miércoles, 14 de octubre de 2009

CIERRE DEL CAPÍTULO SOBRE EL MONUMENTO DE MATEO INURRIA, AL MINISTRO BARROSO Y CASTILLO, 1918


Monumento
El monumento, que se inauguró en 1918 en los Jardínes de la Agricultura.

Para cerrar el capítulo sobre el polémico monumento al Ministro Barroso y Castillo, es necesario detallar lo que aconteció en aquel 17 de marzo (curiosa coincidencia, el día de mi nacimiento) del año 1919 fecha de su destrucción. En distintas publicaciones se refleja lo ocurrido en esas fechas y se amplía por Rafael Castejón desde una visión absolutamente personal, en la que refleja también cuestiones padecidas por él, es decir la aplicación a su persona del caciquil comportamiento del Sr. Ministro.

Parte del Monumento
El artista y su obra en el taller dando los últimos toques a la misma.

Antonio Barroso
El Arte El Comercio La agricultura El trabajo
Desglose de las distintas esculturas que componían el monumento.

Las distintas alegorías del monumento. Una de ellas está rodando sin cabeza y brazos, por el Alcázar de los Reyes Cristianos. Lo que no se sabe y posiblemente no se sabrá nunca, es dónde están el resto de las alegorías, las cabezas de las mismas y la peana del monumento que, según informes de fiar, están en manos privadas. No digo yo de rehacerlo, porque el individuo no era merecedor de ello, pero por lo menos los restos deberían estar custodiados en el Museo de Bellas Artes, porque se pagaron con dinero público y son de un artista como Mateo Inurria.

Sin entrar en la puesta en marcha del proyecto en 1918, que seguramente sería la corte de estómagos agradecidos cercanos al sistema, no me cuadra que la clase trabajadora que no tenía que comer, después de haber padecido el mundo cuatro años de guerra (I Guerra Mundial), quitasen el pedazo de pan a sus hijos para alimentar la vanidad y egolatría de este individuo, con un monumento. Aunque el famoso refrán de que no hay nadie más tonto que un obrero de derechas, está vigente siempre, y se hace realidad en múltiples ocasiones muy cercanas.

Sin ir más lejos, hemos visto adhesiones inquebrantables, multitudinarias, del personal de Cajasur hacia su Presidente cuando movió las masas en su interés, camuflado como interés de la institución. ¿Qué pensaran ahora todos aquellos que participaron en la defensa de las tesis empleadas, no muy lejos de las “barrosianas” en su momento? ¿Ahora no le quita nadie a Córdoba la Institución bancaria? Nadie ha dicho esta boca es mía al respecto. Ahora las cosas han cambiado, porque han cambiado los intereses de los dirigentes, y muchos de esos defensores a ultranza en la calle, posiblemente se queden en ella definitivamente con la fusión. Así es la vida la clase trabajadora, se maneja a voluntad del poderoso, y muchas veces ella se deja manejar por su propia picaresca e interés, que pocas veces coincide con el colectivo. Se me viene a la mente unos vecinos muy cortitos, neuronalmente hablando, que saben a quién tienen que votar en función de sus intereses económicos, que no coinciden con sus intereses políticos, por lo menos en sus comentarios de a diario.

De todas formas no hay nada nuevo bajo el sol, el caciquismo, el enchufismo y algunos ismos más son iguales ahora, que en la época cuando vivía el orondo ministro.

La esfera 1


La esfera 2
Un semanario de la época “La Esfera”, nº 270, marzo de 1919, publicaba un artículo sobre la destrucción del monumento:

“Como una consecuencia del alzamiento nacional contra el caciquismo político, que ahora agita e inquieta á España, han desmochado a pedradas y martillazos las figuras del monumento a Barroso en Córdoba.

Los cordobeses, enfurecidos, hambrientos de pan y de justicia como el resto de los españoles, han recorrido las calles alzando sus puños y sus clamores, mostrando —como los descamisados del Terror francés o los bolcheviques del Terror ruso, las cabezas sangrantes y cercenadas de sus víctimas— la testa pétrea del político a quién reverencio años antes, y las testas alegóricas de la Industria, del Comercio, de la Agricultura y del Arte.

España, que ha permanecido desligada de la guerra en una calma propicia a los enriquecimientos súbitos de exportadores y acaparadores, no lo está ahora en este periodo tumultuario que con triste ironía se llama de la paz.

¡Paz esa enorme convulsión interior de todos los pueblos, luchando dentro de sus mismas fronteras, estremecidos por rebeldías intestinas, convulsionados por la violencia de implacables reivindicaciones societarias!

Desquiciada, desnivelada la tierra, los millones de hombres que tornan de las trincheras, o que esperaban famélicos, medio desnudos o embrutecidos por la miseria y por el dolor de los pueblos sacrificados, se alzan contra todo Lo que suponen tiranía actual y autocracia futura.

De un extremo a otro del mundo hay huelgas, tropas en las calles, agitaciones populares, manifestaciones contra la guerra y contra los que la guerra ha enriquecido. Todos los horizontes tienen resplandores rojos y un soplo de hoguera y de putrefacción viene desde ellos.”


Manifestación antes de destruir el monumento
Miles de manifestantes en la calle Nueva (Claudio Marcelo) antes de dirigirse a la destrucción del Monumento, 1919.
Monumento destruido

Detalle de la destrucción -con piedras y martillos- del monumento por los manifestantes.

Portada
Artículo de Rafael Castejón y Martínez de Arizala en está publicación, en el que habla de como vivió la fecha de la destrucción del monumento en 1919, cuando aún no tenía ni seis meses desde su inauguración (octubre de 1918). Ejemplo de como el pueblo, que es muy paciente, puede perder la paciencia en un momento dado por los desmanes de sus gobernantes.


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Rafael Castejón y Martínez de Arizala
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El Laureado Sr. Ministro, Barroso y Castillo.
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Distintas entradas que versan sobre el mismo tema:



La fotografía de la manifestación de 1918 es de la web Superticiones.


6 comentarios:

  1. Anda hijo! q habrás acabao todas las existencias de tinta y papel! y menudo rato q te habrá llevao postear este artículo.
    Igual q en otros temas q desarrollas, solo me queda decir, Amén.

    1 saludo

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  2. Que te vigilo desde tierra de infieles

    un abrazo

    cristi y manuel

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  3. Muchas gracias Lisis, no he conseguido que un documento en .pdf se pueda visualizar bien. Ya lo experimentaré.

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  4. Espero que lo estéis pasando bien, nos imaginamos que será el mes entero. Un abrazo para los dos de Conchi y mío.

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  5. Me había propuesto escribir algo sobre el monumento a Barroso y, como suelo hacer, primero miro si tú has escrito ya sobre el tema con anterioridad, con el resultado casi siempre de que llego tarde. Y es normal, porque llevas trece años deleitándonos con esas historias que tanto nos gustan y yo acabo de empezar. A veces escribo sobre temas que ya has tratado, bien porque lo haga desde un punto de vista diferente o porque haya encontrado algún dato nuevo que aportar, pero esta vez me voy a quedar quieto. Tu trabajo sobre el monumento a Barroso es impresionante, al igual que el de Manuel Harazem al que he llegado a través del tuyo, y nada más se puede añadir. Chapeau Paco, un abrazo.

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  6. Seguro que lo puedes complementar o mejorar, siempre es mejor que haya distintos puntos de vista. Esa es la desgracia de ser mayor, haber vivido antes cosas. Te animo a que plantees tu punto de vista sobre el asunto. Un abrazo Rafahell.

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