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sábado, 27 de febrero de 2021

LA CALLE DEL CORREO VIEJO (PLAZA DE SÉNECA)

El número 3 actual antes 28 de la Plz. de Séneca, casa del Conde de Zamora

Hace unos días hubo una serie de comentarios en Facebook, en la que se mencionaba la calle del Correo Viejo. Yo sólo recordaba la Delegación de Correos de la calle Jesús y María y su buzón con boca de león frente al Cine Góngora, por lo que al negar lo de la calle Ambrosio de Morales como calle del Correo Viejo estaba equivocado en parte. Algunas personas citaban que estuvo la Delegación de Correos en Ambrosio de Morales, en el edificio que fue de Cajasur y luego de la Academia. Pero la evidencia es la del folleto que me ha enviado mi amigo Nicolás Puerto, funcionario que fue de Correos y Telégrafos, en él dice claramente que estaba en el número tres actual de la Plaza de Séneca que era en esas fechas el 28. Esta Plaza actualmente sólo tiene cuatro números como podemos ver en el plano catastral pero antes a pesar de llamarse así tenia los números corridos desde la actual Ambrosio de Morales. Por lo que la calle del Correo Viejo popularmente, fue la Plaza de Seneca tambien antes Plaza del Conde de Zamora.

Plano de los franceses de 1811

Plano de Casañal de 1884

En el plano de 1811 “de los franceses” figura la calle Ambrosio de Morales actual como Cabildo Viejo por la utilización municipal de la casa citada de Cajasur y la Academia, más abajo la Cuesta de San Benito, y plaza de Conde Samora (sic) y Portillo. En el de Casañal de 1884 sin embargo, ya se llama toda la calle Ambrosio de Morales y la Plaza de Séneca, y la llamada Portillo, San Eulogio. El nombrar a la calle del Correo Viejo sería de forma popular, sin embargo la del Cavildo (sic) Viejo si era oficial. Se extiende mi amigo Nicolás: “Y después, cuando se trasladó a la calle Jesús Maria pusieron el Bar Correo, que era donde iban a desayunar los carteros y repartidores de telegramas porque era más barato (esto de fuentes orales que recibí directamente de compañeros mayores). Esto significa que el éxito de este bar y de los que luego han surgido propiedad de la misma familia, como el Carrasquin y otro del que no me acuerdo su nombre, tienen este origen.” Y le contesto yo: Así como la farmacia hasta hace poco abierta que se llamó Del Correo.

La prueba del Correo

Detalle de la hoja superior

El plano del Catastro actual

De la Web del Ateneo
“La calle Ambrosio de Morales es una de las calles que antaño fueron más importantes de la ciudad por su localización. Comienza en la calle María Cristina y Cuesta de Luján y llega hasta la Plaza de Séneca. Fue llamada la del Cabildo Viejo porque en ella se mantuvo durante muchos años las casas consistoriales, en el solar que actualmente ocupa la Real Academia de Córdoba, en el número 9 de la calle.
En el año 1862, el nombre de la calle cambió oficialmente su nombre al actual de calle Ambrosio de Morales, tras el embaldosamiento por mandato de Carlos Ramírez de Arellano. Es en esta época cuando se convierte en una de las principales calles de la ciudad, asentándose negocios como la Fonda Rizzi o el Café Suizo en el siglo XIX, además de la apertura del Teatro Cómico que mantuvo funciones durante todo el siglo XIX hasta el incendio de 1892.
En el siglo XX va perdiendo importancia al desplazarse el centro Comercial hacia la plaza de las Tendillas tras la apertura de la calle Nueva y la remodelación de la plaza de las Tendillas. En el año 1998 se remodela el adoquinado de la calle que le da el aspecto actual.”

Fachada del Palacio de los Condes de Zamora

De Paseos por Córdoba de Teodomiro Ramírez de Arellano de la Web Biblioteca-Córdoba.es:
“La calle de Ambrosio de Morales termina en la plazuela de Séneca, a la que afluyen la ya descrita de Castillo [Antonio del Castillo] y la de San Eulogio, por donde continuaremos nuestro paseo; en la esquina de ésta hubo hasta 1841 un gran cuadro que representaba a Jesús presentado al pueblo por Pilatos, teniendo a los lados unos soldados romanos: en los padrones antiguos encontramos este sitio con los títulos de San Benito, por la ya citada ermita, del Arcediano de Pedroche, de Corella, que era el mismo, y de los Conde de Zamora de Riofrío, todos moradores de la casa hoy propiedad del señor Marqués de las Escalonias, de cuya familia de Gutierrez de los Rios hablamos extensamente al llegar en el barrio de San Pedro a la plazuela del Vizconde de Miranda: en estos últimos años ha sufrido ésta casa un incendio de consideración, a pesar de haber logrado extinguirlo prontamente; es un buen edificio con vistas a la Calle de San Fernando y tribuna a la ermita de Nuestra Señora de la Aurora: el título de Séneca fué dado a esta plazuela en el año 1852, en memoria de aquel célebre cordobés, por decirse tradicionalmente, como llevamos indicado, que hacia aquel sitio estuvo su morada.” 

