domingo, 8 de abril de 2012

LA CONFITERIA DE LA JUDERÍA, HOY LA TABERNA DE OH, LA LÁ.

La actual fachada dónde antes estaba la puerta de la confitería de la Judería

Cuando mi amigo Pepe González me envío una fotografía de un patio en la Judería, se me encendió la luz de aviso de mi carencia en materia de bares y restaurantes, dado que no es mi especialidad, bueno en realidad especialidades lo que se dice especialidades no tengo ninguna. Me sonaba el lugar pero no lo ubicaba. Hice un recorrido mental por lo que conocía y no saque ninguna conclusión. Ahora lo que procedía es consultar a amigos algo más expertos en estas lides, y a mis hijos. Ninguno me dio norte sobre la fotografía. Son muchos ya se sabe: “Córdoba la Sultana, Córdoba la bravía, la de las mil tabernas y una sola librería”, el dicho no es el más adecuado para una ciudad culta como es la nuestra, ni tampoco es cierto pero…

La fotografía motivo de la entrada en el blog (Fotógrafa Mayte Martín)

La realidad es que en un rinconcito neuronal, me sonaba algo. Y efectivamente me eché a la calle y recopilé información. Aprovechando una salida con un matrimonio amigo, Mercedes y Emilio –a ellos a pesar de llevar muchos años en Córdoba, son castellanos, tampoco le sonaba- paseo por mi barrio y lo primero fue ir a Pepe el de la Judería, el de los adobados y el rabo de toro, el que sirvió a Ángelo Roncalli en 1958, cuando era nuncio en París y que después fue papa, Juan XXIII. A sabiendas de que su patio no era el buscado, pero a quién mejor que a un camarero de allí, de la taberna que fue de José Díaz Aroca, -hoy su propietario creo es Miguel Cabezas-, y que antes se llamo Taberna el Triunfo y la creo Manuel Criado el padre de Rafael Criado de la Taberna la Mezquita,  Le pregunté al camarero y efectivamente me dijo: 

-Hombre esto es el patio de “OH, la lá”. 

Efectivamente era el patio de la confitería de Manolo Zamora.

La pileta de mármol posiblemente romana

La confitería de Manuel Zamora Salto, en Deanes 11, estaba entre Los Califas y el estanco -sólo queda el estanco-, frente a la tiendecita de Alejandro. Inconfundible, y el caso es que había entrado en esa casa, que fue confitería con obrador prácticamente hasta el fallecimiento de Manolo. Manuel que toda su vida había estado en su puesto de trabajo, murió casi "con los dulces puestos" en primero de mayo de 2001 cuando ya su negocio había desaparecido. La confitería era una de las clásicas de la ciudad. La Purísima era otra, pero hace poco también cerró. En una crónica de ABC la citaban cuando el cierre de esta última. La casa sigue siendo propiedad de la familia. Ahora la tiene alquilada un negocio de hostelería, una franquicia -que me parece que ya  tampoco  lo es -, un muy acogedor y bonito el lugar, “LA TABERNA DE OH, LA LÁ”, esa mezcla cordobesa con la expresión tan italiana.

Una rueda de moler en el fondo

Antes la entrada era una sola puerta, cubría toda la fachada, con el mostrador a lo ancho, a la derecha del mismo estaba el acceso a la trastienda, que a su vez lo era al obrador patio y a la vivienda del piso alto. Siempre veíamos a Manuel cada vez con menos pelo, como todos, y sus gafas, trabajador incansable y a su mujer, siempre juntos en el negocio. Tenían dos niñas que andarán hoy por mi edad, año arriba año abajo. Pues bien, entrando a la trastienda estaba el patio, con la fuente, la pileta posiblemente de época romana. Y eso era lo que estaba en un rincón de mis viejas neuronas, casi difuminado por haber entrado de pequeño a ese patío y haberla visto. 

