miércoles, 16 de mayo de 2012

SALUD MÁRMOL DONCEL, "LA BERENJENA"


Prostituta vieja de Oscar Hugo

Mientras me acordaba del dicho de Rafael Guerra Bejarano, cuando en actitud meditativa, en la plaza de San Sebastián miraba al toro, echado en sus puños cerrados, uno encima de otro, el de arriba sujetando la barbilla y el de abajo en la barrera. Y le dijo el subalterno: 

-¿Don ‘Rafaé’ le preocupa ‘er’ bicho? 

–¿El toro? que va, el toro me suda aquello, la preocupación es que tengo albañiles en mi casa de Córdoba y no sé lo que me voy a encontrar allí cuando volvamos. 

Pues yo los tengo cuando trato de emperejilar este comentario. Y no se lo deseo a nadie, es lo peor que te puede pasar, albañiles en tu casa.

Mujer berenjena de EyeKane

Hace algún tiempo recordando las respetables señoras autónomas del amor, eventual, de momento de apuro, de calentón,  en una entrada del Blog, Prostitutas de Córdoba, en la que se mencionaban los lugares donde ejercían el llamado oficio más antiguo del mundo. Lo de más antiguo supongo, sería por la llevada al huerto de Eva a Adán con su entrepierna, pero es mucho suponer. Hablaba del Charco de la Pava; Parilla Eléctrica; Jardines de los Patos; Jardines de la muralla del Alcázar, estimando estos como de tercera división. Luego estaba la división de plata: Cardenal González, La Feria, Caldereros, y los alrededores como siempre de los medios de transporte, Cercadillas. Y la primera división o de Honor como, Obispo Fitero (siempre los obispos antiguos cerca de los lupanares); Velázquez Bosco, Rey Heredia y calle Caño, entre otros. Los lugares modernos los obviamos.

Prostitutas de primeros del siglo XX

Desde la conquista por los castellanos de estas tierras, la mancebía estaba situada en la vía de de entrada a la ciudad camino de la Catedral de Santa María; Lineros, Potro, Lucano, Pescadería, Santa María. Mesones para el buen yantar, lupanares para el desahogo testicular y Santa María para perdonar. Eso es inamovible, y en la actualidad en las cercanías de las estaciones de ferrocarril y carreteras, donde hay flujo de personal. También en los mercados. La Corredera era entonces el mercado por excelencia de la ciudad y en su alrededor también se asentaban lupanares y servicios eventuales de calle.

Arcadas de la Corredera

A raíz de esa publicación me escribió Lucía Mármol un correo, desde Cataluña, estimando que yo era un “experto” en la materia, con un gran interés por conocer sus antepasados, preguntando por un familiar suyo, que podía ser su abuela o su tía abuela, que había sido prostituta, natural de Castro del Río. Lucía estaba un poco cabreada con su familia, por el ocultismo que existía en las familias con estos asuntos y en aquellos tiempos, lógico por otra parte, porque en el fondo en un pueblo era un estigma ejercer la prostitución. Y ella sólo quería conocer a su familia no juzgar a nadie, simplemente porque no se puede juzgar a nadie.

Pensión La Paloma de Paco Madrigal

Transcribo el correo que me envió porque merece la pena conocerlo, por ser el punto de partida de la pequeña investigación:

“Hola! El mensaje es para Paco Muñoz, no sé si lo envío bien. Veo que sabe mucho sobre la historia de las prostitutas de Córdoba, y estoy buscando a alguien que me pueda decir si sabe algo sobre la Berenjena, que fue o mi abuela o la hermana de mi abuela, no puedo averiguar mucho pues mi familia no me dice nada. He estado buscando y hace dos años, en Córdoba, al preguntar a un señor mayor me indicó una calle, por lo que debía ser conocida. Estaba cerca de la Corredera. Me gustaría mucho poder averiguar algo pues siempre me han interesado estos temas y al enterarme que tuve un familiar tan cercano que fue, me parece dueña, no sabe el ilusión que me hizo. Al final será verdad esto de la memoria genética. Inclusive sé que mi padre iba con su primera mujer a verla, o sea que existió la Berenjena, pero a él no puedo preguntar pues falleció cuando tenía yo tres años. Y a los de Córdoba no hay quien les arranque nada de nada. Si puede averiguar algo me haría muy feliz, pues me da rabia que quieran olvidar una parte de nuestra historia familiar, que no es ningún pecado. Muchas gracias. Lucia Mármol.”