Una aclaración con consistencia referida al periplo de las oficinas de correos en la calle Ambrosio de Morales y Plaza de Séneca del Blog hermano Qurtuba Fábulas Historia de Córdoba de Rafahell:

“Lo primero es olvidarnos del número 3, es un número actual. Entre 1892 y 1905 Correos estaba en el palacio de los Condes de Zamora, que en esas fechas era el número 28. La plaza existía como tal y se llamaba como hoy, pero la numeración venía corrida con la de Ambrosio de Morales. Por eso da la impresión de que hay más números que casas en la plaza. Después pasó a la acera de enfrente, plaza de Séneca número 13, ya que también seguía la misma numeración de Ambrosio de Morales. En la actualidad ese número 13 se corresponde con los números 1 y 2 de la plaza, por eso el 28 de la época estaba frente al 13. La confusión con tanto número se debe a que actualmente la numeración de la acera de la Academia y el Teatro ha cambiado y hay más casas que antes, sin embargo la de la acera del palacio es la misma, con la diferencia en ambos casos de que antes las casas de la plaza la compartían con la de Ambrosio de Morales. Entonces, en 1921 Correos sí estaba en la plaza de Séneca, pero ya no en el palacio. Estoy esperando confirmación del Archivo Municipal para ver si existía también el número 15 en la plaza o era solo el 13 el que ocupaba todo ese lateral.”


Fotografías del autor y de Google
Bibliografia del folleto de Nicolás Puerto, del Ateneo y Paseos por Córdoba de la web Biblioteca-cordoba.es y del estudio de Qurtuba Fábulas Historias de Córdoba.

lunes, 7 de diciembre de 2020

LA CALLE JESÚS MARÍA

    La calle Jesús María fotografía que se presta a dudas.

A la vista de otra fotografía antigua de la página de Facebook, Córdoba Antigua, que subió del Archivo municipal Diego J. Rivera, me dió por recordar y recopilar lo relativo a esta calle principal que sería un noble cardo romano. Tiene 150 m. aprox. de larga. Siete casas pares del 2 al 14 y cinco impares del 1 al 9. Físicamente debía acabar en la intersección de Rodríguez Marín, antigua de Los Moros y Juan de Mena, pero acaba oficialmente en la esquina del Conservatorio Superior de Música, a pesar de que el edificio que sustituyó al tacón de Santa Marta la floristería, es el 2 de Ángel de Saavedra, que comparten cuatro letras A,B,C y D. Dice D. Teodomiro -que junto con la Web del Ateneo de Córdoba y Cordobapedia, en lo urbano, y A Desalambrar en lo interurbano y más, son las web de consulta personales cuando dudo cosas de la ciudad o su provincia-, referido a finales del XIX, que la calle tenía dos edificios notables.

Catastro remarcadas en negro las lindes de los planos

Plano de los franceses de 1811

El Exconvento de Jesús María de religiosas de la orden de Mínimas de San Francisco de Paula que le da su nombre, fundado en 1538 por Doña María Carrillo, viuda de D. Bernardino de Sotomayor, cuando las posaderas de D. Pedro Fernández Manríquez ocupaba la enea de Osio, al que aceptaron como jefe, pero a “á pesar de las muestras de virtudes que dieron las religiosas, ni una [nunca] pudo llegar á sostenerse con algún desahogo, por lo que en 1735 prestaron obediencia al Obispo D. Tomás Rato, quien desde entonces empezó á ayudarle con sus limosnas:”

Plano de 1884

Pano de 1929

Así a trancas y barrancas estuvieron subsistiendo como cien años más y en 1836 fue suprimido. A la hora de la cronica local de D. Teodomiro, era propiedad de D. Esteban Santaló, Cordobapedia dice:”Esteban Santaló y Colomer fue propietario y empresario. Tenía una fábrica de tejidos que ubicó en el convento de Jesús María tras la desamortización de 1836 estableciendo además él su vivienda (número 8 de la calle Jesús María). Tuvo que ser una persona de renombre en la ciudad al ser partícipe de algunas de las instituciones más importantes de la ciudad. Así, fue concejal al menos en el año 1845 fue socio fundador del Círculo de la Amistad en 1854, mantuvo la concesión administrativa de las Loterías del Estado. Según el Censo electoral de 1866 pagó al Tesoro Público 37 escudos. También se conoce que tuvo intereses mineros. Falleció en Córdoba el 14 de marzo de 1881.”

Entrada por las Tendillas edifico del reloj antiguo (Ladis)

Después fue casa de vecinos, y en él se depositaron cuadros del Museo Provincial nos dice D. Teodomiro. Fue teatro utilizando la Iglesia, establecimiento que se denominó Moratín. No teniendo mucha aceptación desapareció. Fue también taller de carpintería, y de automóviles y el resto la casa del propietario. Parece según Cordobapedia consultada la prensa de la época, que parte de sus locales ya más entrado el siglo fueron del Bar Gambrinus. Haciendo memoria y empezando por la esquina de las Tendillas, estaba David Rico, la heladería más famosa de la ciudad durante mucho tiempo, luego la entrada de la casa número 2 y después Casa Carrasco o Bar Correo, el de ¡Pasen al salón! Un barril era el salón en el fondo. Cerveza, almejas, berberechos, etc. de lata. Uno de los hermanos murió en el accidente del autobús de la Cruz de Rastro.