La columna con las inscripciones

La columna con dos conmemoraciones inscritas que, majestuosa siempre acompañó al patio. Muchos objetos de antaño tiene el patio también que le dan un sabor agradable. Y flores, bastantes flores. Importante también el personal que atiende el negocio, Marcos el encargado, me ha dado todo tipo de facilidades para hacer las fotografías en un momento antes de la apertura, para no tener problemas con el público, pues ayer sábado era mucho el que había y precisamente a la hora clave del almuerzo.

El texto de las inscripciones

Luego cuando hablé con Miguel Valdenebro, el inquilino, para decirle que iba a publicar esto sobre su negocio,  todo fueron amabilidades también. Mira por donde una duda de mi amigo Pepe me ha hecho revivir mi barrio, pues esta mañana de domingo de abril, sin nadie por la calles, claro la hora no lo permitía, he dado una vuelta amplia por él. Tiene pocos habitantes, todo negocios, de “souvenirs”, o recuerdos como decíamos antes, y de hostelería. En la calle Deanes solo estaban “Los Califas” de Minguitos. En la calle Romero el mencionado "Pepe de la Judería", la droguería de Godoy, la lechería en el rincón, el “bizco el piconero”, otra casa donde vivieron los Alcántara –hoy hotel con encanto-, y la casa de Uruburu que hacía esquina con la plaza del hospital, uno de los mejores grabadores de Córdoba. La semana pasada vi a su hijo en el Mesón Azahara que es amigo.

Lado sur del patio porticado

A continuación del establecimiento que nos ocupa, el estanco citado, la tienda D. Arturo que daba clases en el local -y que se las traía el señor a raíz de lo que me comentó una amiga-, el Metro, y frente la tienda de ultramarinos de Pepe. En la calle Romero un enorme ficus da sombra a otro restaurante, el Rincón de Carmen -allí estuvo el Caballo Rojo en sus comienzos-, y el vegetal tropical quita toda la visión a la torre de la Mezquita, tratada de ver desde la plaza del Hospital de Agudos. Por ese sitio ya no había más bares hasta la Puerta de Almodóvar, allí Paco Bravo y Paco Rubio. Si subías por Deanes, casas de más o menos postín, estoy pensando en la de Padilla el del Monte, o en la del Inca Garcilaso de la Vega. Pero nada de bares.

Lado norte del patio donde está la pileta y la columna

La columna del patio de “La Taberna de Oh, la lá” tiene dos inscripciones. Una dice lo siguiente:

"AURELIANO (270/275) LA REPUBLICA DE ASTICA AL EMPERADOR CESAR LUCIO DOMICIO AURELIANO PIO FELIX INVICTO ENCOMENDADA A SU DIVINIDAD Y MAJESTAD”

Y la otra dedicada al emperador::

"CONSTANCIO (305/306) MANDÓ QUE SE COLOCARA ESTE RECUERDO AL EMPERADOR CESAR FLAVIO VALERIO CONSTANCIO FELIX INVICTO AUGUSTO”

Parte del lado norte y este y entrada

Y es así como la curiosidad de un amigo por una fotografía, reaviva recuerdos de hace muchos años, y espero modestamente que estas líneas reaviven otros. En tiempos que nos están desplazando recuerdos agradables del cerebro con el lenguaje y las mentiras, con los recortes criminales. Con la televisión y los medios de comunicación que falsean datos constantemente, vamos que mienten más que hablan. Que nos quieren hacer ver que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, y eso es MENTIRA. En mi familia hemos vivido con arreglo a un sueldo que, aun a pesar de considerarlo mísero, podría incluso aceptarlo como normal.

Una ampliación de la columna

Los que han derrochado el dinero del pueblo han sido otros. Aeropuertos que no funcionan. Palacios de congresos exagerados. Entrada en la Ley de Grandes Ciudades de nuestro Ayuntamiento, y luego se van de “rositas”. O banqueros que se retiran con planes de pensiones vitalicios para el y sus hermanas después de haber dejado su banco en la ruina. Inclusive instituciones milenarias, de una antigüedad como la pileta y la columna, que no pagan los impuestos que deberían pagar al sostenimiento del país. Eso sí que son derroches por los que pagamos siempre la clase trabajadora. Es inevitable comentar esto porque la indignación es grande al ver como nos roban y lo aceptamos casi con complacencia. Es la cultura del Shock, del terror.

