jueves, 11 de octubre de 2018

RECITAL POÉTICO DE JUAN PÉREZ CUBILLO, DENTRO DE LAS "NOCHES BOHEMIAS" DEL RESTAURANTE DOBLE CEPA.

Juan Pérez Cubillo, durante su actuación

Un agradable acto, una lectura de poemas de nuestro amigo Juan Pérez Cubillo, con el apoyo musical de un excelente guitarrista, de Estambul, pero que puede decir perfectamente que es de Córdoba, Baris Yavuz, tuvo lugar el lunes día 8 de octubre, dentro de lo que se llaman "Noches Bohemias", en un moderno, cultural y acogedor restaurante, que está en el número nueve de Martínez Rücker -antigua Carnicerías de la conquista en 1236, por la instalación allí de muchos carniceros-, con puerta a la calleja de Pedro Ximénez también. Se llama Doble Cepa y lo regenta Laura Roda. En esa casa estuvo la Casa Árabe, antes de que se mudara a la Casa Mudéjar de Samuel de los Santos Gener. La casa número siete era la casa de mi tía Encarna, a mí me gustaba decirlo así, aunque no lo fuera, mi tía era la que la llevaba materialmente. Ella estaba casada con un sobrino de D. Manuel, apoderado de la Casa Carbonell, esposo a su vez de Dª Jesusa, a la que llamábamos "la Señora".

El rincón del Doble Cepa en Martínez Rücker

A mí me gustaba mucho visitar esa casa. Mí tía Encarna era una mujer muy cariñosa y sacrificada y el llevar materialmente la casa, se debe entender sin grandes dificultades, sin entrar en más explicaciones. La estructura por arriba, era la de una familia burguesa, cada vez más venida a menos. Y el ambiente que se respiraba en ella era el de esa burguesía nacional católica, producto de la guerra, y del dinero, con una poderosa religión que lo impregnaba todo, con rezo de rosario vespertino incluido. Al final, ese venir a menos, significó irse de allí a vivir a una casa de la barriada de Cañero, de mis tíos, pero a pesar de eso, "la Señora" que ahora era absolutamente dependiente de mi tía, en todo, seguía con su porte de gran dama, o por lo menos eso es lo que nos parecía a todos.

Juan Pérez, Laura Roda, Antonio Ruiz y Paco Jiménez

La casa de enfrente a "la de mi tía", la número dos era de un platero al que le trabajaba mi jefe de entonces, Carlos Onieva, y en la cuatro o la seis, no recuerdo bien, vivía una muy buena mujer, amiga de mi madre, pero que era la mantenida de un excelso y famoso veterinario. Era muy habitual entre las familias católicas y pudientes, tener una mantenida el varón de la familia, hecho conocido sin lugar a dudas por todos. Era una de las muchas hipocresías familiares. Sin tener porque, me recordaba al Burt Lancaster del Gattopardo, sobre todo a los hechos amorosos del mismo. Un colegio de niñas tenía entrada por la Plazuela de la Concha, y en la del ciego, del rincón, que da por detrás a la antigua Alcaicería, había muchos vecinos. Allí creo que vivía también el "Cele", un amigo gitano, que en cierta ocasión casi entra en combate por una mala mirada que me echó otro colega. No llegó la sangre al río y las "facas" se guardaron.

Antonio Ruiz, Paco Jiménez y Lorenzo Molina

Don Teodomiro Ramírez de Arellano, en sus Paseos por Córdoba nos cita el porqué del nombre de Doble Cepa. Un toque a muerto o doblar, de una campana determinada, cuando moría un heredero de algún integrante de la Batalla del Campo de la Verdad. Era un privilegio que el Obispo había dado a estos familiares, que primero no eran nada más que a los varones y después incluyeron a las hembras. Era un homenaje eclesiástico, a esas familias. Hay por ahí un vídeo de diez minutos en el que se oye constantemente, en un precioso día lluvioso, el "doblar de la campana", desde el Patio de los Naranjos. Cuando vivía en Cardenal Herrero, era una constante el tañer de las campanas, sobre todo cuando el toque era a difuntos.

Juan preparando el comienzo del acto

La historia de la Doble Cepa de Teodomiro Ramírez de Arellano, publicada en su libro "Paseos por Córdoba" dice: "Durante el fragor de la batalla las cuatro campanas mayores de la Catedral estuvieron tocando rogativa y en el día siguiente y noche doblaron por los que tan gloriosamente murieron en ella: entonces fue cuando el Obispo Navarro ofreció que aquellas campanas y particularmente la segunda denominada hoy de la Cepa, doblaría también á todos los descendientes de los que con tanta decisión y acierto habían dirigido el triunfo de las armas cordobesas; oferta que el Cabildo Eclesiástico confirmó en Noviembre del mismo año, 1368, si bien los expresados descendientes habían de serlo por línea recta ó de varón; pero en 29 de Diciembre de 1504 lo reformó, concediéndolo también para los descendientes por hembra. 

