domingo, 8 de septiembre de 2019

FOTOGRAFÍA DE LA PLAZA DE RAMÓN Y CAJAL

 

Ha caído en mis manos, o lo que es lo mismo he bajado una foto de Internet, que no tiene título, pero por la estructura parece ser de Lolo Córdoba, la persona que tiene una de las mejores fototecas de Córdoba, referente en muchas ocasiones de fotos antiguas de la ciudad. Dicho esto de la fotografía y su autor o coleccionista –por la edad no es seguro el realizador-. Lo que procede es lo que evoca la misma de mi persona. Primero debo decir que ese lugar estuvo ocupado por el frontal de la Iglesia Omnium Sanctórum, o lo que es lo mismo de Todos los Santos, iglesia de la conquista. Esta iglesia cuando cerró, incorporó sus objetos de culto y libros a la de San Juan. Como dato curioso iban en esos libros datos relativos a D. Luis de Góngora y Argote. Luego cuando San Juan cerró, se unió todo al Convento de la Trinidad y de ahí el nombre San Juan y Todos los Santos Trinidad, unificando las tres iglesias.

Plaza de Ramón y Cajal (Google)

En la fotografía vemos un bonito jardín con la estructura del desaparecido, lamentablemente, de los Jardines de la Agricultura o de Los Patos, alrededor de la antigua Biblioteca Pública de Séneca. Un bonito semicírculo con banco circular y azulejos. La fachada de la casa en la que vivió muchos años mi tío abuelo Antonio Carreras, el cojo, pues tenía una pierna de palo y su esposa, la tita Dolores, que después recogieron a la hermana de Antonio y familia cuando los echaron de su casa otra de sus hermanas. De niño me gustaba visitarlos porque la tita Dolores -ellos no tenían hijos-, era muy cariñosa con los niños y siempre tenía un caramelo o un trozo de chocolate, o simplemente una caricia. Cuando yo la conocí por los años cincuenta, tenía el pelo blanco totalmente y era una mujer de cara agraciada y tuvo que ser guapa.

Jardín que fue el cementerio de la Iglesia (Google)

Luego en esa casa vivió y murió cuando se derribo y rehízo en bloque de viviendas, como está actualmente, mi apreciado amigo, el cronista de la ciudad Miguel Salcedo Hierro. La plazuelita de delante del Palacio de los Venegas donde ahora existe una oficina de la Junta de Andalucía, o dos, es un jardín que fue el cementerio de la citada iglesia Omnium Sanctorum, camposanto que tenían todas las iglesias antes de la higiénica orden de la administración francesa, en el corto espacio que administraron desde la modernidad España, de sacar todos los cementerios fuera de la ciudad. Otro gallo hubiera cantado en este país si se hubiera quedado ese modelo de administración, en lugar de el del felón miserable al que pidieron “las caenas”,  los de siempre.

Calle de la Marquesa Vieja

Luego está el Palacio de los Venegas, en la calle Pérez de Castro, o de la Marquesa Vieja, sede del Gobierno militar y antes convento, unido al de la Concepción, y del que queda, además de lo barroco de patios y parte del palacio, el Oratorio de San Felipe Neri, remozado que no deja de ser una joya arquitectónica. El palacio me sirvió en una entrada que hice relativa a el, para conocer a José Gabriel Venegas, colombiano afincado en Boston, que gracias a sus esfuerzos y a alguna modesta ayuda, consiguió conocer sus ancestros españoles que, como es lógico el defiende a capa y espada, pero que yo considero fueron como todos unos aventureros que navegaron a América a expoliar y a contribuir a destruir culturas imponiendo otras por la fuerza, pero eso no quita desde luego mi aprecio por José Gabriel al que considero un buen amigo, y a su derecho a conocer a sus antepasados de cuyas actuaciones buenas o malas, según criterios no tiene él culpa alguna.

Palacio de los Venegas, José Gabriel Venegas y quien suscribe
(Foto Paco Madrigal)

Y para terminar, ese palacio de los señores Venegas, apellido árabe cristianizado, pues el original es 'Ben Egas', es la sede de la Subdelegación de Defensa donde he acabado una vida laboral de cuarenta años en el Ministerio de Defensa, primero administrativo en el Hospital Militar, después de panadero de Intendencia en el cuartel de la Trinidad,  luego administrativo de la Pagaduría Militar y Funcionario del Estado al final, con dos intervalos, un paréntesis político de cuatro años, y una comisión de servicios de seis, esta última salvó algo la mísera pensión de retiro que nos queda. Cuando la gente habla de los funcionarios no sabe que en ese gremio, en los de Defensa, hay sueldos más bajos de mil euros. Claro ser de izquierdas, catalogado de comunista sin haberlo sido de carnet y si de corazón, en ese estamento conservador al máximo, en el que sólo veían comunistas por todos sitios, era un hándicap con el que había que lidiar todos los días. 

