miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL POZO DE LAS VÍRGENES, EN EL CONVENTO DE LA VICTORIA O DE LAS HUERTAS

Las vírgenes y el pozo

Corría el 1293 cuando se fundó el Monasterio de Nuestra Señora de las Huertas, en un terreno rodeado de ellas, predios que llegaban hasta el "Huerto Real", que  era el significado de la Arruzafa, y mucho más. Ya llevaba la conquista castellana 54 años vigente. Sancho IV de Castilla, nieto de Fernando III, hijo de Alfonso X, y padre de Fernando IV, reinaba en Córdoba. 217 años después, en 1510, reinaba Fernando el Católico y el entonces Obispo Daza, con la llegada del fraile franciscano Francisco Binet, general de la Orden de San Francisco de Paula y de Mínimos, y su necesidad de obtener un sitio para su convento, le regala el Monasterio de Nuestra Señora de las Huertas, para que se instalen. Solo la premisa de que se conservara el nombre de las Huertas junto con la nueva advocación de la Victoria. "Monasterium tituli sanctae mariae de Victoria de hortis de cetero nuncupandum" se llamó.

Dibujo de Deza del monasterio

Ya he mencionado en otros lugares la inquina que me generaba de pequeño, llamar al paseo de la Victoria, por pensar que se alababa la victoria del fascismo español. Y por si no querías café dos tazas, también se llamó del Gral. Primo de Rivera, el dictador de Alfonso XIII y padre del fundador que aún tiene su nombre grabado en las piedras de la Torre de la Malmuerta. Entre unas cosas y otras Santa María de las Huertas tuvo una vigencia de 217 años, y los Mínimos de San Francisco de Paula 355. En total duró el monasterio con uno u otro nombre, 572 años, y por que se derribó en 1865 para poder ampliar el Real de la Feria. Con ese motivo, el lucentino Antonio Rodríguez Valdecañas, obispo de Guadix, al que le quedaba un año para rendir cuentas celestiales, murió en 1866, escribió una carta en la que lamentaba la desaparición del edificio, y mencionaba también una tradición, "El Pozo de las Vírgenes", se supone que procedente de antes, del periodo de dominación árabe. Decía la carta:

Dibujo del monasterio del autor 

"Supónese que durante la dominación árabe hubo en este lugar un asilo de mujeres consagradas desde niñas a la vida religiosa, donde se albergaba lo más bello y virtuoso de las jóvenes cristianas, siendo por lo mismo blanco del odio de los enemigos de nuestra santa religión y sufriendo toda la persecución de que fueron objetos cuantos tuvieron el valor de confesarla. En una de las ocasiones en que los árabes de Córdoba desearon vengar las derrotas sufridas por sus tropas al empuje de las huestes de los reyes cristianos, pensaron profanar aquel religioso asilo entregando a la ira popular aquellas inocentes esposas de Jesucristo. 

Plano de 1811, Puerta Gallegos y ubicación del monasterio

Llegaron, pues, a las puertas del santuario, encontráronlas cerradas y con cuantos instrumentos hallaron las rompieron, entrando la osada muchedumbre en un lugar hasta entonces respetado. Las vírgenes del Señor, reunidas en el coro, con velas encendidas, imploraban la protección del Altísimo, y viendo que estaba decretado su sacrificio, cercano el peligro hasta el punto de serles imposible huir de aquella horda de forajidos, formaron en procesión y entonando himnos de alabanzas al Señor llegaron a la boca del pozo, y dejando las velas a su alrededor se arrojaron a él, pereciendo todas, las últimas a vista de sus perseguidores, de los que algunos, viendo tal muestra de virtud, se convirtieron y profesaron la misma religión que tanto habían aborrecido.

Imagen de Ntra. Sra. de las Huertas -Museo Diocesano-(Foto M.Pijuan)

Algunos religiosos del convento aseguraban haber visto luces extrañas en la boca del pozo de las Vírgenes, y aún el padre fray Andrés de Santa María, en 1553, siendo corrector el padre fray Diego de Ledesma, aseguró que estando una noche en el coro cumpliendo sus oraciones notó una extraña claridad y que, como si saliesen de la pared, sin ésta sufrir el menor movimiento, siguió hasta el presbiterio una procesión de vírgenes vestidas de blanco con luces, arrodillándose y entonando armoniosos himnos, desapareciendo después de la misma manera. Más adelante aseguró ver esta extraña aparición otro religioso llamado fray Antonio de los Reyes, que murió en gran opinión de santo."