Plaza de la Corredera

A partir de aquí Lucía y yo, iniciamos una relación epistolar electrónica,  y nos pusimos manos a la obra para recabar información, y nos hicimos amigos. A mí me interesó ayudarla, pues en mi familia había existido una serie de datos poco concretos de mi bisabuela Antonia, que le expliqué. Siempre, en estos casos, se echa mano de personas a las que consideras también “expertas” no en prostitución, pero si en conocimientos  y en historia local, como es el amigo de San Lorenzo, Manuel Estévez, el cual nos prestó una ayuda extraordinaria para conocer los hechos y vivencias de la Berenjena. A pesar de que Lucía sabía de su existencia, los datos que ofrecía Manuel y los que yo encontré, nos situaron muy cerca de saber mucho más de esa señora. Sabemos que se movió por los famosos portales de la Corredera, en alguna que otra pensión que por allí había, e incluso trabajaba algunas veces en la calle. También decir que es obvio que algunas cosas, por no ser de interés, no las comentamos.

Mujeres en un burdel

También Alfonso Gómez, en su libro “La Córdoba Golfa (1950-2000)” la cita:

“La Berenjena. Así era conocida, razón por la que no se da su nombre, Estaba establecida en una casa próxima a la Plaza de la Corredera, incómoda, antigua y sin servicios adecuados. La clientela era escasa y de bajo nivel, allí hubo varias peleas sonadas.” 

Partida de defunción de Salud (Anverso)

En este caso la información última venía de un erudito en la materia, ya no eran los recuerdos de juventud y comentarios de los mayores, la confirmación de su existencia venía de un experto. Nosotros sabíamos ya que la “Berenjena”, se llamaba Salud Mármol Doncel, natural de Castro del Río, soltera, y que nació allá por el 1878, y murió con setenta y cinco años de caquexia (1), en su domicilio de Pedro Rey, 3. Certifica su muerte el Dr. Kindelán, y son testigos los Sres. Antonio Martos y Eloy Ceular, con domicilio respectivamente, en las calles Cara y Guindo, y el asiento se hace por manifestación personal, de Antonio Gutiérrez García, de la calle Zarco, 6. Fue enterrada en el cementerio de San Rafael hace casi sesenta años. Todo ello lo dice la partida de defunción. Nadie renovó la sepultura y sus restos fueron a parar después a la fosa común.

Partida de defunción de Salud (Reverso)

De todas formas hay que pensar en una vida azarosa, cruel, de miseria, que la obligó a venirse del pueblo, a ejercer la prostitución por no tener, seguramente, otra salida. Y luego está la crueldad que también sufrió Lucía, el olvido de la familia. Teniendo en cuenta que era la propietaria de su casa, aunque de no mucha categoría, fue “madame” o “dueña” y que algún heredero, en el mejor de los escenarios posibles, pensamos que legalmente, por no tener pruebas de otra cosa, se quedó con la casita y la vendieron a los actuales propietarios. Para eso seguramente si era familia la “Berenjena”, para eso no era una prostituta apestada. Aprendí a respetar a las prostitutas con una obra de un escritor holandés, Maxence Van der Meersh, que leí en mi lejana juventud, "Una esclavitud de nuestro tiempo".

Calle Pedro Rey, antes Muela

No tenemos ninguna fotografía de ella, pero por las informaciones de gente que la conoció, no fue muy agraciada por la naturaleza en atributos de belleza, no hablamos de otros como los de la fortaleza que hay que tener para trabajar en ese oficio y aguantar lo inimaginable, que en ellos sí lo fue. Bien es cierto que por lo menos llegó a los setenta y cinco años. Edad no habitual en esa época. Lo que no es menos cierto, es que no fue un producto de la guerra 36-39. Ella cuando comienza el siglo XX tiene veintidós años, y cuando la guerra civil 58, edad poco aceptable para el ejercicio de su profesión.  

La que fue su casa hoy reformada y de otros propietarios

De todas formas no necesitamos más, Lucía Mármol, su sobrina nieta, ha movido todo lo imaginable para conocer sus ancestros que nadie le aclaraba, y nosotros, Manuel Estévez y yo, hemos colaborado con ella, moviendo los cimientos del olvido y roto una lanza como homenaje a una mujer, que sufrió lo que muchas mujeres, que han tenido que ejercer la prostitución, plato de no muy buen gusto, por no tener otra salida a mano. Por esa razón no aireamos más su vida y la información adicional sobre ella, porque tampoco aporta nada. Y desde aquí quien lea estas modestas líneas sabrá que existió una prostituta en Córdoba, no muy famosa, pero menos lo necesitaba, castreña, que fue “dueña” o “Madame” en francés, que se llamaba Salud Mármol Doncel, se apodaba LA BERENJENA y que Lucía Mármol es su sobrina nieta.  

