sábado, 26 de diciembre de 2020

EL POZO DE MI AMIGO JUSTINIANO CASTILLEJO

Plano de Google con todas las fuentes afectadas y el pozo.

Ayer como casi todas las mañanas, a pesar de la intensa bajada de temperaturas, dimos el paseo mañanero. El 25 de diciembre es un día importante para los católicos, pues se celebra el nacimiento del hijo putativo de José de Nazaret y María de Nazaret, según la biblia y su Nuevo Testamento. En nuestra civilización judeocristiana es la fecha cuando se marcan los siglos, antes de Cristo (a.C.) o después de Cristo (d.C.). Pero hay que añadir que otras civilizaciones tan o más importantes que esta tienen otras marcaciones distintas, los chinos por ejemplo, o los egipcios, y si nos vamos allende los mares los incas o los mayas, por citar algunos y que me perdonen los otros, es simplemente para no mirarnos el ombligo.

Parcelación, superpuestas las parcelas que pagan IBI

Entonces pues, fieles a la costumbre diaria del paseo campestre por los alrededores, decidimos ir por la Cañada Real Soriana o el G40, a la Fuente del Cordel, para salir por los chalets, como llaman a la parcelación de Vargas de once parcelas, pertenecientes también a Espiel como nuestro diseminado, y abandonados a su suerte también como nuestro diseminado de Fuente Agria. En algún sitio lo he dicho, pues soy en ocasiones bastante repetitivo, estuvimos en esa urbanización -que yo llamo de la Lastrilla por su cercanía a la fuente-, hace muchos años, principio de los setenta, para visitar la casa de campo de un compañero de estudios y amigo, que se llamaba Justiniano Castillejo Benavente.

Parcela que fue de Justiniano Castillejo y detalle del pozo

Siempre que pasamos por allí hago un esfuerzo mental por recordar exactamente su casa, y me hago la pregunta de si vivirá aún en ella. Nunca he visto a quien preguntar y una vez un vecino no me dio ninguna referencia suya, vamos que no lo conocía. Ayer sin embargo vi a un Sr. que amablemente me dijo que dos chalets más arriba vivía mi amigo, que estaba porque el coche estaba en él. Estaba la puerta abierta entré, llamándolo por su nombre, pero que no había nadie, nos volvimos y cuando estábamos en la puerta salió un Sr. y nos dijo que habíamos llegado cuarenta años tarde. Que Justiniano ya no vivía allí hacía más o menos ese tiempo.

El pozo de la historia

La última fecha que me dio fue los ochenta, y que su casa era o fue, la siguiente. Entablamos conversación –guardando las distancias pandémicas- y muy amablemente fuimos desglosando episodios de ese tiempo. Y peripecias que habían pasado. Yo le dije que había sido compañero de estudios de Justiniano en Formación Profesional Acelerada, rama de Electrónica Industrial, de la que después fui, por los azares de la vida, profesor en el año 1974 aproximadamente, luego cuando estuvimos juntos fue el curso anterior, es decir en 1973. Al ir a marcharnos el amable Sr. nos dijo, le voy a contar una cosa curiosa que pasó aquí, como de película de Berlanga. Yo le dije no será que pagáis sólo cuatro el IBI y el resto no.

Raster del IGN

Me preguntó muy asombrado de que yo supiera quienes pagaban el IBI y quiénes no. Eso le hizo decir que él lo pagaba y otro más –no sabía que eran cuatro en total-, y me preguntó cómo sabe Vd. eso, le dije que era muy fácil, simplemente consultando el Catastro que es público, otra cosa es conocer los datos de las personas que sí y que no, pero la ubicación de la parcela sí. Nos habló que cuando su padre como Justiniano y otros compraron las parcelas al clásico especulador, como siempre, les prometió el oro y el moro, sobre todo agua y luz, elementos esenciales para una vida digna. Pero los estafó y del Sr. Vargas, fue el apellido que mencionó, nuca más se supo.