San Felipe Neri cuartel en el siglo XIX

No quiero recordar el 23F, cuando mi compañero de trabajo Miguel Cano -que había estado condenado a muerte en Melilla por ser miembro de la CNT-, y yo tuvimos que acudir al trabajo el 24 de febrero a sabiendas de que no volveríamos ninguno de los dos a nuestra casa si el golpe hubiera triunfado, si uno de los principales no se hubiera echado atrás. Las listas de depuración seguro llevarían nuestros nombres y a nosotros no hubieran tenido que salir a buscarnos. Aquello pasó pero la democracia nunca se consolidó del todo, a las pruebas me remito, ya vemos la justicia como funciona. Eso sí tuvimos a gala ser los promotores de la única huelga que ha tenido el estamento del personal civil de la Administración Militar de Córdoba, huelga que yo prolongué a la japonesa en solitario durante varios meses.

Monumento a Eduardo Lucena (Cordobapedia)

Y para terminar en esa plaza se instaló una estatua de Eduardo Lucena, esculpida por un extraordinario escultor Enrique Moreno “El Fenómeno”, que fue asesinado por los golpistas en septiembre de 1936, por ser un artista, hay ideologías que no casan con la cultura. Matilde Cabello escribió en el Día de Córdoba Enrique Moreno: “El 8 de septiembre de 1936, vio llegar a un emisario de Cascajo; un aspirante a pintor, Ricardo Anaya, autor en los 20 años posteriores de carteles de feria y toros locales. "Le conocía y le tuteó por primera vez en su vida diciéndole: amigo Enrique, ven conmigo a una cosa de rutina, ya sabe cómo está todo, y quieren que testifiques en algo…". Al día siguiente, cuando su hijo Enrique (muerto de tuberculosis en el 40) llegó al Alcázar, recibió la conocida respuesta: "Ya no necesita nada".” La de cosas de la vida que da una simple fotografía del año 1926.

Nota: Los enlaces en color rojo nos llevan a las entradas que amplían sobre lo expuesto

Fotografías del autor, de Lolo Córdoba, de Paco Madrigal, de Cordobapedia
Bibliografía la citada.

4 comentarios :

Miguel García dijo...

No estoy de acuerdo con que los españoles fueron a América a expoliar.
¿Cuántas universidades fundaron?
Es casi lo mismo que decir que los romanos vinieron a Hispania a expoliar.
Si sembramos odios a nuestros antepasados, colonizadores, terminamos odiando nuestro pasado y en américa terminan votando a los indigenistas y corruptos.
Miguel García.

Paco Muñoz dijo...

No está de acuerdo Miguel y yo sí, pero ahí queda su opinión.
¿Cuánto oro, plata y riquezas se trajeron? ¿se las compraron a sus propietarios? ¿Cuántas muertes costaron esas riquezas? ¿Cuánto dolor con la imposición de una cultura y religión?
Yo no siembro odio, simplemente digo que los que iban a América eran aventureros la mayoría sin escrúpulos a hacerse ricos. Y claro que los romanos expoliaron, minería, oro, aceite y todo lo que pudieron, así actúan las potencias coloniales. Lo están haciendo con el petróleo y lo han hecho también en África, y siguen todas las guerras son por el control de la riqueza de la que el capitalismo salvaje no tiene freno. Negar eso es querer escribir un nuevo relato y negar la evidencia. Eso sí, “si buena vida os quite mejor sepultura os di”, moristeis sabiendo leer, el que supiera, rezar seguro.

No creo que los indígenas sean más corruptos que lo son algunos de nuestros gobernantes, que siguieron en España con ese modelo de corrupción robo y expolio, que habían llevado allí, en este caso con los trabajadores. Pero son formas distintas de ver la historia, usted la ve con esta frase “a los indigenistas y corruptos”, que dice mucho de su forma de pensar, que le endosa a los propietarios. Un saludo.

car res dijo...

Esa plaza no me acaba de convencer,Paco,vivo cerca y paso mucho por ahí,pero bueno la cosa va de gustos,nunca me siento a descansar en ella,al contrario de la de Emilio Luque,en esa me encanta hacerlo.
Es curioso,no te lo tomes a mal,pero ves expoliadores a los conquistadores españoles,estoy de acuerdo,pero no lo ves de los franceses ,que invadieron España,cuando también expoliaron lo suyo,te das cuenta cuando visitas el museo de Louvre de París.Cualquier ejercito,estado,nación que entre para implementar ideas sean más o menos progresivas,expolian.
Saludos

Paco Muñoz dijo...

Carlos lo de las plazas cuestión de gustos. Lo de los franceses lo dices tú, yo he dicho todas las potencias que invaden roban y expolian. Saludis