lunes, 20 de enero de 2014

LAS AGUAS POTABLES DE CÓRDOBA, UN ARTÍCULO DE 1929


Para je del arroyo del Bejarano

Es una suerte tener amigos y amigas que se acuerden de uno cuando encuentran algo que estiman le puede interesar, y ello es muy digno de tener en cuenta. Eso me ha pasado varias veces con Isabel Burón, Catedrática de Biología Celular de nuestra UCO. En esta ocasión me ha facilitado un artículo publicado en cinco partes, en el diario La Voz, en 1929, en una sección llamada Problemas Palpitantes, y titulado "Las Aguas Potables de Córdoba".

D. Emilio Iznardi Alzate, (Fotografía facilitada por la Escuela Politécnica de Belmez)

El artículo lo firma un Ingeniero de Minas, D. Emilio Iznardi Alzate, que fue el primer director de la Escuela Práctica de Obreros Mineros que en 1930 sería denominada Escuela Técnica, y ahora es la Escuela Politécnica de Belmez. Reconozco que es algo extenso pero me parece de un notable interés para conocer como a principios del siglo veinte había personas que se interesaban por el futuro de esta ciudad. Habla también de una Memoria sobre el agua de otro ingeniero Don Lucas Mallada.

D. Lucas Mallada (Fotografía de Wikipedia)

El artículo nos lleva por los distintos veneros que desde tiempo inmemorial han estado dotando a esta ciudad de agua potable, y los proyectos para una utilización más optima de los mismos, preocupándose del futuro de los cordobeses. Se echa de menos en su contenido referencias a los acueductos romanos que ya facilitaban un caudal significativo a la ciudad con su red hidráulica, pero se estima que en la fecha que se escribe el artículo aún no se había profundizado en el estudio de esas cuestiones, sin embargo se cita a la obra árabe y veneros inmemoriales.

Captación de agua de Vallehermoso


"LAS AGUAS POTABLES DE CÓRDOBA

Dadme un cordobés repatriado, al que aqueja además un título de ingeniero, y os daré, llegada la estación veraniega, un inevitable comentarista del histórico problema del abastecimiento de aguas de Córdoba. Como en mí coinciden estas circunstancias más o menos agravantes, no está en mi mano impedir esta intromisión. Si de los comentarios que origine el delirio de esta fiebre eruptiva, de este sarampión hidráulico que ahora padezco, brota algún dato útil para la mejora de este servicio y para Córdoba en general, servirá de gran aliento a mí devoción por la patria chica.

Nos ocuparemos -ustedes perdonen el plural, pero es forma obligada- de las aguas que abastecen a Córdoba, y su cuantía; de las que debieran conducirse también; de los diferentes estudios que existen para atender a este servicio, indicando cual creemos que debe tener la preferencia, y las modificaciones que en nuestra opinión necesita.

Córdoba, escasamente dotada de aguas potables, dispone nada menos que de cuatro conducciones diferentes. Son éstas, enumeradas en el orden de su antigüedad: la de la Sociedad de Partícipes, que fue del Cabildo de la Catedral y que data del final del siglo XVII; la de la Palma, del final del siglo XVIII y la de las Torrecilla del XIX, que con la de Vallehermoso, propiedad de la Empresa de Aguas Potables y que data de hace pocos años, son las cuatro traídas a que me refiero.

Primer venero del Bejarano

Las de la Torrecilla y de la Palma; son propiedad del Ayuntamiento; la de la Sociedad de Participes, es propia de esta entidad. Sumados en el estiaje los caudales útiles de estas cuatro conducciones no llegan a DIEZ litros por habitante y día; es decir la décima parte de lo que necesita una población bien dotada.Como consecuencia de este sistema de traer el agua a Córdoba poco menos que gota a gota, se multiplican los gastos y las pérdidas por conducción. Con el rápido aumento de la población de Córdoba, el problema se complica. A esto es debido que la paja de agua -cuatro litros por minuto- que en el año 1922 valía, en la red de distribución de la Sociedad de Participes 8.000 pesetas, valga hoy cerca de 13.000 pesetas.

El agua por contador la pagamos en Córdoba a peseta el metro cúbico. Dudo que alcance precios más elevados en ninguna población de España. Yo pago aguas potables por contador en Córdoba y en otra población del Norte, mucho más modesta que Córdoba y que dispone de una soberbia traída de aguas desde una distancia de 25 kilómetros. Tengo sobre la mesa dos recibos de fechas recientes; en el de Córdoba figura el metro cúbico a peseta; en el de la otra población a que me refiero, me cuesta el metro cúbico a veintiocho céntimos de peseta.