Detalle de la entrada por Tendillas, Bar Correo a la derecha

Después recuerdo una pasamanería pequeña que se llamaba Luby, que conocía por el que el hijo del dueño, un nene que era mayor que yo y que era de chico un prenda, estuvo conmigo en el Colegio de Alta de Santa Ana, eran ídolos de los más pequeños, pero por golfos, como es normal. Yo no creo que saltara por el balcón del Colegio como decían, sí que le tirara un tintero a D. Enrique, mi maestro. Los otros comercios en esos números los tengo difusos. Ahora está instalada en esa acera la Librería Luque, la que fue de D. Rogelio primero en Diego León cuando saltó al empresariado, luego en Gondomar y después en Cruz Conde, actual empresa que le está echando un pulso con profesionalidad manifiesta, a los tiempos de abusos de las multinacionales y libros digitales. Una tienda de yogures, una perfumería y otra de abanicos, y otra de nombre inglés como de cambio. 

Desde Santa Marta con tacón

Desde Santa Marta sin tacón

Portal número 6, una pizzería llamada La Taglitela, y en el número 8, la citada del Sr. Santaló. Hoy un Hotel Córdoba Center en un pasaje que contiene también cafetería. Estimo que debió ser del convento de Jesús María la casa número 10 también, que hoy es el Cine o Teatro Góngora. Local del final del primer cuarto del siglo XX, pero que tuvo que ser en esa fecha futurista y muy moderno, cuya recuperación ha estado muy acertada, con el cine de verano más agradable que tuvo está ciudad. Ahora el número 12 un gran edificio que empieza con uno comercio de chinos, continua con la tienda título de una película de suspense Topaz, y acaba en el 14 con Cabegal con cuatro comercios intermedios. En las fotografías antiguas lo podemos ver perfectamente, eran las estrechuras antes de la Floristería Santa Marta que hacía tacón.

Palacio de Valdeflores cuando era Correos

La barbería, el fotógrafo, Casa Guerrero, el bar de historias de infidelidades maritales, que corrieron como la pólvora y que yo en su momento no entendía. Allí trabaja mi vecino Paco, hermano de Pepito, chofer de los autobuses urbanos y Conchita que se jubiló en la cocina de La Almudaina, buena familia. A Paco siempre le pedíamos agua cuando subíamos al centro de la ciudad, algunos caraduras pedían agua de seltz, sifón. Volviendo al número 14 que conozco en su planta azotea, de cuando instalaba antenas de TV y parabólicas, recuerdo que me tuve que meter por un estrecho paso hasta llegar a la cubierta para reparar la antena. Me dio bastante miedo aquel trabajo pues no tenía medidas de seguridad personal. Luego comprobé la miseria de los que eran ricos pero se habían quitado antes el hambre a guantazos.  

El tacón el puestecillo y el Góngora

Terminé el trabajo y dije el precio a la señora, 125 pesetas, que podía haber dicho 150, pero no lo hice. Me dio la señora un billete de cien pesetas y otro de cincuenta, le dije no tengo cambio señora, yo estuve pensando en rebajar a cien, pero esperaba que dijera la señora ante la dificultad y lo barato, que me quedara con las ciento cincuenta, y me dijo que bajara a la calle a cambiar el de cincuenta. Así lo hice y volví a subir a darle la moneda de cinco duros. Y dineros tenían para enterrarme a mí en pesetas rubias, como me dijo el marido, en otra ocasión, cuando me negué a hacerle una reparación en el cortijo. Pero eso ya lo conté en otro lugar, aunque creo que este episodio de miserias también.

Ahora el Góngora y Simago... el de los pollos

Acera de los impares, la Farmacia del Correo, clásica donde las hubiera, ya creo que desaparecida. Tres tiendas en el número tres, una corsetería. Antes la más llamativa la moderna de Mancha, buscando el centro de la ciudad desde la central de la Corredera, con el que tuve una buena relación a finales de los noventa. Luego Simago, aquel centro comercial, el de las ofertas; el de los pollos con mala cara, el de los muchos chistes, el que si comprabas papel higiénico te regalaban... nada. El que tiene puerta falsa por Juan de Mena. Antes en este lugar del centro comercial estaba el palacio de los Marqueses de Valdeflores, una de las casas principales de los Armentas, nos apunta "Paseos por Córdoba". Dice D. Teodomiro: 

Casi actual (Google)

“Dando frente al espresado convento, está la casa en que en la actualidad moran los Sres. Marqueses de Valdeflores: es una de las principales de los Armentas, de cuyo nobilísimo linaje nos ocupamos en la parroquia de la Magdalena: represéntalo la Sra. Marquesa, en quien concluirá como primer apellido, el Marquesado de Valdeflores, que no es de los oriundos de Córdoba, lo otorgó Carlos III en 19 de Julio de 1764 al Sr. D. Francisco Velazquez de Velasco y Angulo, y por enlace de hembra ha venido también al Sr. D. Antonio Rubio y Velazquez. Los Armentas figuran en Córdoba casi desde la conquista, y lo vemos enlazado con los mas principales, como lo son los apellidos Bañuelos, Mesa, Carrillo, Hero, Pedroza, Aranda, Estepa, Aguayo, Sousa, Córdoba, y mas que con ninguno, con Góngora, que casi siempre encontramos unido, y es representado por esta familia.”

