lunes, 29 de diciembre de 2014

LAS SETAS DE LA PLAZA DE LA ENCARNACIÓN DE SEVILLA

Desde la Plaza de la Encarnación

Como estábamos de información micológica, a lo mejor procede. Parece que en 1999, un año antes del famoso efecto 2000 que nos iba a cambiar la vida, y nos la cambió el ladrillo, algo más tosco que la informática, se estaba estudiando la construcción de un aparcamiento subterráneo, como en el Gran Capitán en Córdoba, en la Plaza de la Encarnación de Sevilla. Ante la identidad de los hallazgos, en 2003, se paró el proyecto, obligando a la conservación de estos. En 2011 se abrió al público. Tiene una profundidad de 5,50 m. y en el espacio se presentan restos de unos 1200 años de antigüedad.

Escaleras y rampa

Luego se decidió taparlo con esta construcción que levantó en su momento todo tipo de criticas y especulaciones, por su no idoneidad y sobre todo por el costo, pero se hizo, seguramente como es normal, quitando de otros sitios que hacían más falta, pero era época de vacas gordas y falsas.  Para no quitar ni poner, en la página Setas de Sevilla  se refleja el siguiente texto:

"¿CÓMO SE HIZO?

"Metropol Parasol, conocido como las Setas de la Encarnación, es la estructura de madera más grande del mundo, cuenta con 2 columnas de hormigón que albergan los ascensores de acceso al mirador y que está ubicada en la plaza de la Encarnación de la ciudad de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía (España). 

Otra vista inferior a ras de calle

Tiene unas dimensiones de 150 x 70 metros, una altura aproximada de 26 metros y fue el proyecto ganador del concurso abierto por el Ayuntamiento de Sevilla para llevar a cabo la rehabilitación de la plaza en la que se ubica. Su diseñador fue el arquitecto berlinés Jürgen Mayer. Las obras comenzaron el 26 de junio de 2005, con un coste estimado de 50 millones de euros, y atravesaron serias dificultades hasta 2010. Una vez solventadas y tras haber elevado el coste del proyecto, fue inaugurado el 27 de marzo de 2011.

Pasillo superiores

La primera fase del proyecto se inició el 26 de junio de 2005, y su conclusión estaba fijada para el mes de junio de 2007, plazo que no cumplió. Un mes antes la prestigiosa empresa Ove Arup & Partners remitió un informe técnico al consistorio sevillano informando «que la construcción de la complejísima estructura del Parasol, tal y como estaba concebida no era realizable», pues el arquitecto únicamente había realizado un proyecto básico que excluía las pruebas técnicas, por lo que no había tenido en cuenta la inexistencia de una tecnología apropiada para llevarlo a cabo.

Pasillo

El ayuntamiento de la ciudad continuó con las obras hasta que, en febrero de 2010, la prensa se hizo eco del informe emitido por el grupo Arup, y el concejal de Presidencia y Urbanismo admitió que el consistorio era consciente de su inviabilidad desde el citado informe, y que desde 2009 se disponía de una solución al problema presentado. Tras modificar la estructura de los parasoles sustituyendo el metal por madera que aportó al presupuesto económico un incremento de 25,8 millones de euros, las obras continuaron y antes de finalizar el año 2010 ya se habían ejecutado en un 80%.

Pasillos de la cubierta

Finalmente, el 27 de marzo de 2011 la estructura fue inaugurada por el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, principal valedor del proyecto, cuya noticia tuvo repercusión en medios de comunicación internacionales, como el periódico británico The Guardian. En enero de 2013, el espacio Metropol Parasol fue elegido, entre los 335 proyectos candidatos, como uno de cinco proyectos finalistas del Premio de Arquitectura Contemporánea Mies Van Der Rohe que conceden bianualmente la Unión Europea y la Fundación Mies Van Der Rohe."

Pasillos de la cubierta

Del texto podemos saber que se estimaba costo del proyecto, en unos cincuenta millones de euros, y que al ver que era irrealizable se aumentó en casi veintiséis millones más -que sepamos-, es decir doce mil seiscientos noventa y dos millones de nuestras añoradas pesetas. Como podrá verse un derroche que pagó, como es lógico, un pueblo que vivía por encima de sus posibilidades. Tiene un espacio comercial, un espacio expositivo donde pueden verse las ruinas conservadas, un excelente trabajo, pero con una "cáscara" carísima a mi modo de ver. Sus promotores fueron la otra pata del Bi. Un mirador llamativo, pero supercaro, muchísimo más que  la Torre del Vino de Socuellamos. 

Los puentes a lo lejos y cubierta

El Antiquarium lo gestiona el ICAS (Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla), el resto no lo sé, pero la subida a los miradores parece está gestionada por una de las empresas de uno de los grupos que se están haciendo de oro en esta España casposa, y comisionista que nos ha tocado vivir. Me llamó la atención que la entrada, que según parece se paga por el transporte de subida al mirador, va a parar a las arcas de una empresa llamada Sacyr Construcción SA. con domicilio social en Paseo de la Castellana 83-85 Madrid. ¿Qué curioso? Esto no quiere decir nada en concreto. El mundo de los negocios debe ser así. Pero casi siempre las grandes obras las hacen los mismos, y además casi todas tienen cláusulas en las que no pierden nunca.

El boleto de la subida

Porque en caso de ser así las rescatan con nuestros dineros, con los mismos que han realizado esas megaconstrucciones la mayoría de ellas fruto, del afán de notoriedad de unos mediocres "servidores" públicos y, en algunos presuntos casos, del empujoncito económico, como podemos ver en la mayoría de los procesos judiciales abiertos por corrupción. Nunca conocemos los nombres de los corruptores, que haberlos "ahilos", muchos y poderosos.