Otra vista 

En fin un lugar acogedor que lo fue dulce. La memoria de Manuel Zamora el confitero de la Judería y su familia; sus aledaños; un tiempo que no volverá y que cada vez es más corto, que está en el recuerdo y, unos restos del imperio, la pileta y la columna conmemorativa, en el bonito y acogedor patio del restaurante "La taberna del Oh, la lá"


La fachada

Adenda
Hoy he recibido un comentario de un familiar del Sr. Zamora, por tanto de primera mano que transcribo:

"La casa no se vendió, sigue perteneciendo a la familia, por lo que Valdenebro nunca fue su propietario, sino un arrendatario temporal.

La columna, como material de acarreo, no apareció cuando se demolió la casa. Siempre estuvo a la vista y servía de soporte a la arcada de tres columnas (dos de ellas de mampostería), que sostenían la galería superior.  Por supuesto que está catalogada desde hace mucho tiempo por la Concejalía de Cultura. 

La epigrafía que conserva en su fuste con inscripciones honoríficas, pertenece como es visible, a dos ocasiones diferentes. Bien lo saben los estudiantes de Epigrafía de la Facultad de Filosofía, que van a menudo a calcar los textos.

La pileta, de una pieza, es semejante a otras que están en la zona de servicio del Palacio de Viana o en uno de los patios de la Casa de las Pavas, actualmente hotel Casas de la Judería.

La piedra procede de unas canteras ya agotadas que existían en la sierra. Del mismo material son algunas fuentes públicas de la ciudad y numerosos escalones de entrada a las viviendas y bordillos de aceras, entre otros elementos urbanos."

Fotografías del autor y de Mayte Martín
Agradecimiento a Marcos y a Miguel Valdenebro.

10 comentarios :

Vértice dijo...

Me encantan estas entradas, llenas de recuerdo, historia y vivencias entrañables, gracias.
Un saludo.

Paco Muñoz dijo...

Se agradecen estos comentarios, porque significa que contribuimos en algo a que desaparezcan los nubarrones negros con los que quieren taparnos el sol.
Un abrazo Emilio

werrybee dijo...

Interesante entrada, pero más interesante ese pilón y esa columna. Que lástima que esa preciosidad de patio se esconda detrás de un nombre tan rocambolesco para el entorno, pero bueno, mejor que esté abierto y sea visitable antes de permanecer cerrado.
Por cierto ¿es posible ver la fotografía de la que hablas?
Un saludo.

Pepe González Arenas dijo...

Muchas gracias Paco. La foto que te mostré y que has subido tan gentilmente, la hizo la cantaora Mayte Martín en su reciente visita a nuestra ciudad. En ella aparece Isabel Camps, la manager de Mayte. Sentía curiosidad por conocer donde se ubicaba ese patio que tanto gusto a esa reina del flamenco y de los boleros. Visité muchos bares con patios y pregunté aún más. Pero los resultados fueron infructuosos. Gracias a tu maestría la incógnita ha quedado resuelta.
Un fuerte abrazo, Paco.

Paco Muñoz dijo...

Antonio, la fotografía es la primera de la serie después de la portada. En el pie de foto figura como "La fotografía motivo de la entrada en el blog". Y además se amplían los datos sobre la misma en el siguiente comentario de Pepe González Arenas que es quién tenía interés en averiguarlo. La fotógrafa -como dice Pepe- es Mayte Martín, y la persona que está en ella es su manager Isabel Camps.
En cuanto al comercio son los tiempos, a mi se me cae el alma -es un tópico- cuándo voy a mi barrio y veo que no tiene habitantes y sobre todo niños. En la primera verbena del Triunfo o la Virgen de los Faroles -que es como se llamaba-, después de un largo paréntesis y que reavivó Paco Gallego, los niños para las actividades infantiles hubieron que traerse de fuera por que no había en el barrio de la Mezquita.
Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Pepe, muchas gracias por tu comentario aclaratorio, que me ha permitido variar el pie de foto y poner la titularidad de la fotografía. Aquí en casa somos unos forofos de Mayte, sobre todo Conchi, tiene un paladar especial para todo lo que canta. Para mí ha sido una sorpresa pues no habías comentado nada sobre la procedencia de la foto. Muchas gracias.
Un abrazo.