El lugar en el vuelo de 1956

Estuvieron mucho tiempo llenando sus garrafas para beber, porque algunos vecinos de otros lugares se las dejaban llenar de sus pozos, o las traían directamente de sus casas. Entonces mi amigo Justiniano, contrató con un pocero sus servicios, sondearon en varios sitios con resultado negativo. El pocero se marchaba ya con su maquinaria -dice el amable informador que ya iba por media cuesta de la Matanza de vuelta para Córdoba-, cuando Castillejo cogió su coche, lo alcanzó y le dijo que volviera para hacer un último intento. El pocero se mostró reacio pero al final accedió, Justiniano en su parcela se quitó el gorro lo tiro para atrás y dónde cayo el mismo, le dijo perfora aquí.

Vuelo de 1977 interministerial

A los cuatro o cinco metros -siempre según el amable Sr.-, salió un chorro del deseado líquido que de acuerdo al señalado gesto del citado propietario, sería de unos 50 cm de diámetro. Ya tenían agua, aleluya, pero desgraciada y afortunadamente era tan agria como la de la Lastrilla, Fuente Agria, Malos Pasos, el Cordel, Boca del Infierno y todos los manantiales del entorno. A pesar de no ser dulce, decidieron encañarla y distribuirla a quien pagara la cantidad alícuota correspondiente. Un fontanero de los alrededores hizo una instalación que, por razones lógicas oxidaba y cerraba el diámetro interior de las tuberías con sus sedimentos férricos. Yo hice el chiste: Si regaban ustedes los huertos con esa agua en lugar de tomates le saldrían cancelas o cadenas. Nos reímos.

Otra vista del pozo

La realidad es que el agua se podía beber y usar con el consiguiente problema del oxido y la sedimentación. Legalizaron el pozo y cuando Castillejo que era el propietario, se marchó de aquí –nos continuó diciendo- lo puso en venta para que los que quisieran fuesen los dueños de su uso. Parece ser que ese sondeo estaba afectando al agua del antiguo Balneario, ya en pleno declive y desuso, hay que tener en cuenta que, con los datos ofrecidos, primero las cotas de las fuentes del balneario y las otras son bastantes metros más bajas que este sondeo, claro si el mismo fue de cuatro o cinco metros, si fue más profundo hay que callarse, como después nos han dicho otros, y puede verse en los datos. Luego en un alarde de exageración de cazador o pescador, me dijo que la afectación llego hasta los veneros cerca de la Térmica, vamos, vamos. Pero somos así de exageradillos.

Y la noticia triste de Cecosan

Al final parece hubo hasta visita de la benemérita por culpa del pozo. Ignoro los motivos reales de tan verdosa presencia pero seguro tendría que ser por alguna denuncia derivada de la legalización del sondeo. Nos despedimos dándole las gracias por su amabilidad, que lo fue y extrema. Después he comprobado que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir publicó en el BOE un requerimiento, posiblemente relativo al pozo, en 2014 y no sé en qué consistió. Ya en casa consultando Cecosan, comprobé que lamentablemente mi amigo Justiniano Castillejo Benavente, había fallecido el 25 de junio de 2018, cuestión que me temía. Y esta es la pequeña historia del pozo de Justiniano Castillejo en la urbanización del “listo urbanizador de turno”, vende sueños y humo, de los muchos listos que hay por el mundo, Vargas, el mismo que fabricó los pisos también semi olvidados por el ayuntamiento de Espiel del diseminado de Fuente Agria. Hasta una piscina tipo comunitario estaba ofertada con las viviendas, y se encuentra ruinosa olvidada al este de la urbanización.

Corte hidrológico de la zona del IGN

Datos técnicos que corroboran que posiblemente pinchó el pocero en el acuífero principal, suponiendo el sondeo fuera mayor de veinte metros.
Pozo: Lat. 38.125234, Long. -4.8970431, Alt. 527 m.
F. Agria: Lat. 30.1210847, Long. -4.8996422, Alt. 515 m. Dist. 235 m.
San Elías: Lat. 38.1223698, Long. -4.8980355, Alt. 509 m. Dist. 221 m.
Malos Pasos: Lat. 38.1214582, Long.-4.8959756, Alt. 516 m. Dist. 235 m.
El Cordel: Lat. 38.1165626, Long. -4.8902249, Alt. 552 m. Dist. 745 m.
La lastrilla: Lat. 38.1176346, Long. -4.8970699, Alt. 559 m. Dist. 316 m.
La distancia señalada es desde el pozo a cada fuente.

Fotos de Google y la web de Javier Palero
Bibliografía del BOE y del Catastro

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