jueves, 30 de julio de 2015

MOLINO ACEITERO DE VALDEHUERTAS

Segunda terraza cubo cuadrado y arco del canal de alimentación

Como decía en la entrada de los Travertinos de Valdehuertas los molinos de la zona daban para una entrada exclusiva. He de decir en principio que hay en la siguiente dirección de Flick, un álbum fotográfico de mi amigo Emilio (Vértice), la mejor fototeca del patrimonio de nuestra provincia y parte del extranjero, que se puede ver y comparar la calidad de sus imágenes comparadas con las mías. Bien es verdad que seguro cuando él las hizo no habría la desolación actual, evidente eso no quita importancia a la calidad fotográfica de su albúm que recomiendo visitar.

El boceto del conjunto

Catastro 1872

Me he permitido hacer un boceto a mano alzada, dentro de mi capacidad de "aprendiz de todo y maestro de nada", para que nos podamos generar una idea del conjunto que observé en la visita. En mi descargo, si se admite, he de decir que después de subir al travertino por el siberiano sector desolado, y luego a los molinos, pues son dos, y del acojonamiento de la complicada subida, con amago de caida al barro, no estaba la mente como para memorizar cuestiones arquitectónicas exhaustivamente, por lo que ruego disculpas previas. 

Vuelo de 1956 con el sombreado de la zona del arroyo

Cubo cilíndrico

En los planos del siglo XIX, figura el molino, así como al suroeste del mismo una llamada casa de los aceituneros, por lo que parace que así se sientan así las bases de que molían aceitunas, es decir que eran molinos aceiteros, aunque el comentario de Alberto Moreno expresa lo siguiente:

"Creo que se trata de un molino hidráulico harinero de cubo, pero de arquitectura singular, pues no solían construirse escalonadamente, sino de forma aislada y formando molinares desarticulados entre sí. Aunque se mencione una casa de los aceituneros, eso no es vinculante con que su funcionamiento fuese molturar aceite, ya que las almazaras de la época, es decir, las preindustriales, funcionaban con prensas de viga y quintal, cuyo artefacto, pesado y enorme, de raigambre romana, necesitaba de un gran espacio arquitectónico para contenerlo, normalmente naves alargadas, altas y estrechas que se dedicaban a extraer el aceite de la pasta que se molía en el moledero pétreo. 

Otra vista del cubo cilíndrico

No aprecio la existencia de tales naves y según las fotos y el gran dibujo-croquis realizado, coincide con la estructura típica de un molino hidráulico-harinero de cubo, formado por una acequia, un cubo, una casa de moler y un canal de desagüe. Además, la foto de las piedras coinciden con las muelas harineras, que trituraban el grano en disposición horizontal. 

Esta forma de molido no se aplicó a las almazaras puesto que se hubieran molido demasiado las aceitunas y sus huesos, por eso usaron los molinos de piedras en disposición vertical, bien cilíndricas o tronco-cónicas, donde la presión entre la solera y la muela volandera era bastante inferior a la de los molinos harineros, que perseguían obtener harinas finas para elaborar pan, pero en las almazaras lo que se pretendía era fracturar la pulpa para que saliese el aceite y se abrieran los frutos, con el fin de introducir luego la pasta en las prensas para extraer el aceite. 

Boca superior del cubo cilíndrico

Espero haber puesto un pequeño grano de arena para esta entrada y que puedan servir en positivo los comentarios que he realizado, descritos siempre desde mi experiencia práctica y teórica en los temas de patrimonio industrial agroalimentario y etnografía cordobesa." 

Por otro lado tenían una inagotable fuente de energía hidráulica, elemento fundamental para su funcionamiento. Entonces no existía el camino de acceso desde la carretera ni siquiera la propia carretera. El acceso se realizaba bajando el barranco de la Teja, por el camino de Valdehuertas o Val de las Huertas que es lo mismo sin sincopar del todo el toponímico.

