sábado, 3 de diciembre de 2011

CONFERENCIA DE MANUEL VICENT Y, "AGUIRRE EL MAGNíFICO"

Cartel

Manuel Vicent, escritor, articulista, varios premios en su haber (1), nacido en Villavieja (Castellón) 1936, 75 años muy bien llevados con una lucidez y una cabeza muy bien amueblada, y un amplio catalogo de trabajos (2) que deleito al auditorio reunido en el Rectorado de la UCO, en la antigua Facultad de Veterinaria, durante más de dos horas a los miembros de los Clubes de Lectura de Córdoba, cuyos componentes habían venido desde distintos puntos de la provincia, en su inmensa mayoría mujeres.

Portada del libro

No habló apenas de su libro, del que incluyo textualmente un trozo de capítulo que según dijo fue un poco el germen de su creación, en la presentación que su amigo el Duque consorte le hizo al Rey de su persona citándolo como su biógrafo, y en una situación berlanguiana, con un monarca comienzo chorizo, con la grasa del embutido bajándole por la comisura de los labios, y sin poder hablar por tener la boca llena. Mientras una señora vestida de “alcarreña”, seguía añadiendo ofrecimiento de colesterol a la aristocracia.

Contraportada

Jesús Aguirre, comentó, era un personaje valleinclanesco, al amparo del cual pretendía escribir un retablo ibérico, amigo de Razingert, el actual Papa, y amigo de un amigo íntimo de Razingert, seminarista en Comillas, hijo de madre soltera, estudiante en Múnich, “jesuita”,  y luego, de laico, duque consorte del Duquesado de Alba, es decir grande de España por la vía genital de Cayetana, pero un innegable intelectual.

Una expresión del escritor

Confesó y dio la comunión a la mayor parte de la “progresía” de este país los que después ocuparon los puestos de dirección más importantes del mismo, porque no nos olvidemos que, salvo algunos advenedizos de provincias, la élite gobernante de ambas orillas salió de la capital del reino, o cuando menos estudió y se crió allí.

La fotografía de los dos minutos de asistencia del Delegado de Cultura

Con su natural humor fue contestando a las más variadas preguntas y dando consejos literarios a las lectoras, algunos de ellos arrancando sonoras carcajadas en el respetable. Hubo preguntas de toda índole, normales la mayoría y otras rebuscadas y científicas, pero a todas supo dar contestación, que hicieron cortas las dos horas de charla, porque no se debatió nada se pidió mayormente consejo por el auditorio, que nos dio una agradable imagen de que por lo menos se lee, aunque quizás por la hora once y treinta de la mañana y porque sí, la mayoría eran mujeres.

Llenándose el auditorio

Habló de las veces que lo habían confundido con Carandell, y que una vez, en un apartadero de reses de la Plaza de Toros de Madrid, le salvó su parecido con el. Un empresario amigo le invitó a tomar una copa en la Plaza, entonces estaba el apartado de reses para una corrida. ël tiene como hábito escribir un artículo anual contra los toros. Unos fanáticos aficionados lo vieron y se dirigieron a él con cara de poco amigos, y uno, a un palmo de la cara le dijo:

—¡Hombre el antiturino Vicent. A lo que él le contestó,

—Se equivoca soy Carandel.

—Ah, entonces perdone. no hay problema. Y lo salvó la campaña del parecido

Transcribo a continuación,  el citado trozo del primer capítulo del libro "Aguirre, el magnifico", del que el stand de Luque instalado en el vestíbulo vendió (aleluya, se lo merece la casi única librería de la ciudad y sus luchadores propietarios) bastantes ejemplares:  

El auditorio casi completo

“…Gil-Albert, poeta de la generación del 27, regresado del exilio de México, me dijo un día: 

—He rechazado muchas invitaciones a palacio, pero ahora no me importaría ir a Madrid a darle la mano a ese chico.