Septiembre de 2017 (Google)

Dice también que: “En la calle de Jesús María, casi al desembocar en las Tendillas, existían en la pared dos lápidas romanas, hoy embadurnadas de cal, que publicaremos en la colección que pensamos dar al final de esta obra. Frente á aquellas y en la fachada del convento, hemos conocido también dos imágenes, en lienzo, que fueron quitadas en el año 1841, como otras muchas anotadas en sus lugares respectivos.” No las publicó. Un tacón separaba y estrechaba la calle, en el rincón un puesto de quiquis o chucherías. El edificio del 5 y 7 fue después de palacio aristocrático, Correos, de ahí el nombre popular de la calle, el Bar y el de la Farmacia. 

Casi en nuestros días

No he pasado más miedo cuando mi padre me permitía echar las cartas a la familia y me encontraba con una enorme boca de un león, por el que había que meter la mano con cierto reparo para un niño. Un edificio moderno el número 9 que mayormente es de oficinas, allí tuvo la suya quien fue presidente de las Cortes, y un joyero radioaficionado amigo Castro al que apreciaba mucho. Un comercio de frutos secos finaliza la fachada del nueve. La tienda de botones Silvia, la Expendeduría de tabacos nº 022, otra que pone Friking, y la de delicatesen “Monsieur Bourgignon” son de Juan de Mena 11. Y después el Conservatorio. Fin de Jesús María, hay mucho más, pero es muy largo.

Fotografías de Google y de Ladis la mayoría.
Bibliografía de Paseos Por Córdoba edición de la Biblioteca Municipal y Cordobapedia

domingo, 7 de abril de 2019

DESDE LA PUERTA NUEVA A LA DEL PUENTE, LA ANTIGUA N-IV

Arco conmemorativo a Isabel II, al fondo la Puerta Nueva.

El recorrido que vamos a hacer hoy discurre desde la actualmente llamada Puerta Nueva, que también se llamó de Alcolea, hasta la Puerta del Puente. Durante muchos años ese tramo de la ciudad, fue como la posterior N-IV, o la vía de Castilla al sur de Andalucía, Cádiz, por dentro de la ciudad. La entrada a Córdoba se realizaba por esa puerta de la muralla, ya que la ciudad era impenetrable por la Ribera, porque no existía como la conocemos ahora. Por lo tanto la ruta de paso eran las calles actuales, de Alfonso XII, San Pedro, D. Rodrigo, Lineros, Potro, Lucano, la Feria, Puerta de la Pescadería, Cardenal González, Corregidor Luis de la Cerda y Puerta del Puente para, cruzándolo, tomar el camino del sur, bien dirección Sevilla-Cádiz o Málaga. 

La Puerta nueva de hoy

Luego, se derribó el Monasterio de los Mártires, para crear la Ronda de los Mártires, después en otra tacada, la de la Ribera, hasta la Cruz de Rastro, siguiendo ahora el recorrido por la Puerta de la Pescadería, Cardenal González, etc. para más cercanos en el tiempo, y gracias al impulso de Isasa, abrir la Ronda del mismo nombre, desde la Cruz de Rastro a la Puerta de la Cárcel en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Todo formó parte del dicho “vas a durar más que la obra del murallón”. En los años cincuenta, con la construcción del segundo puente de esta ciudad en dos mil años, se abrió la Avenida del Alcázar hasta este puente, que intentaron llamar de San Rafael, pero que la gente siguió llamando Puente Nuevo, aliviando el tránsito rodado por el Romano, que acabó por completo con la última actuación en el mismo, el entorno de la Calahorra y de la Puerta del Puente, que lo hizo totalmente peatonal.

Antigua ubicación del Cine Alfonso XII

Nos vamos a Puerta Nueva. Fue una apertura de la muralla de nueva creación, y existe una bonita foto de un Arco de Triunfo que montaron para la visita de Isabel II, y que luego después desapareció. Sin entrar en grandes descripciones que nos llevarían a un trabajo muy complicado, y académico, trataré de mezclar el tiempo y los distintos periodos de la vida de esta ciudad, acercándome a lo que mi memoria me permite recordar, aderezándolos de otros anteriores que ya vienen en la historia. Puerta Nueva, Jardín, Convento del Carmen, y Sanatorio Antituberculoso. A la izquierda la calle Cruz Verde, la primera vez que recuerdo esa calle era cuando me llevaron a la casa de mi prima Mari, la novia de mi primo Cándido, en el año 50 del siglo pasado. Afortunadamente aún vive ella, mi primo no.

Colegio Beatriz Enriquez

Frente la calle Fco. Borja Pavón, en la esquina derecha estuvo la taberna que se llamó del Milagro, por el caso de la niña que se salvó de la represión del ejército napoleónico, después del atentado a Dupont. En la otra esquina, casa de otro ilustre, el primer Alcalde democrático de esta ciudad de nuestra época, Julio Anguita González, casa que tiene en la fachada las armas de la nobleza de los primitivos propietarios. Dice D. Teodomiro: “eran las principales de uno de los mayorazgos fundados por el célebre caudillo Alcaide de Antequera Don Rodrigo de Narváez: en la esquina de la calle del Pozo [Francisco de Borja Pavón], se ven los escudos de este apellido y el de los Saavedras”. Más hacia San Pedro estaba el cine de verano Alfonso XII, que fue almacen de materiales de construcción. Frente el Colegio Beatriz Enríquez, casa de los Marqueses de Campo Alegre. Seguimos la calle y otra de las casas de la nobleza de esa calle, que hoy es casa de vecinos reformada.

