sábado, 14 de noviembre de 2020

CIRCULAR POR EL PEÑÓN BLANCO

Recorrido en rojo 

Ayer completamos el recorrido circular por el Peñón Blanco, por eso en el perfil del mismo está puesto el punto de partida en otro lugar que no es el comienzo natural. La realidad es que no ha sido un recorrido circular al uso, ha sido media parte y luego la otra media, como salir cada uno por un lado y encontrarse después en un punto del camino que precisamente fue la cota más alta del mismo 555 m.. Pero pongamos la partida en Fuente Agria, un primer tramo de carretera, la N-432a, la antigua, un carril parcelario, que rodea la ladera norte del Peñón, que visto desde algunos lugares es un cono, luego un brusco giro al sur por el lado oeste, para llegar con apertura de cancela incorporada por una pista, al embalse de Conejero, que estaba algo más alto de nivel que el primer día. 

Raster del IGN

Vuelo de la USAF de 1956

He de decir que a falta de conocimiento de los toponímicos, utilizo los del mapa Raster del IGN, a sabiendas de los errores de bulto que tiene, por aquello de que los autores no se han pateado el terreno. En el momento que abandonamos el carril parcelario, que sonoramente cuidan una serie de canes variados, de variadas propiedades, que parecen eventuales aún por el celo que ponen, o el miedo que tienen, porque nunca sabré del todo si es por defender su casa y su plato, o por asustarse de dos jubilados. Me inclino por lo segundo porque si les enseñas el palo siempre reculan, no todos, pero un amplio porcentaje. Pues bien pasada la sonoridad manifestada y hollado el camino pasada la cancela, no 'fo', porque eso no está ya en el guion y además para algunos pacientes de próstata casi se ha olvidado.

Vuelo de 1977 interministerial

Vuelo de 1980

Perfil del recorrido cuyo comienzo es en el 1,83 km.

Lo dicho, llegamos al embalse y lo de siempre, algún pájaro despistado, pero nada más, el reino animal brilla por su ausencia, a pesar de las marcas del de arriba de la pirámide, el ‘sapiens’, por los puestos de cacerías. Pienso ¿los tendrán tan perseguidos que habrán acabado con ellos del todo? Eso sí, el vegetal a tope, enormes ejemplares de setas que, como no entendemos no sabemos si son o no comestibles, bueno comestibles son todas, pero saludables no. Viendo las fotografías aéreas más antiguas, las del vuelo yanqui de la USAF de 1956, que a pesar de ser analógicas son medianamente aceptables, se observa que el campo estaba más pelado, posiblemente por el combustible, carboneros y piconeros, y explotación ganadera, que ahora, que está exuberante. Tampoco había tantos pinos.

Cancela de acceso a la finca

Pista, al fondo Villaharta

Embalse Conejero

Hermoso ejemplar de seta

No estaba hasta el vuelo ministerial de los 80 del siglo pasado, el embalse de Conejero -por el nombre estimo que habría una buena población-, tampoco estaba en uso. Por esa razón si hubiera animales no tendrían problemas de agua, y por la misma es más llamativo no ver marcas de estos. A partir del embalse volvemos a girar, en este caso hacía el este, y discurrimos por la vertiente suroeste del Peñón Blanco. Hasta aquí se ven señales en la pista como de pasar vehículos de cuatro ruedas, o haber pasado alguna vez. Pero cuando a la mitad de la vertiente se llega a la cota máxima del recorrido, en los 555 m. citados en el primer párrafo, la pista se estrecha, hasta el extremo de ser un sendero unipersonal y la vegetación se configura en galería. He de manifestar que es precioso el recorrido.