Habitación de molienda inferior con la salida del saetín al fondo

Lo que no se puede dudar es que, si ahora el lugar es paradisiaco, entonces con un camino de carros para acceder a él debía ser el propio paraíso. Por otro lado el camino que bajaba hasta el río Guadiato, se llamaba Vereda del Vado del Degolladero, tomado posiblemente de alguna truculenta historia de la época. El conjunto de los molinos se asentaba y se asientan hoy sus restos en tres terrazas. La primera y superior donde estaba la alberca de regulación de los molinos, de unos diez por veinte metros, desde donde se alimentaba por un arco el primer cubo de construcción cuadrada, en una segunda terraza. La salida de este alimentaba el segundo cubo, en este caso cilíndrico, en la tercera y de ahí el agua al arroyo posiblemente. 

Tunel de salida de aguas donde me comentó Bartolomé Olivares haber visto un graffiti del siglo XIX

En la terraza del cubo cuadrado hay una sala de molienda debajo de éste, con dos piedras de moler, una está dentro y otra en la puerta. Es una sala abovedada, ocupada la bóveda por la vegetación trepadora. Todos los canales de alimentación están colmatados, y la mayoría de muros y paredes recorridas por las raíces de las higueras u otros vegetales huéspedes. No he podido comprobar si las terrazas son del propio travertino. Creo que sí. Unas estrechas escaleras suben a una de las terrazas, desde la habitación de la rueda del molino inferior,  bóveda desde la que se ve la salida del saetín del cubo.

Cubo cuadrado

Habitación de molienda superior y piedra en el exterior

Es de comprender que para acceder a los distintos cubos, debería haber un camino cómodo para carros, que no hemos visto dentro de la destrucción del entorno. Es de lamentar que lugares con un cierto caché patrimonial, además de bucólicos y ricos en agua, no hayan excitado la mente de los nuevos ricos "emprendedores", para ponerlos en valor ejerciendo un mecenazgo que puede ser interesado, mucho más que el embotellamiento de un agua tremendamente carbonatada, y estupenda para la proliferación de cálculos renales. Claro la materia prima incolora es gratis, que se vendería a precio de oro como la negra del golfo Pérsico, de los sultanatos inventados por los intereses anglosajones cuando acabó la política de cañoneras, mejor cuando era más barata la de los títeres.

 
 Interior habitación de molienda superior y piedra de moler

Piedra y detalle del zócalo almagra

En el plano catastral de 1950 figura la casa de los aceituneros como ruinas, el molino, y la casa superior de la plataforma del cortijo, pero ya vemos un camino que parece seguir la traza de la carretera de Villaviciosa, aunque aún no cruza el río por ahí. En el vuelo ministerial de 1977, si está perfectamente definido y con muchas de sus estancias en ruinas, el antiguo y majestuoso cortijo de Valdehuertas. También se divisan las ruinas posiblemente de la casa de los aceituneros y se ven los campos cercanos de olivar. Cosa que, al no tener definición, no se aprecia en el vuelo de los americanos de 1956.

 Entrada del cubo cuadrado

Muro de contención superior

La realidad es que tenemos una terrazas travertínicas importantes, que sirvieron para la instalación de la cortijadas y, en función de la riqueza hídrica, los dos molinos de cubo, dando por contado los olivares que ocupaban las laderas de los alrededores. El pinar es más de la época dictatorial del pequeño general y sus planes madereros (quiso sembrar de eucaliptus la reserva de Doña Ana). Luego el declive de los campos, la compra de estos por los nuevos ricos especuladores, y el ataque directo al arroyo de Valdehuertas que, según dicen voces autorizadas dirige el agua a la Porrada (me cuesta creerlo, está muy lejos y a otro nivel).

Alberca de regulación de la terraza superior

Otra vista de la alberca colmatada

Fotografías del autor, plano 1872 y vuelo 1956.

