viernes, 5 de noviembre de 2021

PROYECTO DE DOCUMENTACIÓN DEL PATRIMONIO DE LA INDUSTRIA DE CÓRDOBA


Hoy he tenido la oportunidad de hojear, porque ha sido hojear, un proyecto creo que es el más ambicioso que conozco sobre nuestro Patrimonio Industrial. En principio se trata de inventariar nuestro patrimonio. Que ya es algo. Recordé cuando mi amigo Antonio Salcedo Bejarano, recibió del Alcalde de la ciudad, Julio Anguita el encargo de inventariar el patrimonio municipal. El patrimonio municipal que es decir el de los cordobeses, estaba en la memoria o en algún papel, en algún cajón, donde a su vez guardaba los manguitos y la visera el funcionario de turno. Es posiblemente una metáfora exagerada pero no voy muy descaminado. Por esa razón de no existir un inventario fidedigno de las propiedades municipales, ahora nos vemos inmersos en ladinas y torticeras  inmatriculaciones, que si hubieran sido constitucionales no hubiera habido necesidad de reformar la normativa después.


Pero me voy por los cerros de Úbeda, leyendo el proyecto que ha tenido a bien el presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio Industrial de Córdoba, Bartolomé Olivares facilitarme, he llegado a la conclusión que nunca se ha hecho nada similar por lo menos en nuestra ciudad. Destruir la historia o protegerla poco si desde luego. Yo que me muevo por la zona de Villaharta y Espiel veo con horror como un patrimonio en fuentes ferruginosas que fueron muy importantes a finales del XIX y principios del XX son una verdadera ruina, y la administración cercana que es el ayuntamiento, en este caso de Espiel, no porque sea el responsable al cien por cien del abandono, no, simplemente porque no mueve un dedo en tratar de obligar a quienes deben proteger esos valores, ni tampoco en buscar de otras administraciones la ayuda necesaria. Muchas cosas se consiguen con muy poco dinero o casi ninguno. Por ejemplo declarar BIC, mejor dicho iniciar los procedimientos sobre las fuentes no cuesta nada.


Pero vuelvo al proyecto “Proyecto de Documentación del Patrimonio de la Industria de Córdoba” promocionado por la “Asociación en Defensa del Patrimonio Industrial de Córdoba”, más bien luchado porque todo hay que lucharlo por la ceguera endémica de nuestros administradores, que considero un proyecto de altura, que en principio apabulla, y nos hace sentirnos insignificantes ante su magnitud y alcance. Proyecto que me hace dudar si eso que llamamos senequismo cordobés, o instalación en la comodidad de quienes lo tienen resuelto todo, estará dentro de sus miras. O prefieren la crítica fácil o cainismo dirigido contra quienes se estén preocupando por ello. Si soy sincero he de reconocer que los parámetros en los que nos movemos, son muy similares en todos los movimientos asociativos, dos personas y creo he sido exagerado, muchas veces es una, los demás que se benefician del trabajo de las citadas buscando en su ratos libres la yugular de ellas.


He tenido la oportunidad de formar parte del desarrollo de una gestión altruista, en la que he participado con un buen amigo, en que no solamente son muchas las horas de su tiempo, y el mío, el  que le hemos dedicado a mucha gente para que cobren unos euros, que en algunos no han sido unos sino bastantes, y he dicho solamente porque este amigo ha puesto hasta su dinero, sin contar con otros gastos que lo son pero no son tangibles. ¿Y que hemos conseguido? pues la crítica malsana de unos impresentables que han acusado a mi amigo de cobrar por la gestión, en este caso agárrense, de la Agencia Tributaria que es el organismo que pagaba en la cuenta del perceptor. ¿Y cuál es el resultado de todo esto? Pues que la amistad con esta persona, a la cual aprecio mucho, porque se lo merece, se ve perjudicada y paga conmigo parte de su indignación, cuando ni él ni yo hemos sido agraciados con los parabienes de la Agencia Tributaria, por considerar esta que no nos corresponde la rectificación solicitada. Saturno devoraba a sus hijos, y así somos como pueblo.


Un gran proyecto que merece el arrimar el hombro de todos, cada uno en su medida y arrancar a andar pues tiene categoría de sobra para que luego una vez puesto en marcha ande por sí solo. Por lo menos es mi deseo personal y colaboraré en él en la medida de mis posibilidades que cada vez son menos, por múltiples factores, como la edad, la enfermedad y algunas otras. Además deseo que la cohesión de los grupos de trabajo sea tal que no haya fisura alguna, porque si eso es así todos los cordobeses saldremos beneficiados. 

Fotografías de la presentación.
Bibliografía del proyecto reseñado

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