Las Ermitas de Ripoll
Hace unos días mi amigo Pepe Ramírez me envió una fotografía en la que se me ve con bastantes kilos demás reparando la baranda de la Carretera de las Ermitas. Son este tipo de fotografías con las que te recuerda Google que pasa el tiempo y te las hiciste hace unos años. Me recordó el chiste de los clavos (espero que los abogados “cristianos” no me lo tengan en cuenta):
Baranda vandalizada
De la web ”Hola soy Ramón”
“Un gallego llamado García, abre una ferretería a sólo dos calles del Vaticano en Roma. Como publicidad, fuera de su establecimiento, el gallego cuelga un enorme crucifijo. Bajo la figura de Jesús, clavado en la cruz, el galaico pone un cartel luminoso que dice:
CLAVOS GARCÍA, 2000 AÑOS DE GARANTÍA.
El escándalo fue mayúsculo. El editor del Obsservatore Romano, va personalmente a conversar con el hijo de Galicia. De la forma más fina posible, el citado director le explica al gallego que no se puede usar este tipo de publicidad... y mucho menos en Roma.
El gallego, como hombre razonable que es, modifica su anuncio, reemplazando la figura del Cristo crucificado con otra. Esta vez, Jesús tiene solo una mano clavada, la otra está suelta saludando al público. Debajo de la cruz hay un nuevo cartel luminoso que dice:
ADIVINEN EN QUÉ MANO SE USÓ UN CLAVO GARCÍA.
El escándalo ahora llega hasta Castelgandolfo.
El Papa, horrorizado, va en su papamóvil hasta la tienda del ferretero. El Santo Padre, con sus trémulas manos, le clama al gallego: "Hijo mío, no puedes usar a la figura de Nuestro Señor como efigie de tus anuncios comerciales... por favor, inventa otra cosa..."
El siempre creativo gallego coloca una cruz vacía fuera de su tienda y debajo de ella hay un nuevo cartel luminoso:
SI LOS CLAVOS FUERAN GARCÍA... ¡NI JESÚS SE ESCAPARÍA!”
Este fue el chiste del que me acordé cuando trataba de arreglar la vandalizada baranda en la Carretera de la Ermitas. Primero, lo más difícil, bajar a por los palos, ya que no les bastó a los vándalos quitarlos sino además los tiraron monte abajo. Ya, días antes, había calculado el tipo de clavos, modelo García y adquirido en mi ferretería de cabecera, que dicho sea de paso ha cerrado por jubilación del dueño. Un martillo que perteneció a mi padre fue el elemento que llevaba además de los clavos en la mochila. Primero con unas bolsa de plástico amarré el palo, para después clavarlo.
Firma del proyecto de 1882 de José Santiago y Ortiz
Ocho años después Google te avisa de unas fotos que te hiciste, luchando con la personal y ancestral idea de no fotografiarte. En 2017 en mayo sucedió el hecho. Luego la pandemia y otros problemas, han hecho que no subiera a las Ermitas desde entonces. Ahora después del atropello y, afortunadamente ir recuperándome creo que bien, esas aventuras estimo estarán, vedadas ya para mí. La fotografía, como he dicho, me la reenvió mi amigo Ramírez, y a mí me quedan todavía unos clavos liados en papel de estraza en la mochila. 1882 gran reforma de la carretera, otra hace menos años fue remozada en todo su recorrido, además con las escaleras en la Cuesta del Reventón o la Trocha, y en la explanada de la Fuente.
Fotografías del archivo del autor
Bibliografía del tiempo
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