Vista aerea de la cantera
Dándole un repaso a la prensa local he visto hoy un artículo interesante, como la mayoría de ese autor. Extraigo parte del artículo. “Cerca del Rodadero de Los Lobos (José Aumente Rubio, diario Córdoba). Peñamelaria se puede vislumbrar desde la carretera de Trassierra a la altura de la Casilla del Aire. Si miramos a la derecha veremos al fondo un caserío rodeado de olivos que es la Huerta de Las Ventanas, y, a la derecha y por detrás, se divisa un gran abrigo rocoso de color rojizo. Encima de dicha peña estuvo situado el monasterio y en ese lugar, el 31 de marzo de 1915, la dueña de la finca, Concepción Terroba Naval, colocó una cruz de piedra con la siguiente inscripción: «Remembranza a la Gloriosa Memoria del Monasterio de Salvador (Peñamelaria)».
Por detrás se distinguen, en el alcor de la sierra, pero muy tapados por la vegetación, los restos de la atalaya de la que hablaba Francisco Baquera de Torquemada en el siglo XVIII. Es un privilegio ver atardecer en este magnífico mirador, contemplando las primeras luces que iluminan la ciudad de Córdoba y escuchando el ulular de los búhos reales que anidan en los roquedos calizos que se extienden hacia el este, en el Rodadero de Los Lobos, cantera donde fueron labradas y trabajadas las columnas de la ampliación de la mezquita realizada por Almanzor.”
Monasterios mozárabes
A mí siempre me ha llamado la atención el Rodadero de los Lobos, era como inalcanzable, esa enorme calva unida al trabajo de la cantera, hoy la naturaleza está colonizando la calva, el viento y los pájaros dejan caer semillas que arraigan y desaparecerá con el tiempo. Antes el deshecho de la cantera caía por el vacie, que es lo que es el Rodadero y no permitían que nada vegetal agarrara en esa enorme pendiente. Visto desde la cantera es espectacular, aparte del desnivel enorme, es una ladera de restos de tallas de la caliza micrítica que tanto ha dado de material noble. Como dice el autor y diferentes autores habían dicho antes, salieron las columnas de la ampliación de Almanzor en la Mezquita de Córdoba. De ahí la uniformidad contrastada con anteriores ampliaciones.
El abrigo de Peñamelaria
Por parte del caserío de Piquín hay un acceso cómodo, a la misma altura, por el oeste nosotros subimos por un cortafuegos, el mismo o parecido desnivel que el Rodadero, aunque volvimos a la zona de explanada encima de la Huerta de las Ventanas, por un camino de acceso a la cantera. Todas esa zona, una especie de valle que parte de la carretera, cuyas aguas temporales se recogen en el arroyo del mismo nombre, que junto con Valdegrajas, más al este, tributan en el de Cantarranas y después Nogales. En esa zona minera encontramos, cuando lo visitamos, algunos martillos mineros, y restos de material de hornos. También hay una nutrida colonia de zumaques. Le pedí permiso al guarda pero me dijo que su jefe se lo tiene prohibido, le llaman caseramente a ese valle la Quinta Avenida.
Otra vista del abrigo
Por el cauce del arroyo, normalmente seco, es por donde accedimos desde la Huerta de las Ventanas en su día. Las cicatrices del agua nos sirvieron de escalera. Ese día también vimos, por lo menos yo, la cruz que mandó erigir la Sra. Concepción Terroba Naval (cuyas iniciales CTN, parecían a primera vista de la telefónica o de una organización ácrata), los restos de lo que dicen era el monasterio, que yo estimo son más modernos pero todo puede ser. En otra ocasión vi a duras penas, los restos de la citada torre entre una espesa vegetación, iba con un amigo de salidas habitual, que cortó su amistad sin motivar su alejamiento. No me ha pasado con este sólo, otro fue a raíz de cuando me diagnosticaron cáncer (no tiene nada que ver la enfermedad creo) pero es significativo que estos dos "amigos" ni siquiera se han dignado preguntar por la salud.
Panorámica desde el aire
Siempre que miro para esa zona de la sierra, se me vienen esas correrías que ya por cuestiones de salud no podré hacer más. Pero están en el blog y en la memoria personal, y salvo Emilio, creo que los demás era la primera vez que veíamos el Rodadero de los Lobos desde arriba. Verdaderamente espectacular. “Hay bastantes concesiones mineras en la zona, minas que ya no están en explotación, pero que tienen abierta sus bocas, algunas de notable profundidad. San Lorenzo, San Honorato, Segunda Luisa, La Preciosa Doña Carmen, son algunas de las explotaciones de hierro, de finales del XIX y principios de XX. El exponente más claro son las de las Niñas, en la finca de San José, “ Luego está la espectacular cueva de Piquin de la que conozco su ubicación, aunque hay promesa de no publicarla.
Entradas del blog sobre la zona:
Fotografías del autor e Internet
Bibliografía citada
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