martes, 7 de febrero de 2012

LA FINCA Y CERCA DE "LAGARTIJO" EN RABANALES.

Vista de estado de la finca

Una tarde espléndida y la vuelta del Embalse de Navallana, me hicieron, al bajar la Cuesta de Rabanales dirección Córdoba, pararme en la Cerca de Lagartijo, en la antigua carretera N4 que quedó para acceso a la finca y al Camping que alojó las cercanías del arroyo de Rabanales. Mucho se ha escrito sobre la cerca y la finca, que hoy, con un cielo con algunas nubes y esa luz tan peculiar que tiene nuestra tierra presentaba un brillante tapizado vegetal del color de la esperanza, aunque la finca no tenga ninguna. 

La casa hace unos años

No había ningún cartel de prohibido y me encaminé por el camino de acceso hasta la casa. La puerta principal está totalmente en el suelo, y las laterales se sostienen tapiadas como puede verse en las fotografías, custodiadas por varios majestuosos eucaliptus. Las cigüeñas que anidan en las torretas de la conducción eléctrica, campan tranquilamente en los terrenos de la finca, que estaba destinada a la construcción de viviendas y un centro comercial, pero que la miseria a la que nos lleva la tercera guerra mundial teutona-económica, y la explosión de la dañina burbuja inmobiliaria han parado.

Lateral derecho de la fachada principal

La cerca. Existe un documento fechado en febrero de 1887, que garantizaba el suministro de la piedra para la construcción de la cerca. La finca se llamaba de Rabanales que se formó por la agrupación de varias hazas.

“D. Manuel Casana y Luque vende las piedras de las canteras situadas en el pago de Mirabuenos y llamadas del Brillante, para cercar el cortijo propiedad de Rafael Molina Sánchez “Lagartijo”, llamado la Campiñuela Nueva, cerca del arroyo de  Rabanales. Precio de la piedra que de ambas canteras necesitará Rafael Molina para cercar el referido cortijo, sería el de 22.500 reales vellón (aproximadamente unos 34 euros actuales). La cerca tendrá medio metro de espesor dos de altura y una tercia de piedra formará el cimiento. LA mencionada cerca comprenderá todo el terreno del referido cortijo exceptuando el arroyo de Rabanales hasta el puente del ferrocarril, excluyendo también un haza de tierra calma de la propiedad de D. Joaquín Chaparro, si no la adquiere el Sr. Molina durante la construcción de la mencionada cerca…” 


Lateral izquierdo de la fachada principal

Se formalizó un compromiso del  propietario de la piedra de facilitar ocho carretadas diarias para el mencionado cerramiento. Se estima que el cortijo de Rabanales estaba  formado o se configuró con las parcelas, Huerta Nueva de Santa Ana, Haza de las Alberguillas, Cruz de Hierro, Haza de los Ciegos y Moyano, y Campiñuela Baja. La superficie rondaba las 99 hectáreas.  Luego pasó a Propiedad de D. Ramón García y García en diciembre de 1892, y después a su hija.

Parte interior 

La historia de la cerca de Lagartijo forma parte de la historia de la ciudad, y la casa del cortijo, hoy lamentablemente desaparecida, estaba protegida por el PGOU pero no se ha ejercido la protección adecuadamente, como en tantas cosas en esta Córdoba nuestra. Ni por parte del actual propietario PRASA, ni por la Gerencia de Urbanismo se ha procurado evitar la ruina. Acción y omisión u omisión de ambos, propietario e institución municipal.

Fachada principal sur

A ciencia cierta la realidad es que se construyó la cerca, pero ¿cuándo empieza y acaba la leyenda? basada en la personalidad y generosidad del principal actor, el torero Lagartijo. En la fecha que se construyó había pasado la ciudad por una dura prueba, la epidemia de cólera de 1885 que, junto con la miseria que existía ofrecían al pueblo de Córdoba un panorama desolador.

Parte de la cerca

La cerca significó trabajo para una serie de personas, posiblemente allegadas, cercanas al torero, pero la leyenda cuenta que dio trabajo a muchos cordobeses, y que cuando se terminó ordenó el torero derribarla y volverla a construir de nuevo, para seguir ejerciendo la caridad a cambio de trabajo. Aunque parece ser que su meticulosidad hacía que algunos tramos fuesen derribados y vueltos a construir para hacerlo correctamente, y luego, el sentir popular los señalara como que se había derribado en su totalidad, para el fin de continuar con el tajo.