Don Juan Carlos vestía chaqué, empuñaba una vara de mando, se adornaba con el toisón de oro, un collarón con catorce chapas doradas, instituido en 1430 por Felipe III de Borgoña en honor de sus catorce amantes, que al parecer tenían todas el sexo rubio, como el vellocino de oro. Nuestro Rey lucía esa orden y ahora estaba rodeado de tunos cuarentones que se daban con la pandereta en la cabeza, en el codo, en las nalgas, en los talones y le cantaban asómate al balcón carita de azucena y no sé qué más, como si fuera una señorita casadera. 


El escritor con miembros de la mesa en su presentación

Jesús Aguirre se abrió paso en el enjambre de guitarras y plantado ante el Rey dijo muy entonado: 

—Majestad, le presento a mi futuro biógrafo. 

Y a continuación pronunció mi nombre y apellido, mascando con fruición las sílabas de cada palabra. El Rey echó el tronco atrás con una carcajada muy espontánea y exclamó: 

—Coño, Jesús, pues como lo cuente todo, vas aviado.

Esta salida tan franca no logró que el duque agitara una sola pestaña, sino una sonrisa cínica, marca de la casa. En ese momento, entre el rey de España, el duque de Alba y este simple paisano apareció a media altura una bandeja de aluminio llena de chorizos de regular tamaño, cada uno traspasado por un mondadientes, como se ven en la barra de los bares de carretera a merced de los camioneros. 


Un plano de Manuel Vicent


Una señora vestida en traje regional, de alcarreña o algo así, ofreció el presente con estas palabras:

 —¿Un choricillo, Majestad?" 

Y Su Majestad exclamó:

—¡Hombre, un chorizo! ¡Venga, a por él!. 

Jesús Aguirre, obligado tal vez por el protocolo, alargó también la mano. Con un chorizo ibérico en el aire trincado con el mondadientes, Su Majestad me dijo: 

—¿Y tú qué, no te animas?. 

Contesté algo confuso: 

—No puedo, señor, estoy cultivando una úlcera de duodeno con mucho cariño.


Con velocidades lentas su intensa gesticulación de manos genera estos problemas

Con la boca llena de chorizo, ni el Rey ni el duque podían emitir palabra alguna y menos una opinión que no fuera el placer que se les escapaba a través de una mirada turbia, y por mi parte yo no encontraba un pensamiento que fuera el apropiado para la ocasión. Mientras ambos en silencio salivaban el don del cerdo, pude contemplar cómo por la barbilla real y por la comisura del duque se deslizaba una espesa veta de grasa, imagen de una felicidad que más que a la monarquía y al ducado correspondía al pueblo llano.

—No sabes lo que te pierdes. Dijo el rey de España cuando ya pudo hablar.


Un simpático lector que al final pudo explicar la que quería saber sobre la critica

Los tunos habían acompañado este encuentro con la canción de Clavelitos y luego se fueron a dar la tabarra a otros invitados. En la fiesta se comentaba el atentado acaecido unos días antes en el restaurante El Descanso, cerca de Torrejón, atribuido a la Yihad Islámica, que había cosechado dieciocho muertos y más de ochenta heridos. La posibilidad de saltar por los aires mientras uno come chuletas con la familia en un merendero, a causa de un hipotético agravio a una secta religiosa o por una injusticia social que sucede en cualquier rincón del mundo, comenzaba a ser incorporada a la conciencia colectiva española.” 

Firmando ejemplares al final

Se definió como un mediterráneo, dijo echar de menos su mar y sus olores, su tierra, que todo lo que no se tiene es lo que se echa de menos. También mencionó su niñez, el jugar en balnearios que habían sido hospitales de sangre, para los heridos del frente de la Batalla de Teruel, de hermosas estancias manchadas de la sangre de los soldados. De cascos de militares en el campo, llenos de tierra pero con flores en ella naciendo. Luego Madrid, la casualidad y su necesidad de escribir. Dijo cosas muy ciertas de la televisión, entre otras que la gente que es famosa hoy lo es por su mediocridad, no por su valía, fruto de la televisión. Que miles de veces su portero se cruzaba con el en su portal, y ni siquiera le decía buenos días, y que una vez que salió en televisión le dijo su portero:

-D. Manuel le ha visto en la tele.

