miércoles, 7 de octubre de 2015

MALDITA GUERRA INCIVIL

Sólo pusieron sus nombres en un muro, no colaboraron en su exhumación.

He sido pseudo insultado -aunque no insulta el que quiere, sino el que puede- y se me ha conminado a pedir perdón, por unas víctimas en la guerra civil en los primeros meses del levantamiento fascista o nacionalcatolicista, por el sólo hecho de haber discrepado públicamente de que se llamasen, a mi modo de ver peyorativamente, "escopeteros" a unos jornaleros, sentenciados a muerte de antemano -ya los estaban ejecutando diariamente poco a poco con la miseria-, que se unieron en patrullas ciudadanas, que cogieron las armas que tenían, y se dispusieron a vender cara su vida y defender las de sus familias, además del orden establecido de la II República, a sabiendas que los iban a asesinar en cuanto entraran en su pueblo el ejército fascista.

Una fosa.

Estimo que se está creando una línea de opinión para equiparar los accidentes, errores o acciones en defensa de la II República, o incluso si se me aprietan desmanes incontrolados, con resultado de pérdida de vidas humanas, al genocidio que vino después. Parece que se tratan de justificar todos los asesinatos hasta casi la llegada de la democracia y que fueron cientos de miles. Un ejemplo; en Córdoba ciudad solo murió una persona de derechas en los días inmediatos al golpe, precisamente el día del golpe. Después están documentados más de doce mil asesinatos, de personas de izquierdas, o supuestamente de izquierdas. Y existen sin identificar más cuatro mil personas en dos fosas comunes. La diferencia como puede observarse es notoria.

Hay muchos más nombres que muros, y muchos muros que impiden pasar

La reflexión es la siguiente: todas esas muertes hubieran sido evitadas si los fascistas; bota, sotana y casino, no hubieran atentado contra el poder legal establecido de la II República. Todas esas muertes tienen por tanto como únicos responsables a los golpistas y al fascismo que aún continua vigente entre nosotros, y lo que es peor, plenamente activo. España ha sido el único país de Europa en el que no se le venció, pues camaleónicamente  se adaptó. Y, lamentablemente, las demás muertes ocurridas -esas que en las guerras modernas llaman cruelmente daños colaterales-, y quiero enfatizar en lo de lamentablemente, porque estoy seguro que algunas de ellas, serían de personas sin ningún tipo de culpa -aunque no estoy de acuerdo con privar de la vida ni a los culpables, porque no soy partidario de la pena de muerte-, son también consecuencia de lo mismo.

Fotografías del autor y de la red.

4 comentarios :

Canario dijo...

Si señor, hay que ser valiente como tu en contar estas cosas, porque con la demagogia y cobardía de "no abrir viejas heridas" lo único que hacen es que "esas heridas" se infecten y enquisten.

Es lo triste de todas estas salvajadas, la historia la cuentan los vencedores, aunque hayan sido "los malos"...si la IIWW la hubiera ganado Alemania tendríamos un mundo bastante más horrible, pero la verdad oficial sería que los bravos alemanes habían acabado con la inmundicia judía/negra/etc. que estaba contaminando el mundo, y así estaría en los libros de historia y en el imaginario colectivo.

Y realmente el esfuerzo no fué de los aliados, sino de los rusos, que fueron los que realmente pagaron el mayor precio y vencieron a los alemanes, dejando la "decapitación" para los aliados, pero la historia oficial vuelve a ser de "los vencedores", ya que Rusia quedó semidestruida y luego vino lo que vino...

Algo parecido podríamos decir algo más atrás en el tiempo de Roma y Cartago, etc. etc.

Aqui se nos han contado (y ahora quizá vuelven a hacerlo mucho más que antes con el resurgimiento de las derechonas) la historia que les convenía, y han despreciado, humillado y olvidado a miles de personas que fueron masacradas o pisoteadas hasta la extinción por parte de unos revolucionarios de pacotilla que no representaban más que a las oligarquías y se vistieron de salvapatrias, y así vino lo que vino después, agua revuelta que mucha gente aprovechó para ejecutar venganzas mezquinas contra gente que ni siquiera se habían alineado en ningún bando...

Bueno Paco, me callo, que ya he enseñado bastante "mi plumero" ;-)

Un saludo!