Ntra. Sra. de la Victoria (Museo Arqueológico)

Debemos pensar que ese "asilo" que menciona, era un equivalente a las vestales romanas, jóvenes destinadas a servir a la religión y sobre todo vírgenes. Y una cosa más significativa, mientras no perdían batallas los árabes era el "lugar hasta entonces respetado". A pesar de que en el párrafo anterior decía: "siendo por lo mismo blanco del odio de los enemigos de nuestra santa religión y sufriendo toda la persecución de que fueron objetos cuantos tuvieron el valor de confesarlo", siempre perseguidos. Por lo tanto obviando las contradicciones de la carta, parece ser que dejó de tener el lugar ese respeto de siempre, que estimo procedería de antes de la conquista árabe y ocurrió, parece, lo que dice la carta del obispo de Guadix.

La procesión

Sin hacer mucho chiste de las tradiciones, pero considerando que el cornezuelo de centeno, LSD forzado de la Edad Media, podía hacer de las suyas, ahí queda la tradición. Lo que me extraña es que al final haya desaparecido del todo, cuando no deja de ser una costumbre cuando menos bonita, para contar a otras generaciones. En otras latitudes nos hablan del Rey Arturo, de Merlín, y de tantas y tantas historias que parece fueron ciertas de tanto contarlas, eso sin entrar en las distintas mitologías o libros sagrados. Una serie de jóvenes que, antes de perder su virtud, se tiraron todas a un pozo que había en el lugar donde después estuvo en Convento de Santa María de las Huertas y luego el de la Victoria, y si fue verdad sus restos estarían en el subsuelo del campo de la Victoria, frente a la actual Puerta Gallegos, en los jardines.

Otra procesión

Más historias del lugar:

"También refiere la Crónica de la orden que en 1539 el corrector fray Luis de Cárdenas, con otros frailes, se encontró una noche el coro ocupado por otros religiosos, a quienes preguntaron el motivo de estar en aquel punto, por dónde habían venido y qué permiso tenían para ello. Entonces el presidente lo tranquilizó, manifestándole ser antiguos monjes de aquel convento que habían venido a cumplir unas faltas en su rezo para que cesasen las fatigas a que estaban condenados, desapareciendo a poco sin que volviesen, señal de haberles sido concedido el perdón tan deseado.

Un franciscano

Otra anécdota se refiere muy parecida a la anterior, si bien un tanto grotesca. Existió un fraile que tenía gusto en ser siempre el primero en llegar a coro a las doce de la noche, lográndolo durante muchos años. Una vez advirtió que otro le había ganado; hizo por conocerlo y no pudo, decidiendo callar y acudir otra noche más temprano. Hízolo así, mas su deseo se frustró; el compañero estaba ya en el sitio de la noche anterior con la cara tapada y rezando. Otra vez vencido, tornó al día siguiente más temprano, y así siguió una porción de noches hasta el extremo de irse dos o tres horas antes, y encontrándose siempre con el religioso que a porfía con él madrugaba en sus rezos, molestándole aún más el no poderlo conocer.

Dos franciscanos

Amostazado al fin se dirigió a él pidiéndole una especie de satisfacción por la pugna con que lo trataba. Mas entonces supo ser uno de los antiguos monjes, condenado a rezar las muchas oraciones no cumplidas cuando vivía. Preguntole de nuevo cuántas y cuáles eran, y enterado le dijo: "¿Y si yo las rezo por su caridad dejará de venir?". "Ojalá lo hiciérais, yo entonces me iría a descansar". "Pues puede vuestra caridad hacerlo cuando quiera, porque yo rezaré eso y mucho más si es preciso por no volvérmelo a encontrar en el coro".

Y dice al final la ilustración:

"Otras muchas y extravagantes tradiciones de este Género pudiéramos citar, que omitimos, dejando a nuestros lectores el formar sobre ellas el juicio que tengan por conveniente." Vamos, que el autor de los Paseos ni quita ni pone rey, y deja al albedrío de los lectores que se lo crean o no.