Casa noble de los Narvaez (menos que ahora que es de vecinos)


Más adelante nos encontramos la Plazuela de San Bartolomé, que antes que jardín fue del convento. En ese jardín hubo un kiosco de tebeos y cambio de novelas, además de las normales chucherías, que regentaba una señora mayor. Allí he comprado muchos de los tebeos de Superman que editaba la Editorial Novaro de México, desde donde llegaban a España, de una forma peculiar de contrabando de tebeos. Cuentan que esta señora murió sola y en su casa se encontraron muchos dineros escondidos, puede ser una leyenda urbana o puede ser verdad, a saber. Frente la Plaza del Conde de Gavia, con salida a Siete Revueltas y la calle Ferias. Seguimos calle adelante, a la izquierda la funeraria de Vázquez, cuya voluminosa humanidad, nos hacía sufrir por la integridad de la Moto Guzzi Hispania que usaba para desplazarse. 

Jardín de San Bartolomé

Calle del Soldado, que tuvo en su día comunicación con Siete Revueltas. A la derecha dos calles por las que se accede a la Plazuela de San Eloy, D. Teodomiro dice de ellas: “En el lado opuesto hallamos dos calles estrechas y sucias que se unen por una travesía: dan paso a una plazuela con dos callejas sin salida y otra que comunica con la calle de la Palma; todo esto se conoce por las callejas de San Eloy y antes de la Fuensanta. El primer nombre lo tomó de un hospital que con aquella advocación tuvo el Colegio de plateros de Córdoba para la curación y asistencia de los operarios enfermos, faltos de recursos: estaba en el huertezuelo de la casa de la calle de Alcolea, aislado entre las dos entradas;” La realidad es que el apelativo de suciedad estuvo mucho tiempo asociado a la ciudad, hoy no se puede decir eso de ella afortunadamente. En esa calle vivieron mis padres de recién casados, y quien sabe, lo más probable es, que yo fuese concebido allí. 

Palacio del Vizconde de Miranda

Más adelante nos encontramos con lo que fue el cine Andalucía a la derecha, solar que parece va por buen camino para equipamiento del barrio, y a la izquierda la inmensa fachada del palacio del Vizconde de Miranda, que fue convento donde de niños íbamos a comprar recortes de las hostias, unas galletas insípidas, que nos comíamos ávidamente, aunque no llenaban por su ligereza. Luego ese edificio en el despegue del ladrillo se transformó en gran casa de vecinos. Frente el colegio que antes fue Hospital de San Andrés, y en cuya ventana compraba yo los jazmines para mi novia. Hoy es el salón principal de la sede del Círculo Juan XIII. A la derecha la calle de La Palma. Frente la calleja sin salida de los Herradores.

San Pedro

Plaza de San Pedro, lo que fue su cementerio, hoy jardín, en la acera de la izquierda, la casa de la familia Rojas el chatarrero, más adelante una vez hecho el giro a la izquierda, la que fue taberna de San Pedro, hoy centro de la Tercera Edad. En la pared de San Pedro el polémico grupo escultórico del genial Belmonte. Calle D. Rodrigo, camino de las Cinco Calles, a la izquierda la Gota de Leche, hoy escuela infantil "Félix Ortega", una gran persona. En la esquina de la calle del Baño o Carlos Rubio, estuvo la taberna "Los Mosquitos", hoy es la casa de la diseñadora de raza gitana Juana Martín, antes lo fue de plateros. 

Calle D. Rodrigo

En la otra esquina una de la tabernas "El 6" sólo servían vino y no se admitían propinas, era una ofensa para Rafalito, Ah, y muchos parroquianos tenían su copa propia, algunas con tapadera. En ella -haciendo trampas-, unos nenes -mi querido amigo Joaquín Ruiz y yo-, le pusieron un “mandil” al dominó a unos figuras, uno al que llamaban profesor de matemáticas y al bombero, efectivamente no se enteraron. Fue sonado. Calle Lineros, se llamó Emilio Castelar y tuvo mucho tiempo el nombre de un criminal que no cito. En las grandes riadas, me contaba mi abuela que circulaban por ella las barcas del río.

Un nuevo establecimiento religioso en D. Rodrigo

A continuación del "6", tuvo la barbería Pepín Muñoz, mi malogrado consuegro, una excelente persona. En esa casa después hubo un escriba que tenía tapizada toda la fachada con sus escritos. Fue, porque ha fallecido, un personaje muy peculiar, en cierta ocasión tuve con él una prolongada conversación, en la que me expuso lo que había que hacer para levantar el país, y decidí no publicar esa entrada. No terminé de digerir todo lo que hablamos. A la derecha la que fue Posada de Vencesguerra, que toma el nombre del caño romano, que cita Cervantes en una de sus obras. Allí encerraba uno de los pianillos ambulantes. Frente, una serie de establecimientos hoteleros actuales, donde tenía Hernández, el padre de uno de los mejores grabadores de Córdoba, Pepe Hernández, su establecimiento de bebidas. A la izquierda, más adelante desde hace unos años está Bodegas Campos, famoso establecimiento de restauración.

