martes, 25 de junio de 2019

NOSTALGIA DE LA JUDERÍA

La torre de Tomás Molina, 1890 (Colección Antonio J. González)

Esta fotografía está sacada de la colección de Antonio Jesús González, ese artista cordobés de la fotografía, estudioso de la historia de su profesión. La sitúa circa (prefijo latino que precede fechas y que significa ‘alrededor de’) de 1890, de Tomás Molina, y a mí me llama la atención porque figura mi casa 29 años antes de que naciera mi madre en ella, y 57 años antes de que naciera yo, a finales del siglo XIX. Se puede ver que poco había cambiado esa parte del barrio de la Judería o de la Mezquita según se quiera nombrar. Está realizada desde la espadaña del coro, donde las monógamas y fieles cigüeñas hacían su nido, cuando aún respetaban San Blas, anunciándonos la subida de las temperaturas. Si miramos el patio de los Naranjos podemos ver una deteriorada torre, en su fachada sur, la galería norte cerrada y pocas palmeras.

Detalle de las casas de la esquina de la Judería

El rincón izquierdo medio de la fotografía nos permite ver, pegada a la torre, cuatro ventanas de la azotea cubierta de mi casa y debajo las dos de la vivienda de mi tía Rafaela y mi tío Pepe. Al lado la casa de los Aparicio, propietarios de la finca La Palomera. Más a la izquierda aún un balcón y la azotea de la casa de Juana "la Jeringuera", esquina con la Judería, o Torrijos. Más abajo la de Doña Paca y María, bastantes años después, hoy todas hotel. Arriba de estas casas la mole de San Pedro Alcántara y una esquina del Hospital de Agudos o palacio de Cardenal Salazar. Por encima de este el campo, las huertas que permitían ver si la fotografía estuviese más nítida San Jerónimo, porque Medina Azahara no tenía el esplendor actual. No está, como es lógico, la silueta del Hotel Palace, ni siquiera la arboleda del Campo de la Victoria, ojo por el convento dedicado a la virgen de esa advocación.

Horizonte oeste barrio de la Judería, Albert Kahn

En la siguiente fotografía, en este caso de la colección de Albert-Kahn, vemos más detallada la misma zona oeste, San Pedro Alcántara y la esquina del Hospital de Agudos, por las mismas fechas más o menos, y un horizonte llano en dirección a San Jerónimo que, si bien no lo vemos si se intuye su ubicación. Quizás podemos considerar que la fecha es anterior por tener menos vegetación el Campo de la Victoria. Las máquinas del tiempo que son las fotografías nos permiten trasladarnos en ellas y poder imaginar cómo era esta ciudad hace más de cien años. Seguro que muchas de esas tejas árabes que vemos en los tejados de las casas de la Judería, aún están cumpliendo su misión de cubrirlas. Y debajo de esas casas cientos de vidas de familias ya desaparecidas, que justifican la eventualidad de nuestro paso por aquí.

Fotografías de los autores citados 

2 comentarios :

car res dijo...

En esa zona hay varias casas con la azotea cubierta,no entiendo su función,si era para proteger del calor el último piso o simplemente para dar magnificencia,porque coinciden con casas importantes que luego se convirtieron de vecinos,con retretes compartidos,todo un mundo de nuestra infancia,luego se hicieron bloques de pisos y la ciudad se hizo grande.
Salut.

Paco Muñoz dijo...

Gracias Carlos, es verdad en la mía estaban la cocina, la pila y el único grifo de toda la casa. Luego mi padre habilitó en la azotea una ducha que alimentaba del grifo con una goma. Me imagino que las habitaciones que citamos fuesen las herederas de los almacenes o secaderos.