Otras referencias a Santa María de las Huertas y Ntra. Sra. de la Victoria:

Fotos del Libro Paseos por Córdoba, del autor y de Internet. Dibujos de Deza y del autor
Bibliografía de Paseos por Córdoba

15 comentarios :

Carlos Marín dijo...

Entre el cornezuelo y las heminas (varias con autorización) todos veían lo que querían ver. “Amostazado” bonita palabra, la usaré.

Gracias por omitir otras muchas extravagantes tradiciones. Hay gente que se las cree a pie juntillas y algunas nos han llevado a un secular atraso. Las calles se llenan de multitudes por este motivo y como dejen a los lectores un juicio sobre ellas estamos apañaos. Ninguna tradición por encima de la razón.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, magnífico trabajo. Tu mano alzada del Convento, como dicen muchos, lo siguiente a bueno. Los carcas decimos ¡Buenísimo!
Paco, yo era un “preguntaor” incansable, y un día le pregunté a mi padre porqué se llamaban jardines de la Victoria, y me contó lo del Convento, otro día le pregunté por la plaza de los artilleros y también me lo contó, no sin antes advertirme: “no lo cuentes por ahí” Jodido miedo implantado por los fachas.
Este año he estado en Jerez y en Cádiz. En la primera la estatua del General Preside una plaza. En Cádiz está en el jardín de entrada al Centro municipal de cultura Reina Sofía, de Cádiz. No tiene el nombre puesto.
En Córdoba nació un Fraile que merece la pena recordar.
Córdoba, Pedro de [Religioso] (ca. 1482-ca. 1545)
Religioso dominico, español nacido hacia 1482 en Córdoba y muerto hacia 1545, probablemente en Santo Domingo. Fundador del primer convento de su orden en América, fue el promotor del famoso sermón de 1511 que inició la crisis moral de la colonización de la que derivaron las Leyes de Burgos, Valladolid y Madrid, así como la figura polémica de Las Casas a favor de los indios. (es copiado de una enciclopedia) el articulo es mucho más amplio.
Muchos siguen creyendo que el promotor de la defensa de los habitantes autóctonos americanos fue cosa de Bartolomé de las Casas. Pues no, este fue un seguidor de Pedro de Córdoba. Pero la historia es la historia y cada uno la cuenta a su manera. un abrazo, salud y República

Paco Muñoz dijo...

Muchas Gracias Carlos. No sabía lo de las heminas, que he tenido que mirar, todos los días aprende uno algo, que verdad es eso.

Amostazado, irritado o enojado. Que amplio es el idioma.

Las tradiciones son complejas, parten de una ilusión, o un cuento, deformado con el tiempo, y cuando llegan al final la gente lo hace suyo y se lo cree sin cuestionarlo.

Te pongo un ejemplo, cuando yo era chico en mi familia le llamaban la Cuesta del Reventón a la trocha para subir a las Ermitas desde la carretera de ídem. Ahora a esa trocha, le llaman la Cuesta de los Pobres. Esta mañana he bajado de las Ermitas , con un amigo que es nieto de Victoriano Porras, el peón caminero de la carretera de las Ermitas, quien la ha cuidado muchos años, y conocedor de todo el entorno -bueno se supone que lo conoce mejor que yo-. Pues Victoriano decía que los pobres subían por otro sendero un poco más arriba del Km. 3, ahora hay un cortafuegos destruido por el agua. No quiere decir que su exposición geográfica seas la cierta, pero la usaba mi familia y discute la costumbre actual, de que reventó un caballo del rey cuando subió y por eso el reventón, a lo mejor quiso subir por la trocha.
Todo coincide con tu último párrafo, es razonable.