Una pareja de cigüeñas

Leyenda o realidad lo cierto es que esa maravillosa propiedad, con una cerca de mampostería que ha aguantado todo el siglo veinte, parte del XIX, y el actual XXI, ahora en el año doce del siglo XXI es una ruina irrecuperable. Símbolo de lo que no debe ocurrir. En la finca se han dado distintos episodios de ocupación legal e ilegal, durante el tiempo que una explotación ganadera la ocupó legalmente, la casa se mantenía en aceptable buen estado. Luego los cambios de propiedad hicieron que un grupo de comunitarios (rumanos, antes eran los gitanos pero ahora todo lo hacen los rumanos) tuviera que ser desalojado, a petición de los propietarios.

Rafael Molina Sánchez de calle

El anecdotario de Lagartijo es muy amplio, nos llevaría una entrada exclusiva para él, pero como para muestra basta un botón, citaré dos o tres de sus anécdotas: 

Estando “Lagartijo” toreando el la plaza de San Sebastián tuvo una tarde desafortunada, el público le formó una gran bronca. Al ir a la barrera Rafael le dijo a su mozo de espada: - Coge los “trastes” y ahora mismo “pa” Córdoba. El mozo le dijo: -D. Rafael, primero tendremos que descansar, pues Córdoba está muy lejos. “Lagartijo” le respondió: - Lo lejos es esto, no Córdoba, que está en su sitio.

Acto de corte de la coleta del torero

Paseando el Califa solo, entró a cenar al restaurante Lardhy. La carta que le presentaron estaba escrita en francés, - por su puesto el maestro desconocía por completo ese idioma- al preguntarle el camarero que deseaba, salió del apuro señalando al alzar con el dedo el plato deseado, que en su caso fue una sopa. Llegó el segundo y tercer plato e hizo la misma operación indicando con el índice los nuevos platos, de forma que apunto dos nuevas sopas. Al terminar el “maitre” le preguntó: — ¿Desea alguna cosa más el señor?. “Lagartijo” observó ciertas risas en el reservado para el personal del servicio, -él que no se les escapaba nada- le contestó: —“Pue” me voy a tomar una copita de “coña”, a mí, ¿sabe “osté”?, por la noche no “j´ay” quien me saque de mis tres sopitas y la copita.

En una de las visitas que el médico le realizó cuando estaba en su últimos días, Rafael abriendo mucho los ojos, le dijo:-Don José, me “paese” a mí “queste” bicho está “mu queao”.

Vista aérea de la finca enmarcada en rojo
Fotos del autor y otras de Diario Córdoba y la red.
Bibliografía variada y de un trabajo de D. Francisco Bravo en el mismo diario.

8 comentarios :

harazem dijo...

La Casa de la Cerca de Lagartijo es un bien protegido, uno de esos bienes protegidos por orden de algún político con sentido común de los que puede llegar a haber de vez en cuando en el Ayuntamiento. Situado en un cerro a la salida de Córdoba al borde de la carretera de Madrid durante más de 100 años ha formado parte del patrimonio visual y sentimental de los cordobeses y del patrimonio paisajístico de la ciudad. Salir de Córdoba por esa vía significaba contemplar siempre recortada contra la sierra la figura de la gran casona-cortijo andaluz rodeado por una cerca de piedra que le daba un aire a la vez señorial y a la vez manejable, doméstico. Esa imagen la tienen impresa en su mente varias generaciones de cordobeses y es tan protegible como la propia imagen de la ciudad desde la Calahorra. Así que cualquiera que atentara contra ese patrimonio paisajístico, visual y sentimental de la ciudad y, sobre todo, de sus habitantes, merecería juicio sumarísimo con colofón insalvable de cárcel.

Está bien, Paco, acordarse de esa casa de vez en cuando para que puedan sentir vergüenza si es que alguna vez la tienen los responsables de su estado actual.

Paco Muñoz dijo...

