miércoles, 25 de enero de 2017

ANTONIO JAÉN MORENTE, HIJO PREDILECTO DE CÓRDOBA, UTOPÍA LIBROS

Portada del libro

Visita a la librería Utopía, por dos razones; tener la satisfacción de conocer que mi amigo Ricardo continúa recuperándose perfectamente, y hacer una visita a las nuevas y coquetas instalaciones de misma, en su nueva ubicación en la Plaza de las Beatillas. Aproveché la ocasión para adquirir un libro que aún está caliente de las máquinas y huele a cultura, sufrimientos y nostalgia. "Antonio Jaén Morente, hijo predilecto de Córdoba". Respira el libro alrededor de la miserable guerra civil y los asesinos que tanto dolor trajeron a este país, eso sí la mayoría se han vuelto demócratas pero llevan el fascismo asesino en sus genes. Intelectuales que tuvieron que ser acogidos en otros países lejanos y soportar represalias sus familiares y de su obra.

Delante de la Puerta de Almodóvar
Con el Presidente de Filipinas Sr. Aguinaldo

Yo, o leo lo justo, o leo. En esta ocasión ha sido de una sentada. El libro lo merece. 239 intensas páginas que nos llevan por el mundo que le tocó vivir a Jaén Morente. Una obra que firman sus nietas; Ángela Gorrell Jaén de McKay, Cristina Gorrel Jaén de von Zeppelin, Magdalena Gorrel Jaén de Guimaraens y Manuel Toribio García, su historiador. Es una biografía ilustrada que engancha. Deja ver muchas facetas del biografiado, y sobre todo permite afirmar que políticamente, aunque puedan existir algunas lagunas con los vaivenes de su militancia, no se puede dudar de su republicanismo ni de su talla intelectual, que es de mucho peso. Hay que tener en cuenta que los tiempos eran los que eran, y su estatus estaba en un escalón más alto que la media. Luego está que su Historia de Córdoba ha sido un libro de consulta para mí, desde hace muchos años. La edición que tengo está impresa en Barcelona por Liberia Luque en 1976.

 
Ejemplar de edición 1976 Historia de Córdoba, anverso y reverso

La forma que tuve de adquirir esta Historia de Córdoba fue muy "sui generis", estaban amontonados muchos ejemplares en el falso techo del edificio del Gobierno Viejo, junto con ingentes cantidades de Boletines de las Corte Republicanas, y mucho polvo. En un primer momento pensamos que, un alma caritativa había salvado de la quema a la obra de Jaén Morente, pero por la fecha de la edición tuvo que ser otra la causa del enclaustramiento de los libros y Boletines. Luego estaba la vecindad de mi barrio con el suyo y, aunque somos de generaciones bastante distantes, siempre oía a mi abuelo y a mi madre hablar de él, lo mismo que de otros ilustres del barrio. Claro con el natural recelo con el que se hablaba en la dictadura fascista de los represaliados.

Retrato de familia, Quito, 22 de julio de 1945. Los niños: Magdalena
Gorrell Jaén, María Rosa García Jaén, Cristina Gorrell Jaén, María Cruz 
García Jaén, Manuel García Jaén y María Carmen García Jaén. Los 
adultos: Juan Gorrell, Antonio Jaén, Carmen Domingo de Jaén, Magdalena 
Jaén de Gorrell, Tomás García Navarro y Carmen Jaén de García.

El libro está muy bien construido y es una preciosa biografía ilustrada, aderezado de múltiples fotografías que le dan una gran categoría. Hay una preciosa fotografía de D. Antonio, de joven delante de la Puerta de Almodóvar, que deja ver la esquina de su casa. La que años después fue la Taberna de Paco El Rubio, a la entrada de la calle de los Judíos. En esa pared está la placa que el 3 de febrero de 1979, el ayuntamiento democrático colocó, homenajeando el primer centenario de su nacimiento. Merece la pena leerlo, pues nos permite conocer la vida de un paisano intelectual cien por cien, docente de vocación hasta que en 1964, a los 85 años, falleció en San José de Costa Rica.

Placa en la calle de los Judíos

Dice la contraportada: 

"Un cordobés de pura cepa.
No es exageración afirmar que la figura y la obra de don Antonio Jaén Morente suponen una de las mayores contribuciones de Córdoba a la llamada Edad de Plata de la cultura española pues a su trayectoria política durante la II República, se une una importante obra historiográfica y de carácter didáctico, el ser un auténtico animador de la vida cultural cordobesa e ilustre representante de la llamada España transterrada del exilio republicano en Hispanoamérica.

Escudo de la II República del Consulado de Manila

Recuperar la obra y dar a conocer la trayectoria vital del exilio republicano español tras la Guerra Civil, es un deber cívico y moral. Sólo cuando los libros de tantas personas que desarrolla ron su labor fuera del país, vuelvan a ser publicados y leídos; sólo cuando conozcamos el sufrimiento y el dolor por vivir fuera de España podremos dar por cumplida esta obligación. Memoria histórica con carácter reparador de tanta afrenta, pero también memoria democrática sin la cual la paz nunca será completa." 

 Invitación a la presentación

El sábado 28 se presenta en la casa de Góngora, y se da el pistoletazo de salida de la exposición: "Antonio Jaén Morente: historiador, intelectual y político"
Y para adquirirlo en Librería Utopía, Plaza de las Beatillas, s/n. o en www.utopíalibros.com

Fotografías del autor y de la obra
Bibliografía de la obra

2 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, en cualquier rincón de las casas de Córdoba se puede encontrar cosas, porque la dictadura hizo que las buenas gentes, entraran en el terror del silencio, por miedo a las represalias contra sus familiares. En nuestro pueblo, que no hubo frente, Cascajo, “Don Bruno” y sus secuaces asesinaron en los primeros días a más de 2000 personas. Cómo no iban a tener miedo. Córdoba era un nido de chivatos e informadores, los del bigote de y gafas oscuras. Hubo muchos exiliados, para salvar sus vidas se fueron a donde pudieron.
Dices que los libros eran de 1976, te cuento lo que me pasó a mí en 1976 aquí. Por unas pintadas que hicieron en la estación tuve que ir a declarar al Cuartal de la Guardia Civil, y conocían mi vida en Córdoba mejor que yo. Y estaba a más de 800 kilometro. Así que como no iban a tener miedo y esconder todo lo que les podía “incriminar”
Un abrazo, salud y República.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Patxi, llevas razón en lo que comentas. Bigotito de hormigas y mucha gomina. Si pero esos libros ya no estaban perseguidos, sería otra la causa.
Un abrazo compañero.