Catastral de la casa y alrededores


RECORRIDO POR LOS PADRONES DOMICILIARIOS

Los Padrones domiciliarios, a pesar de sus muchos errores, muchas veces por una propia información errónea de los interesados, son una fuente importante para poder seguir los derroteros de una persona. Salud Mármol Doncel, figura en el Padrón de 1910 como soltera, natural de Castro del Río, de profesión sirvienta y domiciliada en la c/Alfayatas, 17.
En el Padrón de 1912-1914, se muda al número 14 de la misma calle o cambian los números. Con ella figura otra señora Juana Rguez. Luque.
En el de 1913-1914, vive ahora en la c/Zapatería Vieja 14, figura como que tiene 45 años, su estado civil es viuda, y cosa curiosa su trabajo pone industrial.
El Padrón de 1915-1916, sigue viviendo en c/Zapatería Vieja, 14 y viven con ella dos mujeres jóvenes, Concepción Caballero de 29 año y Ángeles Contreras Pavón de 21.
A partir del censo de 1917, no podemos obtener datos en línea, y sólo sabemos que dice tener 44 años. Sería importante chequear los libros del Archivo Municipal para saber cuando se mudó a la calle Pedro Rey, nº3. El de 1920 es igual que el anterior. En el censo de 1935 en plena guerra civil figura (los datos que se tiene acceso en línea), como cabeza de familia. Así como en el de 1940 en el que dice tener 64 años. Las fechas de nacimiento bailan todas. En la partida de defunción figura que fallece en 1953 con 75 años, pero si hacemos la cuenta con las distintas fechas de nacimiento que disponemos tendría más años.

A Lucía Mármol.

Fotos del autor, de F. Madrigal, de EyeKane y de Oscar Hugo
Colaboración de M. Estevez.

(1)La caquexia es un estado de extrema desnutrición y atrofia muscular. Puede ser síntoma de patologías variadas; cuando se diagnostica caquexia, los médicos consideran la posibilidad de algún tipo de cáncer. Enfermedades infecciosas como tuberculosis y  sida, son también causantes, aunque esta última la tenemos que descartar.

17 comentarios :

Anónimo dijo...

ENHORABUENA, me he emocionado, esta mujer también merece éste y mil homenajes, una mujer anónima que encarna la vida de trillones de personas que nunca salen en los libros. además esta mujer tiene un nombre castizo castreño como es Salud y sus dos apeliidos de origen muy antiguo en Castro. Ojalá algún día encuentres algo sobre Chicharitos (en cordobapedia han publicado algo) y tantas personas buenas y diferentes que fueron marcadas por la hipocresía clerical impuesta.

Anónimo dijo...

Un artículo magnífico, emocionante; saludos, J. de Montilla.

Paco Muñoz dijo...

Gracias. Creo que sí que se lo merece, cuando Manuel Estévez me facilitaba datos que le contaban amigos, se mezclaban otra serie de historias muy humanas, solidarias de estas personas utilizadas pero despreciadas. Buscaremos cosas de Chicharito, que también sufriría lo suyo, me lo imagino, yo conocía a la Paquera de joven, de mi barrio y era un muchacho muy traumatizado.

Paco Muñoz dijo...

J. de Montilla muchas gracias. Un abrazo

Anónimo dijo...

Estupendo trabajo y sin comentarios "comecocos".
Saludos

Paco Muñoz dijo...

Saludos y muchas gracias.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Paco, ´has dado una lección a la sociedad cordobesa deteniéndote en la biografía de salud, esperamos ansiosos las de otros personajes como has comentado: Chicharitos y otros utilizados y despreciados. de la Paquera me acuerdo bien chico que salía en el carnaval. Te esperamos, Paco, un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias. A Antonio Muñoz "La Paquera lo conocía de chico, era un buen muchacho y la sociedad lo marginó, y las "prendas" de algunas monjas del asilo lo tiraron a la calle, lo provocaron. Creo que al final su familia más cercana también, aunque había que comprenderlos, es un conjunto de cuestiones. Mira en esta
dirección que puse algo sobre él.
Un saludo y gracias

Anónimo dijo...

Decir que la Paquera,era un buen chico es para partirse de risa.
Informal en su "trabajo" de pintor
de brocha gorda,lo mismo te dejaba
sin terminar el piso y aparecía a
los cuatros días.Lo mismo,sin venir
a cuento te gritaba y te decía de
todo,menos bonita.!Vaya prenda!.Y
no las pobres monjas que tenían que
aguantarlo.
Saludos.

Paco Muñoz dijo...

