miércoles, 21 de noviembre de 2012

CONFERENCIA: "LA FAMILIA ANNEA Y LA POLÍTICA", DE D. MIGUEL RODRÍGUEZ-PANTOJA - CICLO: ROSTROS DE LA CÓRDOBA ROMANA.

Perdido grupo escultórico de Barrón, Séneca y Nerón en los llanos del Pretorio

Segunda conferencia del ciclo "Rostros de la Córdoba Romana". En el marco incomparable del Museo Arqueológico. Son incomparables hasta los momentos de la espera, en esta ocasión me han permitido disfrutar de los azulejos de la Capilla de San Bartolomé que tenía pendientes de fotografiar. Hoy tocaba un recorrido por la familia de los Anneos o Annea -tengo dudas con el nombre-. Alberto Manuel Monterroso presentó al conferenciante, el Profesor D. Miguel Rodríguez-Pantoja. 

Alberto M. Monterroso y el Profesor Rodríguez-Pantoja en los previso de la conferencia

Manifestó la dificultad de leer el currículo del Profesor, había intentado recopilarlo y en un primer intento le suponía cuatro folios de trabajos, entre publicaciones artículos, colaboraciones etc. Aclaró que el conferenciante de hoy es, Dr. En Filología Clásica por la Universidad de Sevilla. Ha sido Catedrático en las Universidades de Sevilla, Cádiz, Murcia y la Laguna. Ahora ocupa la Cátedra de Filología Latina de la Universidad de Córdoba. Ha sido director de varios grupos de investigación y colaborados en diferentes proyectos sobre diversos temas.

Vista de la Biblioteca del Museo y el público asistente

Sus publicaciones ocupan un amplio abanico en todas las disciplinas de la filología latina. Dijo también “que era un gran conocedor de los personajes clásicos entre ellos los Anneos Séneca, padre e hijo, y de ellos nos va a hablar hoy y de su relación con la política.” Hizo hincapié en lo siguiente: “Hace doce años tuve el honor de escribir mi Tesis Doctoral bajo su dirección, y de aquellos tiempos me queda una impresión que quiero compartir  con todos ustedes. Detrás de un gran intelectual hay siempre un gran ser humano. Y D. Miguel siempre se ha caracterizado por su generosidad y su altura ética. El hombre que en aquel tiempo llevaba su Cátedra, su investigación, sus clases en la Universidad y un Vicerrectorado, siempre tuvo tiempo amabilidad y comprensión para sus alumnos, dedicando los esfuerzos necesarios para enseñar y dirigir con amabilidad y gran acierto. Yo fui entonces uno de aquello afortunados alumnos…”

Alberto M. Monterroso durante la presentación del conferenciante


Dio comienzo el Profesor Rodríguez-Pantoja su conferencia, con una aclaración previa. Dijo: “Ya se sabe lo que son los amigos, y si han sido además, digámoslo así, discípulos, tienden a engrandecer la modesta colección de cosas que ha hecho uno, que son muchas, pero no por  otra razón de que llevo casi cincuentas años metido en este lío”.  Consideró el tema a tratar muy apasionante y sobre todo la unión e ideología republicana del personaje, que prometió explicar después. Dijo de la dificultad de reducir las tres generaciones a una hora, y que eso era muy complicado. Que había muchas fuentes donde mirar pero consideraba a una muy fundamental y que había de leerse de punta a rabo, para poder situar en Roma la historia de los Anneos.

Un momento de la conferencia

Señaló una diapositiva sin cabeza y dijo que ese era el modelo “fotográfico” al que se le ponía una cabeza después, y que cada uno podíamos poner allí la que quisiéramos, posiblemente referido a la polémica de que no se sabe con mucha exactitud cuál era su físico. Era una figura que conocemos por su hijo, nuestro Séneca, o el Séneca más famoso. Mencionó los firmes principios morales que tenía, señalando una frase que dijo a su madre donde se corroboraba eso: “el excesivo rigor de su padre le había impedido estudiar más de la cuenta para una señora de su categoría”.


Fue un personaje muy desconocido pero es merecedor de muchas tesis. Le suelen llamar retor sin serlo, ya que nunca fue retórico. Podemos llamarlo –dijo- más bien el Viejo por su longevidad, que pasó de los noventa años, aunque consideró que es mejor como lo lo llama él, El Padre. En algunos sitios le llaman Marco, cuando su nombre era Lucio como su hijo. Parece que los eruditos le llamaban así para diferenciarlo. 

El profesor Miguel Rodríguez-Pantoja durante su disertación.

Sobre el nombre de la familia manifestó que era de origen etrusco y está muy extendido por la Galia. Citó a Abascal Palazón, y las cinco veces que aparece en la epigrafía (generalmente en inscripciones funerarias). El cognomen Séneca dijo tener que ver con la raíz Sen, que en castellano o en español (como creo que dijo), es referido a senectud, senil, senado, etc. relacionado con la vejez. Estima que de un posible origen celta. Manifestó que se desconocía el año de su nacimiento pero que cuando llegó a Roma tenía aproximadamente treinta años y ya había acabado la República.