Es indudable que existirán razones económicas que justifiquen esta diferencia y que yo desde luego acato; pero no puedo evitar mi extrañeza ante este contraste que hiere mí espíritu cordobés. Es la misma extrañeza que expresaría, quizá de una manera más bulliciosa, un paisano nuestro al que exigieran, en la población a que me refiero, cuarenta duros por un par de zapatos igual o inferior al que puede adquirir en Córdoba por diez duros. Sin que yo pretenda la automática igualdad de precios, esto último implicaría una anormalidad económica ante la cual ningún Ayuntamiento permanecería indiferente.

Escultura original del Elefante de la fuente en el Palacio Episcopal

Siendo el agua tan necesaria como el pan, el Ayuntamiento de Córdoba está obligado, en nuestra modesta opinión, a abordar de una manera amplia y definitiva la solución de este problema, ya sea tornando sobre si la empresa, o dando toda clase de facilidades y aún prestando apoyo material a cualquier entidad, sea la que fuere, capacitada para resolverlo de la manera más rápida y económica.

Es curioso el contraste que ofrece el interés que desde tiempo remoto parece prestar el Ayuntamiento de Córdoba el problema del abastecimiento de aguas. Entre los numerosos estudios que posee el Ayuntamiento, recordamos en primer lugar el que en los años 1890 a 1895 sometieron a su aprobación don Jesús González Molada y don Santos María Pego. Comprendía este proyecto el abastecimiento  de de aguas de la población y convertir en regadío los terrenos de las márgenes derecha e izquierda del Guadalquivir en los términos de Córdoba y Almodóvar, a base de aprovechar el caudal del río Guadiato, atravesando para su conducción la estribación Sur de la Sierra de Córdoba, por medio de un túnel o galería.

Fuente del Arco

El punto de toma en el río Guadiato, lo proponían en el sitio llamado Tabla de la Aldea, a unos dos kilómetros de Trasssierra. Ignoramos la suerte que correría tal proyecto del señor González Molada, cuyo presupuesto ascendía a la respetable suma de 6.000.000 de pesetas. Sin duda por este costo, exorbitante para aquella fecha, y por las dificultades y lentitud en la perforación de tan largo túnel, y en definitiva por la mala calidad de las aguas del Guadiato, el proyecto se abandonaría totalmente sin que sepamos se haya reproducido por nadie.

El competente ingeniero don Recadero de Ubagón al emitir su luminoso y concienzudo informe en el año 1907 a instancias del Ayuntamiento de Córdoba, que versaba principalmente sobre el posible aprovechamiento de las aguas de los ríos próximos a Córdoba para el abastecimiento de la población, desecho, también totalmente las del río Guadiato por las razones apuntadas. Proponía este ingeniero dos soluciones una provisional a base de elevar y depurar las aguas del Guadalquivir y otra definitiva aprovechando las del canal del Guadalmellato. Se trata de un excelente estudio de este aspecto del problema.

En el año 1905 el ingeniero agrónomo don Luis Cid, redactó y entregó al Ayuntamiento un completo estudio de los veneros que brotan más o menos próximos a Córdoba, al que acompaña plano de su emplazamiento y lista de los caudales aforados en cada uno de estos manantiales. Como estos aforos los efectuó en el estiaje de uno de los años más secos que en Córdoba se han conocido, no es extraño que las cifras que obtuvo sean las más bajas de todos los aforos efectuados después y aun antes, en la mayoría de los veneros.

Por último, en el año 1912 el eminente ingeniero y geólogo, don Lucas Mallada, redactó una Memoria que después cristalizó en un proyecto, en la que vuelve a estudiar de manera completa y concienzuda el problema del abastecimiento de aguas de Córdoba.  Vuelve a aforar todos los veneros que había aforado el Sr. Cid y halla cifras, en general, más elevadas y afora además otros veneros que el señor Cid no habla incluido en su estudio. El señor Mallada propuso que deben ser traídos a Córdoba los caudales de los veneros de Trassierra entre los que Destacan los llamados "El Bejarano" y "El Caño Escarabita".

                                    Conducción Fuente del Elefante (Fotografía de Vértice)

Estos importantísimos veneros, objeto constante de la atención de todos los que se han ocupado del abastecimiento de aguas de Córdoba, se hallan situados, como es sabido, entre Córdoba y Trassierra, a diez y dos o dos y medio kilómetros de distancia de cada una de ellas, y en la vertiente occidental de la Sierra de Córdoba. De no estar separados de la capital por esta pequeña cordillera, es indudable que hace muchísimos años que sus aguas, hoy totalmente perdidas, se habrían conducido a Córdoba, sabida cuenta de su considera-ble caudal, excelente calidad y escasa distancia, a la población.

