domingo, 14 de agosto de 2016

LA LICENCIOSA VIDA DE DON RODRIGO DE VARGAS, DEL LIBRO DE LOS CASOS RAROS DE CÓRDOBA



El libro de los Casos Raros de la Ciudad de Córdoba, recoge una serie de leyendas en las que la mayoría de las veces no coinciden los apellidos que se citan en ellos con la realidad. En este caso pasa lo mismo. Es muy probable que fueran leyendas noveladas, o que se cambiasen los apellidos o las personas.

D. Rodrigo de Vargas hijo de D. Juan de Vargas

"Los Vargas fueron en Córdoba una de las familias más conocidas, tanto por su nobleza como  por los diferentes cargos ejercidos por ellos en diferentes ocasiones. En el último tercio del siglo XVI moraba en ésta don Juan de Vargas, quien tuvo por hijo a don Rodrigo, uno de los jóvenes que más figuraban por su gallardo aspecto, sus modales finos y su trato afable y bondadoso. Muy joven aún, cuando todavía no habían empezado a mitigarse los ardores de su juventud, obligole su padre a contraer matrimonio con la hija de otro noble cordobés y que hasta la muerte guardole con su cariño la fidelidad propia de toda esposa buena y honrada. Pasados pocos años después de su enlace empezó don Rodrigo a galantear a otras mujeres, tomando tal afición a ellas que no perdonaba medios por difíciles que fueran para conseguir sus deseos. Esto le atrajo multitud de lances con los padres o maridos de sus predilectas, y bien pronto la fama de Vargas llegó a tal grado que todos le temían, haciéndole el blanco de sus odios y rencores."


Lance con el platero

"Entre los muchos lances contados de este aventurero joven hay uno ocurrido en la antigua calle de las Platerías, hoy parte de la Carrera del Puente. Un platero estaba escondido huyendo de la justicia por haber causado una muerte. Cerca de su casa vivía una dama a quien don Rodrigo requería de amores, y no hallando otros medios, se entraba en la casa de aquél para hablar con la vecina sin hacer caso de las observaciones hechas por la mujer del platero. Una noche llegó éste, enterose del motivo de tales visitas y, cortésmente primero y después hasta con amenazas, le dijo buscase otros medios de comunicación con aquella mujer, toda vez que la suya perdería en su buen nombre si veían entrar y salir a un caballero que tal fama de libertino había alcanzado. Ofreció hacerlo, mas esto no tuvo cumplimiento, y volviendo el platero a encontrarlo en su casa, arremetió contra él con tal ímpetu y con tanto fue rechazado, que se trabó una horrible lucha en la cual resultó muerto el industrial y Vargas con más de treinta heridas, saliéndose arrastrando a la calle, donde casi desangrado lo recogieron el marqués de El Carpio y sus hermanos, quienes lo llevaron al Sagrario de la Catedral, costándole no poco el curarse tantas y peligrosas heridas. Por último, arreglose el asunto y quedó libre después de hacer grandes donativos a la viuda y cuantos intervinieron en la causa."


Embuste al amigo sobre su novia

"Cuando parecía que el escarmiento fuera el resultado del lance referido y otros de igual índole, don Rodrigo continuó en sus desaciertos, indisponiendo matrimonios, desconcertando casamientos y llevando la alarma a todas las clases de Córdoba, puesto que a nadie respetaba por elevada que fuera la persona a quien ofendía. Cierta noche encontró en la calle del Baño, hoy de Céspedes, a otro caballero, amigo suyo, a quien preguntó por qué paseaba tanto por aquel sitio, puesto que lo había ya visto tres o cuatro veces pasar a la misma hora. De buena fe confesole que con el mejor fin hacía el amor a la hermana de don Pedro de Mesa, a la que pensaba unir su suerte. Ingenua conversación que le sirvió a Vargas para uno de sus enredos. Díjole extrañaba mucho que un caballero tan principal se prendase de una mujer descendiente de raza judía, con lo cual mancharía su honra y el buen nombre de su familia. Creyose en sus palabras y el caballero se retiró de la casa, donde se extrañó mucho su conducta, que al fin aclararon, demostrándole la falsedad de la noticia, con lo que se concertó de nuevo y realizose el casamiento, declarándose enemigos de don Rodrigo, quien ya contaba con muchos y muy temibles." 


Seducción de una huérfana acogida en casa de los Sres. de Fernán Núñez

"Los señores de Fernán-Núñez moraban en aquel tiempo en la casa de la calle del Paraíso, que al pasear por ella citamos. Éstos tenían varias hijas y una huérfana que habían recogido y educado como una de las primeras. Era hermosa y don Rodrigo fijose en ella con su mala intención acostumbrada. Sedujo a uno de los sirvientes, consiguiendo al fin sus impúdicos deseos, entrando de noche sin ser visto de persona alguna. Descubriose al cabo por otra de las criadas, y cuando una noche estaban más descuidados en su entrevista, apareciose la respetable señora de la casa acompañada de dos sirvientas con hachas encendidas. La pobre joven desmayose, mas don Rodrigo oyó con calma los apóstrofes que se le dirigían y, vistiéndose con cachaza contestó a la señora que lo había hecho porque le placía así, y que agradeciese a las canas el que no hubiera pretendido hacer con ella lo mismo, marchándose en seguida como si nada le hubiese sucedido. La pobre huérfana fue al día siguiente a acabar su vida en un convento, y la ultrajada y orgullosa señora de Fernán-Núñez juntó al otro día a todos sus parientes y amigos, casi todos ofendidos por las liviandades de Vargas, y convinieron en acabar con él, llevando la dirección en el asunto el racionero don Pedro Cortés, que ya hemos dicho vivía en la calle de Pedregosa." 

Epílogo, de momento.

"Como aclaración y para conocer el principal personaje que medió en la muerte de don Rodrigo, o sea el que la realizó, debemos contar otro suceso íntimamente relacionado con éste, por cierto el alma de toda esta tradición, un tanto dramática e interesante."

Imágenes de Internet y ninguna de las imágenes está relacionada con la leyenda.
Bibliografía: del libro Casos Raros de la Ciudad de Córdoba.

2 comentarios :

Juan Miranda dijo...

Buenos dias Paco. No ha cambiado nada. Los de arribam hacian y siguen haciendo lo que les da la gana, sin respetar a las mozas casaderas ni a la hacienda ajena, haciendoselo todo como propio. En fin, tiempos pasados de una Cordoba, de una España, que en lo social ha evolucionado poco, con una pseudodemocracia que nos hace creer que vivimos en libertad.

Amigo, salud y Republica.

Paco Muñoz dijo...

Gracias Juan, Espero que la cosa vaya bien. Esto seguro es una leyenda, pero a lo peor, la realidad era mucho más sangrante. La famosa transición que no es tal y algunos llevamos muchos años diciendo que supo el fascismo camaleonicamente, adaptarse. Diseñaron unos partidos a su medida y los dejaron hacer algo, con instrucciones concretas de lo que no podían hacer.

Saludo (más que nunca) y República aunque sepamos que es una ilusión.