viernes, 5 de diciembre de 2014

CAPILLA DE LA CONCEPCIÓN O DE LOS ESCRIBANOS, ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL

Techo de la capilla

Ayer, con motivo  de visitar la interesante exposición Sefarad Oculto, que puede verse en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba (AHPCO), esa modélica institución pública que conserva y difunde fondos de documentos producidos por la Administración Pública y de entidades privadas que han donado, depositado, o vendido sus fondos al archivo, pude visitar la Capilla de la Concepción o de los Escribanos. Y no menos modélico y profesional personal que la sirve.

Entrada desde la casa barroca del Archivo

Tengo que reconocer que aún no había tenido la oportunidad de disfrutar de esa maravilla, que está perfectamente conservada, y que sirve como Salón de Actos del Archivo, dónde se realizan conferencias, actuaciones, exposiciones, etc., por eso canto el mea culpa por un lado por no haberla visitado antes, y por otro esto demuestra cuantas maravillas tenemos en esta ciudad que descubrimos a diario. Si no pudiésemos cantar el mea culpa sobre estas cosas, las maravillas serían finitas, no infinitas como son.

Entrada desde dentro

La capilla que, supongo estaría visible desde la calle, aislada, lo mismo que la iglesia de Santo Domingo de Silos, que ahora tiene un bloque moderno delante, y no quiere decir que este bloque sea culpable de nada porque seguro que se construyó otro tipo de vivienda antes, o las casas por la actual calle Pompeyos, que adosaron a la Iglesia. Los planos más antiguos determinan algunas aristas pero no la posible amplitud lógica de la plaza, No cabe hacer una capilla o iglesia, sin que tenga acceso desde el exterior. 

Vista del rosetón hacia el oeste

Los que somos mayores nos acordamos de que esa Iglesia, Santo Domingo, ha sido privada durante mucho tiempo, desde que se desacralizó, después fue almacén y bodega, y la puerta del rincón Centro Farmacéutico. Entonces tenía reja alrededor el triunfo del centro de la plaza, igual que el de la de Aguayos. Otra prueba de la privatización es que la torre es propiedad de la casa por donde se accede a ella. Y muchas cosa más para el recuerdo.


Lado del este

Toda esta zona sería muy diferente en la época romana, parece que en el lugar de la Iglesia, había un templo romano, esa explanada era muy adecuada. En la excavación apareció el famoso mosaico de las Cuatro Estaciones de final del siglo IV, que se puede gozar en el Museo Arqueológico, que está debajo de la explanada citada. En la maqueta del teatro se ve la subida al templo de Diana, cuyos escalones forman parte del Museo. Es un conjunto maravilloso si hacemos un esfuerzo de imaginación. En la Córdoba Patricia era el final de la muralla por el sur, en la imperial ya estaba prácticamente el lugar en el centro de la ciudad.

Cabecera este

A la capilla se accede por el Archivo desde la calle Pompeyos -casa barroca que forma parte también de la institución-, pasando el patio, la puerta del fondo a la derecha, luego a la izquierda una escalera nos lleva a la capilla. La diferencia de nivel me llamó en principio la atención, es verdad que la calle Pompeyos es cuesta arriba (o abajo según), pero no lo es menos es que el crecimiento de las ciudades es siempre hacía arriba.

Otra vista de la techumbre

Del folleto editado por el Archivo Provincial:

"Es el Salón de Actos del Archivo, en el cual se realizan exposiciones, conferencias, actuaciones, etc.

La Capilla de Nuestra Señora de la Concepción situada a un lateral de la iglesia, sirve de nexo de unión entre los otros dos inmuebles que componen el centro.

Arranque de uno de los arcos

Fue mandada construir en 1362 por Juan Pérez, escribano mayor de la ciudad y donada el 8 de agosto de 1397 a la Cofradía de los Escribanos, que a partir de esa fecha celebra aquí sus reuniones, así como las festividades religiosas. Curiosamente, siglos más tarde, este inmueble albergará la documentación producida por aquellos escribanos.

Vista actual de la Iglesia principal y del rincón y base de la torre.

Es una capilla funeraria de planta rectangular, construida en piedra con aparejo regular. La cubierta consta de arcos que arrancan de ménsulas con representaciones de cabezas de felinos muy esquemáticas y en los ángulos decoraciones florales; decoración realizada con incisiones y técnica muy tosca."

Plano catastral, el rectángulo central es la planta de la capilla

Don Teodomiro en sus Paseos por Córdoba nos dice en relación con la Iglesia de Santo Domingo de Silos y la capilla:

"La capilla de Nuestra Señora de la Concepción, una de las colaterales, fue fundada por el jurado de aquella collación Juan Pérez en 1397, según escritura de 8 de agosto. 

Era escribano mayor de la Ciudad, por lo que llamó a todos sus compañeros a formar parte de la cofradía instituida, a la vez, y para patronos, a sus descendientes, siendo éste el principió del ilustre Colegio de Escribanos, el cual tiene de patrono y protector a los duques de Rivas.

Plano de 1811, la calle Pompeyos era De la Compañía.

Plano de Casañal, ya se llama Pompeyos en el que podemos ver las curvas de nivel

Las reglas de esta corporación, escritas en pergamino, fueron trasladadas a otro en 27 de marzo de 1570, con algunas reformas que se le habían hecho en 1544, siendo obispo de Córdoba el señor don Leopoldo de Austria. La cofradía celebraba varias fiestas al año, todas solemnes, mas ninguna tanto como la de la Concepción, a que acudían todos los escribanos con su patrono, en cuya forma asistían también a la procesión del Corpus y otras a que eran invitados."

La torre y el Triunfo. En el centro la calle Reloj

Otro rincón de nuestra ciudad con un encanto especial, fácil de visitar, cuando se realice en el algún acto cultural. 

Fotografías del autor
Bibliografía del Folleto del Archivo y de Paseos por Córdoba

2 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos tardes, amigos. No conocía esta joya. Veo que como en todas las construcciones de la época le faltan los pinjantes. Cómo casi todos eran motivos conmemorativos de los regímenes, el que venia detrás los quitaba, y así hasta nuestros días. En la vertical de la plaza eran donde más concentración de vencejos y de aviones de todo Córdoba, así como sus depredares, los aguiluchos. De chaval me tiraba las horas muertas viéndolos volar, alguna cagada me cayó encima. Los aguiluchos se metían por una tronera de campanas y salían por la otra. Seguramente tenían el nido allí. Era todo un espectáculo. Muchas gracias, Paco.
P/S: Como no tenernos bastante con los metacrilatos y las banderas que colocan en los monumentos, ponen un montón de paperas. ¡Señor, qué cruz!
¡Ah! Recuerdo que pegado a la pared del colegio, en la calle Duque de Hornachuelos había un kiosco con un cartel que rezaba: “Hoy no se fía, mañana sí”

Paco Muñoz dijo...

Es preciosa. He tenido que mirar que es un pinjante, ya lo sé. Yo miraba los vencejos en la Mezquita, en sus patios o inclusive en la calle, cuando alguno se caía al suelo ya no podía remontar por la envergadura y las patas cortas. Nosotros le decíamos aguilillas, y que las lechuzas se bebían el aceite de las lamparillas de la Mezquita. Del colegio o de la Iglesia de la Compañía. En unas dependencias de esa Iglesia estuve trabajando con unos amigos que tenían una imprenta, en el laboratorio fotográfico y componiendo textos. El tiempo que no perdona Patxi. Un abrazo