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Las guerras y sobre todo las “inciviles” tienen dos terrores, el de las armas y, el del silencio de los aplastados, porque no vencen, aplastan.
En Córdoba no hubo frente como tal, y es una de las ciudades con más asesinatos. Un terror.
No hay familia cordobesa, que no hayan recibido la visita de los esbirros de Cascajo y “Don” Bruno, para conducir a los “sospechosos” al paredón. Que querían que fuesen al paredón de cementerio sin defenderse.
No sé como lo hacían para defenderse, porque la Guardia Civil, en el periodo de 1923 y 1930 la dictadura de Primo de Rivera, requisó a “todos” las escopetas, y fusiles de caza. En esos todos no entran los Requetés y los del Somatén que había un montón de ellos.
Cuento un caso: un tiparraco, era un putero, borracho, jugador y … quiere heredar antes de tiempo. Denuncia a los falangistas, que su padre era rojo. Se presentan y detienen al padre, casi octogenario. En el revuelo el falangista que iba al frente le sacude un culatazo al hijo denunciante y le quita todos los dientes. El tiparraco, denuncia al falangista que ya era sospechoso por no ser Tradicionalista y de la JONS. Éste de pasa a luchar contra los golpistas.
Esto lo sabía todo el mundo, pero el silencio del terror lo acalló.
Un abrazo, Salud y Republica.
P/S: En los años 60, un represaliado me dijo: Fascistas hay y, habrá siempre, pero se esconden esperando tiempos mejores.
Bueno, pues, ya les han llegado los tiempos mejores, porque, no hay nada peor que un esmayao jarto pan, ni cosa peor hecha, que un obrero vote a la derecha.

Paco Muñoz dijo...

Amigo Paco muchas gracias. A estas alturas , cuando los telediarios son cada vez menos, no es cuestión de valentía sino de indignación. Son muchas bravuconadas de gente que no se merece ni ese apelativo. La pena es que cala eso de que hay que pasar página, perdonar, olvidar etc., todas esas zarandajas, si quien las dice, no tiene que temer por el pasado por lo que hayan participado en la dictadura su gente, entonces tiene miedo por el futuro, ese miedo que le han inyectado a sus padres y ellos a él.
Pero es que esta gente fascistoide no ha cambiado, se ha mimetizado durante un tiempo y a los ochenta años, se atreven a humillar y despreciar a miles de personas que han sufrido lo suyo, y lo curioso es que muchos son católicos apostólicos romanos.
Normalmente la historia la escriben los vencedores y tratan de adecuarla a
sus intereses. El sistema de aniquilamiento de la voluntad de la gente en este país, el genocidio, junto con lo que ocurrió en Camboya no tiene parangón en el mundo. En la mayoría de los países se han reparado las barbaridades al acabar los conflictos. Argentina, Chile, etc. En Alemania Italia, etc. se venció al fascismo, pero en España no. Las democracias occidentales, además de colaborar en la caída de la II República española lo dejaron vivir aquí, y luego se camuflaron muchos de demócratas.
Veinte millones de muertos costaron al pueblo ruso la Segunda Gran Guerra, que se dice muy pronto, pero al final le ganaron. Y los demás se pusieron las medallas.
Paco un fuerte abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Estimado Patxi, interesantes aportaciones y siniestros los personajes que mencionas, yo los había oído en boca de mi madre, referidos al asesinato de algunas personas, creo recordar que de Dolores Muñoz la de la tienda de la calle Gondomar, o de Rogelio Luque el librero, gente de clase media. El sistema pretendía con el terror del primer momento y mantenido en el tiempo, crear ese silencio, y acallar cualquier atisbo de movimiento. Ya has visto un solo fallecido como consecuencia del golpe, José María Herrero al que pusieron una calle y una lápida en la esquina de la calle Barroso, y miles de republicanos. Seguro que muchos como la anécdota que cuentas, por razones ajenas a la guerra pero era igual.
No se debe de olvidar nunca, las nuevas generaciones deben saber la realidad que podamos contarles. Sin afán de nada, simplemente para que conozcan lo ocurrido, que no se modifique la historia.
En la mayoría de los países civilizados de nuestro entorno, hay partidos de extrema derecha, aquí no, aquí están camuflados entre la derecha civilizada.
Coincido con la postdata.

Salud y un abrazo