El sendero estrecho

Espesura

Entre retama

Ahora a partir de la cota máxima es todo bajada, en un momento se ven las edificaciones en la otra vertiente del Huerto de Cepas. Como dije en otra ocasión todo son nombres relativos a la vid, Lagar de; Cepas; Parralejo; etc. lo que denota el producto principal que que se recolectaba en su momento por la zona. Hay que prestar ahora atención porque a la derecha nos aparece ya el titular hidrológico de estos lares, el arroyo Navas de Molero que circula unos pocos de metros abajo y que, si no fuese por el matorral que da una cierta sensación de protección, el circular por este sendero sería peligroso, la caída es considerable desde el mismo al cauce, seco ahora, pero que en unos días llevó agua y bastante. El monte es muy espeso y con distintas especies arbóreas, no como en la fotografía aérea que se ve pelado.

Dos aspectos del sendero

Una zona más ancha

Vuelve a estrecharse

Dejamos a la izquierda otro sendero que sube a un depósito circular que está veinte metros más más arriba, del nuestro. Una pronunciada y escurridiza bajada nos lleva al puente del arroyo Navas de Molero en el camino al cortijo Huerto de Cepas. Un lentisco de unos cuatro o cinco metros de altura, retamas también enormes, jara en menor medida e hinojo, con su característico olor a anís cuando lo manipulas, y las aulagas parece que tiene incipientes floraciones. Observamos que el labiérnago también se postula por estos lares, esporádico pero hay. Ya estamos, después de subir una pequeña cuesta, en la antigua N-432 que ahora es ‘a’, sólo de servicio a algunas propiedades y a la urbanización de La Lastrilla, núcleo habitado más importante de la antigua Cuesta de la Matanza, ojo y al diseminado de Fuente Agria y todo perteneciente al municipio de Espiel.

Hermoso rincón

Bajada al camino de la Huerta de Cepas

Casa de las Rosas finales del siglo XIX

Ya está ladrando el poderoso mastín que oímos desde la casa todo el día y toda la noche cuando alguien pasa por la carretera, nos oyó y ya no para de ladrarnos hasta que nos pierda de vista. Está amarrado, pero según el dueño es noble, el peligroso es un 'suavón' dálmata que si te descuidas se te pone detrás y te puede morder, según el dueño, que es el mismo del mastín. “Líbreme dios de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo”, decía mi madre que lo peor del mundo es un 'suavón', por eso más de una vez le he enseñado el palo al dálmata, para que sepa quién es el ‘sapiens’ –aunque eso como el valor en la cartilla militar se me supone-. El mastín se iba a quedar ronco, porque entré en su territorio a fotografiar una antigua bañera del balneario que está allí, pidiendo que no se soltara de su cadena. Mi valentía fue calcular el largo de su cadena.

El poderoso mastín desgañitándose

La bañera de finales del XIX

Fin del camino entre eucaliptus

El terreno que guarda el mastín es el antiguo solar de la que fue la Casa de las Rosas, posiblemente alojamiento especial del antiguo Balneario de Fuente Agria, nombre que le venía seguramente por tener la fachada tapizada de rosales. Sólo nos resta bajar por una descuidada bajada por parte del ayuntamiento de Espiel, que si pronto no la repara, va a tener a los 24 vecinos -algunos empadronados en el municipio-, confinados perpetuamente en el diseminado. Por el otro lugar que se podría salir, al paso inferior ahora de la N-432, está sin puente por un cabreo del Arroyo Navas de Molero en cierta ocasión. Fin del recorrido circular alrededor del Peñón Blanco y como dije antes es un precioso, casi virgen y poco hollado sendero.

Fotos del autor, de Conchi y de la web de Javier Palero
Bibliografía la justa.

2 comentarios :

José A. García dijo...

Los pocos restos de vida silvestre que queda en el mundo parece haber aprendido las mejores técnicas y estrategias para esconderse de su mayor depredador, por eso no los vemos.
Por eso o porque ya acabamos con ellos.

Me hubiera gustado conocer el lugar.

Saludos,

J.

Paco Muñoz dijo...

José A. muchas gracias por tu aportación, el paseo es muy bonito y lo es aún más la tranquilidad de no encontrarte a nadie, salvo que haya cacerías dias en que lo mejor es no salir al campo, por precaución. Un fuerte abrazo.