Lineros, Bodegas Campos y el Altar de Candelaria

Calle Candelaria y en la esquina uno de los altares callejeros que se libraron de la piqueta, cuya moda está resurgiendo de nuevo. Antes servían para alumbrar la escasa luz de la calles, ahora alumbran el ego de algunos promotores. La casa del poeta frente, a la derecha hubo una aparentemente siniestra -a mí me lo parecía de niño-, residencia para ciegos de la ONCE. Cuánto ha cambiado esta organización a lo largo de los años. Luego calle Gragea, y frente Badanas. Ya empezamos con los bonitos nombres de gremios desaparecidos. 

El Potro y el Triunfo de San Rafael

Casi llegando al Potro, hubo durante mucho tiempo un pequeño bar que tenía en su gradilla de la puerta una bicicleta que, con el paso del tiempo quedó en esqueleto metálico. El Potro ahora a la derecha, con el Mesón del mismo nombre y el monumento o triunfo de San Rafael que salvaron de la ruina y que estaba en la Plaza de San Hipólito. A la izquierda estaba el "Mesón de la Madera" y "La Espada", desaparecidos cuando se abrió la nueva calle hasta la ribera. Esta calle tiene en una de sus losas del acerado una que tiene tallado en ella un juego de tres en raya. Se estima que pertenecía al teatro romano de Jerónimo Páez. 

Antigua Taberna Los Portalillos

Hemos llegado a la zona del yantar, posadas y casas de comida, y del buen yacer, la mancebía, negocio que controlaba el Cabildo en sus tiempos, una especie de esclavitud de las mujeres que ejercían el oficio más antiguo del mundo. El grabado de 1567 de Antón de Wingaerde la describe en este lugar. Luego se desplazó hacia la calle del Cardenal González, paradójico ¿no? La calle de la prostitución controlada en su nombre por un ministro de la iglesia, ya en nuestros días. Al acabar Lucano nos hemos dejado la "Posada de la Herradura", en cuya calleja existe un artístico mural, y el que fue cine de verano, después invierno y ahora moderno Centro de Salud. 

Calle Lucano

En la esquina de la calle de la Feria (es San Fernando pero no consigue el poder que la ciudadanía use el nombre), Puerta de la Pescadería antigua, Arquillo de Calceteros. En la casa de la derecha en un balcón se ponía el número del sorteo de los Ciegos. Era mercado de pescado por la cercanía al río, en la Cruz del Rastro, leyenda de matanza de judíos, y ser puerta de la muralla de la ciudad romana, Puerta Piscatoria. A la izquierda el Hospital de la Lámpara, en la calle del Amparo del que solo queda la espadaña sin campana, pues el lienzo no está tampoco.

Posada de la Herradura hoy aparacamiento

Más gremios; a la derecha Caldereros, calle residual de prostitución hasta que la piqueta acabe con las casas. Cardenal González, restos del antiguo Don Manuel, fiesta nocturna y cocido al amanecer. La última vez que lo visité estuve con mi querido y malogrado amigo Juan Guijarro y un matrimonio amigo. Casas de trato de “mujeres de la vida” –que trabajo me costó comprende la definición- por las que pasaba corriendo para que mi amiga Carmen, una dueña, no me llamara a hacerme la revisión de pestañas y ojos. Zapatería Vieja, otro hermoso nombre de calle que no es necesario cambiar nunca. Taberna Los Palcos, y  barbería. Alfayatas, compra en la tienda de ultramarinos Juanele, sobres de harina de algarroba, y anzuelos (no sé para qué). Moderno Hamman a la izquierda que inunda de olor la calle a su paso por ella. Acceso a la antigua Plazuela de los Gitanos, cantada por el asesinado por el fascismo, en su juventud José María Alvariño, nuestro poeta lorquiano. 

Puerta Piscatoria

A la derecha la zona que contuvo la Alcaicería o Mercado de la Seda, siempre la casa del rincón la he tenido por un acceso al citado mercado árabe. Un establecimiento de trabajo en cuero, un artista, Rafael Varo. A la izquierda el sótano del chatarrero López. Más adelante una de las tabernas más antiguas de la ciudad, que conservan la estructura, “El Tablón”, horno de San Luis y Caño Quebrado. Rincón de Magistral González Francés y puestecillo de “quiquis” de aquella señora mayor que se resguardaba en el rinconcito, de lo que hoy es la casa de Antón, el hijo de Victoria y Antón, hermano de Julia y Victorina, mis vecinos gitanos de la calle Medina y Corella, y mejor gente. Más establecimientos hosteleros y restauradores en el tramo que hoy es Corregidor Luis de la Cerda que se llamó Vallinas, por la Posada y la plazuela, hoy reformada con acceso a la Ribera, pero ocupada por la hostelería, a la que le embellecemos calles con el dinero de los cordobeses y no para de quejarse. 

