viernes, 26 de agosto de 2016

OTRA VISITA A LA "FINCA" DEL ARROYO DE PEDROCHES DE MI AMIGO JUAN

Muro de la presa del arroyo de la Palomera

Después de haberme casi intoxicado por los humos venenosos del incendio de la antigua factoría de Calmante Vitaminado, que visité el pasado domingo veintiuno, decidí subir al Puente de Hierro del arroyo de Pedroches. Dejé el coche delante de la gran cisterna del Castillo del Maimón, y en ese momento llegaba el amigo Juan, el "hortelano del arroyo de Pedroches", con su bicicleta. Nos saludamos, pienso que de momento no se acordaba de mí, pero inmediatamente se acordó. Bajamos juntos andando, ya que él no se atrevía a bajar la cuesta desde el Maimón al Puente encima de la bicicleta, con muy buen criterio.

Lo que queda del puente de Juan y su amigo

Le pregunté por un coche que hay a la izquierda del camino siempre, a la orilla del arroyo de la Palomera. Me dijo que era uno vecino que tenía entre el matorral del arroyo un huerto, y dejaba el coche debajo de la higuera. Le dije que su puente sobre el arroyo de la Palomera, que permitía el paso del arroyo, lo habían acabado de destrozar. Este puente lo había construido Juan con un amigo del barrio del Naranjo. Ya solo queda un palo de de los de soporte de abajo, es lamentable, la gente destroza por destrozar. Los ailantos están colonizando el margen del arroyo, y le ganan la batalla a las zarzas y adelfas.

Como estaba el puente

Antes bajó por un sendero a recoger una bolsa de comida para sus animales que le deja una familia en un lugar secreto. Cruzamos el arroyo de la Palomera, seco totalmente, incluso puede verse el muro de parte de la presa que existía en esa zona. Fue una zona hidráulica de mucha importancia, de ahí partía el canal que alimentaba el molino del margen izquierdo. Al disponernos a cruzar el de Pedroches, que aún con la sequía mantiene una charca a la izquierda, le saqué también a relucir la mala leche de los que habían destruido una escalera que Juan había construido con barandal y todo, una escalera de cemento, en la margen izquierda. Él culpó a los motoristas y caballistas. Es posible.

La linde de la "finca" con el arroyo

Me invitó a su "finca", el huerto que tiene pasado el puente de hierro. Hablamos de la familia, de su esposa que había estado enferma y se recuperó afortunadamente, y de su hijo que lleva, como el mío, cinco años en paro, con la diferencia de que, al estar soltero no cobra ayuda, aunque dudo que sea esa la exacta razón. Ya en el arroyo de Pedroches, nos quejamos de la falta de educación de una persona que se cruzó con nosotros sin ni siquiera saludar. Ahora las personas nos cruzamos en un descampado y como el que lava. Esa sana y educada costumbre se está perdiendo. Somos peor que los animales dijo, bueno los animales, los perros se ven y lo primero es olerse. 

Acuarela de Juan

Nada más pasar el puente ya lo habían olido los suyos y venían por el camino dando saltos. Él dijo, esto sí que es cariño sincero, sin pedir nada a cambio. "Chispita" saltaba a su lado llegándole casi a la cara, hasta que él se agachó y parece que el perro  le dio un beso. Siguió el animal con las muestras de cariño todo el camino hasta la "finca". Le comenté que antes, creía recordar, que tenía otros perros y me manifestó que se los habían robado, un galgo, y otro de otra raza, de los de cacería. Entramos al huerto cuya puerta rudimentaria de somier abrió con una llave.

Más de la antigua infraestructura hidráulica del arroyo de la Palomera

Me enseñó el huerto que delimitaba con una tela metálica para evitar el paso de los animales. El arroyo de Pedroches seco, pero él tiene un venero inagotable en la orilla derecha que, cuando el arroyo trae agua no se ve. Allí tiene una serie de cubos para llenar una bañera y otros recipientes y regar a cubetas el huerto. Con la solidaridad de los que menos tienen, me quiso dar unos tomates, aún verdes, que conté, la tomatera tenía siete. Aún a pesar de eso me los quiso meter en una bolsa, a lo que yo me negué. La higuera no le ha dado higos este año, le dije igual que a un amigo mío, sin embargo el almez está bastante cargado y el año pasado nada. Tiene un tubo de drenaje para que no se le inunde el huerto, una verdadera obra de "ingeniería civil".

La alcubilla de la Palomera

El caño que tanta agua ha dado

Estuvimos hablando que el día veinticinco cobrábamos la pensión, él también la cobra en esa misma fecha, y calculamos que aún faltaban unos días, por lo que estábamos a cuadro. Juan vive en la Fuensanta, y sube a su huerta todos los días, eso le permite soportar los setenta y cuatro años bastante bien. Me despedí de él porque pretendía seguir con el paseo. Antes buscamos un hocino que se  le había perdido y que afortunadamente encontramos. Me dijo que si iba a subir a la fuente de la Palomera que supiera que estaba seca, y yo le añadí y además contaminada. Quedamos en que le haría una visita otro día.

Invasión de ailantos

Más ailantos

Luego la visita a la alcubilla de la Palomera, está seca completamente. Me había dicho Juan que habían pinchado en el venero y la han secado. Yo dudo que eso sea así, aunque la realidad es que la capa freática no puede soportar tantas agresiones. Luego después de visitarla y acordarme los muchos peroles que había estado en el lugar, incluida una detención de la "benemérita", subí al camino que pretenden usurpar los del castillo del Maimón, posiblemente inspirados en las inmatriculaciones de sus colegas. Una pintada en una pared decía: "Quieren 'urtar' camino publico". Pero se entiende, los manifestantes han sido elegantes, hurtar en lugar de robar, usurpar, expoliar. 

Fotos y acuarela del autor.

2 comentarios :

Juan Miranda dijo...

Buenos dias Paco. Que recuerdos, el arroyo Pedroche, que sustos que nos daba en Cañero, como tu dices, cuantos peroles, aunque nosotros eramos mas de Lope Garcia. He estado el pasado Mayo en Cañero en varias ocasiones, tomandome unos médios con mis amigos, sobre todo con Antonio el droguero, cuando cerraba la tienda por el médio dia y dejaba el coche en la acera de las huertas, que ya no existen. En fin, gracias por tu nueva entrada.

Salud y Republica.

Paco Muñoz dijo...

Muchas Gracias Juan: En Cañero lio lo suyo más de una vez, ahora ya no desemboca en el Molino de Martos, lo canalizaron y desembocaba río arriba, pero hace unos años lo han hecho desembocar en el arroyo Rabanales, desgraduandolo. Luego los puentes que lo cruzaban http://notascordobesas.blogspot.com.es/2014/10/sobre-los-puentes-del-pedroches-en-su.html
Tengo mucho sobre este arroyo que era un aprendiz de río. La próxima vez que vengas nos tenemos que tomar esos medios.
Salud y República