Un fuerte abrazo

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Patxi por levantarme la moral, de dibujante, ahora que cada vez pinta uno menos.
Por lo menos tu padre sabía lo del convento, aunque en mi casa a los Tejares se le decía por mi familia, Avenida de Canalejas a los actuales Tejares. Y a la calle Cruz Conde, Málaga. Como nos cambiaron la historia, pretendieron, y ahora la quieren volver a justificar.
A estas alturas símbolos fascistoides a pesar de una Ley no tienen sentido. El modelo con el fascismo, son estos países de esta Europa de los mercaderes que tanto defienden.
No sabía lo de Pedro de Córdoba, sería una buena persona y la fama para Bartolomé. Por lo menos se daban cuenta de las barbaridades que se hacía. El año pasado iba a ir, no fui, a una conferencia a Bogotá, lo primero que tenía pensado en la exposición era pedir perdón personalmente por las barbaridades cometidas, aunque no procediera, y además lo pretendía hacer porque el respetable estaba de acuerdo con los conquistadores. Eran los herederos de las "burguesías" creadas, un escalón más alto que los indígenas.
Salud (cada vez nos hace más falta) y República para ver si la honestidad brilla por lo menos algo, en este país corrupto.

Anónimo dijo...

Paco, muchas gracias por tu Blog. Hay cosas muy interesantes.

Usando una metáfora que me parece graciosa. Como decía el cabo Santos en Amanece que no es poco,” me da igual que los sudamericanos unos días fueran en bici y otros días olieran bien. Son cosas, como decía, que no le hacen mal a nadie, pero….¿¿plagiar a Faulkner??”

https://www.youtube.com/watch?v=_-HsaMb8bhw

La leyenda de la cuesta del reventón, la otra del caimán de la Fuensanta son cosas que forman parte de nuestro acervo cultural y que no le hacen mal a nadie. Lo malo es que una tradición basada en lo intangible, se instale de forma indeleble en la cabeza de la gente, y que la simple insinuación por parte del estado de que, por ejemplo, la religión forme parte del ámbito de lo privado, pueda influir de forma determinante a modificar el panorama político de un país. O, por que se prohíba en Manganeses tirar una cabra desde un campanario o los lanzazos al toro de La Vega, el personal se rebote. A eso me refiero.

Una hemina de vino en los hombres y 1/3 en las mujeres era la dotación etílica que, salvo error, tuvo que establecerse en la dieta de órdenes regulares para evitar, con su ingesta a discreción el exceso de murmuración.


Paco Muñoz dijo...

Carlos gracias por la aclaración. 0,27 L. la hemina. Más de un cuarto de litro, o sea dos medios de vino al día. No está mal.

"Amanece que no es poco" es buenísima, yo no me canso de verla cuando la repiten. José Luis Cuerda seguro se inspiró en el teatro de Jardiel Poncela, pues ese parece el estilo.

Y en cuanto a lo otro a las tradiciones a mi no me molestan siempre y cuando no atenten contra mi espacio y libertad.

Un fuerte abrazo

PD/Carlos he tenido que rescatar el comentario porque los anónimos no los publica el sistema. Lo que pasa es que he supuesto eras tú.

car res dijo...

Vaya lío,que me he formado con las heminas,que con mi mentalidad no sabía que tenía que ver
el grupo "hemo",en todo esto y más aún cuando tú empleas el cornezuelo sin ton ni son.
Luego he caído que es una medida.El vino,siempre ha sido parte de una buena comida,no es ex
traño que los conventos,los monjes y monjas disfrutaran del mismo.Es más,son muchas las
bebidas alcohólicas,vinos,cervezas,elixires que tienen su origen en monasterios.

Las tradiciones,las hay para todos los gustos,unas más simpáticas y otras horrorosas,sobre
todo las asociadas al sufrimiento inútil de un animal.Ésta en concreto,del suicidio de las
"vírgenes",es poco creíble.Para mí desde luego una tradición no agradable,máximo cuando para
el asunto ese de la pureza en la mujer,el sexo...soy muy abierto.Pero bueno,como muchas de
las tradiciones religiosas,nacieron para evitar o ejemplarizar abusos dentro de
los monasterios.
Me suelo tomar,para después de las comidas y el café una copita de "aromas de Montserrat",que
me sabe a gloria bendita.
Saludos."ben"

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Carlos

Yo me había ido también por el aspecto químico, no de medidas de líquidos, luego lo ha aclarado el Sr. Marín. Y el cornezuelo trata de justificar jocosamente, dentro de que habrá algo de verdad, salvo que el incienso a altas dosis también sea alucinógeno, toda esa serie de visiones que sufrían algunos/as, o que el hambre y la abstinencia (esto menos), también sean causa.