Había estudiado en España y marchó joven a Roma, acompañó a Porcio Latrón su amigo y a Marulo, en este caso dos retores. Vuelve a Córdoba de procurador  imperial y permanece en ella unos quince años. Se casó con Helvia una señora de una rica familia. Señaló una diapositiva de una edición parisina de un libro donde figura la M. de Marco. Sus tres hijos se llamaron Lucio Anneo Novato, Lucio Anneo Séneca y Marco Anneo Mela. Pero es mejor escuchar la conferencia en la voz del profesor y así el que suscribe no cometerá más fallos con los nombres latinos, fechas o sentido de las frases al tratar de sintetizarlas.

Durante el corto debate que hubo al final

  

Señalar a modo personal, que siempre te llevas satisfacciones extras cuando sales a cualquier acto, tuve la oportunidad de saludar a una persona extraordinaria y colaboradora del Museo, Luisa Jimena con su esposo Rafael Sarazá, hermana de mi buen amigo el Dr. Leandro Jimena. Y luego al final departir en la esquina de Antonio del Castillo, debajo del precioso ajimez de la casa de los Páez, con Lola, Pepe, Alberto y el profesor Rodríguez-Pantoja y comentar, entre otras cosas, que la cara del Séneca de la Puerta de Almódovar, parece que se inspiró D. Amadeo Ruiz Olmos en la de Paco, el tabernero de Casa Paco el Rubio de pasado el arco. Por lo menos para nosotros gente del barrio era Paco el Rubio padre. Luego se van notando las dificultades de la Cuesta de Peramato, por problemas de DNI al que hay que aplicarle también los problemas de la raíz sen, comparando otro tiempo cuando la subía para el colegio San Antonio de Padua, de D. Enrique Rodríguez Castro (D. Tabique), en la preciosa calle de Alta de Santa Ana.
Fotografías, vídeos y audio, del autor. 
Bibliografía y diapositivas de la conferencia y red.

4 comentarios :

J. Eduardo V. G. dijo...

Siempre se asocia más el nombre de Córdoba a Al-andalus y es grandísima la impronta romana.

Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Hace poco (ayer) ha habido un debate de un escritor, Juan Eslava Galán, sobre un libro que abre la caja de los truenos sobre este tema. Los arabófilos y romanófilos se enfrentan en esta cuestión, que es difícil precisar o medir. Si es por el tiempo de estancia de las distintas civilizaciones (distintas ambas), Roma estuvo desde el s.II a.C. hasta el IV d.C. es decir seis siglos. Los árabes desde el s. VIII hasta el XIII, quinientos, años (en Córdoba), los cristianos desde el IV hasta el VIII, tescientos años por un lado y ahora desde el XIII hasta el XXI, ochocientos más. ¿Quién dejó más impronta? Yo creo que todos en su justa medida. A mi me llama la atención que no quedara nada del derecho árabe (sería por la cercanía que tiene con su religión)y sin embargo del romano tienen mucho y el resto del germánico. Concretando que llevas razón pero como en todo, parte de ella, por las dificultades en medir estos temas. Claro los arqueólogos arriman el ascua a su disciplina según les vaya económicamente o profesionalmente, y el resto lo mismo. Muchas gracias y un abrazo.

José Manuel Fuerte dijo...

Varias cosas que aportar a tu entrada, amigo Paco, siempre completa y satisfactoria, y nunca defraudante.

En primer lugar, la foto del grupo escultórico de Séneca y Nerón, que durante tanto tiempo disfrutamos en el salón de entrada a nuestro ayuntamiento, efectivamente perdida para nuestra ciudad, pero para mí reencontrada en un museo de Zamora, donde se hace referencia a donde estuvo durante tanto tiempo: Córdoba. Créeme que fue una agradable sorpresa verla de nuevo a tantos kilómetros de distancia.

En segundo lugar, yo también creo que la impronta romana en nuestra ciudad es mayor que la andalusí, no por la importancia, mayor o menor, que tuviera la ciudad en cada momento histórico, sino más bien porque el momento de la República de Roma supuso para Corduba el establecimiento de unos cimientos urbanísticos y culturales que serían el germen y la base de lo que hoy nos ha quedado. Y eso, sobre todo, por el respeto que desde el siglo VIII se llevó a cabo por parte de la cultura andalusí, que incluso respetó el entorno godo de tal manera que supuso una desorientación de su propia Mezquita Mayor... Bueno, que me enrollo...

Y tres: me parece absurda esa confrontación entre los defensores de la herencia romana y la andalusí, porque al fin y al cabo, no deja de ser parte del todo, llamado Historia, y que componen, ambas, un camino hacia un fin común: conocer nuestro pasado para saber cómo afrontar nuestro futuro.

¡Ea! ¡Ya me he enrrollao! Lo siento, amigo.

Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Es normal lo de Zamora, Eduardo Barrón el escultor era de Moraleja del Vino (Zamora), por lo que no es raro encontrarte allí una copia o el original. Yo también coincido en lo que dices, son dos culturas complementarias y distintas, aunque la segunda bebió ampliamente de la griega y de la primera. Y en cuanto a las confrontaciones yo creo que se deben más a parcelas de poder y promoción profesional que a un debate serio. Aquí ya sabes cada uno es “ca” uno.
Un abrazo