Durante la dominación árabe, los cordobeses eran más afortunados, ya que según tonos los indicios, estas aguas eran conducidas a la opulenta capital del Califato de occidente. Su conducción es seguro se hacía a nivel constante, aprovechando el buzamiento de la sierra hacia el próximo Guadiato. Para salvar esta barrera, propone el señor Mallada, análogamente a lo propuesto 20 años antes por el señor quien quizá contaría también aprovechar el túnel para canalizar las aguas del Guadiato, en conducir aparte la de estos veneros tan próximos al sitio que proponía para la toma en el río; propone el señor Mallada, repito, la apertura del túnel o galería que podría servir de alumbramiento de nuevas aguas, al par que conducía a través de la llanura cordobesa, el caudal de los veneros de Trassierra.

El caudal de estos veneros se ha aforado en Agosto. de 1879; en Septiembre de 1905 por el señor Cid; en Mayo de 1912 por el señor Mallada y en Agosto de 1913 por una Comisión del Ayuntamiento.

Los resultados de estos aforos en litros por minutos, fueron:

Cuadro de aforos

El término medio de estos aforos es de 1.866 litros por minuto para el Bejarano y 1.026 para Escarabita. La suma de estos términos medíos arroja 2.892 litros por minuto, equivalente a 4.164 metros cúbicos en las 24 horas. Descontado el 25 por 100 por mermas de conducción, podrían llegar a Córdoba, 33.123 metros cúbicos en 24 horas que dan 31'2 litros por habitante y día para un censo de cien mil almas.

No comprendemos como las aguas de estos veneros -Bejarano y Escarabita- no se han Conducido a Córdoba todavía, habiéndose pensado tanto en hacerlo. Únicamente admitimos  como causa del retraso de esta urgente empresa, el recelo que hayan inspirado las labores mineras que se creían. indispensables para salvar la pequeña cordillera que los separa de Córdoba. Son estas labores según proponía el señor Mallada unos. cuatro mil metros de túnel y cerca de mil quinientos metros de pozos, necesarios para la apertura de aquel. Esta obra, teniendo en cuenta los servicios de perforación mecánica, desagüe, ventilación y costosa fortificación que exigiría, implicaría un gasto, no inferior hoy a un millón de pesetas, y serian necesarios cuatro años para terminarla.

Al adoptar y aconsejar el señor Mallada este sistema de túnel o galería, desecha la solución de conducir las aguas a cielo abierto o por zanja, rodeando las vertientes de la Sierra que directamente caen al Guadiato. En efecto, este otro sistema sería también muy costoso aun que no tan lento, por el excesivo recorrido a que daría lugar. Como antes indicamos es en nuestra opinión, este sistema el que emplearon los árabes. Una tercera solución, que si en la fecha en que el señor Mallada escribía su Memoria no se consideraba tal vez admisible lo es hoy, y, a nuestro modo de ver, es la que debe aplicarse para hacer salvar el caudal de a gua de los veneros del 'Bejarano" y "Escarabita", el obstáculo que los separa de Córdoba. Es esta la solución mecánica, la elevación de las aguas por una instalación de bombas impulsoras.

Estructura hidráulica de la Fuente del Elefante (Fotografía de Vértice)

Hecho el captado de los veneros, todos de Trassierra, se construiría un depósito en la cota más elevada y próxima a la vertiente de Córdoba, del perfil que se eligiera para remontar la sierra. Lleno este depósito por medio de las bombas, el agua, al caer a la vertiente que mira a Córdoba, con un desnivel mayor que el que hubo que salvar para elevarlas, producirla la energía necesaria para aquella elevación en la opuesta vertiente.

La maquinaría necesaria sería: dos grandes grupos moto-bombas y uno pequeño para la carga inicial de depósito, emplazados todos en el barranco en que emergen los veneros; al pie de la vertiente que mira a Córdoba, la Central generatriz con la turbina  y generador y además un motor de aceite pesado con otro generador pequeño, necesario, este para iniciar el ciclo y suplir las pérdidas de energía. Toda esta maquinaria no costaría ni la tercera parte de lo que se gastase en la apertura y fortificación del túnel y pozos. El tiempo invertido en su instalación y habilitación sería, la cuarta parte del necesario para la terminación del túnel y pozos.