Y efectivamente el vino es bebida fundamental de toda la vida, y además la iglesia lo consagra, para darle categoría divina. Había un vino que hacía Ángelo Mariani, que le gustaba mucho a un papa, León XIII, hasta le dio una medalla de oro. Estaba elaborado con coca. ( http://perso.wanadoo.es/jcuso/drogas-medicamentos/coca-cocaina-mariani.htm )

Las leyendas tiene todas poco de creíbles, porque son eso leyendas, la Biblia es un libro que contiene muchas, algunas son mensajes a modo de parábolas, para que la gente fueran buenas personas. Porque lo del pan y los peces, lo de la paloma, lo del vino (eso lo hacina algunos taberneros y lecheros, pero al revés cambiaban el vino por agua), etc.

Eso dijo León XIII cuando se tomó la primera copa del Mariani -Nos estamos en la gloria.

Un saludo. (hoy en Córdoba, por la mañana 23 grados).

Carlos Marín dijo...

Es cierto, no me di cuenta y envié mi anterior comentario como anónimo.

Desde pequeño (y en mi casa se respiraba fervor religioso) siempre me llevaron mis padres a ver al Caimán. Se hablaba de la campanita y de los garbanzos tostados, pero que yo recuerde jamás de la virgen.

La carga de ayer del obispo contra la clase política, al realizar una serie de consideraciones que se leen en la noticia del Diario Córdoba de hoy, es paradigmático de lo que quise expresar en mi comentario de ayer en el que diferenciaba entre tradiciones y tradiciones. Entiendo que, no se debe arremeter con ese “entusiasmo” contra un Aconfesional Estado de Derecho, sus leyes y su democracia. Este señor no se limita a aconsejar (lo que podría entender si hay gente que opte por seguir sus principios) en privado, sino que aprovechando esta tradición que está instalada en la cabeza de la gente, medra públicamente para la consecución de sus objetivos, obviando la separación entre iglesia y estado.

http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/obispo-cordoba-lamenta-indiferencia-partidos-crimen-aborto_1076303.html

Paco Muñoz dijo...

Pero yo sabía que eras tú. Muchas gracias.

Bueno en mi casa no había ese fervor que señalas y me llevaban también, yo creo que eso no era religiosidad (no digo lo que tu dices) sino costumbre. Yo siempre mantengo que las campanitas eran de la verbena de agosto de la Mezquita, campanitas e higos chumbos, que decía el vendedor, todo seguido ¡¡Higos chumbos de la sierradulces!! y yo pensaba que la dulce era la sierra, debía haber dicho ¡¡Higos chumbos dulces de la sierra!!. En cuanto a Monseñor Demetrio es un incendiario. Hay tres a los que sus compañeros cristianos sensatos, les llaman los talibanes, desde dentro, no es una cosa que se inventen los laicos, y por sus obras los conoceréis, creo que Alcalá, San Sebastián o Bilbao (el de Bilbao es lógico, por ser del mismo Bilbao) y este , aunque hay otros, uno en Canarias, que debía de callarse. Pero allá ellos.

Un abrazo

car res dijo...

Es verdad,Paco,las campanitas son de la verbena de Agosto de la Mezquita.Al menos eso son
mis recuerdos,de los años 50.Mi madre me llevaba todos los años desde las Margarita,andando y
me compraba la campanita.No había nada de lo que hay hoy día,pero si los puestos de altramuces
y el de campanitas,que a mi me parecían maravillosas.No sé si recuerdo algunas barquillas ma
nuales y una especie de carrusel movido con manivela.
Lo del famoso obispo de Córdoba,la verdad es que se está metiendo en donde no debe,aunque
tiene todo el derecho de hacerlo,asumiendo las responsabilidades que corresponde en un estado
de derecho.Ël sabrá lo que hace, a mi no me gustan nada sus opiniones,sobretodo lo que concierne al campo médico sobre reproducción asistida.Mira por donde una de mis nietas ha
nacido gracias a estas técnicas.Este hombre vive fuera de su tiempo.
Saludos."ben"

Unknown dijo...

Acabo de leer la historia del pozo de las vírgenes y luego los comentarios y respuestas y me quedado alucinando no se si por el vino las féminas el incienso o por tanta sabiduria Que derrocha usted gracias por haciéndolas llegar

Paco Muñoz dijo...