Datos de la construcción

Qué sí, que es una obra que se queda para la ciudad. Cómo las pirámides de los faraones, las grandes catedrales interés del clérigo de turno, con panteón incluido, o como los, guardando las distancias, cientos de Palacios de Exposiciones, aeropuertos de abuelos loteros cualesquiera, o de paisanos de expresidentes, o de manchegos. De autopistas sin coches, pero que han dado pingües beneficios con los rescates, esa palabra que antes se empleaba sólo en los secuestros, ¿aunque no es este un país secuestrado por el capitalismo? 

Más datos

Pero en Córdoba, no tenemos que  ir más lejos, tenemos sobradas muestras de esa fiebre, con el Palacio del Sur, actualmente una de las mejores exposiciones de jaramagos de la ciudad, y cementerio de muchos millones de euros. Y ahora, para no cambiar, están acondicionándose el Palacio de Congresos actual, y esa obra inútil propiedad de un banco, fruto también de la megalomanía de otros. Si no quieres café dos tazas.

Desde arriba, la plaza

Y todas esas barbaridades se les perdonan a esta gente, que al igual que los peces en el río, les votan y vuelven a votar, en un alarde de sadomasoquismo seudo interesado, porque la análgia lógica, la compensará seguramente alguna dádiva esperada. La gente parece, pero no es tonta, y el más tonto ya se sabe, aquello de la madera, el cuchillo y el transistor. 

Entre bastidores

Un "obrón" ésta micológica obra en suma, mezcla de la cultura y la hostelería, y el mirador de altura. En absoluto se critica la obra arquitectónica, la técnica o la ocurrente idea, sino el derroche y la megalomanía. Y sobre todo pensar la de cosas -como dice el gallego- que se podrían haber hecho con ese dinero, y sobre todo futuro.

Un panel informativo hacia el sur

Otra vista hacia el oeste. En el centro otra torre ¿Inútil?




Fotografías del autor
Bibliografía de la web.

3 comentarios :

G. Pedros dijo...

Hubo también una fuerte oposición vecinal al aparcadero de la Encarnación pues estaba pensado como aparcadero rotativo, ejerciendo en este caso un efecto atractivo de coches con expectativas de aparcar en el centro. Lo que se llama tráfico de agitación.
Para mi sus alegaciones fueron un modelo a segguir cuando tuvimos el enfrentamiento con Ocaña por el aparcadero de la calle Sevilla.

Paco Muñoz dijo...

Muchas Gracias Gerardo. No sé si lo has visto pero es una barbaridad, lo mismo que cualquier otro monumento, o los puentes del Guadalquivir, o la Catedral (la más grande del mundo gótica), me imagino que eso ha sido así a lo largo de los siglos, pero es que los dineros invertidos allí, o en el tranvía se las trae, habiendo autobuses, que si que contaminan menos, pero la electricidad contamina en su fabricación, o el obrón del metro.
Sevilla es una ciudad de oleadas constructivas. Si no hubiese existido la Exposición Iberoamericana no existiría ni el Barrio de Santa Cruz, ni el Parque de María Luisa, ni esos hermoso pabellones nacionales que he tenido la ocasión de ver. Pero es que si no se hubiese descubierto América no existiría tampoco la Fábrica de Tabacos, o el Archivo de Indias. Y si la Expo 92 no se hubiera realizado toda la serie de rondas, puentes, algunos carísimos, pabellones (en esta ocasión se los han llevado muchos), y ahora la torre Cajasol, otra bestialidad, otro capricho de alguien.
Sin ánimo de caer en chauvinismo local, una ciudad preciosa pero con una Torre de Oro, que no es de oro, la Manzanilla de Sanlúcar y la Virgen de la ministra del desempleo, de Almonte. Leí algo de la oposición del aparcamiento, pero no sé si también la hubo para la construcción de este asunto de las Setas. Este tema del automóvil es complejo, está ahí y nos complica la vida a todos. Tienen bastantes kilómetros de carril bici, en algunos sitios delimitado con tachuelas en el suelo, complejo porque la gente lo invade normalmente. En Córdoba el primer ensayo de peatonalización ya sabes a quien le tocó, y tuvo hasta amenazas. Luego la derecha peatonaliza grandes espacios y no le dice nadie nada, yo lo celebro desde luego, pero es por comparar.
El aparcamiento de la calle Sevilla era un gran problema también, como lo fue el de Conde Robledo, o como si se hubiera construido en la Corredera. Muchas veces los políticos tienen que resolver cuestiones que a lo mejor no comparten pero no es este el caso. Por una parte la presión del automóvil, los comerciantes que acusan a la falta de éste sus bajas ganancias, y la mayoría de las veces es falta de visión, muchos son tenderos. Y la estructura de ciudad que impide muchas cuestiones. Luego está el efecto llamada, que comentas. Nos decía un técnico alemán que en Munich hicieron una autopista de ocho carriles, que no existía, para aliviar el tráfico y se colmató lo mismo que cuando no estaba. En fin, nuevamente gracias.
Un abrazo y feliz año nuevo.

G. Pedros dijo...

Feliz año Paco.
El de la calle Sevilla era un aparcaedero pensado para el Corte Inglés que iban hacer enfrente del Teatro Gongora.
Un buen resumen sobre Sevilla el que haces en el comentario.