Talbanés dijo...

Enhorabuena por la entrada Paco, muy interesante como siempre. Un saludo.

Paco Muñoz dijo...

Andrés muchas gracias.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hoy he visto por casualidad este artículo de Paco Muñoz sobre la Confitería de la Judería, publicado un 8 de abril de 2.012, hace más de tres años.
Siento no haber leído el artículo en la fecha de su publicación para agradecer el recuerdo afectuoso a la memoria de Manuel Zamora, de la casa y local y la descripción del entorno que formó parte de mi infancia y que tan agradables imágenes me sugiere. Espero que mi gratitud llegue ahora, en buen momento.
Si de algo puede valer y para completar información, haría algunas observaciones, aunque no tienen mayor importancia.
Manuel murió a primeros de mayo del 2.001, y no el 2 de enero del 2.003.
La casa no se vendió, sigue perteneciendo a la familia, por lo que Valdenebro nunca fue su propietario, sino un arrendatario temporal.
La columna, como material de acarreo, no apareció cuando se demolió la casa. Siempre estuvo a la vista y servía de soporte a la arcada de tres columnas (dos de ellas de mampostería), que sostenían la galería superior.
Por supuesto que está catalogada desde hace mucho tiempo por la Concejalía de Cultura.
La epigrafía que conserva en su fuste con inscripciones honoríficas, pertenece como es visible, a dos ocasiones diferentes. Bien lo saben los estudiantes de Epigrafía de la Facultad de Filosofía, que van a menudo a calcar los textos.
La pileta, de una pieza, es semejante a otras que están en la zona de servicio del Palacio de Viana o en uno de los patios de la Casa de las Pavas, actualmente hotel Casas de la Judería.
La piedra procede de unas canteras ya agotadas que existían en la sierra.
Del mismo material son algunas fuentes públicas de la ciudad y numerosos escalones de entrada a las viviendas y bordillos de aceras, entre otros elementos urbanos.

Vuelvo a manifestarle mi gratitud por los recuerdos evocados y muchos de ellos compartidos.
Un cordial saludo.

Paco Muñoz dijo...

Nunca es tarde cuando la dicha es buena. Qué alegría me ha dado de este anónimo conocido (normalmente no contesto a los anónimos pero en este caso está identificado). Las informaciones serán rectificadas y ampliadas con este comentario. Lástima que no haya puesto su nombre o relación con la familia Zamora para reflejarlo.

Seguro que nos habremos conocido, yo viví en el barrio, en la barbería de Carreras, al lado de la taberna de Rafalito, desde que nací hasta el año 1969. Mi primo Paco Gallego sigue viviendo en el barrio en Conde y Luque.
Lo cierto es que los Zamora, eran una familia entrañable, como lo eran la mayoría de los habitantes de ese barrio.

Posiblemente la piedra procedía de las canteras del Rodadero de los Lobos, la famosa caliza micrítica de las columnas de la ampliación de Almanzor. Muchas gracias, porque ha compensado el disgusto por un anónimo lo puede ver aquí,

http://www.notascordobesas.blogspot.com.es/2015/06/las-canteras-de-marmol-blanco-de-lagar.html

un desconocido, que se titula propietario (no lo sé) me dice que debo retirar bajo amenaza judicial, las fotografías de la cantera de AltoPaso, de mármol blanco, piedra más noble que la que estamos hablando, aunque la categoría de los comentaristas sea distinta.

Muchas gracias nuevamente.