jueves, 12 de noviembre de 2009

UN SOFISTICADO LENGUAJE DE PROTECCIÓN COMERCIAL.


Los Cronistas de la ciudad han sido en los siglos XIX y XX -si no se me escapa ninguno-, aunque tengo un vacío desde el 1963, año de la muerte de José María Rey Díaz, hasta el 1989 que toma el relevo Miguel Salcedo Hierro, cuatro. En 1981 Francisco Borja Pavón lo es hasta 1904, le sucede Teodomiro Ramírez de Arellano hasta 1909, y luego José María Rey Díaz. Este último fallece en 1963, pero no tengo datos de su relevo hasta que D. Miguel Salcedo se hace cargo en 1989 hasta hoy.
De los cuatro he leído asiduamente a dos, a D. Teodomiro y a D. Miguel y tengo el honor de considerarme amigo del último. En uno de sus libros, Miguel hace una serie de crónicas cercanas, de las que me llamó la atención una que trata del lenguaje de los dependientes de comercio. En épocas en las que no había cámara de vigilancia, escaner de control, ni tan siquiera vigilante jurado. La imaginación del personal tenía que inventar un método que los llevará a vigilar y desenmascarar a los profesional del hurto en el comercio, y recuperar el producto del mismo.
Un tío de Miguel, por parte de su madre, era el propietario de un comercio de gran importancia en la Córdoba del siglo XX, los Almacenes Hierro Aragón. Nuestro Cronista se iba de joven, en las vacaciones, al enorme establecimiento y departía con los dependientes que le hicieron participe de su jerga particular. Su esperanto de andar por la tienda, para la transmisión en un lenguaje desconocido por la clientela, determinadas instrucciones de protección comerciales.
Un encargado le dice a su subalterno:
“Codepá; ten chodemú jodeó con la rademeche que tadeés todejun al jodespé. A ver modecó mosdepode le desacar la jodedebá del tondemán el tedepaque de tas decamisé que badeaca de sedeguardar. Tedevé redapa la tadepuer dotedehacien el dodedistraí y tedepón dedelán radepa que no se dadepé pardescapa. Dodecuán tedeés dotapán la dadesalí, me redirigí a lledeé y le rededi que nos vadedevuel lo doderroba.”
¿Increíble verdad? lo cierto es que el subalterno se enteraba perfectamente de las órdenes que se le daban y se ponía manos a la obra para actuar.
La traducción es:
“-Paco; ten mucho ojo con la mechera que está junto al espejo, a ver como podemos sacarle de debajo del mantón el paquete de camisetas que acaba de guardarse. Vete para la puerta, haciéndote el distraído y ponte delante para que no se pueda escapar. Cuando ya estés tapándole la salida me dirigiré a ella y le diré que me devuelva lo que ha robado.”
¿Es curioso verdad? Pero es muy sencilla la construcción de las frases. Se construyen las palabras poniendo de primera silaba la última de la palabra y después se agrega la preposición de y a continuación se colocan las silabas restantes de la palabra que estamos decodificando. Sin sofisticados métodos de detección, la inventiva popular siempre está al orden del día.
Como el paso del tiempo no perdona a nadie, éste le ha ocasionado a Miguel un problema de la visión, que le impide dedicarse a una de sus pasiones, la escritura, pero tiene la suerte de tener una compañera, su agradable esposa Carmina que es ahora sus ojos también. No obstante su capacidad verbal y su memoria las tiene en este 2009, como siempre. Es una verdadera delicia conversar con él.
Bibliografía: Crónicas Anecdóticas de Salcedo Hierro. Imagen: del Norte de Castilla.

4 comentarios :

MariaJU dijo...

Pues encantada de conocer a DMiguel a través de la reseña q le haces en tu blog. Si es amigo tuyo, seguro q merece la pena.
Curioso lo del mensaje en clave.

hasta otro momento Paco, saludos cordiales, para D. Miguel, si lo lee, también.

Paco Muñoz dijo...

Lisis, Miguel es un pozo de sabiduría popular, que esperemos que de agua durante muchos años más, tiene 81. Se merece un post exclusivo, lo pensaré y se lo preguntaré. Vive en la casa que fue la iglesia de Omnium Santorum, de otro post. Y es un prolífico autor, poeta, conferenciante, dramaturgo, pregonero, director teatral, etc. etc. Muy polifacético. Es miembro de la Academia y sobre todo lo expuesto, lo más importante, un cordobés.

Saludos.

harazem dijo...

Paco, lo que tienes que conseguir es que Salcedo te proporcione una copia de su romance de Luis de Góngora, en la que es la boca del propio Rey del Culteranismo la que habla de sus aficiones poco edificantes.

Un abrazo, prolífico amigo, que no nos dejas respirar!

Paco Muñoz dijo...

Manuel, se lo pediré ya que un día de estos pretendo hacerle una visita.

Un abrazo.

Paco.