Por estas razones y otras muchas que no aducimos por no alargar demasiado este trabajo, no dudamos en aconsejar esta solución como la más económica y rápida para hacer salvar a las aguas de los veneros de que nos ocupamos, el obstáculo que los separa de Córdoba. Ciertamente  por este procedimiento no se ensaya la probabilidad de alumbrar, nuevo caudal de aguas al perforar la galería aconsejada por el Señor Mallada, pero, aparte de que la cuantía de este caudal es imposible preverla, no creernos conveniente retrasar por una gran probabilidad, el urgente aprovechamiento de lo que es una realidad.

Fuente del Elefante (Fotografía de Vértice)

Al ser conducidos a Córdoba los veneros de Trassierra cruzaría la tubería muy próxima al venero de "Santa Teresa" enclavado en la finca "El Ochavillo", cuyo caudal debiera incorporarse al de los anteriores. Este manantial, con su caudal mínimo de quinientos litros por minuto, de agua perfectamente potable, que daría unos siete litros diarios por habitante para. el repetido censo de cien mil almas, situado a poco más de dos kilómetros de Córdoba y aproximadamente a la misma distancia de la conducción del venero de "Vallehermoso", es también muy extraño que no se haya conducido a Córdoba hace ya tiempo.

La pequeña elevación que. sus aguas exigen, dada su cota de emergencia, está ampliamente compensada por su proximidad sin igual al sitio donde se habrían de utilizar. La importancia del caudal de este manantial y la calidad de sus aguas, inducen a suponer que no se trata de aguas freáticas, sino más bien de alguna vena que brotando entre los estratos de la vecina Sierra a un nivel inferior hoy al del recubrimiento cuaternario, se ha abierto paso a través de la porosidad de esta  formación fluvial.

No sería aventurado tampoco suponer que estas aguas estuviesen relacionadas con algún alumbramiento, hoy perdido y desviado, de la época romana o árabe. Sigue este venero en importancia, entre los próximos a Córdoba, a los de "El Bejarano" y "Escarabita" y en nuestra opinión, aventaja al de "Vallehermoso". Sumado su caudal al de los dos primeros, proporcionarían a Córdoba unos cuarenta litros por habitante y día, y sumados también a los diez litros diarios de qué ya dispone, según dijimos al principio, quedaría Córdoba ampliamente dotada de aguas verdadera y naturalmente potables, sin que puedan inspirar el recelo que siempre sentirían sus vecinos para utilizar aguas de río sea cual fuere y aun cuando se depurasen, para satisfacer aquella necesidad fisiológica.

Resuelto así este problema de máxima urgencia, podría abordarse el de elevar aguas del Guadalquivir o tomarlas del canal del Guadalmellato, de una manera progresiva y proporcionada al crecimiento de las necesidades industriales y mejoras higiénicas que Córdoba vaya desenvolviendo. 
Utilizar aguas de río para beberlas habiendo en un radio máximo de diez kilómetros de Córdoba veneros de excelente calidad y cantidad más que suficiente para aquel fin, dudamos que nadie se atreva a aconsejarlo. Solo me resta una observación en lo que a la conducción a Córdoba de los veneros del "Bejarano", "Escarabita" y "Santa Teresa", se refiere.

¿Se ha de extender aún una nueva tubería que vendría muy próxima y casi paralela a la ya existente para la conducción del venero de "Vallehermoso"? Indudablemente no. Si, como tenemos entendido, la tubería empleada en la conducción de "Vallehermoso", es de sección suficiente, a ella deben afluir los otros tres veneros.

La forma de hacerlo, la manera de armonizar los intereses particulares con los del pueblo de Córdoba, es delicada labor que ha de desarrollar el Ayuntamiento. Para este y todos los detalles concernientes al abastecimiento de aguas potables de Córdoba, hay que contar con el patriotismo de todos. No demos a las futuras generaciones el espectáculo de una población de cien mil almas, sin suficiente agua para beber y no obstante plagado su contorno de conducciones distintas, como las varillas de un abanico.

Emilio Iznardi y Alzate, Ingeniero de Minas"

Bibliografía diario la Voz 1929 (facilitado por Isabel Burón)
Fotografías de Vértice, de la Escuela Politécnica de Belmez, Wikipedia y el autor

5 comentarios:

