viernes, 17 de junio de 2016

PEÑÍSCOLA, "VATICANO ESPAÑOL" EN EL SIGLO XV

Peñíscola principios del siglo XX (Foto Internet)

La visita a Peñíscola ha sido muy interesante, es verdad que el máximo atractivo de la misma es su imponente castillo y el lugar que ocupa con casi más de doscientos grados de limpio y despejado horizonte sobre el Mediterráneo. Su altura no es excesiva 64 m.s.n.m. pero ante la rectitud de la costa, y su saliente península, permite lo expuesto.

 Castillo de Xivert, sierra d'Irta

 Ruinas del Castillo de Pulpis, Sierra d'Irta

 Topográfico del S. XIX

 Raster del IGN actual

Aéreo de Google

Es la prolongación de las estribaciones de la Serranía de d'Irta sobre el mar. Es una península, o un tómbolo, o lo que es lo mismo una barra de tierra, entre una gran roca o isla alejada de la costa y la tierra firme, casos similares son los de Gibraltar o Trafalgar, por poner unos ejemplos cercanos. El castillo propiamente dicho tiene un perímetro de más de 230 m y una altura sobre el peñón que los sustenta de más de veinte. 

 Una vista de Peñíscola

 Lavadero fuente, principios del S. XX (Foto Internet)

 Panel de los manantiales

Puerta de San Pedro o del Papa Luna

Para llegar a Peñíscola desde nuestro punto de partida, tuvimos que rodear el Parque Natural de la Sierra d'Irta, que nos presentaba la silueta del castillo de Xivert, en la cota de los 389 m.s.n.m. y algo más cerca del destino el de Pulpis, en casi absoluta ruina, de la que sólo se deja ver la torre del homenaje. Un giro a la derecha y la Plana, entre nuestro destino y la importante Benicarló, en este tiempo repleta de urbanizaciones turísticas.

 Una calle

 Agujero del Bufador

Bufador

Ahora se nos presenta la silueta del castillo de Peñíscola en todo su gran esplendor, las torres cuadradas de sus dos iglesias, y los jardines del Parque de Artillería. Parada en el puerto. Teníamos dos opciones o subir escaleras o bordear la muralla para acceder por la Puerta de  San Pedro o del Papa Luna. Decidimos la rampa, no sin antes asombrarnos de las impresionantes y ciclópeas murallas. 

 Casa de las Conchas

 Faro

Entrada al Castillo

A lo largo del tiempo no dudamos que toda esta construcción bélica, castillo y murallas, habrán sufrido todas suerte de rehabilitaciones, no hay nada más que ver nuestro castillo de Almodóvar, como estaba y como quedó después de su remozamiento. Ya hemos dejado la Fuente de Petxina y los conductos en la muralla del s. XV, por donde discurren las aguas, del Manantial Font de Dins.

 El Papa Luna

 Puerta del Castillo
Plano de planta Baja del Castillo

Hay que señalar la riqueza de los manantiales interiores de la roca, que en 1578 fueron encauzados hacia la muralla sur, donde estamos. Estas aguas parece ser se usaban para el lavado de la artes de pesca, antes de la construcción de puerto pesquero que tuvo lugar en 1925. Estos remansos de agua dulce eran usados antes de que desembocaran en el mar. Ahora configuran un estanque.

 Plano del primer nivel del Castillo

 Zaguán

Caballerizas

Rampa arriba la cuesta Prolongación de las Atarazanas, a la derecha una pasarela nos llevaría al aparcamiento del puerto de nuevo. Al frente la puerta de San Pedro o del Papa Luna, como dijimos anteriormente, Una robusta construcción con el escudo de Pedro Martínez de Luna en el dintel, el Papa Luna, o Benedicto XIII, maño de Illueca, Zaragoza, nacido en 1328. Muy Cercano a Gregorio XI. Cuando muere éste, una disputa por el sillón de San Pedro, hace que un grupo elija a Urbano VI, y otro a Clemente VII, que se traslada a Aviñón, generándose el Cisma de Occidente.

 Caballerizas

 Escaleras en el acantilado

Torre de la Iglesia Virgen de la Ermitana

Pedro de Luna en principio apoya a Urbano y luego cambia su apoyo a Clemente VII. Éste lo nombra legado en España. Muere Urbano en Roma, y eligen a Bonifacio IX. Muere Clemente VII en 1394 y es elegido Pedro de Luna, que se titula Benedicto XIII. Hubo que hacer una finta administrativa y nombrarle antes en los escalones inferiores, primero presbítero y luego obispo,  para después hacerle Papa (en ese tiempo no era necesario ser antes Cardenal). Pasa el tiempo y un nuevo sucesor de San Pedro, Martino V excomulga a Luna, que se "mantiene en sus trece", de ahí el refrán.

