la citada.

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