Ángel López, Alicia González, profesora de Flamencología del 
Conservatorio Superior de música y Lorenzo Molina en primer plano

El doble de Cepa continua recordando á los cordobeses la memorable batalla del Campo de la Verdad, y para obtenerlo se necesita que tres individuos, con derecho reconocido, lo pidan al Sr. Deán de la Santa Iglesia Catedral, prestando juramento de que les consta ser el finado de los descendientes de aquellos valerosos hijos de Córdoba: algunas familias, deseosas de que expresado privilegio tenga más lucimiento, al par de obtener el permiso para el doble de Cepa, hacen una exposición al Sr. Provisor pidiendo que las demás iglesias acompañen con sus campanas á las de la Catedral; pero otros se contentan solo con lo primero, cuyos derechos son de poca importancia."

En la espera del comienzo, Paco Jiménez con unos amigos

Ahora lo que nos ocupa realmente, el recital de Juan Pérez Cubillo, dentro de las "Noches Bohemias" del Doble Cepa, un esquema en el que se invita a un poeta a leer una serie de poemas, y se deja abierto a cualquier espontáneo/a que se quiera tirar al ruedo cultural. En este caso no hubo ninguno/a, aunque he de decir que estuve tentado de hacerlo yo. El esquema del recital poético, al que asistieron unas cincuenta personas, está grabado en vídeo en dos partes. Abrió el acto la propietaria Laura Roda que presentó a los intervinientes (también hay grabación de la presentación). Primera parte: con acompañamiento musical de Baris Yavuz a la guitarra: Listado de poemas leídos:

Comienzo del acto, Laura Roda y Juán Pérez

"1. "Memoria de una soleá", de Mario López, por soleá. 2. "Memoria del Sur de España", de Vicente Aleixandre, por alegrías. 3. "En el café de Chinitas", adaptación de un tema popular, por peteneras. 4. "El Patrimonio", de Leopoldo de Luis, sin acompañamiento musical. 5. "Memoria de una guitarra", de Mario López, variaciones de guitarra. 6. "Memento", de Federico García Lorca, por seguiriyas. 7. "Coplas", de Concha Lagos, por malagueñas. 8. "Se alza un ay lastimero", de Juan Pérez Cubillo, Capricho árabe."

Laura Roda, la propietaria de Doble Cepa, durante la presentación del acto

"La primera parte fue interpretada en el año 2.016. Formaba parte del montaje “El cante, la verdad”, proyecto presentado para la noche blanca del flamenco, por encargo del ayuntamiento. Fue autor del proyecto “El cante, la verdad”, Juan Pérez Cubillo. Intervinieron: Javier Carmona, en la dirección escénica; al cante, Rosa de la María, Miguel Pino, Sara Corea y Laura Heredia; al baile, Ángel Reyes, y a la guitarra José Luis Antolí y David Leiva."

Baris Yavouz, guitarrista flamenco, turco de nacimiento

Segunda parte: Lectura de poemas del poemario “Eironeia. Hacia una poética del desencanto”. Autor: Juan Pérez Cubillo. Fue presentado sucesivamente en la Biblioteca Central de Córdoba y “La Carbonería” de Sevilla, en 2.010 y 2.011 respectivamente. Hubo solamente acompañamiento musical en algunos momentos de diversos poemas. La relación de poemas leídos fue precedida por el poema “La mejor escuela”, de José Agustín Goytisolo. Y es la que sigue: 1. "Eironeia". 2. "El otro día vi un caballo". 3. "Ser" (grabado también como videopoema). 4. "Vive". 5. "Había concluido". 6. "Sonaba U2". 7. "Progresa adecuadamente". 8. "Llegó a creer". 9. "Poética del desencanto". 



El respetable, de categoría, yo sólo puedo relacionar a quienes conozco, pero había más personas amigas de Juan Pérez, a los que lamentablemente no conozco. César Morales; Ángel López; Paco Jiménez; Antonio Ruiz, el antiguo tabernero del "Dos Erre" de Avd. de Libia; Lorenzo Molina, que fue librero, Alicia González, profesora de Flamencología del Conservatorio Superior de Música Una mesa ocupada por dos señoras y un Sr.; otra familia, etc. Etc por citar a los conocidos de Juan. También había una reunión en una mesa con 14 ó 15 señoras, además del público espontáneo de las "Noches Bohemias". Apuntar que durante los más de cincuenta minutos que duro el recital, a pesar de estar en un establecimiento público y abierto, el comportamiento del "respetable" fue ejemplar. Felicitar a los artistas y al establecimiento por esa agradable noche poética. 

Fotos y vídeos del autor
Bibliografía facilitada por el poeta Juan Pérez Cubillo y de Paseos por Córdoba citada.

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