domingo, 15 de septiembre de 2019

LA BERREA EN EL PARQUE NACIONAL SIERRA DE CARDEÑA Y MONTORO

Hermosa fotografía de un macho de Arturo de Frias Marques

El día de hoy hemos estado cuatro matrimonios amigos en Cardeña, visitando el Centro de Visitantes primero, almorzando después y disfrutando de la hermosa dehesa y sus habitantes, bajo una necesaria lluvia, que la manida DANA (tormentas de cojones) ha dejado por aquellas latitudes, residuos de lo que ha molestado por Levante y el este de Andalucía. Es espectacular ese territorio. La primera vez que lo vi, después de coronar el Puerto del Calatraveño me impactó, cuando era una odisea subir por esas carreteras, estoy hablando de hace más de cuarenta años. Mirar a un lado y otro y ver el valle de los Pedroches era un espectáculo muy hermoso. Años después y viendo el Valle de Alcudia, ya en terreno manchego fue muy parecida sensación.

Fuente en Cardeña y Ayuntamiento

Durante el celo de los ciervos, sucede el episodio que se llama berrea, llamado así por el sonido que emiten los machos, haciéndose notar. Normalmente en nuestras latitudes es a finales de septiembre. Los machos pretenden formar su harén y marcar su territorio sexual. No solamente es sonora la demostración de testosterona, hay peleas entre ellos para que en la selección natural monte a las hembras el más fuerte. En las luchas tienen una parte muy importante la cornamenta. Normalmente las lides por las hembras suelen ser donde éstas comen y beben habitualmente. Conocidos los lugares se organizan visitas a sitios específicos para verlos en su hábitat desde la distancia.

Expectantes

Manada (Foto A. Corcuera)

Una vez conseguido el plácet del lugar y ganado a los otros machos, el vencedor, que hasta puede juntar 40 o 50 hembras, empieza a coitar con ellas. Son montas cortas, que pueden quedar resueltas en un par de intentos. Si la hembra no queda fecundada, ésta nuevamente ovula a los dieciocho días. El periodo de gestación dura 235 días y pare un solo ejemplar. Las cornamentas los machos las mudan todos los años, en marzo se le caen y empieza de nuevo su crecimiento, cuya exuberancia lo es en función de la buena o mala alimentación de éstos. Y nuevamente el ciclo se inicia, si en los periodos de levantamiento de veda no cae en manos de aquellos que son aficionados a ello.



Nosotros a instancias del responsable del Centro de Visitantes, que nos recomendó unos determinados puntos de la carretera CO-5101, de Montoro a Cardeña. Comienza en Montoro en la N-420 y termina 33,54 km más arriba en Cardeña otra vez en la N-420. Esta última es la carretera nacional de Córdoba a Tarragona por Cuenca, que parte de la N-4 en Montoro y abandona la provincia de Córdoba y Andalucía, pasado Azuel en el río del Pueblo Pardillo, antes de Fuencaliente. Esta carretera la CO-5101, es una carretera a mi modo de ver un poco abandonada, sin esenciales medidas de seguridad que, mientras discurre por los hermosos terrenos de la dehesa bien, pero cuando se deja caer al valle del Guadalquivir requiere todas las dosis posibles de prudencia y atención. No la recomiendo para bajar de noche y lloviendo.



La berrea normalmente sucede al atardecer, salvo algún ejemplar muy desesperado, o la imitación de algún gracioso, que los hay. Pero obviando estos extremos, el espectáculo de manadas de hembras y algunos gabatos y varetos, a ambos lados de la carretera, es digno de verse. Normalmente no se asustan y se pueden fotografiar sin problemas y al ser la dehesa un territorio semi llano de gran separación entre encinas o alcornoques, pueden observarse a distancia con más tranquilidad, y disfrutar de ver los animales en su hábitat natural. Esta bendita agua ha venido muy bien aunque hay que desear un otoño más lluvioso que verdee los dorados suelos de la dehesa pronto.



Un gabato asustado había saltado con su madre de un lugar a otro de la dehesa, por la carretera, pero luego no sabía volver a su lugar de origen, había que saltar la otra malla que, a pesar de no ser muy alta, para él lo era. Intentaba una y otra vez entrar por la malla y se daba de golpes en los postes de cemento de la cerca. La madre lo observaba en la distancia. Decidimos ayudarlo. El asustado gabato corrió bastantes metros en dirección Cardeña. Me adelante, cuando me lo permitió el aliento, por el margen contrario en el que le estaba y traté de que no se alejara más. Cruzó la carretera, ese era el riesgo que pretendíamos evitar, el que fuese atropellado. Es verdad que esa carretera tiene poco tráfico, pero en estos días hay mucho curioso, como nosotros, para escuchar el espectáculo de la berrea y ver los ciervos por allí, que podría ocurrir un fatal desenlace.



