miércoles, 3 de septiembre de 2014

SÓLLER: UN PARAISO EN MALLORCA

Puerto de Sóller, al fondo la playa d'en Repic 

La ciudad de Sóller en Mallorca es una verdadera maravilla de la naturaleza. Nunca pensaba que iba a reunir el lugar tantos elementos de admiración. Una preciosa bahía entre altas y peladas crestas, grandes y espesos naranjales y los ancestrales olivos mediterráneos.

Valldemosa

El acceso en el pasado era una verdadera odisea, una serpenteante carretera, la antigua Ma-11a, a la que le conté 58 curvas desde la entrada del túnel hasta su salida a la cómoda Ma-11, un trazado de múltiples zetas, similar al de la subida al Machu Picchu. O un no menos arriesgado trazado de ferrocarril, con el sabor del principios del siglo pasado, o anterior, con once túneles, algunos maravillas de la ingeniería, que describen exageradas curvas.

El templete de Son Marroig

Luego está también el viaje turístico por la costa, por la Ma-10, recordando antes a Chopin y a su amor George Sands en el paradisiaco lugar de Valldemosa, con su famosa Cartuja, luego el palacio de Son Marroig del duque austriaco en Deia, con su virginal templete.

Na Foradada, la roca horadada

Na Foradada, la piedra horadada más fotografiada en la zona y ahora, últimamente, la casa de Michael Douglas, donde supongo que -no sé si podrá ya- cumplirá su contrato de relaciones sexuales con Catherine Zeta-Jones. O la de Robert Graves. Muchos artistas y literatos han decidido que este sea el lugar de su inspiración, y la lista es muy numerosa. 

Llegando al valle de Sóller

O después de llegar al paraíso de Sóller por esta ruta, seguir por la misma Ma-10 hasta Pollensa, por el Puig Major. Ojo, no apta la ruta para cardiacos, la bajada a Sa Calobra por la Ma-2141, con su nudo de la corbata, y agreste serranía. La sierra de la Tramuntana es una sierra joven y vigorosa, de escarpados picos.

Lo escarpado de la juventud de sus picos

Pero esto es lo difícil del pasado, hoy se puede acceder a la ciudad por una carretera cómoda, la Ma-11 y segura y llegar al Sangrila mallorquín a través de un túnel. La ciudad está en un fértil valle, y desde ella podemos, en un tranvía de madera, bajar al acogedor puerto deportivo, o a la Platja d'en Repic.

Al fondo, detrás Puig Major

Lo que llama la atención es que en la isla de Mallorca no hay distancias, aunque las puedes alargar si quieres rutas pintorescas. Variados paisajes, serranías, serrezuelas, vegas y campiñas, pinar y algarrobos, y sobre todo mar, mucho Mediterráneo, pues en el fondo todo está impregnado de él.

Sóller

Lo importante no son las excusiones tipo inserso, que te llevan corriendo en lo cultural, y te estacionan en los lugares comerciales, o piel en Inca, o artesanía del cristal, o te dan una especie de escudella, cocido hirviendo, amenizado con música, por si alguien quiere bailar, siempre baile, a cualquier hora, y siempre con gente dispuesta, para mil personas (21 autocares) un mediodía cualquiera.

Distintas rutas en el cruce

Lo mejor es un mapa, un coche de alquiler, y a sabiendas de que la máxima distancia no supera los ochenta kilómetros, que te permite la vuelta al punto de partida, después de la excursión turística al mediodía y volver a hacer otra por la tarde, establecer una hoja de ruta para disfrutar de los sitios, las calas, las gentes y los horizontes.

La catedral de Sóller

Desde la ciudad a Sóller hay un paseo, en tranvía, y es como ir al paraíso y olvidarse, porque los paraísos son para quedar en ellos. Posiblemente los inviernos sean algo crudos, pero serán cuatro días, la especie de volcán que es el valle, posiblemente aminore los rigores.

Antes del Sr. March ahora del Botín, entre ellos queda

Una maravilla de la naturaleza que hay que ver, por lo menos una vez, Sóller. Y lo que dice de ella la Web de su ayuntamiento:

Ayuntamiento

"En el noroeste de la isla de Mallorca, en pleno corazón de la Serra de Tramuntana, emerge la ciudad de Sóller enclavada en un frondoso valle rodeado de olivares y huertos de naranjos. Su privilegiada situación orientada hacia el mar hace que, junto a su puerto natural, sea uno de los lugares más bellos del archipiélago; donde el aire huele a tranquilidad y donde el mar se besa con la montaña. 


El tren en la estación

Sóller linda con los municipios de Deià, Bunyola, Escorca y Fornalutx constituyendo una comarca marcada por el más puro aire tradicional de su gente y su paisaje, ejemplo de la Mallorca más popular. Su nombre de origen árabe procede del topónimo Sûlyâr. Esta ciudad que desde antaño ha sido calificada por sus habitantes como “una isla dentro de Mallorca” por su ancestral aislamiento, esconde un rico patrimonio en iglesias, monumentos, casas señoriales, museos y palacetes. 


Bocana de la bahía de Sóller

Sus estrechas calles y su casco antiguo trasladan fugazmente al visitante a varios siglos atrás. Sóller es, además, cuna de la arquitectura modernista en Mallorca y en sus calles se puede respirar el aire colonial de algunas casas palaciegas que construyeron los emigrantes que entre los siglos XIX y XX hicieron fortuna en América y Francia. Desde el año 1905 y por orden del rey Alfonso XIII Sóller posee el título de ciudad. 


El puerto deportivo

Aislada por las montañas y rodeada de naturaleza, para llegar al valle se puede acceder desde Palma atravesando el puerto de montaña conocido como el Coll de Sóller con sus más de 60 curvas, o bien por el túnel de peaje que está en servicio desde 1997 o mediante un recorrido inolvidable por los bellísimos pasajes por donde discurre el Ferrocarril de Sóller que en 1912 puso punto y final a su aislamiento físico. 


El tranvia en marcha

Una vez en la estación el visitante puede subirse al tranvía para cubrir los cinco kilómetros que separan el núcleo de Sóller de su puerto. Sóller es el lugar preferido por los visitantes para contemplar la naturaleza, para practicar el senderismo de montaña, disfrutar de la tranquilidad que ofrecen sus calles y para mojarse en las aguas de su pequeña bahía. Los turistas que año tras año vienen al valle dan buena fe de ello."

El tranvia en la estación



Fotografías y vídeos del autor
Bibliografía Web municipal

2 comentarios :

José Manuel Fuerte dijo...

Preciosa entrada, y precioso pueblo.

Yo lo vi un poco apresuradamente en el 1997, porque llegamos mi mujer y yo en autocar, nos dejaron cerca de la zona del puerto para coger un ferry que nos llevara más al norte. Pero la verdad es que es precioso, y la parte de la costa, con sus acantilados es una maravilla.

Me alegro de que Conchi y tú hayáis disfrutado de esta zona, y por supuesto, de que nos hayas elaborado esta magnífica entrada tuya.

Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Gracias a tí. Tengo mucho, hasta el extremo que tendría que llamarse el Blog, Notas Malloquinas.
Es preciosa la isla y tiene unos rincones maravillosos.
Un abrazo.