Antonio era un producto de la sociedad que le tocó vivir, lo mismo que muchos y por tus expresiones pareces un exponente destacado de ella. ¿Acaso tú eres mejor, escudado en un anónimo, sin decir tu nombre y apellidos? Creo que no, que no lo eres. Me parece que estás más cerca de las tesis del Obispo de Ciudad Real, que de un ciudadano actual.
Y decirte que si sigues amparado en el anonimato no te contestaré más a ninguno de tus comentarios.

Paco Muñoz dijo...

Aunque en Internet no se puede ir de anónimo del todo. Ben y ben, y ben, chiquillo bente conmigo. Deja Barcelona y vente para Córdoba.

werrybee dijo...

Hola Paco, esta entrada me ha emocionado mucho y ahora explicaré por qué. Primero debo poner mi granito de arena sobre esta interesante investigación: En el libro "Guía secreta de Córdoba" de Francisco Solano Márquez, del año 1976, en el capítulo dedicado a la Córdoba frívola habla de La Berenjena, concretamente dice: "Hubo ventas donde ejercitar el bailoteo soez, como La choza del cojo, recibidor de la ciudad por la carretera de Madrid, o La Conejera. Casas de tapado, como La Berenjena, en Marqués del Villar".
Espero que este dato también sea de utilidad.
Y ahora la nota emocional: resulta que yo me he criado también en la calle Pedro Rey, pero en el número 6, antigua casa de vecinos pero rehabilitada después como vivienda unifamiliar. Uno de los recuerdos que tengo de esa calle es el espantoso olor a Zotal que algunas veces despedía. Al final de la calle, pero perteneciendo a Pedro Muñoz, había una fonda o una pensión, no recuerdo, a cuyo dueño le faltaba una mano y su coche estaba adaptado por tal asunto. Así que ya sabeis por qué mi avatar es el azulejo de la calle de la Muela.

Paco Muñoz dijo...

Antonio, yo menciono la cita de Alfonso Gómez en “La Córdoba Golfa”, pero desconocía la que mencionas y que se refiere a Marqués del Villar. Según la información de mi amigo Manuel Estévez, recopilada de personas del entorno, no es así, pero yo no estoy en disposición de determinar si es un lapsus de alguno de los dos, de Paco Solano Márquez o Manuel Estévez, pienso que conociendo a los dos, de ninguno. No obstante tomo nota.

Hay que ver como se van sumando datos de la memoria de cada uno, y se entrelazan las historias de unos con las de otros. Salud muere el 27 de abril de 1953, y tu eres bastante joven, por lo que es imposible. Incluso si tus padres vivieron allí antes. No dan la fechas para eso. Muchas gracias como siempre Antonio.
Un abrazo.

werrybee dijo...

Efectivamente es imposible que nuestras vidas se cruzaran, de hecho siempre he recordado las casas del número 1 y 3 totalmente cerradas.
Respecto a los datos de La Berenjena, estoy de acuerdo con lo que dices, pero es lo único que tengo.

Paco Muñoz dijo...

Estoy de acuerdo contigo Antonio, y como te decía ni incluso la de tus padres estimando que vivieran allí antes de nacer tu. Ahora la casa número tres, es una casa pequeña pero muy bonita.

Anónimo dijo...

Amigo Paco,yo lo mismo estoy en
Córdoba que en Barcelona,que sólo
me separa un AVE.
Lo de anónimo,es la única forma de entrar que tengo,asi que aguanta las críticas sin maldad que te hago.
Por otra parte,otra crítica que
te hago,es que cada vez tus es
critos están más llenos de crispa
ción e indignación,que pagas arre
metiendo contra la política y la
religión y pierdes esa tranquilidad
y sosiego que antes trasmitias y que a mi tanto me gustaba.Ya sé
que son tiempos malos para todos,
pero ya te digo prefiero leer pa
ra sosegarme y no para crisparme,
que a nuestra edad no es bueno.
Saludos.
"ben"

Paco Muñoz dijo...

Estimado amigo Ben.

Al final te he sacado a barrer. Ya sé que tienes problema para entrar, a mí también me pasa en algunas Web, aunque no te costaría trabajo firmar el anónimo, en este caso se que eras tú pero en otros tendría que comprobarlo con las herramientas de que se dispone en la red. Sabes que llevas razón y es cierto, cada vez tiene uno menos ganas de problemas, pero la situación está de pena, y cuando te toca muy de cerca peor. Aunque unos tenemos crispación justificada, otros defendéis a ultranza los valores de siempre y así se equilibra el fiel de la balanza.

Ya llevo colocado para tres meses en tu empresa, así que más razón todavía, sopitas y buen vino.

Un saludo.

PD: Yo siempre me aplico a mi mismo el refrán "Quien nace lechón...."