Carlos muchas gracias. No sé si te dije alguna vez que mi tía Antonia estaba casada con José María que era capataz del Chimeneón, por lo tanto mis visitas a la casa donde ellos vivían en el lateral izquierdo de donde está la parroquia, en una casa patio enorme, que supongo sería de la fábrica porque todos eran trabajadores de ésta. Era muy habitual estar allí varios días. Tengo una fotografía en ese patio de vecinos con mi abuelo Rafael que me tiene en brazos del año 1948.
Me alegra que coincidas con lo de las campanitas, y que no se pueda considerar que era chauvinismo del barrio de la Judería. Las campanitas de barro las ha monopolizado la feria de la Fuensanta, que era la feria de otoño de Córdoba, pero donde primero se vendían era en la Verbena de la Mezquita, que muchos años después reactivo Paco Gallego y la Federación de Peñas.
La verbena era una feria en toda regla, había unos vecinos ilustres que la proyectaban. Unos le decían la verbena de la Virgen de los Faroles y otros de la Catedral o Mezquita. Las barquillas las ponían enfrente de mi casa en la calle Cardenal Herrero, delante del Arca del agua, tenía una tabla freno debajo que cuando algún valiente quería subir muy alto (estas no podían dar la vuelta) levantaba la madera que rozaba en la quilla y eso era darle tableta. Los paraba en seco para evitar desgracias. Luego estaba una mini noria que se llamaba la del Chin, chin, pun, por la onomatopeya de su musiquilla, que funcionaba con la fuerza del que le daba a la manivela.
Había también tiovivo. Toda la calle Cardenal Herrero estaba llena de puestos de turrón, y de caballitos de cartón, el tío de un amigo mío. que vivía en la calle Siete Revueltas era fabricante y comerciante y yo vi en cierta ocasión la fabricación.
"Zapatones", el Sr. Luque, junto con Soriano, le pusieron a pelo la luz al San Rafael de la torre, una bombilla que tenía en el halo. Los niños del colegio de San Eulogio engalanaban el altar de la Virgen de los Faroles, en el caño Gordo. Hasta Miguel Salcedo Hierro representó una obra o la estreno en el Patio de los Naranjos. Los vecinos que activaban la verbena, eran D. Antonio el maestro, y D. Agustín García Solano el farmacéutico, de una de las tres farmacias de la zona, La de la Catedral, la de D. Rafael, licenciado Alcalá, y la de la Virgen de los Faroles del citado D. Agustín, que tenía laboratorio incluso.
El escenario del teatro se ponía en la calle Torrijos delante del palacio del obispo. Allí recuerdo haber visto actuar al Emilio el Moro de sus comienzos. Carreras de sacos, concurso de feos, y muchas actividades completaban la verbena. Delante de mi casa estaba el puestecillo de quiquis de Amalia, altramuces, pipas, chufas, harina de algarroba, pastillas de leche de burra, cigarros de matalahúva, paludú de palo, truenos de fósforo, con los que se pintaban los nenes la cara y se veían en la oscuridad (más de un envenenamiento hubo por el fósforo), yo nunca lo hice además de avisarles a los listos de que era un potente veneno.
Cuánto tiempo. Pero lo importante es reivindicar que las campanitas empezaron allí. Y del obispo con su pan se lo coma, si es verdad lo que pregona, tendrá que rendir cuenta, si no lo es como yo pienso, al final entregará la cuchara porque nadie es eterno, y se quedará de este señor lo malo de su forma de ser, o equivocado, para ser más suave. Con su pan se lo coma pero la verdad es que por el culo está dando a los que no tenemos nada que ver con él, ni queremos, e incluso a creyentes como tú.
Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias María Luisa. El objetivo es activar la memoria de los demás, así aprendemos todos. La capacidad intelectual de los lectores es muy grande. Yo sólo soy el estimulante.
Un saludo

Paco Muñoz dijo...

Carlos el chin,chin,pun de la noria era porque tenía un bombo y unos platillos, de ahí los agudos y los graves de la música, que sonaba a la vez que le daban a la manivela. El manipulador era feo de cojones, yo decía a mi madre: -mamá que me voy a ver al feo de la noria.