Volvió a cruzar otra vez, y pudimos acorralarlo porque asustado se echó en el suelo tratando de mimetizarse con la escasa hierba seca que había. Paco y Conchi se acercaron por detrás y yo por delante traté de que no se levantará, lo cogimos entre los tres y como pudimos lo elevamos por encima de la malla y lo dejamos caer suavemente al otro lado. Al principio se mostró titubeante por la manipulación, pero se levantó de inmediato y se separó de la malla, adentrándose en la dehesa. La madre no se veía, pero seguro lo encontraría o se acoplaría a otros grupos. Fue un espectáculo, digno de ver. Luego después, delante del enorme cortijo Casas de Mañuelas, el guarda comentó que estaban todo el día reponiendo gabatos a la cerca correspondiente.


Gabato buscando a su madre

Una cuestión accesoria, al verme con la cámara me dijo, educadamente pero ejerciendo una coercitividad quizás no necesaria por no ser una autoridad, que yo no podía fotografiar una propiedad privada, que él era el guarda. No entré en discusión porque no era momento para un debate legal. A mí no me correspondía ilustrar a ese trabajador, que además dijo cumplir órdenes de los dueños. Pero a los dueños, habría que decirles que si no quieren que fotografíen su casa desde un lugar público que es la carretera, que la tapen, por los lados y por arriba (para que ni siquiera los satélites puedan). He obtenido fotos que están en la red en Internet que son de Google y otros servicios aéreos, y en ellas se puede ver el cortijo desde todos los ángulos posibles en 3D. Tendrán la propiedad, exageradamente inmensa, pero desde la carretera el horizonte es libre y si en el te encuentras un caserío como este, sin poderlo evitar entra en el encuadre fotográfico.


Gabato mimetizandose 

Luego consultando, simplemente por curiosidad, el Catastro, el cual en su información pública también pone una fotografía de la fachada oeste del caserío (el que estaba prohibido fotografiar), nos referencia que la parcela citada tiene unos cuatro millones de metros cuadrados de superficie, pero es que la superior, con el mismo nombre tiene once millones y medio de metros cuadrados, y como yo no voy a hacer ninguna oferta de compra, no he consultado más parcelas. Lo que corrobora lo hermosas y bien cuidadas propiedades únicamente destinadas, en lo que se ve, a la cría de esos esbeltos y hermosos animales que, supongo, no tienen prohibición de fotografiarse. Evidentemente ninguna fotografía de las realizadas lo es con intención de ningún tipo de lucro, simplemente el interés en conocer nuestro territorio y sus usos.

Curiosos en la carretera

Finca Casas de Mañuelas (foto de Google)

Más abajo por los terrenos de Garci Gómez vimos otro aficionado que nos habló de “luchauras” pero que había que esperar al atardecer. Y una nutrida formación de buitres planeando a notable altura. Contamos seis o siete. Un pantano, el del Arenosillo casi seco, y una serie de Molinos, Don Diego, Juana Molina, Risquillos, etc. Ya  llegando a la hermosa ciudad de Montoro, destaca el Molino del Corregidor en altura y otras cortijadas lamentablemente en ruinas, en un terreno que había pasado a ser serrezuela todo sembrado de olivar, con pendientes que nos hizo pensar en la dificultad de la recolección del fruto. Un agradable día, por la lluvia, la comida, exquisita (menos mal que ninguno es musulmán y algunos de nada), la experiencia de la dehesa, la del gabato y sobre todo la selecta compañía, a la que tengo que agradecer el trato que me dispensan.  
 


 


 




Fotografías del autor, de Arturo de Frías Marques, Azeral y de Google.
Vídeos del autor
Bibliografía de Wikipedia, Catastro, y Web de javier.jimenezshaw.com

2 comentarios :

Pepe Lozano dijo...

Ahí suelo ir yo todos los años por esta época Paco, para verlos de cerca. También tuvimos una experiencia parecida con un cervatillo que se salió de la finca, pero tras andar unos metros entró solo. Probablemente con estas lluvias se adelantará la berrea, dicen que cuando se les moja el lomo, es el momento. Y se ponen locos, es un espectáculo verlos en acción. Un abrazo Paco.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias querido amigo Pepe, yo no había ido nunca, y me ha resultado muy interesante, ahora la carretera de las trae. Y la afición de matar a estos animales, por gusto, no me gusta. Un abrazo.