 Terraza superior

 Vértice geodésico

Desde la terraza superior patio de armas

El papado duró de 1411 a 1423. Ya se había "encastillado" Benedicto en Peñíscola. Cuatro cardenales le quedaron en el exilio. Murió con 94 añitos. Lega el castillo, que le había donado a él la Orden de Montesa, a la Santa Sede, pero luego lo recupera la Corona de Aragón. Hasta 1423 no se hizo pública su muerte, se retrasó porque los cardenales estaban repartiéndose  el tesoro pontificio. Normal. Lo enterraron en el salón principal del castillo, y Juan de Lanuza, su sobrino, algo después se lo llevó a su pueblo Illueca. Allí estuvo hasta la Guerra de la Sucesión en el s. XVIII.

 Capilla

 Bóveda de cañón

Mazmorra

Lo sucede Gil Sánchez, Clemente VIII, que continuó en Peñíscola hasta 1429, año en el que abdicó. Se acabó el Cisma que había durado 51 años. Nosotros continuamos subiendo. Al comienzo de la calle del Príncipe, a la izquierda está el Bufador, una pequeña plaza a la que da una grieta que está comunicada con el mar, y en los momentos en que éste se cabrea, genera unos bufidos que se oyen por la salida, entre las viviendas. La calle Príncipe se separa un poco para configurar un baluarte, ahora lleno de terrazas de bares.

 Sala gótica

Sala gótica

 Cocina

Al final hay una explanada, en el inicio de la calle Mayor, donde está el Museo del Mar. Giramos a la izquierda hacia la calle Mayor y decidimos seguir ahora por la del Sol, camino del faro. La subida al castillo se puede hacer también por la Mayor. Todas conducen a Roma. Pasada la calle Santa Bárbara, Muro de Santa Anape y Batería Nueva, a la izquierda la calle Farones, y justo en el número 11 la casa de las Conchas. La construyen Timoteo Pau y Justa Mir, libertaria que se libro de cinco condenas a muerte en la guerra Incivil, gracias a la influencia de su familia catalana que la salvó.

Dependencias

 Ajimez

Patio de Armas desde el estudio pontificio 

Ahora la explanada del faro. Enfrente una estrecha escalera nos lleva al muro del Castillo, ya cerca de la puerta de entrada. En los alrededores está la escalera del Papa Luna pero una reja nos impide el paso. Esa zona se llama la Batería del Rincón o Terraplén. Salimos a la puerta del Castillo que está en un callejón con más cuesta. Antes en la fachada oeste de la fortaleza, abajo junto a las rocas está el Papa Luna, en bronce, una obra del escultor Sergio Blanco.

 Otro ajimez

 Ermita Virgen de Ermitana

Un enorme zaguán que da acceso a una escalera que nos sube a la terraza primera, a las tres salas del Cuerpo de Guardia y a la enorme sala que son las Caballerizas con extensión a dos más pequeñas. Me imagino que más recovecos internos tendrá la fortaleza, es lo normal y lo siniestro, lo llamativo de esa atracción que suponen los subterráneos. También está en ese nivel de planta baja, el salón del cónclave y las mazmorras. A éstas se baja por una lóbrega escalera. Todas son los mismo, una reja en el suelo y una habitación sin más entrada y salida que la reja.  

Fachada del Ayuntamiento

Parque de Artillería

Llama la atención que todas las salas son enormes y con bien construidas bóvedas de cañón. Vuelta al zaguán para subir por la escalera al primer nivel. A la izquierda el impresionante Salón Gótico, con tres ventanales que miran al oeste. A su lado las cocinas y despensa. Más al norte la capilla y unos habilitados servicios. El patio de Armas y el Aljibe. Otra escalera pequeña más al sur que nos lleva a los aposentos pontificios, tres salas comunicadas entre sí. Y algo más alto el estudio del Papa Luna.

 Plano del Parque de Artillería

Baterías

Las terrazas amplisimas, despejadas, por el oeste y suroeste, la Sierra d' Irta, norte la ciudad nueva y la enorme playa que enlaza con la de Benicarló y luego Vinaroz. Desde allí con buena voluntad podemos sospechar la presencia de esa enorme lengua de tierra que se adentra en el mar, que son los sedimentos tierra adentro que trae consigo el colosal Ebro, y que configuran el enorme delta. Por el este y el sur el luminoso Mediterráneo, el Mare Nostrum de tantas civilizaciones.

Palmeral

Cúpula, torre Iglesia y Castillo desde el Parque de Artillería.

En una de las terrazas existe la curiosidad de un soporte para un vértice geodésico. "Instituto Geográfico Nacional, Vértice Geodésico, La destrucción de esta señal está penada por la Ley" y una pequeña barra vertical, eso es todo. La caída sobre el mar de las terrazas es considerable, y segura la inexpugnabilidad del asedio por esa parte como consecuencia de la verticalidad. Vemos desde arriba el Parque de Artillería, sus baterías transformadas en verde jardín con palmeral incluido. 