Cardenal González a la izda. Amparo

Puerta del Puente, Triunfo, muro de Qibla, ventana de la sala capitular, debajo de la capilla del Cardenal, a la que hoy me he asomado y he tenido la sensación que es más baja que la noble. Otro día miraré con una linterna. Los alrededores de la Puerta del Puente y Triunfo están llenos de palcos para la cuestión económica de la Semana Santa. Este año no hay palcos en las lonjas, ni asidos a los muros nobles de la Mezquita propiedad del Cabildo por treinta euros, curiosa la cantidad. Dicen que se mueve la economía con esto, sí, la de la hostelería que, procurando no generalizar, hace contratos esclavistas de tres días. En el supuesto que lo hagan todos y no sea trabajar sin él. Así  como las arcas eclesiales. Todo ello a costa de muchos ciudadanos que tienen que soportar muchas molestias, de mucho antes de la semana grande del catolicismo. 

Cardenal González, la moderna Mancebía

Aquí se acabó el paseo, fui después a conseguir "las indulgencias" a la Santa María, era lo que ocurría en la hipocresía de antaño, que no es de ahora solamente, la gula y la lujuria en mesones y la mancebía, y el perdón después en la Santa María. Dos de los negocios la lujuria y el perdón estaba controlado por la misma empresa en ese tiempo. Pero a mí al llegar a la Santa María se me ha debido notar en la cara que no soy creyente, lo mismo que me notó la funcionaria del Archivo Municipal que no sabía paleografía, lo debo de llevar señalado de alguna manera en la cara, que el guarda del Cabildo me preguntó: -Dónde va usted. –y no le preguntaba a nadie, por eso sospeché lo de la cara. Como no miento normalmente le dije: -A dar un paseo por la Mezquita, a meditar.  Y me contestó: -Hoy no puede meditar porque hay una Eucaristía Especial. Por lo tanto no pude obtener el perdón, claro tampoco había pecado de gula y lujuria y no lo necesitaba, pero de lo que no pequé de verdad, es al octavo mandamiento y por esa razón se me prohibió la entrada.

Una entrada según mi criterio de la Alcaicería

LA PUERTA NUEVA

“Esta puerta se abrió en el año 1518, adquiriéndose al efecto una casa que existia en aquel punto, segun acuerdo de la Ciudad, en acta de 18 de Junio que hemos visto: se hizo esclusivamente para el paso y servicio de los vecinos de aquel barrio; su primitiva fábrica fué un arco bastante bajo, por estilo de la puerta del Osario, teniendo por cima y exteriormente una capilla en que se daba culto á una imagen de la Vírgen. despues de construida por Carlos III la carretera general de Madrid á Cádiz, se hundió aquella obra, llevando la Vírgen al Cármen y edificando la portada en la forma que la vemos; los asientos de la parte de fuera quedaron formando un callejón, y en 1854 el ya citado Alcalde Sr. García del Cid, los mandó separar, formando la esplanada que tiene, y fué cuando quedó dentro el álamo que vemos saliendo á la derecha, y respetado por su lozanía.” De Paseos por Córdoba.

Ya tenemos que, se abrió la muralla almohade en 1518, habían pasado casi trescientos años  desde que los árabes no gobernaban la ciudad de Córdoba. Un acta de fecha 18 de junio, recoge que había que derribar una casa que existía allí y que el uso de la puerta iba a ser exclusivamente para el servicio de los vecinos y aliviar las salidas por la puerta de Andújar y la de Baeza, más cercanas a ese punto. Al final fue una de las entradas a la ciudad más importantes. Le hicieron una capilla encima para la Virgen del Carmen, y dice D. Teodomiro que, en su estilo, fue muy parecida a la de la Puerta de Osario. 


Al final, bastantes años después, y como hemos expuesto en otras entradas Carlos III en su impulso urbanístico, decidió que la carretera general de Madrid a Cádiz pasará, mejor dicho entrara por allí. Derribó la obra primitiva se llevaron la virgen y quedó prácticamente como estaba cuando se derribó definitivamente. En 1854 el Alcalde García del Cid, separó los callejones que se habían quedado a los lados y se formó la plazuela actual. Habla también de un álamo saliendo a la derecha, que se respetó por su “lozanía”.

NOTA: Este paseo no ha pretendido ser un recorrido eminentemente histórico, ha tratado de utilizar la memoria de diario, de un tirón, hasta dónde el autor ha podido llegar. Y señalar un recorrido que durante mucho tiempo fue el de paso de la ciudad desde Castilla hacia el Sur, y sobre todo citar una serie de lugares de nuestra ciudad que fueron y que son, sin ningún ánimo -como no puede ser lamentablemente de otra manera-, academicista. 

Fotografías de hoy del autor y AMC
Bibliografía del tirón del paseo y citada

miércoles, 2 de mayo de 2012

IMÁGENES 2012, PUNTOS DE ILUSIÓN PARA…


Un clásico del mayo cordobeses, el proyecto de solidaridad y colaboración vecinal de los ciudadanos de la calle Imágenes. Es la prueba evidente de que se puede, de que el movimiento vecinal existe, y que la solidaridad entre vecinos también. Si esto es cierto todo lo demás también puede serlo.


En un mundo insensible como el que le vamos a legar a las nuevas generaciones, es un soplo de esperanza el Proyecto Imágenes. Todos los años nos sorprenden. Éste ya lo estaba echando de menos. Ayer después de la obligada presencia en la manifestación del 1º de mayo, pensé pasar por allí, ya había estado días atrás y al no haber visto nada me preocupé. ¿La maldita crisis? Afortunadamente no, posiblemente la precaución por las previsiones meteorológicas.


