jueves, 4 de febrero de 2016

REGISTRO EN EL MARGEN IZQUIERDO DEL ARROYO SAN CRISTÓBAL.

Bóveda del registro o arqueta

Cada día que damos un paseo "exploratorio" por cualquier lugar de nuestra sierra, vemos como el tesoro de su pasado patrimonial aflora por cualquiera de sus rincones. Ahora estamos moviéndonos (pluralizo porque aunque algunas veces lo doy acompañado de mis demonios, la mayoría de las veces lo hago con amigos), por la hermosa zona de la Huerta de los Morales, y descubriendo cada día un apasionante y enorme patrimonio hidráulico.

Arqueta exterior

Puerta

Escalera de bajada a la bóveda

Las huertas de esa lugar han necesitado para su desarrollo mucha agua, y el agua era un elemento que estaba allí, y no de los arroyos que son principalmente estacionales, sino de las capas freáticas, agrandando sus múltiples surgencias, escarbando en la roca, haciendo minas de agua, hasta conseguir caudales importantes. Otras veces se hacían aportes de otros lugares para equilibrar las distribuciones, que con el tiempo y los cambios de la sociedad, se abandonaban, o quedaban en suspenso.

Codo en la alcubilla

Entrada de agua

Salida

La Alcubilla de Antas, es una de esas que recibía aporte de otro lugar. Según amablemente me ha informado mi amigo Ángel, le legaba un aporte de las aguas de Santa Clara, por una tubería metálica, después de haber pasado por la Hacienda Ballesteros, pero parece que la cantidad de cal que tenía el aporte, la hizo no adecuada para su uso doméstico, y al final después de no llenar la alberca de Antas, iba a parar al arroyo en un bonito lugar, paradisiaco como lo son los del Bejarano.

"Gours" arroyo abajo

Otra vista del cauce

Ya vimos las formaciones travertínicas del rebosamiento de la alberca citada de Antas aguas abajo de la alcubilla, cuando dejó de utilizarse. Luego el derrame citado en el arroyo, ha creado una especie de "gours" al aire libre que sin llegar a ser, ni por un asomo, imitación de las de Pamukkale (Turquía), aunque si me las recordaron, y esa licencia si me la puedo permitir. La profundidad del cauce y la extensa vegetación hacen casi imposible bajar al mismo, por lo que la "virginidad" forzada del lugar se mantiene. 

Detalle de la profundidad del cauce

Unas bonitas terrazas de agua transparentes, se configuran como consecuencia de las grandes cantidades de bicarbonatos y calcio que,  junto con los condicionantes de temperatura y demás, consiguen realizar estas bonitas formaciones naturales. Claro para los "compas" -en esta ocasión Emilio y Pepe-, no hay dificultades insalvables, por lo que bajaron al cauce y claro las hermosas fotografías son de ellos.

 Bóveda y tubería

Volviendo a la tubería metálica, hay un registro antes del puente del arroyo, junto a la alcubilla, que examinamos, bueno aquí el plural no cuenta, examinaron. Un registro cuadrado, con escalones metálicos en uno de sus rincones, baja unos tres metros, a una sala con una bóveda de cañón de ladrillo, de unos dos metros y medio de altura por dos de ancho, con un zócalo de metro y algo. Dividida por unos muros en forma de t, que configuran una especie de pilones.

Llave de paso

Especie de piletas con una rotura forzada

La parte norte de la bóveda, da la impresión de haber estado abierta, o ser mayor la longitud de la bóveda. La construcción no es muy antigua, y su estado es bastante bueno. Allí está la tubería que desagua en el canal de la alcubilla, con una llave de paso. He de manifestar que hemos podido ver el interior de la alcubilla al estar la puerta abierta, puerta que hemos dejado cerrada haciendo juegos malabares al habilitar una herramienta para poder atornillar los dos tornillos que tiene. De esta forma hemos colaborado a que nadie más pueda entrar en ella. 

Bajada a la bóveda

Detalle de la bóveda

En su interior vemos el canal que viene de la mina, cauce arriba, y que continúa, pensamos que en dirección a la inutilizada alberca, o quizás al depósito de la esquina de la Cuesta de la Traición, así como el codo de la tubería. A pesar de la sequía hay un caudal continuo bastante aceptable, contribuyendo a la sonorización del lugar y que junto a algún que otro ruiseñor configuraban una bucólica orquestación del Arroyo de San Cristóbal.

Roturas que estimamos forzadas

Tubería, brida y llave de paso

La boca del registro, en la orilla izquierda del arroyo, parece que de un portazo han roto el pretil o borde, dejando la puerta suelta de sus bisagras, que se encontraba en el suelo. Debemos de lamentar el destrozo que algunas personas producen, y hacer una llamada al sentido común para que no sucedan estos actos, ya que el mantenimiento de nuestro patrimonio es fundamental. El patrimonio, al igual que Hacienda, a pesar de que algunos funcionarios del Estado no lo consideren así, es de todos. Hemos tratado de dejar las cosas lo mejor posible pero en este caso no bastaba con una herramienta, requiere un trabajo de albañilería adecuado. 

Fotografías del autor y Emilio.
Info del amigo Ángel

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