Túnel del Polvorín

Polvorín

Hacia la nueva ciudad podemos casi tocar la torre campanario, de dos cuerpos, cuadrada, de la Ermita de la Virgen de la Ermitana. La mandó construir 1708-1714 Sancho de Echevarría, gobernador de la plaza. Sustituyó a la pequeña ermita que había en ese sitio, como un guiño a los borbones en la Guerra de Sucesión. En el frontal tiene el escudo de Felipe V. Planta de cruz latina con cúpula y dos capillas. Fachada de cornisa y una puerta adintelada con sillares. Para acceder a ella tiene una escalinata desde la Plaza de Armas.

Playa de Peñíscola

Puerta de Focs

Todo esto lo hemos visto desde la terraza, pues aún continuamos disfrutando de la hermosa vista de la playa, cuyo "atractivo turístico esencial" hoy, es el Chiringuito de Pepe. Ya lo fue con Heston el del rifle y la Loren, en la película de Anthony Mann, el Cid, cuando se glorificaba la figura del mercenario, que luego la historia señalaba a juicio de los que la escribían de ser un español patriota. Seguro que tanto como los que se llevan el dinero a paraísos fiscales. También fue plató con Calabuch y con París Tombuctú, la última de Berlanga. Y muchas películas más que se han rodado en Peñíscola.

 Bajada al Puerto

Puerta de Santa María

Bajamos por la calle de Los Mártires para después continuar por la del Olvido, hasta la puerta del Parque de Artillería. Es válida la misma entrada que la del Castillo. A la izquierda están rampas y túneles, para mover las piezas artilleras y poderlas colocar donde mejor rendimiento diesen. Fosos y casamatas, La Batería de San Fernando y el Polvorín. En esa misma dirección está la Puerta del Socorro que da acceso a la Porteta, el antiguo puerto, y la Batería de Santiago. Un poco más abajo fuera del recinto, la Batería del Calvario. A la derecha hacia el Castillo y jardines, están las baterías, Baja y Alta del Maset, una torre, así como la escalera del paso de Ronda. No podemos olvidar los botánicos jardines.

 Plaza de la Escaseres

Ermita de Santa Ana

Buscando la bajada al puerto pesquero, tenemos que seguir la calle Mayor, que viene o va, desde la del Príncipe. Pero nos vamos a desviar por la del Olvido para salir a la Plaza del Ayuntamiento. De allí vamos a entrar mejor dicho salir, por el Portal de Fosc, o de Felipe II, renacentista, con su escudo conmemorativo, que es puerta de recodo y que nos retorna a la calle Mayor. Bajando encontramos la tercera puerta, la de Santa María, de 1754, que se abre a la Plaza de Escaseres, y al lado la pequeña Ermita de Santa Ana de 1827, y la escalera a la explanada de la Batería de Santa Ana.

 Escalera a la Batería de Santa Ana

Fuente de la Petxina

Y en la muralla con el puerto a la vista, la fuente de la Petxina, que trae sus aguas del manantial de Dins, arriba en la casa del Agua, como podemos ver en el esquema de la distribución del manantial, donde se bombea el agua a las fuentes. Arriba de la Fuente de la Petxina, están las lápidas conmemorativas, a su lado el antiguo Lavadero y más abajo la fuente que sale de la muralla que antes fue lavadero de Las Fontetes. Y de nuevo el puerto. Pero este es un recorrido corto, muy corto para tanto como encierra esta hermosa ciudad que fue en su momento el Vaticano bis español.



Fotos del autor, GoolZoom y diversas páginas de la ciudad.
Bibliografía de Wikipedia y diversas páginas de Internet.

2 comentarios :

car res dijo...

No se el tiempo de tu visita,pero desde luego no te has dejado nada por ver.Bueno hay un de
talle,que siempre se ha parecido a nuestra Córdoba,es la limpieza.Todas sus calles(de la parte
vieja)están muy limpias.Como no hay fotos,supongo que no te has fijado(un fallo),se trata de
unas barras con ganchos por las calles, donde los vecinos cuelgan las bolsas de basura de no
che,porque a esas horas salen muchos gatos y ya sabes lo que puede ocurrir.De noche pasear
con tu pareja por esas calles empinadas,es tan romántico como en Córdoba,silencio,el sonido
de las olas y las estrellas.Para acabar en unos de los pequeños restaurantes donde sirven
unos pescados muy frescos.Uno ha pasado tantos fines de semana en ese lugar,ya claro de "yayo"
no es lo mismo,pero bueno aún queda algo.
Saludos."ben"

Paco Muñoz dijo...

Muchas Gracias Carlos, un par de horas estuvimos, no había tiempo para más. Creo que el asunto de la limpieza es porque seguro la harán las señoras del pueblo. En los pueblos en los que la limpieza es especial es porque la hacen los vecinos. Es un detalle curioso el que comentas, me lo había dicho un compañero y la verdad es que no los vi. Lo más probable es que hayan desaparecido. Y quien tuvo retuvo no lo dudes.
Un abrazo