martes, 16 de agosto de 2011

CASO DE DON SANCHO DE HERRERA: PRETENSIÓN QUE HIZO A UNA PREBENDA DE LA SANTA IGLESIA DE CORDOBA, Y FIN QUE TUVO ESTE ASUNTO

Silla del coro con el retrato

Otro de los "Casos Raros ocurridos en la ciudad de Córdoba" fue el que, durante un año estuvo en una silla del coro el retrato de Sancho de Herrera, una vez muerto por una bula del Papa Clemente VIII (no tiene nada que ver con el del Palmar). Dice el caso al que se le debe de tener el respeto de otra historia llena de imprecisiones.

"Hubo en Córdoba por los años de 1582 un hidalgo llamado Sancho de Herrera, nieto del Jurado Pedro de Herrera, hijo natural de la casa de Belmonte. Su padre para que se mantuviese con más decencia lo envió a Roma a la pretensión de alguna baja eclesiástica, que a poco de su residencia en la Curia se le confirmó por el Papa Clemente VIII una prebenda de la Iglesia de Córdoba. 

Vínose el D. Sancho a la casa de sus padres, y presentada que fue la Bulla al Cabildo, se nombraron informaciones para la recepción del nuevo Prebendado. Hechas que fueron las pruebas y entregadas al Cabildo para su información aprobación y lectura, un vecino de dicha ciudad hizo sabedor a uno de los señores de cómo el D. Sancho descendía de un bastardo de lo que resultó que el Cabildo dispuso que no se le diese la posesión de la prebenda. El pretendiente con la noticia procuró vindicar el honor de sus antepasados, no solo en dicho particular, si también en otros que se habían hallado, y para ello hizo una fortísima probanza ante la justicia de Córdoba, por la que manifestó la limpieza y calidad de sus padres; porque aunque era el D. Sancho nieto de un natural, su abuelo era de la ilustrísima casa de Córdoba, y la abuela de familia hidalga y principal, cuya información y demás documentos corren aún en la ciudad impresos. Pero nada de esto bastó, porque muchos del Cabildo no se desimpresionaron de la especie en que estaban imbuidos. 

Con este motivo se partió para Roma el D. Sancho, y hecho cargo su Santidad de lo acaecido, espidió bula por la que mandó al Cabildo diese posesión de su prebenda al D. Sancho. Vínose a Córdoba y del movimiento de tan dilatado camino le sobrevino una enfermedad de la que murió. 

Los señores del Cabildo se alegraron porque pensaron haberse concluido el asunto; pero les salió muy al contrario; porque el padre de D. Sancho sentido de la muerte de su hijo, y de la terribilidad del Cabildo, recurrió a Roma esponiendo todo el hecho, apersonándolo con otras instrucciones que esforzaban su demanda, y en su virtud se despachó nueva bula, por la que se mandó a dicho Cabildo y al ilustrísimo obispo bajo de gravísimas penas, que atento a habérsele hecho las pruebas al D. Sancho de Herrera, y haber muerto sin tomar la posesión de la prebenda, que en un día festivo fuesen leidas en el Crucero en uno de los púlpitos para que llegasen a notica de todos, y que se retratase a D. Sancho y lo pusiesen en el coro, en la silla que le correspondía, y que en ella se mantuviese el retrato por espacio de un año, y en el tomare los frutos y rentas de la Prebenda y que pasado, se quitase el retrato, quedando vacante la alhaja. 

Pusose en ejecución lo mandado, y las pruebas hechas al Prebendado difunto se leyeron en la forma y lugar acostumbrado determinado siendo cosa de admirar, que como el Secretario las iba leyendo, los Prebendados de el partido opuesto se levantaron sin temor de Dios ni al Papa diciendo en altas voces: Eso es mentira, -causando tal confusión en la Iglesia que no se podía percibir lo que leían, y acabadas que fueron, se colocó el retrato de D. Sancho en el coro en la silla que le tocaba, en la cual permaneció el tiempo señalado por su santidad. Y por este medio quedó desagraviada la familia, que tan las timada estaba.”

En principio hay un error de fechas en el caso, bueno más bien falta de precisión. Cita el año 1582 como que hubo un hidalgo llamado Sancho de Herrera, y que su padre lo envió a Roma, hasta aquí todo correcto y a poco de su residencia en la Curia se le confirmó por Clemente VII la prebenda. Este Papa tomó posesión en 1592.

Clemente VIII (Ippolito Aldobrandini )

Cuando es nombrado papa Clemente VIII la diócesis de Córdoba que estuvo vacante desde 1591 hasta 1593, año que entró Jerónimo Manrique y Aguayo, y le sucedió Pedro Portocarrero en 1594 hasta 1597

El Papa Clemente VIII, tuvo que enfrentarse a una lucha entre jesuitas y dominicos, que se sucedió por la publicación de una obra del jesuita Luis de Molina " Sobre la concordia y el libre albedrío con los dones de la gracia", e instauró para solucionar el problema, en 1597, la "Congregatio de auxillis gratia" que estableció que cualquier publicación debería contar con la aprobación del Santo Oficio. Estos prologos aprobatorios los hemos visto en muchas publicaciones del momento. Tuvo también una pugna con Felipe II que ya estaba sin ganas de guerrear, y que quiso controlar el papado antes de la elección de este. Luego Clemente se anexionó Ferrara para los Estados Pontificios. Para no perder la costumbre, a Dios rogando y con el mazo dando.

Bibliografía Casos Raros de la Ciudad de Córdoba
Fotografías de la Red.

2 comentarios :

Lansky dijo...

Ante la invasión de mi ciudad por hordas católicas furibundas y hormonadas hago saber que:
SI DIOS EXISTE NO ME CAE NADA BIEN

(Disculpa, no es que use tu blog de tablón de anuncios, sino de muro de lamentaciones, ejem)

Paco Muñoz dijo...

Bienvenidas sean tus lamentaciones, siempre es bueno un hombro donde lamentar. Se lo que debe ser esa invasión. Me he preguntado muchas veces que pasa con la testosterona de los invasores ¿se llevaran para su país diplomas? -como el chiste de las estudiantes extranjeras- sería muy interesante la estadística. Lo fue la del apagó de Nueva York, la de la crisis que obligó a cerrar las emisiones de Tv a una hora determinada, etc. pero ¿la hay de los encuentros puros? para saber si sola y puramente "aman a Laura". Lástima no conocerla nunca.

Saludos