sábado, 29 de septiembre de 2018

EXPOSICIÓN DE PINTURA SOCIEDAD DE PLATEROS, 150 ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN, TABERNA DE SAN FRANCISCO.

Copia de un Ribera, San Bartolomé, de Paco Vera.

Rafael Guerra Bejarano, el torero, estaba apoyado con su barbilla, un puño sobre otro y el de abajo en la barrera de la plaza de toros de San Sebastián, mirando al astado que extraño a todo estaba parado en mitad de ruedo. Un banderillero de su cuadrilla se acercó al califa, y le dijo: 
-D. 'Rafaé' está 'osted''preocupao' por el bicho? 
el "Guerra" lo miró y le contestó: 
-¿El bicho? me suda aquello de él, el problema es que tengo albañiles en la casa de Córdoba, y no sé que me voy a encontrar allí cuando volvamos.





Y ese era el problema que nos tenía amarrados a nuestra casa y no pudimos garantizar nuestra presencia a las invitaciones de amigos, como Paco Vera, el presidente de la Sociedad de Plateros y Juan Pérez Cubillo, el coordinador de los actos, al final pudimos escaparnos del secuestro del ladrillo, y asistimos al acto de la exposición de pintura en la Taberna de Plateros de la calle de San Francisco. Eso sí tuvimos que elegir, entre dos actos más, una actuación en el Museo de Julio Romero de Torres sobre la copla y Julio Romero, y otra conferencia.




La escapatoria significó que, hoy viernes cuando escribo estas líneas, ya llevan una hora de retraso para rematar el trabajo, dijeron a las diez y son las once y media de la mañana. Luego el secuestro ha continuado hoy también. La formalidad no es una virtud de muchos profesionales españoles. Pero penas aparte, ayer jueves, media hora antes de la hora prefijada, nosotros en el lugar de la cita. Claro nosotros, evidentemente, no somos albañiles, ni montadores de ventanas. Los saludos de rigor. La alegría de ver a buenos amigos, y después de dar un margen de cortesía, que no la tienen con los organizadores quienes llegan tarde a los actos, por lo que no comprendo que, a pesar de ello se sea cortés con los informales, se empezó.




La exposición está instalada en un salón de la Taberna de S. Francisco. Está taberna tiene unas connotaciones familiares para Conchi, mi mujer, muy importantes porque en ella se crió su madre, como niña adoptada, refugiada, como los cientos de niños de procedentes de la huelga de los mineros de Río Tinto del año 20 del siglo pasado. Huían de una muerte cierta, el capitalismo les echó un pulso y lo perdieron los mineros, y sobre todo perdieron a sus hijos. Los padres los daban a familias que se hacían cargo de ellos para que no se les murieran de hambre. Más de tres mil niños salieron de la comarca para distintos lugares de España.

Hoja del padrón de 1929 de S. Francisco 59, mozos de la taberna



Y el matrimonio del mozo de taberna, de la Sociedad de Plateros de la calle S. Francisco, D. Antonio Pastor Sánchez y Dª Concepción Martínez Salgado, de 39 y 38 años respectivamente en el padrón de 1929, en S. Francisco 59, que no tenían niños, criaron hasta que se casó, a Juana Concepción Cuaresma Garrido. Esa fue la casa de mi suegra, desde niña, hasta que salió para casarse con el tintorero de Mucho Trigo, Pepe Carnago Rodríguez. Para que luego algunos miserables hablen mal de los refugiados y de quienes son solidarios con ellos. 



Unas palabras de Paco Vera, ya sin más prolegómenos, abrieron el acto. Paco es un presidente de brega, sin lugar a dudas, como tal se lo dije cariñosamente, apoyado eso sí por un par de miembros de su directiva. Conté 28 obras de distintos miembros de la entidad, no sé si conté mal, lo siento si no es correcto el número. Con el público presente mal se puede fotografiar una exposición. Obras de todos los estilos y calidades, pero con la voluntad expresa de colaboración con el 150 aniversario de la fundación de la entidad, que es lo que se celebra. La realidad es que a juicio de un aficionado, algunas obras apuntan maneras. Lástima que no pueda precisar los nombres de los autores y de las obras porque eso eché en falta. Lo que no se puede dudar es de la voluntad de los autores.


Juan Pérez Cubillo y César Morales, entre dos filósofos, 
Ángel López Alegre y Paco Jiménez Rueda

Nos llama la atención que uno de los cuadros, el S. Bartolomé, original de José de Ribera, copia de Paco Vera, pero con su estilo personal, tiene un parecido asombroso con un querido amigo nuestro. Su hermano que estaba presente en la exposición, lo corroboró. Es la nota jocosa dentro de la formalidad expositiva. Luego se incorporó el personal del acto celebrado en el Museo Julio Romero de Torres, su directora Mercedes Valverde y el director del Museo de Bellas Artes, José María Palencia, con otros amigos. Después cuando empieza a salir la buena cocina de la casa, eso que se pega al riñón, normalmente, y que algunos no podemos comerlo, es el momento de marcharse. El Platino y el Peseta son demasiado atractivos. Las despedidas de rigor y el deseo de éxito. De los actos previstos creo, según Programa, solo queda la visita a Medina Azahara, sin fecha fijada aún y el acto de clausura en el Salón de los Mosaicos el próximo 17 de octubre. 

Fotos y vídeo del autor

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