A lo que le respondió: -Pero oiga, si son miles de veces las que me ha visto en el portal... 

Sin embargo no existió para él hasta que no salió en la televisión.

La lista de espera de la firma reflejada en los cristales de la sala de control del auditorio

En lo referente a la inspiración dijo que, la inspiración al profesional, le viene siempre cuando se sienta a trabajar, a la hora que sea, bien a las nueve de la mañana, o a las diez o a las once, según la hora a la que empiece el trabajo. Citó a algunos de los grandes como Picasso que decía que la inspiración siempre le llegaba trabajando.

Al final se formó una larga cola en el escenario pues firmó y dedicó su obra a muchos presentes. El que suscribe fue el penúltimo que recibió su autógrafo y tuvo entonces la ocasión de preguntarle si verdaderamente vivió de primera mano el rodaje de la película de Berlanga en la costa levantina, “Novio a la Vista” por los principios de los cincuenta del s. XX, a lo que respondió que sí, y añadió que incluso Berlanga protestaba por la presencia de una hermosa y escultural chica francesa, que casi siempre pretendía hacerse la encontradiza con el personal del rodaje, y que estaba allí con sus padres. Era nada más nada menos que Brigite Bardot. 

(1) Premios:

1966: Alfaguara de Novela, por Pascua y naranjas / 1979: Finalista premio Nadal, por El anarquista coronado de adelfas / 1979: González Ruano, por No pongas tus sucias manos sobre Mozart / 1987: Premio Nadal, por La balada de Caín / 1994: Alimentos de España / 1994: Francisco Cerecedo de Periodismo, creado por la Asociación de Periodistas  Europeos. / 1999: Alfaguara de Novela, por Son de mar

(2) Obras publicadas:

García Lorca. Ediciones y Publicaciones Españolas; 1969. / Hágase demócrata en diez días. AQ. 1976. / El anarquista coronado de adelfas. Barcelona: Destino; 1979. / Ángeles o neófitos. Barcelona: Destino; 1980. / Retratos de la transición. Madrid: Penthalon; 1981./ Inventario de otoño. Barcelona: Debate; 1983. / Crónicas parlamentarias. San Lorenzo de El Escorial: Ediciones Libertarias-Prodhufi; 1984. / Daguerrotipos. Barcelona: Debate; 1984. / La carne es yerba. Madrid: Ediciones El País; 1985. / Ulises, tierra adentro. Madrid: Ediciones El País; 1986. / Balada de Caín. Barcelona: Destino; 1987. / Arsenal de balas perdidas. Barcelona: Anagrama; 1988. / Por la ruta de la memoria. Barcelona: Destino; 1992. / A favor del placer. Madrid: Aguilar; 1993. / Contra Paraíso. Barcelona: Destino; 1993. / Crónicas urbanas. Barcelona: Debate; 1993. / Pascua y naranjas. Madrid: Alfaguara; 1993. / Del café Gijón a Ítaca. Madrid: Aguilar; 1994. / Borja Borgia. Barcelona: Destino; 1995. / No pongas tus sucias manos sobre Mozart. Barcelona: Debate; 1995. / Los mejores relatos. Madrid: Alfaguara; 1997. / Tranvía a la Malvarrosa. Madrid: Alfaguara; 1997. / Las horas paganas. Madrid: Alfaguara; 1998. / Jardín de Villa Valeria. Madrid: Alfaguara; 1999. / Son de mar. Madrid: Alfaguara; 1999. / Espectros. Madrid: Ediciones El País; 2000. / La muerte bebe en vaso largo. Barcelona: Destino; 2000. / Antitauromaquia. Madrid: Aguilar; 2001. / La novia de Matisse. Madrid: Alfaguara; 2001. /  El azar de la mujer rubia. Madrid: Alfaguara; 2002. / Otros días, otros juegos. Madrid: Alfaguara; 2002. / Cuerpos sucesivos. Madrid: Alfaguara; 2003. / Nadie muere la víspera. Madrid: Alfaguara; 2004. / Retratos. Madrid: Aguilar; 2005. / Verás el cielo abierto. Madrid: Alfaguara; 2005. / Comer y beber a mi manera. Madrid: Alfaguara; 2006. / El cuerpo y las olas. Madrid: Alfaguara; 2007. / León de ojos verdes. Madrid: Alfaguara; 2008. / Póquer de ases. Madrid: Alfaguara; 2009. / Aguirre, el magnífico. Madrid: Alfaguara; 2011. /