4 comentarios :

gENiUs dijo...

Muy chulo compañero.

Esa zona es una maravilla... En otra visita si quieres seguiremos la vereda del vado del degolladero. Aunque en parte se ha perdido por la creación de pistas y cortafuegos, aun se conserva el trazado en algunas zonas y es posible llegar hasta el mismo Río Guadiato. Por desgracia, la Breña II asesinó a toda esa preciosa zona del Guadiatillo y el Cerro del Trigo. Antes, si cogías la vereda del vado del degolladero, se podía cruzar el Guadiato hasta la otra orilla donde está el imponente Cerro del Trigo, y ya el límite del Parque Natural Sierra de Hornachuelos. El amigo Truji cruzó el Guadiato por ahí hace años y yo he visto esas fotos.

Cuando acabe el verano, si quieres, visitamos esa zona ;)

Paco Muñoz dijo...

Gracias Abén.

Sí que lo es, sobre todo si la miras desde arriba, y ves los trazados de los caminos, y los comparas con los antiguos, y sobre todo te imaginas como sería años atrás, eso sí las personas que vivían en esos lugares, los trabajadores y sus familias sin nada.
Estuve viendo el camino, desde el aire, que parte del de Valdejetas a Castripicón, y no hay tanta dificultad para subir a él por un camino. Luego está la bajada por la Cañada de la Teja, dice Canario que la ha hecho en bicicleta. Y claro que sí lo metemos en cartera para cuando haga más fresco, pero tenemos también pendiente lo de Covalinda.

Un abrazo compañero y cuidarse el fin de semana en Almería.

Alberto Moreno dijo...

Creo que se trata de un molino hidráulico harinero de cubo, pero de arquitectura singular, pues no solían construirse escalonadamente, sino de forma aislada y formando molinares desarticulados entre sí. Aunque se menciones una casa de los aceituneros, eso no es vinculante con que su funcionamiento fuese molturar aceite, ya que las almazaras de la época, es decir, las preindustriales, funcionaban con prensas de viga y quintal, cuyo artefacto, pesado y enorme, de raigambre romana, necesitaba de un gran espacio arquitectónico para contenerlo, normalmente naves alargadas, altas y estrechas que se dedicaban a extraer el aceite de la pasta que se molía en el moledero pétreo. No aprecio la existencia de tales naves y según las fotos y el gran dibujo-croquis realizado, coincide con la estructura típica de un molino hidráulico-harinero de cubo, formado por una acequia, un cubo, una casa de moler y un canal de desagüe. Además, la foto de las piedras coinciden con las muelas harineras, que trituraban el grano en disposición horizontal. Esta forma de molido no se aplicó a las almazaras puesto que se hubieran molido demasiado las aceitunas y sus huesos, por eso usaron los molinos de piedras en disposición vertical, bien cilíndricas o tronco-cónicas, donde la presión entre la solera y la muela volandera era bastante inferior a la de los molinos harineros, que perseguían obtener harinas finas para elaborar pan, pero en las almazaras lo que se pretendía era fracturar la pulpa para que saliese el aceite y se abrieran los frutos, con el fin de introducir luego la pasta en las prensas para extraer el aceite. Espero haber puesto un pequeño grano de arena para esta entrada y que puedan servir en positivo los comentarios que he realizado, descritos siempre desde mi experiencia práctica y teórica en los temas de patrimonio industrial agroalimentario y etnografía cordobesa. Un saludo!

Paco Muñoz dijo...

Antonio muchísimas gracias por el comentario, nada que añadir a la extensa explicación. Sólo que no mencionas el segundo cubo, el de más abajo, que a lo mejor pudiera ser el aceitero, por justificar la casa de los aceituneros pero desde luego sin ningún fundamento científico patrimonial. Voy a tratar de incorporar tu comentario al texto para que sea visible.
Reitero el agradecimiento por la aportación.
Un abrazo