viernes, 21 de noviembre de 2014

PASEO POR EL ARROYO DEL MOLINO

Un hermoso tramo del arroyo del Molino

Hacía tiempo que no visitábamos el Arroyo del Molino, y los Baños de Popea, esta mañana hemos estado Conchi y yo, y bajado hasta el río. Nos ha extrañado ver que el nivel de limpieza del entorno es aceptable. El otoño alfombra de ocres el camino. y la humedad es considerable. Nos ha llamado la atención la extensa colonia de acantos, la planta en la que se inspiró Calímaco para ornamentar los capiteles corintios. 

El arroyo entre bastidores vegetales

Un tímido salto

Después del paseo de las Jornadas del Arroyo Pedroches del Jardín Botánico por el Arroyo de idem., uno mira todas las especies conocidas que recuerda. La balsa del Guadiato estaba en absoluta calma. El farallón de las Cabreras majestuoso, con sus casi 500 mts. brillaban sus verticales al sol de la mañana, y alguna que otra rapaz planeaba buscando el sustento. Y el arroyo del Coronel seco, con rastro de las pasadas aguas en algunos charcos. 

Serpentea entre las rocas

Aquí va buscando el azud del molino

Un árbol en el sendero, que empezó creciendo horizontal hace de repente una curva hacia la verticalidad, ostentando una peculiar forma. Aunque había más de uno, lo que me hizo pensar algún problema común que justificase esa primitiva horizontalidad. Al pasar por el molino no puedo dejar de pensar en el parecido que tiene el lugar con las selvas húmedas de América del sur. La excesiva y similar vegetación, salvando las distancias, le dan un toque especial. 

Una alfombra de ocres en el camino

Una colonia de acantos

Las rocas están cubiertas de una verde capa de musgos. En el suelo del estrecho camino, las señales de haber escarbado los marranos denotan su existencia. El rumor del agua, a pesar de no llevar en demasía el arroyo -en algunas ocasiones lo hemos visto más caudaloso- ponía la banda sonora natural de la película. Incluso algunas aves se dejaban sentir. Todo es hermoso en el entorno. Ojalá nunca cambie el sentido de protección del mismo, y las asociaciones nunca bajen la guardia.

Primero horizontal y luego vertical

El farallón de las Cabreras

Hace muchos años, posiblemente más de treinta, visitamos a un amigo que tenía una casa entre el puente del Guadiato y el de los Arenales, en una clandestina urbanización que había allí. Acampamos en la orilla del  Guadiato y nos llenamos de garrapatas en un campo que había sido utilizado por el ganado. Recuerdo lo dificultoso de quitar los ácaros con unas pinzas, ya que alguna que se había enganchado. Creo que somos unos afortunados los cordobeses por tener, y sobre todo haber salvado de la especulación estos espacios. Las asociaciones ecologistas se supieron mover adecuadamente al oler el peligro. Un diez para ellas.

La balsa del Guadiato

Fotografías del autor
Bibliografía de la red.

2 comentarios :

José Manuel Fuerte dijo...

Precioso.

Paco Muñoz dijo...

Gracias José Manuel pero lo es más al natural. Y el equilibrio está muy inestable. Hoy he estado en una reunión y se ha comentado que la campana de la economía de los especuladores, ha salvado de momento los entornos de los Baños de Popea.
Un abrazo.