  1. PATXI GUERRIKABEITIA21 ene 2014, 15:33:00

    Buenas tardes, amigos. Paco, ahora no puedo decir eso de ¡Qué trabajo! ¡No salgo de mi asombro! No lo puedo decir, porque nos tienes acostumbrados a trabajos tan espectaculares como este. Mis recuerdos sobre las Aguas Potables, son de cuando en la década de los 60 se hizo una gran canalización entre los depósitos y Córdoba. Esta por mi barrio–La Huerta de la Reyna– se introdujo entre el Cortijo de Peralvo–ahora barriada de Las Moreras-y la vía del tren de Cercadilla a Almorchón. Las aguas “potables” esas que salían por los grifos de las casas en las década de los 80 dejaron de serlo. Recuerdo, cuando iba a visitar a mis padre–ahora habría que decir padre y madre, o madre y padre–que cuando te duchabas con agua caliente salía un sospechoso olor a productos químicos que te tiraba para atrás. En una ocasión después de ducharme me salió una erupción cutánea que me hizo acudir a urgencias. Total, que en Córdoba aguas potable…
    Tengo destrozado de usarlo el libro escrito por Lucas Mallada y Pueyo, Los Males de la Patria y la futura revolución española. Lucas Mallada era algo más que un ingeniero. Fue uno de los encargados de realizar y luego supervisar el Mapa Geológico de España. En este empeño le toco hacer el estudio entre muchas otras, Córdoba. Es considerado el padre de la Paleontología española. Todo esto lo hizo poniéndose el “mono de trabajo” y pateando el territorio. El libro de Los Males de la Patria fue escrito en 1890 y ha sido la inspiración de muchos ecologistas–con mayúsculas– de este País. Un abrazo y, esperando el próximo.

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  2. Afortunadamente ahora la calidad de las aguas de Córdoba ha cambiado mucho, y la devolución al Guadalquivir es prácticamente como cuando entraron, exagerando quizás solo les hace falta echarles un poco de cloro para poderlas beber.

    D. Lucas, si referido a los Males lo decía en 1890 poca esperanza podemos tener con estos mangantes. ¡Que personas con esas mentes que se adelantaban al futuro!

    En la Pág 338 referida a nuestros partidos políticos decía:

    "Un ilustre economista francés, el Sr. Leroy Beaulieu, dijo que la política es el arte de hacer su negocio á expensas del público; y al lado de esta definición trasladamos la embadurnada torpemente por algún erudito envejecido de la Academia española, en cuyo Diccionario se lee: Arte de gobernar y dar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y seguridad pública, y conservar el orden y buenas costumbres. Si á cada uno de nuestros políticos se obligara á decir con toda franqueza á cuál de las dos explicaciones se ajustaba mejor su conducta, la elección no sería dudosa.

    Fuera de contadas excepciones, las cualidades generales de los políticos españoles son las siguientes: la más crasa ignorancia en los fundamentos del difícil arte de gobernar; la osadía y la falta de aprensión proporcionales á esa misma ignorancia; el espíritu de discordia y rebeldía en relación con su inmensa soberbia; la veleidad y la ligereza en armonía con su aturdimiento; la ingratitud y la doblez indispensables para su ambición ilimitada."

    Y en los últimos párrafos (no he puesto lo de "resonará la voz de algún caudillo" porque me sonaba mal), decía:

    "esa juventud querrá respirar atmósfera más pura, volverá los ojos á la República, querrá acomodar el país á nuevas instituciones;"
    Un abrazo compañero

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  3. Estaba disfrutando de su artículo sobre las aguas potables de Córdoba (tras haber redescubierto el de Peña Melaria, que era lo que buscaba para enseñarlo a un amigo) cuando se me ha ocurrido que pudiera interesarle un interesante librito editado por "Ediciones de la Posada" del Excmo Ayto de Córdoba (Departamento de Cultura) en 1997 y que a buen seguro se encontrará en cualquier biblioteca municipal. Yo dispongo de un ejemplar escaneado en pdf que no tengo ningún inconveniente en adjuntarle en un correo electrónico a la dirección que me indique.

    El librito en cuestión es "Las Aguas de Córdoba", de D. José López Amo, un interesante personaje que fue archivero del Ayuntamiento sobre 1854, según se explica en el prólogo, de D. José María Ortiz Juárez. El subtítulo es: "Descripción del origen y curso de las aguas potables en 1876", y separa aguas realengas de las que no lo son, etc., incluye aguas urbanas y se la Sierra e incluso un pequeño mapita con algunas anotaciones.

    Un cordial saludo de otro amante de la Sierra (y practicante del ciclismo de montaña, que veo le llama la atención)


    Francisco Rojas

    fachico2004@yahoo.com

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  5. Estimado Francisco

    En primer lugar muchas gracias por tu presencia. Tengo el libro de D.José López Amo en la biblioteca y es muy interesante, aunque no lo tengo escaneado y muchas veces sería interesante tenerlo en ese formato, por lo que te tomo la palabra y te lo solicitaré a tu correo directamente.

    Un abrazo y muchas gracias.

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