Estaba pensando Manuel si estarías de viaje y de pronto entra un correo y eres tu con el comentario. Eso me pasa con mucha frecuencia y algunas veces me da hasta algo de miedo.
Fíjate que era algo, como dices que forma parte de la memoria visual de muchos cordobeses. Antes lo más lejos era la Choza del Cojo, eso eran las afueras, pero si ibas al merendero de Rabanales (del que quedan unos restos)pasabas el arroyo por el antiguo puente, no perdías de vista el horizonte("sky line" se llama ahora), del cortijo. Inalcanzable. Lo conocías por dentro por oídas. Con su tentadero decían. Su leyenda de la cerca. Si ibas por detrás por el camino de la Campiñuela era otra perspectiva pero allí estaba, ahora ese camino está con los "chalet" más horteras que te puedes echar a la cara. Y agua, mucha agua que corría por las venas de la arteria principal del Guadalmellato, y uno de estos de gran caudal, acababa en la Choza del Cojo. Meterte en las ruinas como hice yo ayer, me hizo sentir una enorme pena, igual que la que sentí con el de la Isabela al otro lado del río el año pasado. Antes de subir la Lancha, la miré y la ruina de este último se trasluce por las enormes grietas que permiten ver el otro lado. Los viajeros románticos, Romero Barros, Castilla del Pino... y tantos que han denunciado el abandono de muchas cosas que podían haber perdurado con algo de ganas.
Un abrazo Manuel.

José Carlos dijo...

Recuerdo un profesor que tuve de economía que refirió la leyenda de la cerca del Lagartijo como ejemplo en clase. Si como decía la leyenda Lagartijo hacía la cerca y posteriormente la destruía, únicamente con el afán de dar trabajo a los que se le acercaban a pedírselo, dicho profesor veía en ello una de las primeras políticas keynesianas (en este caso, proto-keynesianas) de la historia: actuar desde el lado de la demanda.

fus dijo...

Pues si que era Lagartijo social y humano con eso de derribar el muro y volverlo hacer. Como siempre contigo se aprende Paco, eres ùnico.

un fuerte abrazo

fus



pd.no he venido antes porque he estado de viaje.

Paco Muñoz dijo...

Lo que pasa Fus es que la leyenda se difumina con la realidad. Era como el socialismo del tiempo el paternalismo del poderoso, pero por lo menos lo hacia, aunque tengo mis dudas. Ejemplo: otro torero famoso de aquí, que empezó siendo un desgraciado y terminó... bueno, se le montó una leyenda populista como la que rodea a algunos famosos, pero era eso leyenda, casos de ayuda a familias pobres, siempre el paternalismo, en lugar del derecho a que debe ejercer el Estado. Pero es así. Muchas gracias de todos modos y felicitarte por la afluencia de compañeros/as que tienes en tu blog, me da envidia -sana es mentira, porque no es la envidia sana que sea de menor grado vale-.
Un fuerte abrazo y un día te haré una visita física (ya quedaremos) pues voy mucho por tu tierra por placer, que cada vez la tenemos mas cerca los cordobeses, la que nos gusta muchísimo (has visto que he pluralizado)

Paco Muñoz dijo...

José Carlos, me parece muy respetable el ejemplo de tu profesor, pero habrá tantos en la vida, yo me inclino que el asunto de la cerca poco trabajo daría, en todo caso a algunas familias, tenemos que valorar la población de la ciudad y cuántas personas se podrían emplear allí. Creo que es una cosa muy puntual y seguro los primeros serían los allegados, los amigos o a esos que tantas putadas les hacía, los piconeros. Y otra cosa si la piedra costó el equivalente a 34 euros, cuánto costaría la mano de obra. No hubiera sido mejor que el obispo, que comentan fue el instigador -eso dicho por los católicos- hubiera colaborado con parte de la riqueza del clero a solucionar el problema del momento. La única política que me gustaría es la del reparto equitativo de la riqueza del mundo, que ésta no estuviera en manos de los especuladores criminales, pero eso es tan difícil José Carlos. La humanidad se merece que le hicieran como decían los Álvarez Quintero de Malvaloca "se merece esta serrana que la fundieran de nuevo como funden las campanas".
Muchas gracias por tu aportación y tu presencia. Un abrazo.

José Manuel Fuerte dijo...

¿Y ahora qué, más pisos? ¿Más carreteras cruzando la finca? ¿Más gasolineras para repostar?

¡Joder! ¡Ya no se esperan ni a que sean restos arqueológicos! Seguramente para tener menos problemas. Estos Gozzillas arrasarán hasta con nuestras casas, aún dentro; al tiempo.

Por lo menos te tenemos, Paco, para no olvidar. Estas imágenes tuyas ya no habrá quien las borre. Por eso, gracias.

Paco Muñoz dijo...

Me parece José Manuel que como está el patio, van a pasar muchos años antes de que se construya allí. Así que de momento quedaran las ruinas.
Saludos.