sábado, 6 de noviembre de 2021

EL DEDO VERDE DE LUIS CELORIO

El Dedo Verde (50x68)

La verdad sea dicha, la edad empieza ser, asociada con los males, un freno para asistir a muchos eventos. Eso me está ocurriendo a pasos agigantados, desde que tenemos la pandemia y esa misma edad te puede hacer candidato a uno de las ochenta y tantas mil personas que se nos han ido. Por eso procuro el momento más oscuro, como decía Manzanero en la canción Somos Novios, para darse el más dulce de los besos. 

El Dedo Verde (37x85)

Yo procuro el momento de menos afluencia a los actos para asistir si estos no son únicos y perduran un tiempo como las exposiciones. Y nunca en las inauguraciones en las que vemos personas muy fotogénicas, y eso que ahora no hay normalmente copa, recuerdo que había en un tiempo una serie de personas que asistían siempre, estaban asociadas a las inauguraciones cuando había en ellas copa y tapa.

El visillo de flores (46x41)

Tenía pendiente “El Dedo Verde” de Luis Celorio, en el marco incomparable de la Casa Góngora, y aprovechando una reclamación telefónica, que ineludiblemente había que hacerla físicamente, decidí bajar a ella. 10 de la mañana y estaba cerrada la casa. Yo siempre tengo con esta casa un anecdotario que demuestra la desidia funcionarial española, o cordobesa, acudir el último día de todo cuando has tenido años para hacer los deberes. Llevé el último día del plazo de la subvención, en mano, la documentación a Madrid a dos ministerios que eran los que subvencionaban la rehabilitación que permitió abrir ese centro expositivo. 

Vecina I (30x44)

Tuve que echar mano de amistades para que me permitieran dejar el expediente porque me habían cerrado uno de los registros. Al final lo conseguí. Ah, y llevaba los expedientes en una bolsa del Corte Inglés (nada de portafolios), parecida a la que usaba un legionario inglés que custodiaba perenne el caro collar representativo de la Alcaldía de Manchester (allí no hay bastón hay collar) en la visita del alcalde de esa ciudad industrial a Córdoba.

Monstera deliciosa(86x56)

Lo he dicho previamente, estaba cerrada la casa y como tal fui antes a la maravillosa Casa del Agua, a ver al autor y preguntarle. Como es habitual en Luis, me atendió maravillosamente y me aclaró que estaría desayunando el funcionario seguramente, como así fue. Entonces aproveché y hablamos como siempre, de lo divino y de lo humano, además de conocer los intríngulis del autor, porque si bien todo sonido agradable al oído es música, todo objeto agradable a la vista es arte, pero pretender conocer el motivo de las obras pictóricas es otro cantar. 

La flor robada IV(45x32)

Sobre todo si nos aproximamos al arte contemporáneo que es complejo y muy simbólico, y solo lo sabe el artista, ni siquiera el sofisticado critico que tiene que rellenar unas hojas y muchas veces se explaya. He de reconocer que muchas obras necesitaban de la explicación del autor y afortunadamente la conseguí. Incluso el sentido distributivo de las salas; Analogía, Vecinos, Costilla de Adán, Batalla de Flores, sin olvidar a las mujeres del Dedo Verde de los patios, entendiendo este como una gracia, un don de la naturaleza a ellas.

La siesta en el patio III (49x36)

En principio no me pude sustraer el pensar que Luis Celorio ha sido un creativo nato, que lo suyo ha sido el mundo de la ilustración, cartelería, imágenes corporativas, sin olvidarme de la escultura, por su famoso e itinerante pez, en todos los sentidos, que hasta para el traslado le insinuaron que, sin ser técnico, debería hacer el plan de tráfico. Berlanguiano puro la insinuación. Esto es como lo de los focos de la Corredera sin ir más lejos, o el busto de Lázaro Cárdenas en la calle Córdoba de Veracruz, es Berlanga en estado puro. 

Costilla de Adán I (46x34)

La realidad es que las facetas artísticas expuestas se ven en sus obras, pero claro porque sabes su recorrido, pero desconocía la de la pintura y he de reconocer que, con la ventaja de sus explicaciones previas y afortunadas para mí, es muy fácil mirar las obras. Pero volviendo al simil del ruido y la música, hay obras que me impactaron, incluso unos tomates de Alcolea (denominación de origen) en blanco y negro, como se supone veía el del chiste que se saltó el semáforo en Daltonia.

Sala primera

Luego una vez finalizada y fotografiada la muestra, que estará hasta el 28 de este mes, luego hay tiempo de la visita y de camino el que no la haya visto, vea la Casa del Agua en el Portillo que nunca defrauda, visite nuevamente al autor para felicitarlo. La bajada de la guardia de la pandemia llena de color afortunadamente las calles y esa zona de la calle de la Feria es muy colorida. Pero ojo, no bajar la guardia del todo que al final se incrementan los ochenta mil, por patologías previas o por mala suerte, pero se incrementan. 

Sala en el patio

Parece que a los que esperan la resurrección del hijo de Kennedy, en Dallas y no se ponen las vacunas, a esos no les pasa nada, que sepamos desde luego, porque además que son muchos son infantiles y lelos, con cuernos del Capitolio o sin ellos. Aliméntense de cultura y vean exposiciones que siempre es una buena cosa. Ah, y el catálogo es un catálogo para guardar.

 
Fotografías del autor de la exposición
Bibliografía citada.

No hay comentarios :