¿Cuántos años son ya? Bastantes. Desde el 2005 con Imágenes de Flores; 2006 del Río; 2007  Ausentes; 2008 de Agua; 2009 del Querer, y no poder; 2010 de colores; 2011 de Cultura y este 2012 de reparto de puntos de ilusión, que nos hace mucha falta no perderla. 


Que mejor que transcribir sus propias palabras, la que están en su Web, las de los vecinos de la Calle de las Imágenes, la lección que este año 2012 quieren impartir al resto de los barrios, a los cordobeses. Repartir puntos para todo. Puntos con un mensaje, con muchos mensajes.


CALLE IMÁGENES PUNTOS DE ILUSIÓN

PORQUE pensando en el presente- futuro, QUEREMOS NO PERDER LA ILUSIÓN para: reír para imaginar, para descubrir, para investigar, para saber que no estamos solos, para compartir la tortilla de patatas, para pensar, para saber, para entendernos, para explorar, para aprender, para tener tiempos en común, para evadirnos, para conocer a los vecinos, para afirmarnos, para pasarlo bien ,para soñar, para dudar, para crecer, para jugar, para VIVIR…



El PROYECTO IMÁGENES, continua su andadura para servir de encuentro entre vecinos de la zona, este año hemos decidido buscar la excusa de plantear en nuestras horas de convivencia un discurso de POSITIVIDAD HACIA EL FUTURO tras la estela de ILUSIÓN generada tras el fallido proyecto de CAPITALIDAD CULTURAL 2016,



PROPUESTA: En torno a los restos de banderas del proyecto de capitalidad 2016, aparecerán ciento de pequeños puntos , que vienen a representar las ILUSIONES que como vecinos y ciudadanos queremos visualizar y dejar patentes , frente a la “desilusión” que supuso el conocido desenlace de “CÓRDOBA CAPITAL EUROPEA DE LA CULTURA 2016, y que entendemos hay que superar para seguir avanzando hacia el FUTURO.”



Y la desilusión que nos presenta el panorama actual, con tantas carencias, con tanto dolor de personas sin futuro inmediato, puede ser suplida en parte con la ilusión y sobre todo el no perder la esperanza. En el trasfondo del proyecto de este años está en las palabras de José Antonio:


“Reflexiones en torno al “PROYECTO IMÁGENES

Permitidme una mirada personal sobre el hecho socio-cultural dentro de la coyuntura que nos toca vivir , donde en lo global la “crisis no termina de desaparecer”, con todo lo que ello supone de negatividad, y en lo más cercano, se ve en la ciudad un cierto pesimismo por la “desaparición del proyecto de Córdoba 2016”, 


Los protagonistas (foto del Blog Calle Imágenes)

por lo que vecinos y ciudadanos nos encontramos en una encrucijada , que como en toda encrucijada hay que tomar una decisión, si no se quiere caer en el “inmovilismo”, que es como “plantarse en la orilla del río y ver el agua pasar” aun corriendo el riesgo de ser arrastrados por esa misma corriente.


Llegado a este punto cabría recordar que el PROYECTO IMÁGENES tiene en su raíz y desarrollo unos planteamientos que a priori están lejos de ese análisis negativo y pesimista al que antes hacía referencia, aunque no se puede obviar que esos factores también están presentes.



El PROYECTO IMÁGENES, entiendo yo, y así hemos venido explicándolo a lo largo de su corta existencia, es un proyecto que “busca” que los vecinos del entorno tengamos la ocasión de relacionarnos, de encontrarnos, de una manera distinta a la forma en que el sistema cultural imperante nos deja, centrado en un individualismo feroz, 



que hace que personas que compartimos espacios de vida común tengamos reducido nuestro contacto a un “hola” y “con Dios” en el mejor de los casos; Siendo éste el “destino” del proyecto, luego viene lo de la decoración de la calle, pero eso es solo la excusa, la estrategia para facilitar y llegar a esa relación de encuentro.



Por otro lado no se puede obviar que el PROYECTO IMÁGENES se ha convertido para muchas personas de dentro y de fuera de la ciudad en un referente cultural, y que la manifestación visible del mismo es la “decoración de la calle” pero eso no debería condicionarnos, ni desviarnos de la trayectoria a nuestro “destino”. 



Dicho esto, lo de la decoración debería ser solo eso, una excusa, y no convertirla en un fin en sí mismo, por lo que tal vez deberíamos quitar intensidad a la cuestión, y cargar nuestras energías en lo realmente importante como es la relación entre vecinos, para dar forma a lo que hemos dado en llamar “escultura social”.



El viaje está en marcha, el destino clarificado, solo queda la subida al barco de quienes compartan la misma singladura, cada uno según sus posibilidades, y sin dejarse llevar por la ingenuidad, ya que no podemos olvidar que en todas las travesías, siempre surgen dificultades, problemas de convivencia, interpretaciones y malos entendidos, nada que no se pueda superar con el trabajo conjunto la comprensión, y el deseo de continuar el viaje.

Goval”


Y ahora a por el proyecto para el 2013. Felicidades vecinos.

Fotografías del autor y del Blog Calle Imágenes
Bibliografía del Blog Calle Imágenes