Bibliografía del libro "Aguirre, el magnifico", de Alfaguara.
Fotos del autor

9 comentarios:

  1. Muy sabrosa la crónica sobre el cronista, Paco.

    Saludos.

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  2. Eduardo muchas gracias, un abrazo.

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  3. Sabrosa crónica, sí, Paco, y divertida. Debisteis de pasarlo bastante bien, porque el Vicent es un tipo formidable, además de un gran escritor.
    Aun con retraso, a causa de mi conexión que falla más que una escopeta de caña, he leído y contestado tu comentario a mi última entrada y el de Conchi. Te lo digo, porque han pasado un par de días y quizás ya no los vieras.
    Un abrazo.

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  4. Me hubiera gustado ir Paco, de hecho me mandaron a mi casa una carta de la Red de Bibliotecas Municipales invitándome a asistir.
    Los clubes de lectura ciertamente son apasionantes y generan interpretaciones muy interesantes de los libros en convivencia y connivencia. Nos citaron a los pertenecientes a los Clubes de Lectura el viernes 2 de diciembre a las 11:30. En mi club de Lectura fuimos muy pocos los que pudimos asistir al acto con este horario, la mayoría estábamos currando a esa hora.

    No cuesta ningún trabajo poner estas actividades por la tarde a menos que lo que se busque es salir en televisión antes que satisfacer a los usuarios.

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  5. Rafael, si vemos los comentarios porque se encarga el sistema de avisarte vía correo, además de enterarnos de que Lola va mejor allí, de lo que nos alegramos. La verdad es que fueron dos horas amenas, y es una persona con muchas vivencias, lo que supone para su oficio bastante. Son setenta y cinco años muy bien llevados. Un abrazo.

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  6. Gerardo llevas razón, cuando hice el recuento de la asistencia solo mujeres de los pueblos y de la ciudad, cuatro jubilados, y uno con asuntos propios (yo). La valoración: ojalá la no ausencia de los hombres sea porque estuvieran trabajando, aunque creo que la lectura de muchos sacándolos de los periódicos deportivos y las esquelas mortuorias en los bares, es de pena. La hora es para criticar, pero a lo mejor lo ponen por la tarde y las damas no pueden asistir, que son las protagonistas, como lo son en los clubes e lectura. Cuatro o cinco periodistas gráficos, uno llegó tarde y hubo que hacer la foto de rigor de nuevo (todo sea por las habichuelas de esos esclavos eventuales de la cámara que cobran si le interesa el trabajo al patrón). Dos minutos de presencia del anfitrión responsable, el Delegado (dejó a un funcionario allí que estuvo hasta el final), y una sola reseña en la prensa (que yo haya visto), por lo que lo de la televisión nada de nada, ni siquiera las locales.

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  7. En nuestro club de ensayo criticamos el horario, en mi club también predominan las mujeres que por ser trabajadoras no pudieron tampoco asistir.

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  8. Mira Paco hoy publican una carta al Director con mi queja.

    http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/mal-horario-de-los-clubs-de-lectura_681872.html

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  9. Lo he leído Gerardo es correcta la queja.

    Saludos

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