domingo, 21 de agosto de 2016

LEYENDAS DE LA MEZQUITA, EL SUCESO DE BENITO BERMEJO Y RAFAEL GARCÍA, PRESBÍTEROS, EN 1815

D. Benito cabreado

Hay otro de los Casos Raros de Córdoba, que cita Don Luís María Ramírez de las Casas-Deza en un escrito suyo que se refiere al ocurrido en 1815 o 1816 -se señalan ambas fechas-, que más que raro es pintoresco, además Don Luís María señala que conoció a ambos protagonistas para atestiguar su veracidad, incluso que uno de ellos era amigo de su familia. Este asunto había ocurrido en la Capilla de San José. La capilla está en el muro este o de Almanzor, de la Mezquita de Córdoba. Este muro empezando por el sur tiene siete puertas, la primera de Jerusalén, la segunda del Sagrario, y la tercera de San José, que da a la capilla que nos ocupa, que desde el Sagrario una vez pasada la sacristía y puerta, es la tercera, una de las cinco que restauró Velázquez Bosco, con la colaboración de Mateo Inurria, en 1913. 

 Capilla de S. José donde sucedió la pelea

Rótulo de la capilla

Esta capilla no es de las más interesantes, artística y arquitectónicamente hablando, teniendo en cuenta que arquitectónicamente son las adosadas a los muros muy similares. Es de planta rectangular y su cubierta de crucería. El retablo renacentista, se compone  de un Señor amarrado a una columna con San Pedro y arriba un lienzo con el titular San José.

Así lo titula: "Suceso de don Benito Bermejo y don Rafael García, presbíteros. Año 1815". 

 Retablo de la capilla (foto de Lourdes Morales)

Suelo de la capilla

"Había en Córdoba un clérigo natural de un pueblo de la provincia, de donde vino a esta ciudad a ser demandante de las monjas capuchinas, y siendo de buena familia, aunque no hijo legítimo, logró el favor de varias personas de representación, y habiendo estudiado lo más preciso se hizo clérigo. 
Siendo hombre de tan poco talento y de tan cortas letras dicen que en cierta ocasión predicó un sermón en el Sagrario, en que dijo: 'Dice el Espíritu Santo y en mi concepto dice bien...', de cuyas resultas le quitaron las licencias de predicar. Se ocupaba en tener administraciones y hacer negocios y llegó a tener representación y a pasarlo muy bien.

 Puerta de S. José (Foto de Lourdes Morales)

Plano de las capillas de Lourdes Morales Farfán

Sucedió que el día 2 de noviembre de 1816, don Benito Bermejo, al pasar por la capilla de un músico tenor llamado don Rafael García -que era la de San José, situada en la nave del Sagrario- fue el Bermejo saludado por el García, que debía ser hombre desvergonzado, llamándole 'predicador del Sagrario', con lo que aludía al sermón que hemos indicado. El don Benito, hombre corpulento y de fuertes puños, entró en la capilla, acometió al García, y le dio tantos golpes y bofetadas que lo dejó muy maltratado. El obispo don Pedro Antonio de Trevilla (1805-1832), sabido este escándalo, que fue grande por haber acontecido el día de los Difuntos, cuando la iglesia estaba llena de gente, mandó recluso al García al convento de San Pedro de Alcántara y al Bermejo al de PP. Capuchinos".

 D. Luis María Ramírez de las Casas Deza

El valiente e ilustrado obispo Trevilla

Y esa es la leyenda, o el caso raro, o la realidad, como pretende  Don Luís María, una pelea entre curas, que no tiene porque ser un caso raro, de todos modos si es jocosa, y así lo hemos visto en alguna película de humor española. A este suceso le escribió unos villancicos el Canónigo penitenciario Manuel María de Arjona, que seguramente fue un guasón, a pesar de que fue el primer director y fundador de la Real Académica de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, y un reconocido intelectual.

El canónigo D. Manuel María de Arjona

El canónigo no sólo escribió los villancicos -de los que no he conseguido la letra a pesar de haberlos buscado-, sino que los llevaba escritos para leérselos de viva voz a quien se lo pedía. Como por ejemplo Don Luis María Ramírez de las Casas-Deza que dice los escuchó una vez, cuando con su padre, fue a visitar a D. Benito Bermejo, el "predicador del Sagrario", que era amigo de la familia, al convento de Capuchinos, dónde cumplía "condena". De ahí la testificación de verosimilitud del caso raro por parte del historiador cordobés.

Fotos del autor e Internet, plano y fotos citadas de Lourdes Morales Farfán de Una ventana desde Madrid)
Bibliografía de los casos Raros de Córdoba

4 comentarios :

Juan Miranda dijo...

Buenos dias Paco. Otra historia verdadera o novelada, en este caso parece que verdadera, por que el "escribidor" De las Casas Deza, la autentifica. Sea como sea, es como bien dices una historia de una pelea entre curas. A mi me trae recuerdos de la Mezquita, donde me gustaba perderme recorriendo rincones, por esa capilla seguro que me he perdido mas de una vez. Otra cosa, Yo hice el campamento en Cerro Muriano en el 68 y en el 69, estaba en Lepanto, en la escuadra de gastadores, con el Coronel Torres Rojas y el Teniente Coronel Cielos y encargado de la limpieza el sargento Marañas. Desfilé en dos semanas santas de Cordoba.

harazem dijo...

Me ha encantado, Paco, tu comentario de que "Manuel María de Arjona, que seguramente fue un guasón, a pesar de que fue el primer director y fundador de la Real Académica de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba" Creo que ese "a pesar" lo que parece significar es que los miembros de la venerable institución han tenido desde su fundación el mismo sentido del humor que un galápago de patio.

Paco Muñoz dijo...

Mi lugar de juegos eran los Patios y la Mezquita por dentro, incluso subir a los tejados, con los amigos de la torre. Meterte por entre el buey del coro e incluso cuando algún monaguillo tenía las lleves bebernos el vino de la Capilla de la Purísima. Yo hice el campamento en mayo del 68, 16ª Cia, Cerro Muriano. Luego 7ª en Lepanto y después Unidad de Destinos, allí si estaba el individuo miserable ese, borracho que mencionas de la limpieza. El destino era Armamento de Rgto. y encargado de los polvorines (temperatura etc.). La licencia diciembre de 1969. Desfiles pocos pero el record de Cabo cuartel creo que es mío. Se lo hacía a todo el mundo que necesitaba irse al pueblo, por lo que estaba siempre de servicio. Una guardia en el monolito de la Puerta principal y me arrestaron, seguro que por moverme, otro miserable. Y otra en la puerta falsa, la del Campo de Deportes.
Andé cielos y tierra para salirme de curso de Cabo primero porque si lo hacía me hubiera quedado de sargento, era mu fácil, y quien evita la ocasión evita el peligro. Luego Entre de personal civil en el Hospital Militar, luego en Intendencia, y después en la Delegación de Defensa de funcionario que es como me he jubilado. Cuarenta y tantos años mezclado con ese personal. Por lo tanto conozco el paño, democráticamente los que conozco que son muchos, se salvan muy pocos, me sobran dedos de una mano, bastantes.
Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Manuel.
La tardanza en contestar es que no me avisa el sistema de los comentarios por correo, He cambiado al Windows 10 y tengo más problemas que con la pensión. Con otro amigo me ha pasado lo mismo.
Lo que no he podido encontrar la letra del villancico, y lo que estuve el otro día por encontrar es lo del gazpacho de Salcedo, que hace mucho tiempo me lo comentaste. Al final tendré que comprar el libro un día de estos.

Un abrazo